Punto Muerto de no retorno
Parte 3
Subaru
Asuramaru era realmente tierno cuando intentaba entrenar a los dinosaurios, las bestias habían entrado en la adolescencia y eran rebeldes y difíciles de manejar, pero mi mocoso logró manejarlos.
Les puso nombres algo ridículos que según él, iban con ellos y sus personalidades. La Triceratops se llama Nowaki que significa 'tempestad otoñal'. La del Parasaurolophus era Konoha que significa 'hojas de árbol'. El Tiranosaurio Hanabi que significa 'Flores de fuego'. El Carnotaurus Arashi, que es 'Tormenta'. La Espinosaurios se llama Amaya que es 'lluvia nocturna'. Y la Saichania tenía el nombre más irónico de todos, mi hermano creyó que al ponerle un nombre así al dinosaurio más feo se iba a sentir mejor, ese nombre era Narumi que significa 'Belleza floreciente'.
Mi hermano recompensaba a sus dinosaurios cuando seguían al pie de la letra sus órdenes, usando como premio unos dulces que hizo con ayuda de Kaoru y Kou. Bajo la supervisión de Shiloh y Willow.
—Tiene cinco horas jugando con ellos Subaru...—El cabello de Tōjō era un desastre, cayendo sobre sus ojos mientras intentaba llamar la atención de Asuramaru — Asuramaru es tan bueno — gimió Tōjō, intentando algo nuevo para Asuramaru — Pero me ah estado ignorando desde hace semanas. Y no me gusta
—Te quejas demasiado — refunfuñe, tratando de disfrutar de mis propios dulces. — Lo único que tienes que hacer es darle un obsequio, más llamativo que el mío, o.... abrir los estómagos de estos animales y sacarles el cristal de energía y venderlos.
—No necesito eso — dijo Tōjō con petulancia, pero por el cambio de azul oscuro en sus ojos me indico que lo estaba pensando, aunque corría el riesgo de que Asuramaru la odie. Se mordió el labio inferior, intentando evitar hablar de más, por primera vez sentí lastima por ella. Me acerque a mi hermano.
—Ve a hablar con tu prometida — susurré al oído de Asuramaru.
—No — se quejó Asuramaru, exhausto mientras seguía siendo empujado por Nowaki hacia el suelo, nada más que su adorable entrenador.
—Hazlo.
Asuramaru gimió pero hizo lo que le dije antes de que Tōjō dejara escapar un grito ahogado, porque Arashi estaba mordiendo su Kimono.
Asuramaru apartó el hocico de Nowaki, se levantó y sacudió el polvo de su Yukata.
Tōjō cayó al suelo con un gruñido, su hermoso rostro se contrajo mientras apretaba los dientes. Arashi la había tumbado con ayuda de Konoha.
—Tengan cuidado ustedes dos — Asuramaru les dijo, apartandolas —Tsubaki-San ¿Estás bien?. — Asuramaru extendió una mano para ayudar a levantar a Tōjō.
—Asuramaruuuuuuu — lloriqueo Tōjō — Se que todavía estás enojado conmigo por lo de Kaname ... pero tú indiferencia me lastima - Tōjō tomo la mano ofrecida de Asuramaru y lo jalo al suelo con ella para atraparlo en un abrazo. Yo solo me quedé observando este desplante infantil de Tōjō desde mi asiento disfrutando de los dulces de Asuramaru.
Tōjō de repente siseó, mostrando sus colmillos por un momento antes de que su expresión volviera a su neutral simpatía.
—Asuramaru — dijo Tōjō arrastrando las palabras, levantando el dedo para tocar la marca sangrante de la mordedura en la curva de su cuello. -¿Porque fue eso ? - preguntó.
—Castigo — Asuramaru sonrió, lamiendo la raya de carmín rojo que cubría sus labios como colorete. —Ya que me impides saludar a Suba-nii en la puerta y también por lastimar a Kaname-San con uno de tus trucos.
Si bien Asuramaru claramente tenía la intención de que el mordisco fuera algún tipo de castigo, Tōjō le sonrió como si le hubieran dado un regalo valioso. Tal parece que eso sería la forma de Tōjō de asegurar que Asuramaru no la odiaba.
Aunque no podía culparla. Yo habría pensado lo mismo. Prefiero mil veces ser lastimado por Asuramaru que sentir su fría indiferencia.
-Eres un mocoso - me acerque a Tōjō y Asuramaru, asegurándome de ayudar a Ambos, chasquee los dedos y un aló turquesa los envolvió a los dos. El polvo, la suciedad, el cabello desaliñado y la indumentaria arrugada y fuera de lugar. Tōjō recuperó el peinado de su cabello sostenido por su kanzashi de Flor araña roja.
—Gracias Suba-nii- murmuró Asuramaru. Ahora que ambos estaban de pie. Tōjō decidió que era el momento correcto para entregarle a Asuramaru el regalo que ella le consiguió, la razón principal por la que kaname estaba en reposo. Pero vacilaba mucho.
—Asuramaru, cariño — Hablo Tōjō después de recibir mi mirada amenazante. Si quiere reconciliarse con mi hermano debe de hacer todo el proceso de disculpa completo.
—No te lo dije...pero kaname no está herido por mi causa. - Tōjō intento que las palabras le salieran naturales, pero era más difícil decir si alguien tan petulante y egoísta como Tōjō pudiera realmente disculparse.
-¿No? - pregunta Asuramaru confundido, ladeando tiernamente su cabeza - ¿Que le paso?.
-Yo tengo tesoros en mi castillo... tesoros valiosos y muy raros. - continúo Tōjō - Hay uno en particular que quería entregarte como un regalo. - Tōjō junto sus manos para seguido ser envuelta en un aló color azul grisáceo, su cuerpo brillaba como si la escarcha que cubría sus ojos y cabello fueran polvo de estrellas.
Resople por lo dramática que era Tōjō. No es que me importara, pero podría vivir sin escuchar los lloriqueos de Tōjō cada vez que Asuramaru estuviera enojado con ella.
El brillo cesó considerablemente y parecía que se acumulaba en sus manos.
Un hermoso objeto en forma de flor apareció, Tōjō lo sostenia por un pequeño mango. Parecía un espejo pero en lugar de un vidrio era agua lo que abarcaba el espacio. Muchas flores de cerezo flotaban como si pertenecieran desde siempre, las flores no se caían. Eran parte del pequeño charco. Una mariposa blanca revoloteaba encima de esas flores flotantes. Pero lo más hermoso fue el pez color rosa claro que subió a la superficie para saludar.
-Esto es un espejo emocional, puede mostrar como te sientes mentalmente. Si estás enojado o estresado, el agua se enturbia las flores se marchitan, el pez muere y la mariposa quiebra sus alas. - con cuidado Tōjō le da el espejo a Asuramaru y este lo acepta con asombro.
¿En verdad puedo tener algo tan bonito? - él era bastante humilde en cuanto a regalos
- Si, me gusta verte feliz y esto me mostrará como te sientes realmente.
- Pero yo ...
-Nada de peros - Tōjō puso un dedo largo y elegante en los labios de mi hermano para evitar que siguiera hablando. - Tu te mereces lo mejor de lo mejor....esto solo es el principio.
-Kaname se injurio fue porque me estaba ayudando a adaptar el espejo a ti, a tu mente. - estaba explicando Tōjō. - Es magia muy fuerte y se requiere de dos personas. Pero como yo era la dueña original no tuve problemas, aunque Kaname no tuvo la misma suerte.
—Eso quiere decir que tenía una protección, que fácilmente se podía traspasar — intervine. — Solo que no querías pedirme ayuda a mi. — Me rei un poco internamente, Tōjō seguía siendo una orgullosa de mierda.
—Eso es porque podías dañar el espejo. — defiende petulante.
—Admite que no querías deberme un favor.
—¡¡Suba-nii!! — Asuramaru intenta regañarme y yo solo me quedé en silencio, no tengo porque disculparme con Tōjō — Es muy hermoso Tsubaki-san, me encanta - Asuramaru jugaba con el pez rosa y la mariposa.
-También tienen otras funciones, pero tendrás que descubrirlos tú solo - Se jacta Tōjō.
-Muchas gracias Tsubaki-san - Asuramaru abraza de repente a Tōjō - Voy a mostrarle a Kou y Kaoru - se va corriendo a mostrar su nuevo regalo a esos mocosos que llama amigos.
-¿No le piensas decir que tú también tienes uno? - le pregunté.
-En otro momento, ahora se ve emocionado ... además el mío no es tan hermoso como el del.
-No te excuses. Lo usas para redirigir tu maldición
Y pensar que dentro del reino de Tōjō había un traidor.
Tōjō no se veía molesta como pensaría, de echo parecía disfrutar del echo que una persona de su propio círculo personal quisiera asesinarla.
-Se que cuando le ponga las manos encima al traidor, deseara estar muerto - se veía loca, con un tono azul mas gélido, sus ojos brillaban como intensidad, casi maniaca.
(...)
Esa misma noche, Asuramaru estaba tan encantado con el espejo que solo jugaba con el para descubrir sus otros secretos. Pero el bostezo y el frotar sus ojitos era mi señal para acostarlo a dormir, ya eran las nueve y él tiene hora para descansar. Después del baño caliente note algunas marcas echas por los dinosaurios cuando jugaban, otras eran de Tōjō entrenando con Asuramaru, y las más rojas eran las mías cuando intenté enseñarle mi técnica de manos vectores. Lo cargue para llevarlo a la cama
Fue Tōjō quien se levantó primero de la cama, sin importarle mucho lo demás, se dirigió a una mesa para buscar un plato de golosinas y agua.
Asuramaru, que prácticamente se estaba quedando dormido, fue despertado con un codazo de mi parte.
-Umm. No-refunfuñó Asuramaru, aferrándose a mi. -A dormir.
Usando magia de curación, cure algunos de sus dolores y molestias, asegurándome de dejar las marcas que inflingimos Tōjō y yo.
Tōjō tomó un trago de agua antes de manipular la barbilla de Asuramaru para besarlo, obligándolo a beber el agua también.
En el momento en que se separaron del beso, deslice un wagashi de frijol rojo y té verde en la boca de Asuramaru y él prácticamente nos miró a ambos mientras masticaba petulantemente su dulce.
Asuramaru se dejó caer bajo las sábanas en el momento en que pudo hacerlo. El pequeño dejó escapar un suave y complacido trino mientras acariciaba su rostro con las sábanas que olían a nosotros.
Estaba listo para irse a dormir, pero como siempre, hubo una pequeña disputa entre nosotros, el rey de las desgracias y la reina del olvido mientras nos miramos fijamente, discutiendo en silencio sobre quién retendría a Asuramaru esta vez.
Es más fácil jugar con Asuramaru sin que Tōjō estuviera presente. La próxima vez intentaré escabullirme con Asuramaru para crear vínculo entre hermanos sin que Tōjō estuviera tan necesitada.
Ninguno de los pensaba ceder en esto, pero Desde que Tōjō empezó a pasar más tiempo con Asuramaru casi no se me permitía tener a mi hermano como antes. Y no pensaba dejar pasar la oportunidad de tenerlo a mi lado está noche.
-Solo durmamos juntos - sugirió Asuramaru jalando a Tōjō abajo. Ella no replicó y le devolvío el abrazo.
Nuestro mocoso. Nuestro pequeño. Nos había regalado mucho: su cuerpo, su mente, su amor y devoción incondicionales.
Un día, ya sea mañana o dentro de eones, cuando Asuramaru ya no esté enamorado del mundo actual, Yo y Tōjō crearemos otro para él, incluso si eso significa arrasar el actual hasta que lo único que quede seamos los tres. Le regalaremos el mundo en bandejde plata. Porque él se merece eso y mucho más.
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