Capitulo 1

El sol se asomaba por la ventana, llenando la habitación de Taehyung con un cálido resplandor dorado. Era un día especial, el día que había estado esperando durante semanas: su aniversario con Dawon. Con el corazón palpitante de emoción, Taehyung se levantó temprano, decidido a hacer de este día algo inolvidable.

Pasó horas en la cocina, preparando su platillo favorito: un exquisito risotto de champiñones. El aroma llenaba el aire, y su estómago rugía de anticipación. Después, decoró la mesa con velas y flores frescas, todo cuidadosamente dispuesto para crear un ambiente romántico. Cada detalle fue pensado con amor, cada segundo dedicado a hacer que Dawon se sintiera especial.

Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, la alegría se convirtió en inquietud. La hora acordada llegó y se fue, pero Dawon no apareció. Taehyung miró su teléfono repetidamente, esperando un mensaje, una llamada, cualquier señal que indicara que su novio había tenido un contratiempo. Pero nada llegó. Con cada minuto que pasaba, su corazón se hundía un poco más.

Finalmente, la noche se adueñó del cielo, y Taehyung se encontró solo, con una mesa elegantemente puesta que no sería utilizada. Las velas parpadeaban, reflejando la tristeza en sus ojos. Se sentó a la mesa, su plato intacto frente a él, y las lágrimas comenzaron a brotar. La soledad lo envolvía como una fría manta, y la decepción se instaló en su pecho.

Al día siguiente, cuando Dawon finalmente apareció, Taehyung sintió una mezcla de alegría y temor. Pero al acercarse, se dio cuenta de algo inquietante: el olor a perfume femenino que impregnaba la ropa de su novio lo golpeó como un balde de agua fría. Su corazón se detuvo por un instante, y todas las alarmas comenzaron a sonar en su mente.

—¿Dónde has estado?— preguntó Taehyung, su voz apenas un susurro.

Dawon lo miró con desdén, como si lo que había hecho no importara. Al ver la mesa decorada, una mueca de burla se dibujó en su rostro.

—¿De verdad creías que iba a venir?— gritó, llenando la habitación con su furia. —Todo esto es una pérdida de tiempo. ¿Por qué no puedes entender que no soy el tipo de persona que se conforma?

Taehyung sintió que su mundo se desmoronaba. Bajó la mirada, incapaz de enfrentarlo, pero dentro de él, algo comenzó a cambiar. Las palabras de Dawon eran como un eco familiar, una voz que había escuchado en innumerables ocasiones, pero esta vez, resonaban con un nuevo significado.

–Solo eres un inútil, que solo estorba no sirves para nada–empezó Dawon a gritar– lo único que sabes es llorar y dar lastima

Mientras Dawon continuaba insultándolo, Taehyung sintió que una chispa de resistencia se encendía en su interior. Recordó tiempos pasados, momentos en los que era más fuerte, más seguro de sí mismo. Se acordó de cómo nunca había permitido que nadie lo pisoteara, de cómo siempre había luchado por lo que quería. Con cada insulto, cada palabra hiriente, la imagen de ese Taehyung valiente y decidido crecía más y más.

De repente, se levantó y se dirigió al espejo. Miró su reflejo, los ojos cansados y llenos de tristeza, y se dijo a sí mismo:
"Esta persona no soy yo". La voz temblorosa de su antiguo yo resonaba en su mente, y Taehyung sintió que, por primera vez en mucho tiempo, tenía el poder de cambiar su historia.

Con una determinación renovada, se giró hacia Dawon, que aún estaba en medio de su ataque verbal.

—¡Basta!— exclamó, interrumpiéndolo. —No voy a dejar que me hables así. Esto no es amor. No merezco ser tratado de esta manera.

Dawon se congeló, sorprendido por la repentina valentía de Taehyung. Pero en lugar de retroceder, Taehyung sintió cómo la confianza comenzaba a fluir a través de él.

—Te he dado tanto de mí— continuó, su voz más firme—, y no puedo seguir permitiendo que me menosprecies. Me merezco más que esto.

El silencio se instaló entre ellos, y Taehyung se sintió liberado. Mientras Dawon lo miraba, incapaz de responder, Taehyung comprendió que había dado un paso crucial en su vida. Tal vez el amor no siempre significaba sacrificarse. Tal vez, el verdadero amor comenzaba por amarse a uno mismo.

Y así, con el corazón aún latiendo con fuerza, Taehyung supo que era el momento de iniciar su propio camino, uno donde él fuera el protagonista de su historia, sin más sombras que lo persiguieran.

Los días siguientes fueron una montaña rusa emocional para Taehyung. Después de su confrontación con Dawon, un aire de liberación lo envolvía. Aunque el dolor de la traición aún lo acompañaba, su corazón empezaba a sanar. Se sentía más valiente y decidido a vivir por sí mismo, sin las sombras de alguien que solo lo había menospreciado.

Dawon, por su parte, no tardó en buscarlo. Cada día llegaba un mensaje, un intento de disculpa.

–"Lo siento, Tae. No sé qué me pasó”, decía uno.

- “Te prometo que cambiaré”, escribía otro. Pero Taehyung, decidido a no caer en la trampa de la manipulación, ignoraba cada notificación. Su mente estaba clara: no podía volver a ese ciclo tóxico.

Un par de días después, mientras caminaba por la calle, su teléfono sonó. Era un número desconocido. Al principio dudó en contestar, pero algo lo empujó a hacerlo.

—¿Taehyung?— una voz grave y amenazante resonó al otro lado de la línea. —Tengo a tu suegra.

El corazón de Taehyung se detuvo por un instante. La voz continuó, explicando que había tomado a la mujer como rehén y que le enviarían pruebas de vida.

—Si quieres que te crea, mándame uno de sus dedos— respondió Taehyung, su voz firme, aunque su pulso se aceleraba.

El silencio se apoderó de la llamada. Se podía sentir la sorpresa del secuestrador al otro lado de la línea.

—¿Qué?— balbuceó el hombre.

—Si quieren que les crea, mándenme la cabeza— continuó Taehyung, sintiendo una extraña mezcla de adrenalina y desdén.

Un segundo después, el secuestrador colgó. Taehyung se quedó con el teléfono en la mano, atónito por lo que había dicho. Pero en el fondo, una parte de él se sentía liberada. No iba a dejar que el miedo lo dominara y que volvieran a manipularlo con mentiras.

Horas después, recibió otra llamada. Esta vez era Dawon, su voz cargada de angustia.

—Tae, por favor, mi madre…— comenzó, pero Taehyung lo interrumpió.

—No es mi problema, Dawon. Ya no estamos juntos. Tienes que resolver tus propios líos— respondió, sintiendo que cada palabra lo fortalecía más.

Colgó con decisión, sintiendo que cada vez se acercaba más a la persona que solía ser. La vida sin Dawon parecía cada vez más prometedora.

En los días siguientes, Taehyung tomó una decisión drástica. Decidió que era hora de dejar todo atrás, de comenzar de nuevo. Las memorias de su relación tóxica, los insultos de Dawon y los intentos de manipulación de su suegra no merecían ocupar más espacio en su vida. Así que preparó una maleta, llena de ropa y sueños, y se compró un boleto de avión.

Con el corazón latiendo con fuerza, abordó el vuelo que lo llevaría a un nuevo país, una nueva vida. La emoción de lo desconocido lo llenaba de energía. Al llegar, la brisa fresca y el bullicio de la ciudad lo recibieron como un abrazo.

Un día, mientras caminaba por una calle vibrante, se topó con una peluquería. La música sonaba alegre, y el lugar estaba lleno de risas. Sin pensarlo, decidió entrar. Allí conoció a Jungkook, un estilista carismático con una sonrisa contagiosa.

—¿Qué te gustaría hacer hoy?— preguntó Jungkook, observando a Taehyung con curiosidad.

—Quiero un cambio— respondió Taehyung, sintiendo que era el momento perfecto para reflejar su nueva vida en su apariencia.

Mientras Jungkook trabajaba en su cabello, comenzaron a charlar. Taehyung se dio cuenta de que cada palabra que intercambiaban era como un pequeño ladrillo que construía una nueva amistad. Jungkook lo escuchaba atentamente, y Taehyung se sintió cómodo compartiendo sus experiencias, sus miedos y sus sueños.

—A veces, un cambio externo puede traer un cambio interno— dijo Jungkook mientras le cortaba el cabello. —Es como si te deshicieras de lo viejo para dar paso a lo nuevo.

Taehyung sonrió, sintiendo que esas palabras resonaban profundamente en él. La transformación de su cabello se sentía como un símbolo de su propio renacimiento. Cuando Jungkook terminó, Taehyung se miró en el espejo y no pudo evitar sonreír. El reflejo que veía era el de un hombre renovado, listo para enfrentar el mundo con valentía.

Así comenzó un nuevo capítulo en la vida de Taehyung, donde cada día era una oportunidad para descubrir quién era realmente y quién quería ser. Al lado de Jungkook, la vida comenzaba a tener un nuevo significado, lleno de amistad, risas y un futuro brillante que lo esperaba.

La vida de Taehyung en la nueva ciudad comenzó a tomar forma. Después de su visita a la peluquería, no solo había cambiado su apariencia, sino también su perspectiva. La conexión con Jungkook era instantánea, y a medida que pasaban los días, se fue forjando una amistad genuina. Jungkook, con su espíritu libre y su energía contagiosa, se convirtió en una luz en la vida de Taehyung, guiándolo en su proceso de sanación.

Cada semana, Taehyung regresaba a la peluquería, no solo por un corte de pelo, sino también por la compañía de Jungkook. Compartían risas, historias, y en esos momentos, Taehyung se sentía más vivo que nunca. Jungkook le hablaba de sus sueños de ser un gran estilista, de abrir su propio salón y de viajar por el mundo. Taehyung, por su parte, se atrevía a compartir sus propios anhelos. Empezó a pensar en lo que realmente quería hacer con su vida: quizás estudiar arte, desarrollar su pasión por la fotografía, o simplemente explorar nuevos horizontes.

Una tarde, mientras paseaban por un parque cercano, Jungkook le preguntó:

—¿Qué te gustaría hacer en este nuevo capítulo de tu vida?

Taehyung se detuvo un momento, reflexionando sobre la pregunta. Su mente se llenó de imágenes de viajes, de lugares lejanos, de personas nuevas. Finalmente, respondió:

—Quiero vivir sin miedo, sin la sombra de mi pasado. Quiero ser la mejor versión de mí mismo.

Los ojos de Jungkook brillaron de admiración.

—Eso es increíble, Tae. Nunca dejes que nadie te haga sentir menos. Eres fuerte, y el mundo está esperando por ti.

Con cada conversación, Taehyung se sentía más inspirado. Decidió que era hora de dar el primer paso hacia su nueva vida. Se inscribió en un curso de fotografía, donde podía explorar su creatividad, capturar momentos y contar historias a través de su lente. Cada clase era un soplo de aire fresco, y pronto se dio cuenta de que había encontrado una verdadera pasión.

Sin embargo, a pesar de su nuevo comienzo, las sombras del pasado no se desvanecieron tan fácilmente. A veces, en medio de la alegría, una ola de tristeza lo golpeaba al recordar lo que había dejado atrás. Las inseguridades, las palabras hirientes de Dawon, y la presión de su suegra aún resonaban en su mente. Palabras que costarán sanar, pero que quedarían atrás

Un día, mientras estaba en clase, recibió un mensaje de texto de un número desconocido. Al abrirlo, su corazón se hundió. Era un mensaje de su ex suegra, lleno de insultos y reproches. “Eres un traidor. Nunca debiste dejar a mi hijo. Te arrepentirás de esto”. Taehyung sintió que la rabia y el miedo se entrelazaban en su pecho, pero en lugar de dejarse llevar, recordó las palabras de Jungkook.

Se tomó un momento para respirar y, en un acto de desafío, respondió: “Ya no soy más tu problema. No tienes poder sobre mí. Adiós”.

Mando el mensaje sin esperar respuesta, sintiendo cómo el peso de la relación tóxica se deslizaba de sus hombros.

En las semanas siguientes, la vida de Taehyung se llenó de nuevas experiencias. Comenzó a explorar la ciudad, a conocer gente nueva, y cada día se sentía más conectado con su entorno. Jungkook se convirtió en un apoyo incondicional, y juntos, disfrutaban de las pequeñas cosas: un café en la mañana, un filme en una noche lluviosa, o simplemente pasear por la playa mientras hablaban de sus sueños.

Sin embargo, un día, mientras estaba en casa editando fotografías, su teléfono sonó nuevamente. Era un número desconocido. Al contestar, su corazón se aceleró.

—¿Taehyung?— la voz al otro lado sonaba tensa. Era Dawon.

—¿Qué quieres?— preguntó Taehyung, sintiendo que la ira y la tristeza volvían a resurgir.

—Por favor, escucha. Mi madre… Ha muerto y no se que hacer— su voz temblaba, llena de angustia.

Taehyung sintió una mezcla de emociones. Por un lado, la compasión lo invadía, pero por otro, la imagen de todo lo que había pasado lo mantenía firme.

—Eso no es mi problema, Dawon. No estoy aquí para salvarte a ti ni a tu familia. Adiós— y colgó.

La llamada lo había dejado inquieto. ¿Qué haría ahora? A pesar de su decisión de dejar todo atrás, la realidad de la situación le pesaba en el corazón. Aun así, sabía que no podía ser arrastrado de nuevo a ese mundo de manipulación y dolor.

Tomando una decisión, se dirigió a la peluquería de Jungkook. Necesitaba hablar con su amigo, compartir sus pensamientos y buscar consejo.

Al llegar, Jungkook lo recibió con una sonrisa, pero al ver la expresión en el rostro de Taehyung, su sonrisa se desvaneció.

—¿Qué pasa?— preguntó, preocupado.

—Recibí una llamada de Dawon. Su madre está muerta, pero no sé si debo ayudar— Taehyung confesó, sintiéndose dividido.

Jungkook lo escuchó atentamente, luego respondió:

—Tae, a veces las personas que más amamos nos lastiman. No estás obligado a cargar con su peso. Has trabajado tan duro para liberarte de eso. No dejes que te arrastren de nuevo.

Las palabras de Jungkook resonaron en su mente, y Taehyung sintió que la claridad comenzaba a formarse.

—Tienes razón. Es hora de que me ponga yo primero— dijo finalmente, su voz firme.

Con esa decisión, Taehyung comenzó a trazar un nuevo camino. Se dedicó a su fotografía, explorando la ciudad y capturando la belleza que lo rodeaba. Cada día se sentía más fuerte, más seguro de sí mismo.

Taehyung sonrió. Había dejado atrás el pasado,había sacado su fuerza interior que esa relación se la había arrebatado, y aunque el futuro era incierto, estaba listo para enfrentarlo. Con Jungkook a su lado, sabía que no estaba solo. La vida le ofrecía nuevas oportunidades, y él estaba ansioso por aprovecharlas.

FIN

Les traigo el capítulo
Espero les guste
Y recuerden siempre ponerse primero, no es ser egoísta, es sentirse bien y estar tranquil@s con ustedes mismo, la salud mental y su bienestar es prioridad
🥰🫂

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