Capítulo 20.

Lena:

—Es el amor, el amor —(repetí varias veces en la cara de Ricardo)

—¿De qué hablas? —(pregunto y yo negué)

—Necesito hablar con Alonso —(dije desesperada y me levante de la cama)

—Tienes un Pulsómetro y tu ritmo cardíaco está mal, no puedes salir ahorita —(dijo y me impidió el pasó)

—Necesito hablar con él, es urgente, es de vida o muerte —(dije y lo tome de los hombros para agitarlo)

—¿Sabes lo que te hizo? —(pregunto enojado y asentí)

—Tráelo, marcarle yo que sé pero necesito verlo, esto le está dando vuelta a todo, las cosas están cambiando Ricardo, mi padre no es quien todos creíamos —(dije desesperada y él se confundió)

—Creo que la crisis te afecto —(dijo y negué cuando me estaba jalando a la cama para que me acostara)

—Mi mamá está en peligro Ricardo, no es juego, necesito a Alonso —(dije desesperada y lo mire seria)

—Lena solo estas alucinando —(dijo y negué nuevamente)

Golpe a Ricardo en sus bajos y salí corriendo, corrí hasta la salida, abrí la puerta y salí corriendo, camine hasta el teléfono público más cercano que encontré y coloque unas cuantas monedas, marque el número de Ashley y tardo un poco para que me contestara.

—Bueno —(contesto adormilada)

—Pásame a Alonso ya —(dije desesperada)

Se escucharon pasos y después como le hablaban a Alonso, contesto.

—Bueno —(dijo adormilado)

—Mi mamá está en peligro Alonso —(dije desesperada)

—¿Qué? —(dijo confundido)

—Victoria Knox quiere matar a mi mamá —(dije desesperada y escuche como susurro "Victoria")

—Alonso, tenemos que salvarla, Alonso todos estamos en la mira —(dije desesperada)

—Lena corre, corre lejos de donde estas, no estés sola en la calle —(dijo y voltee a la calle y unas camionetas venían a mi dirección)

—Corre —(dijo y solté el teléfono público y corrí como, me disparaban, gritaban que me atraparan, diablos, estaba a una cuadra del departamento de Ricardo, a la vuelta vi a Ricardo caminando, lo tome de la mano y corrí con él, nos disparaban, entramos al edificio y subimos corriendo a su departamento, entramos al departamento y cerramos la puerta con seguro)

—Se puede saber qué diablos esta... —(un sonido lo interrumpió)

—Dame eso —(dije en cuento vi que saco su celular)

—Ricardo —(dijo Alonso en cuanto contesto)

—Soy Lena —(dije agitada)

—Lena, hay un problema —(dijo y suspire)

—¿Qué? —(pregunte nerviosa)

—Tu mamá desapareció ayer en la Noche, tu padre también —(dijo y mis lágrimas se empezaron a acumular)

—Esto es culpa de mi padre, cuándo pensabas decirme que mi padre se metió con esa mujer —(dije enojada)

—Lena tú no estabas para esos problemas cuando eso pasó —(dijo y suspiré frustrada)

—Es mi mamá Alonso, es mi mamá y tú sabías todo y no me dijiste nada —(dije enojada)

—Perdón —(dijo y suspiré)

—León tiene derecho a saber las cosas, dile, dile todo lo que sabes, tendré que hablar con alguien para que nos ayude —(dije y Alonso suspiró)

—Iras con Alejandro —(dijo nervioso)

—Jugare mi mejor carta Alonso y esa es el, las cosas cambiaron —(dije y mire a Ricardo)

—No puedes ir, está encontrá de las normas y reglas —(dijo frustrado)

—¿Reglas? ¿Normas?, Cuáles las que rompió mi padre y tu —(dije sería)

—No me vengas con eso ahora —(dijo y suspiré)

—Aquel Guardián ha caído —(dije y el suspiro)

—Lena por favor —(dijo y colgué)

—Me puedes decir que está pasando ¿por favor? —(dijo mi Primo y lo miré)

—Mi padre engaño a mi madre con una delincuente y volvió a lo mismo, mi mamá desapareció al igual que él, están en peligro —(dije y puso su mano en su boca)

—¿Qué vamos a hacer? —(preguntó nervioso)

—Tu irás a México y trataras de que nadie llegué a mis hermanos —(dije y camine a su habitación)

—¿Qué? —(preguntó confundido)

—Tienes que ir, si Ella llega a mis hermanos todo puede pasar y más tratándose de la familia, todos corremos peligro —(dije y el suspiro y asintió)

—Iré amaneciendo al aeropuerto, trataré de ver que pasó —(dijo y yo asentí)

—Márcale a tus hermanos —(dijo y asentí)

Me dio su celular y yo lo tome nuevamente, marque el número de mi hermano Leonardo y espere a que me contestara.

—Bueno —(contesto un poco agitado)

—Soy Lena, ¿Dónde estás? —(pregunté tranquila)

—Estamos en Querétaro hace unos días terminamos la misión y nos estamos tomando unos días de descanso aquí —(dijo y me dio un gran alivio escuchar qué estaban lejos de México)

—Por favor quiero que tengan mucho cuidado, mantenme informada de todo, envíame mensajes de todo, cuídate mucho y cuida a mi hermana, no hagan algo ilegal y en unos días estoy por haya hay algo que tengo que contarles —(dije y mire a como Ricardo hacia su maleta)

—Si quieres vamos a dónde estás —(dijo y negué aunque no me viera)

—No, yo voy por ustedes, por más que quieras no regresen a la ciudad de México —(dije y el suspiro)

—¿Qué está pasando? —(pregunto sería)

—Todos estamos en peligro y lo más conveniente es que nadie vaya a la casa o que andemos por la empresa, es una larga historia, esto tenemos que hablarlo en persona, en unos días estaré ahí, por favor evita regresar a México —(dije y el suspiro)

—Bien pero me debes una —(dijo y suspiré)

—Cuídate y cuida a mi hermana —(dije y colgué)

—¿Qué te dijo —(pregunto Ricardo y cerró su maleta)

—Están en Querétaro, terminaron la misión y están de descanso —(dije y el asintió)

—Quiero que estés tranquila —(dijo y sentí un piquete en el cuello)

—Me dolió —(dije y lo miré)

—Es la dosis que te levantó, tenía que dártela o volverías a dormir —(dijo y asentí)

—Quiero que te calmes Lena, no es bueno todo esto para tu salud, estás mal y aun así no te has detenido —(dijo y lo miré)

—Me duele todo esto, el hombre que me crío es malo —(dije y el negó)

—Todo tiene una explicación —(dije y negué)

—Leandro ya está grande, ya no es un niño y eso quiere decir que sabía perfectamente lo que hacía, por su culpa mi madre está en peligro, por su culpa mi mamá puede morir —(dije y Ricardo me abrazó)

—Tienes que descansar, no puedes seguir así, tu ritmo cardíaco está un poco alto —(dijo y mire el Pulsómetro)

—Está bien —(dije rendida y me acosté en la cama resignada)

Ricardo me empezó a cantar mientras acariciaba mi cabello, poco a poco el sueño me invadió y mis ojos se empezaron a cerrar, lo último que escuché fue un "Aquí estaré siempre" y me quedé completamente dormida.

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