FUERTES LATIDOS (parte 1)
Un joven peliazul se encontraba caminando entre algunas lápidas, hace mucho tiempo que no visitaba la tumba de su madre, pero algunas veces sentía solo, el ama a su abuelo, padre y hermano pero, necesitaba el consejo y el apoyo que solo una madre puede ofrecer, por esa razón se encontraba ahí, en frente de la tumba de su madre en compañía de su fiel amigo Dragoon.
Lo se Dragoon, se que es tarde pero no quiero regresar a casa, no quiero que mi cerebro siga dando vueltas al asunto - el peliazul deja escapar un suspiro y se limpia una lágrima solitaria - mamá es triste saber que la persona al cual admiras y amas esta con alguien más pero sabes - sonríe pero sus ojos mostraban tristeza mientras vea la tumba de su madre - también espero que les vaya bien, son mis amigos Kia... Rai, de verdad espero que les vaya bien.
Hace unos días Rai dio a conocer a sus amigos su reciente relación con Kai, ellos habían estado en conversaciones por mensajes mientras él estaba en Rusia y el en China y al parecer entre mensaje y mensaje ellos decidieron intentarlo así que, ahora que volverían a Japón ellos decidieron intentarlo y formalizarlo. Takao al escuchar aquello sintió un fuerte dolor en el pecho mientras veía tanto a Kai como a Rai, ahora entendía porque Kai había ignorado sus mensajes desde que este se había ido a Rusia, pero al ver el semblante sonriente de su amigo pelinegro decidió sonreír como de costumbre y felicitarlos mientras le deseaba todo lo mejor.
Los días pasaron, y los chicos se reúnen para entrenar con sus respectivos beyblades y perfeccionar sus técnicas pero últimamente el peliazul no podía concentrarse y mientras todos se inscriben para el nuevo campeonato de beyblade organizado por la BBA, este aun ni se había acercado, ni hablado con el señor Dickenson para pedirle que lo incluyera para la competencia, a pesar de que solo faltaba solo unos meses pesara que ese campeonato inicie. Takao se encontraba en su caso practicando un poco de kendo, al menos eso le ayudaba a dejar de pensar, estaba cansado de estar encerrado en su recámara llorando en silencio, pero una voz conocida y efusiva retumbó por todo el dojo.
Comienza a temblar Takao que aquí estoy yo... el nuevo campeón mundial - dice un joven pelirrojo mientras se auto señalaba con una gran sonrisa en los labios.
Daichi... ya decía yo que no podías perderte este campeonato - el peliazul sonrió ligeramente al verlo, mientras se acomoda la liga de su cabello - me imagino que ya estas inscrito y que te quedaras con nosotros - deja escapar un suspiro - bueno vamos tenemos que ordenar la que será tu recamara porque esta vez no quiero compartir mi recamara contigo.
Así es, vengo de ahí y el señor Dickenson me dijo que te recuerde que aun TU no te has inscrito - le dice el más joven mientras le señala con el dedo acusador
Si bueno he estado ocupado - respondió el portador de dragoon con una sonrisa pero el más joven pudo notar que aunque este sonreía sus ojos estaban apagados, tristes.
¿Qué te pasa? - pregunta el más joven mientras inclina ligeramente la cabeza hacia el lado derecho.
Nada, solo estoy cansado... no he podido dormir bien - le respondió el peliazul guardando su espada de bambú - bueno vamos niño hay que instalarse antes que llegue el abuelo
Oye no soy un niño - el más joven comienza a quejarse mientras hace un puchero - tengo 16 años y tu solo eres mayor por un año - le saca la lengua mientras lo sigue hacia la recamara que sería su nueva habitación - sabes, he pasado tanto tiempo contigo que se que a ti te pasa algo, pero entiendo si no me lo quieres decir.
El peliazul en ese momento no dijo nada y solo se concentró en arreglar la recámara para que sea ocupada por su nuevo huésped, después de eso los días pasaron de manera "normal", el joven pelirrojo notaba lo distraído que estaba su amigo por ese motivo intentaba distraerlo platicando de cualquier cosa o incluso teniendo una beybatalla, otra cosa que sorprendió a Daichi fue ver que Takao había aprendido a cocinar y que su comida era muy buena, por lo que le pidió que le enseñara, tal vez así podía ayudar a Takao al cual consideraba como un hermano a despejar su mente.
Había pasado una semana, Takao no se había reunido con sus amigos a entrenar, a pesar de que todos competirán con sus respectivos equipos, ellos habían quedado en reunirse para entrenar juntos hasta un día antes del campeonato pero su pecho se oprimía cada que veía a Rai abrazar a Kai del brazo, el sabia que lo que estaba haciendo era una niñería, ya no era un niño para huir de las cosas pero por mas que intentaba el dolor estaba ahí y mientras caminaba sin rumbo fijo se sorprendió al ver a los lejos al capitán de los Blitzkrieg Boys.
Yuriy... - el peliazul grito mientras corría para llamar la atención de aquel chicos de ceño fruncido y mirada penetrante, aunque ya ese tipo de miradas ya no tenían efecto sobre el - es bueno saber que tu y tu equipo están aquí en Japón, eso va a hacer la competencia más entretenida, ustedes son un equipo muy fuerte.
Eso ni lo dudes Kinomiya - responde el pelirrojo con una sonrisa de medio lado - y a dónde te diriges?
Solo estoy dando un paseo sin rumbo fijo - responde el más joven - Daichi está en casa y siempre quiere beybatallar así que solo tomó un respiro, nada más.
JA... es un pequeño conejo con mucha energía - le dice el pelirrojo mientras se cruza de brazos - eso me recuerda mucho a ti... ahora que lo pienso, ustedes dos se parecen un poco en ese aspecto, alegres, efusivos, competitivos y siempre con el brillo en la mirada que... - no pudo terminar la oración, ver a aquel chico tormento como le decía cierto bicolor, con una sonrisa pero sin aquel brillo en la mirada le hizo comprender que algo no estaba bien - bien, suéltalo - le dice pero al ver que el contrario se rasca la mejilla sin entender nada decide volver a intentarlo - a ti te pasa algo, ¿que te pasa?
Pero que tonterías dices Yuriy jajajaj - responde el peliazul mientras reía, aunque en su interior odiaba que las personas puedan leerlo como si fuera un libro abierto - estoy bien y bueno creo que ya te quite mucho tiempo así que me retiro, espero que nos podamos ver pronto - y ahí estaba él nuevamente intentando escapar de una situación incómoda, pero el ruso pelirrojo fue mucho más rápido porque impide su escape agarrándolo de la muñeca.
Puedo decirte que huir no siempre es la solución y creeme yo he intentado huir varias veces de mi pasado - dice de manera seria el mayor viendo como el más joven deja caer los hombros indicando que tenía toda su atención en ese momento - Takao, tu me ayudaste a combatir parte de ese pasado así que tal vez pueda ayudarte en algo, no soy bueno con las palabras pero puedo escucharte para que te desahogues y prometo no jugarte.
En ese momento Takao comenzó a girar de manera lenta, su mirada estaba ensombrecida a causa de su cerquillo, pero al momento de alzar su mirada, el pelirrojo soltó su agarre y abrió ligeramente los ojos y la boca al ver cómo aquellos ojos azules del portador de Dragoon estaban llenos de lágrimas y se petrifico al sentir como el más joven se aferró a él ya sin poder controlar aquellos sollozos. Yuriy poco a poco salía de su desconcierto y acaricia la cabeza del peliazul intentando de ese modo tranquilizarlo.
Una vez que el más joven se tranquilizó, ellos se fueron a un lugar más cómodo, estaban en una parque y gracias a que eran las 11 de la noche, este se encontraba desierto, Takao busco la mejor manera de expresar lo que sentía, inicio pidiéndole a Yuriy que por favor no dijera nada a lo que el mayor se lo prometió, luego le explico sobre sus sentimientos por Kai, cosa que al pelirrojo no le sorprendió con tan solo verlos supo que algo así pasaría pero si entrecerró los ojos al enterarse de esa relación entre Kai y el chico felino, en ese momento lo único que pudo hacer era llevar una mano hacia su entrecejo, mientras maldecía al idiota de su compatriota.
Demonios ya es muy tarde - dijo el peliazul al ver su celular - son la 1 de la mañana... demonios mi abuelo me va a matar
Quieres que te acompañe para que no te sientas solo si es que mueres - pregunta el pelirrojo ruso con una ligera sonrisa, el más joven solo sonrió y le saco la lengua aceptando la ayuda de su amigo.
Los dos caminaron hasta el dojo y los dos se sorprendieron al ver a Daichin quien los estaba esperando en la puerta para decirles que entren con sigilo porque el abuelo se había quedado dormido pero con la Katana en mano.
No mentías cuando dijiste que tu abuelo te mataría - dice el pelirrojo ruso mirando de reojo al anciano dormido en el sofá.
Si bueno, algunas veces el abuelo suele exagerar - respondió el peliazul, colocando una taza llena de té de limón - lo siento pero en mi casa no tenemos vodka
Ni que lo digas - dice el pelirrojo más joven - esa vez que me quede fuera de casa hasta pasadas las 11 de la noche, me regaña y castigo.
Me parece bien, un pequeño conejo no puede estar fuera de casa solo - el ruso le sonríe de manera malvada - el lobo te puede comer.
No soy ninguna presa mmmm.. - el menor se cruza de brazos mientras los dos mayores sonreían - oye ya es muy tarde, porque mejor no te quedas.
No creo que sea...
Daichi tiene razón... - dice el peliazul interrumpiendo ganando una mirada filosa por parte del mayor, después de todo para quedar igual de condiciones, Yuriy le había confesado que sentía un gusto por el pequeño conejo - y no te preocupes por los cuartos, en esta casa tenemos de sobra hasta podemos estar los tres en el dojo... verdad Daichi
Bien... - fue la única respuesta mientras tomaba un poco del contenido de la taza.
Lo único malo es que tendrás que aguantar los ronquidos de Daichi... - dice el peliazul en broma ganando la mirada furiosa del más bajo, mientras el ruso ocultaba una risa
Después de una pequeña pelea entre Takao hy Daichi que Yuriy disfruto ver, los tres jóvenes estaban en sus respectivos futones, los dos menores ya se encontraban en el país de los sueño a diferencia del mayor que se encontraba mirando el techo, pensando en lo que el peliazul le había comentado. Sabia que Kai podía ser un idiota al intentar comprender sus sentimientos pero nunca imagino que fuera para tanto, cada que el platicaba con Hiwataria este le respondía de manera monosílaba pero cuando hablaban de beyblade y sobre todo de Takao, Kai mencionaba las características positivas y negativas del peliazul, pero no de modo despectivo sino con respeto incluso lo ha visto sonreír varias veces y enojarse cada que alguno de los chicos de su equipo amenazaban con retar a Kinomiya o invitarlo a salir, por lo que no entiende como es que acepto una relación con Kai, la ultima vez que platicaron este le comento que alguien se le había confesado y que estaba en duda si aceptar o no esa declaración, el pensó que ese alguien seria Takao pero suspiro al saber que estaba equivocado, así que por su mente se formo un plan malvado, porque no ayudar a que ese idiota compatriota suyo se de cuenta de sus verdaderos sentimientos, mientras planeaba que hacer el pequeño conejo rodó desde su futon hasta el, acurrucados al sentir su calor.
Si que te mueves mucho pequeño conejo - el pelirrojo ruso intentó separarlo pero este estaba aferrado por lo que decidió dejarlo de ese modo y solo optó por acomodarse, y cerrar los ojos y por primera vez sin saber como o porque pudo dormir de manera placentera, no sabía si era por el cansancio o por sentir el calor del cuerpo del conejo,pero aquello sí que era una sensación muy agradable.
A la mañana siguiente el primero en despertar fue Yuriy y seguido milagrosamente por Takao quien rápidamente se puso a preparar el desayuno, ellos comenzaron a platicar un rato más hasta que fueron interrumpidos por el abuelo quien ingresó hecho una fiera pero se tranquilizó al ver que tenían un invitado.
Así pasaron dos días, Kai, Rai, Max y Kenny se encontraban a las afueras de las instalaciones de la BBA, hasta que fueron abordados por el señor Dickendon quien les entregó una hoja con las reglas del futuro combate y les pidió por favor le recordarán a Takao que se inscriba ya que solo faltan unos días para el cierre de las inscripciones.
Los cuatro chicos se quedaron sorprendidos y mirándose entre ellos, aún sin creer lo que el señor les estaba diciendo, como que Takao no se había inscrito, en ese momento las alarmas de Kai se activaron, había notado que Takao estaba faltando a los entrenamientos y que estaba muy distraído, pero el cada que le preguntaba qué le pasaba, este le decía que estaba ocupado con el dojo y su abuelo, y por eso no le exigía como debía.
Es raro, Takao siempre es el primero en inscribirse en una competencia Beyblade - dice Max mirando a cada unos de sus amigos
Estoy intentando llamarlo pero su teléfono está apagado - dice Kenny colgando el teléfono cuando esté le mandaba a la a una casilla de voz.
Iré a su casa - dice el bicolor con los ojos entrecerrados y apretando los puños.
Te acompañaremos... nosotros - Rai es interrumpido por el bicolor quien negaba con un moviendo de cabeza.
No es necesario Kon, puedo ir solo - le respondió el bicolor de manera tajante, recordando una de sus pláticas más recientes que tuvieron debido a que le estaba regañando por su distracción y sobre todos recordó las palabras del menor <lo siento, solo que sentir que pierdes algo es doloroso> - descubriré que es lo que le está pasando a Takao - aquello lo dice decidido y da media vuelta sin mirar a ninguno de los chicos, cosa que entristeció especialmente a uno de ellos.
El bicolor se encontraba manejando hacia la residencia Kinomiya, sus pensamientos solo estaban en el chico tormento, al estacionar su auto al frente de la casa de Takao rápidamente sale de este e ingresa como San Pedro en su casa encontrándose cara a cara con patriarca de la familia y con el chico portador del dragón de tierra.
K man, es bueno verte por estos lares - dice el anciano con una media sonrisa, siempre tan amable con todos los amigos de su pequeño nieto.
Si buscas a Takao él no se encuentra - respondió el más joven al verlo con esa cara de pocos amigos, además la única razón que el ex capitán de su equipo esté ahí es por el portador de Dragoon.
Buenos días... yo ehmm... - el bicolor se muerde el labio inferior al escuchar las palabras de Daichi - ¿dónde está Takao?
Salió con Yuriy - responde el joven pelirrojo como si nada sin quitar la mirada del bicolor.
Si, el pequeño saltamontes estaba tan emocionado que parecía que estaba saliendo a una cita - al decir esas últimas palabras un par de miradas se clavaron en él, tanto Kai como Daichi lo veían con sorpresa y ambos sintieron una ligera opresión en el pecho.
El bicolor nuevamente se mordió los labios e hizo una reverencia para despedirse del hombre mayor e ir a su auto para buscar al chico tormento, prometiendo así mismo que lo encontraría a como dé lugar.
Eran las seis de la tarde, el bicolor ya había buscado por todos los posibles lugares en dónde el chico tormento podría estar, restaurantes, platos de batalla, parques incluso ahora se encontraba en el cementerio y fue ahí que descubrió que él peliazul había estado ahí por las flores frescas que encontró en la tumba de su madre, el bicolor junto sus manos para dar una oración y al terminar colocó el racimo de crisantemo el cual simboliza nobleza y pureza y sakurasou que simboliza amor eterno o deseo, ambas flores favoritas de Takao.
Al terminar el bicolor dió media vuelta y volvió a su auto, miro su celular tenía 20 llamada perdidas y numerosos mensajes de su anterior equipo y la mayoría eran de Kon, decidió ignorar todo y decidió mandar un mensaje, busco su contacto de Takao en su celular pero se sorprende al ver que su número estaba bloqueado, aquello lo sorprendió a pesar que muchas veces Kinomiya logra sacarlo de sus casillas nunca lo bloqueaba llegando a la conclusión que alguien había manipulado su teléfono.
Cuando desbloqueo su número sólo fue cuestión de segundos para que todos los mensajes y llamadas que el joven peliazul había mandado le llegasen de manera masiva, un mensaje tras otro, los primeros mensajes eran con caritas y efusivos, mientras seguía leyendo estos reducían aquellas emoticonos y esa espontaneidad que tenía el chico al escribir, al llegar a los últimos mensaje, esos emotivos habían desaparecido y el último mensaje fue <perdón, ya no te molestaré más, cuídate>
Kai no supo en qué momento había contenido la respiración, todo este tiempo el peliazul le había estado escribiendo y él ni enterado, en definitiva será la peor pesadilla de aquella persona que había ocasionado todo esto. Maldijo unas cuantas veces más hasta que decidió llamarlo. El teléfono sonó una, dos, tres timbradas hasta que por fin la llamada fue contestada.
¿Hola? - el bicolor con tan solo escuchar esa voz conocida del peliazul fue suficiente para tranquilizarlo - ¿Hiwatari, está todo bien?
.... - el bicolor sintió una punzada en el pecho al escuchar que el menor lo llamaba por su apellido y no por su nombre - Takao... dónde estás tu abuelo está preocupado <y yo también> - pensó eso último.
Estoy a unas cuadras de mi casa, disculpa tengo que colgar - le respondió el peliazul, a lo que el bicolor giró el timón para ir nuevamente hacia el dojo y es ahí que vio a Takao saltar hacia el cuello de Yuriy abrazándolo de manera efusiva mientras el pelirrojo correspondía el abrazo tomándolo de la cintura, en ahí que nuevamente Kai sintió un fuerte dolor en el pecho, ver sonreír al peliazul mientras abraza a alguien más, le dolía, vio como el pelirrojo se despedía y regresaba a su auto para irse a casa mientras Takao agitaba su mano despidiéndose mientras acomodaba su chaqueta, por lo que decido salir del auto e ir a su encuentro - Kinomiya, hasta que por fin apareces, nos comentaron de que no te... - no pudo terminar la oración a causa de la sorpresa al ver que el peliazul tenía puesto la chaqueta blanca con naranja de Yuriy.
Mañana me voy a inscribir - le respondió el peliazul con un ligero sonrisa - bueno ya es tarde, cuídate Hiwatari.
Cuando Takao menciono esas últimas palabras su pecho nuevamente le comenzó a doler, de manera involuntaria se acercó asustando un poco al peliazul quien retrocedió unos pasos para salir corriendo si era necesario, el portador de Dragoon intentó decir algo pero fue jalado, no de manera brusca, hasta chocar contra el pecho de Kai sintiendo por primera vez el calor y la protección de estar entre esos brazos. Takao estaba confundido mientras que Kai se aferraba más a ese abrazo, acaba de descubrir que odiaba sentir el olor de Yuriy o de cualquier otra persona sobre el cuerpo del peliazul.
Takao se separó de aquel abrazo, estaban con las mejillas ligeramente ruborizadas y le prometió a Kai reunirse mañana en la tarde con ellos para luego dar media vuelta e ingresar corriendo a su casa.
Kai hizo lo mismo, regresó a su departamento pero durante todo el camino solo podía pensar en lo bien que se sentía tener al peliazul entre sus brazos.
Tienes razón Kinomiya Takao, sentir que pierdes algo es doloroso - el bicolor apretando los puños y la mandíbula - pero yo no pienso renunciar y menos dejarte ir.
Los días pasaron, Takao de disculpó con todos y obviamente se llegó a inscribir para la beybatalla, Kai estaba más atento de lo normal a las acciones que realizaba al peliazul y fruncía el ceño cada que este sonreía mientras miraba y escribía por su celular, y sobre todo de enojaba cada que el capitán de su equipo los Blitzkrieg Boys llegaba para llevarse a Takao a quien sabe dónde, su enojo era tanto que una vez apretó tanto su mandíbula hasta sangrar.
Mientras tanto Daichi también estaba curioso de la estrecha amistad entre Takao y Yuriy, y sin saber el porque sentía una punzada en su pecho al imaginar que ellos dos tal vez estuvieran saliendo, el joven pelirrojo japonés estaba mirando el estanque, se encontraba con un semblante deprimido, desde el campeonato del año pasado sentía como su corazón se acelera cuando estaba cerca al líder del equipo ruso, pero no sabía identificar o interpretar sus sentimientos.
Hola conejito... - aquella voz sobresaltó al más joven, en qué momento Yuriy había entrado al dojo sin ser visto - porque el conejo esta triste... tal vez quiera una zanahoria - el mayor sonríe de medio lado como de costumbre.
.... - el pelirrojo japonés abre la boca para responder pero de inmediato la cierra - Takao está en el dojo, conoces el camino - le dice sentándose nuevamente al frente del estanque, ahora podía entenderlo Yuriy solo lo veía como un niño pequeño y nada más.
Que te hace pensar que estoy aquí para ver a Kinomiya - pregunta él ruso alzando una ceja mientras coloca algo sobre la cabeza del más joven.
Yuriy deja de... - el menor intenta increpar pero lo que tenía sobre su cabeza cae hasta sus manos, se trataba de dos peluches pequeños, uno era un lindo conejito rojizo y el otro un lobo blanco - oww son muy bonitos... - dice mientras abraza los peluches.
<Tierno> fue el pensamiento del ruso al ver al más joven abrazando esos peluches, agradeció a Takao en silencio y olvidó sus quejas cuando hace unos días atrás era arrastrados por algunas tiendas llenas de peluches para buscar los indicados según decía el peliazul.
Se te ve mejor sonriendo - el ruso coloca su mano sobre la cabeza del más joven quien levanta la mirada y se pone de puntitas rozando de una manera delicada sus labios contra los suyos.
Gracias - le dice Daichi una vez que se separó de aquel beso, estaba con las mejillas rojas e intentaba cubrir su rostro con los peluches - prometo cuidar mucho estos peluches.
Si... - fue la única respuesta del ruso, quien acarició sus labios aun sintiendo un ligero cosquilleo en estos, mientras tanto desde el dojo Takao veía la escena con una ligera sonrisa mientras se recostaba contra la pared.
Las horas pasaban y Yuriy ya se había ido a reunirse que los miembros de su equipo, pero Daichi se sentía extraño, por alguna razón no podía ver a Takao a la cara, eso hizo que el peliazul lo acorralaron y le explique que demonios le está pasando.
Ahora Daichi, ¿qué te pasa? me has estado evitando todo el santo día - le increpa el peliazul al más joven acorralado en uno de los pasillos del dojo.
Yo... no... - el menor tartamudeo, se sentía culpable, aun pensaba que Takao y Yuriy estaban saliendo o algo parecido y que él por impulso había besado al chico con el que Takao estaba en una relación le hacía sentir terriblemente mal - perdoname Takao...
Espera que? - pregunta el peliazul confundido sin entender nada de las palabras del más joven - te agradecería que te expliques mejor
Se que estos meses has estado deprimido y bueno desde que estas con Yuriy tu semblante a cambiado - responde el pelirrojo sin mirar al peliazul - lo que pasa es que... bese a Yuriy y bueno tu estas saliendo con él y... de verdad lo siento y por eso me siento culpable - le dice casi gritando asustando al contrario quien parpadea una, dos, tres veces mientras procesa lo que el menor le estaba diciendo para luego reír - oye te estoy diciendo que lo lamento no es para que te rías.
Perdón pero es cómico - responde a duras penas el pelizaul intentando calmar la risa - en primera perdón por preocuparte con mis problemas y segundo yo no estoy saliendo con Yuriy, yo solo le estaba ayudando en unas cosas... mejor dicho dándole un pequeño empujón para que se anime a hacer algo, nada más - fue la simple respuesta del peliazul para luego entrecerró los ojos y colocar una sonrisa picara - así que besaste a Yuriy pequeño conejo pervertido.
QUE... - el color rojo se apoderó de la cara del más joven al escuchar atentamente al contrario - si lo bese - dice nuevamente en un susurro - espera de verdad tú y él no están saliendo.
Para nada, él y yo solo somos amigos - dice el peliazul con una ligera sonrisa mientras intenta tranquilizar al más joven, ya que se estaba preocupando del color rojo que su rostro estaba teniendo.
Mientra tanto con los Blitzkrieg Boys, estos se habían reunidos en la mansión Hiwatari, ellos platicaban del próximo campeonato, de sus rivales y posibles técnicas a utilizar, pero tres miembros del equipo habían notado que su capitán y el anfitrión de la casa estaban completamente distraídos.
Bien... esto es inútil, la mente de ustedes dos está en otro planeta - dice Bryan mirando al pelirrojo y al bicolor con el ceño fruncido.
Si, tu Kai estás con cara de pocos amigos, más de lo normal - ahora es el turno de Spencer quien tomó la palabra - y tu Yuriy, no dejas de tocarte los labios de manera involuntaria... al parecer el lobo está enamorado - eso último lo dice en broma pero al no tener respuesta todos se quedaron asombrados.
Espera, de verdad lo estás - dice rápidamente Ian quien casi se cae del sofá por la sorpresa - no me lo creo... y quien es... últimamente te hemos visto con Kinomiya... acaso... NO... ES ÉL... eso no me lo esperaba, eso es...
SILENCIO... - el bicolor da un grito el cual enmudeció a todos los presentes, estaba molesto y su mirada asesina se posó sobre su compatriota - Tenemos que hablar Ivanov y ustedes no se metan en esto.
Kai llevó a Yuriy al otro extremo de la mansión, estuvieron en silencio por unos minutos pero fue el pelirojo en hablar primero.
Alguna razón para traerme hasta aquí Hiwatari - dice el lobo cruzándose de brazos mirando fijamente a su compatriota.
Quiero que dejes en paz a Takao - le dice el bicolor acercándose al contrario y agarrándolo del cuello de la chamarra
Yo no pienso alejarme de él y espero que eso te quede claro - le respondió soltándose del agarre - además lo pasamos muy bien juntos, es un chico lindo, tierno y sobre todo amable - volviendo a rozar sus dedos sobre sus labios, pero un golpe en la mandíbula hizo que tambaleara apoyándose contra la pared para no perder el equilibrio.
Que mierda te pasa - el pelirrojo responde está vez siendo él quien sujeta al contrario de la bufanda - a ti que te importa si estoy con Takao, a ti no te debe importar después de todo TÚ estás con el chico gato o te has olvidado de eso, es que acaso no quieres verlo feliz - al decir esas palabras vio como las pupilas del bicolor se contraen por lo que sonrió con burla y malicia al golpearlo de ese modo, no quería ser el malo pero tenía que darle un golpe de realizar a su amigo, por lo que con todo el veneno que su boca podía mencionar - o estás así porque no eres tú, el causante de esa felicidad... - lo empuja haciendo que el contrario choque contra la pared - ve con tu novio y déjame a mi estar tranquilo con Takao... - da media vuelta y antes de salir de ahí le dedica un guiño burlón lo que hace que Kai estampe el puño contra la pared.
---------------------------------------
Bueno no me pude resistir, este es un pequeño KaixTakao de mi anime de mi infancia Beyblade que espero que sea de su agrada a las personas que leen, ahora se preguntaran porque escribo sobre ellos la razón simple regreso a los inicios XD... algunas veces es bueno recordar la infancia recordar esa época en donde uno no trabajaba y solo molestaba a mamá o a papá sin ningún problema en la vida.
Bueno perdón si se me escapa alguna falta de ortografía pero las malvadas se me escapan y la imagen de display no me pertenece todo el crédito al autor correspondiente.
Nos estamos leyendo... sigan en sintonia
XIAU
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top