Coralee (Venezuela)

Era un olor que conocía bastante bien.

Una cantidad considerable de olor corporal mezclado con el delicado aroma a pescado muerto y aceite de motor.

Un olor que conocía bastante bien. Era Familiar.

Inhale profundamente. La chaqueta más cerca de mi nariz.

Detrás del evidente almizcle, podía distinguir sutiles toques del dulce y picante champú de miel y jengibre que usaba Dixon, y el aroma floral sorprendentemente relajante del desodorante de jazmín que la abuela de Eluney le había comprado.

Lo respire de nuevo.

Quería embotellar este aroma, y llevarlo conmigo a dónde sea. No había nada parecido en Caracas. Lo rociaría sobre todo lo que poseía y Eluney muy posiblemente me mataría, por esparcir el aroma de su hermano en todas partes.

La chaqueta olía a calor. Olía a sol y a aire de la laguna, huele a quedarte despierto hasta tarde con tus amigos para mirar las estrellas hasta muy entrada la noche.

Olía a verano. Olía a libertad. Olía a casa .

Nunca dejaría que Dixon lavara su chaqueta otra vez.

—¿Recuerdas la última vez que usó su chaqueta? — le pregunto a Eluney que se encontraba distraída escribiendo apuntes para un examen.

—No realmente. — Eluney me respondió dándome la espalda. Ella sabía a qué me refería, ya que me a visto con la chaqueta de su hermano muy seguido.

—Bueno, yo si. Fue en algún momento de agosto, a finales del verano. En la mañana, Salimos juntos en la canoa, no para pescar, sólo fue diversión. Queríamos ver el amanecer en el horizonte. Él Sabía que haría más frío a esa hora, así que se puso esta chaqueta — Eluney deja de escribir dejando su portaminas y voltea para verme, y darme la atención adecuada para una conversación entre amigas— Pero yo olvide la mía y me estaba congelando. Entonces Dixon me dio la suya — recordé el como tiritaba, y él muy amablemente la coloco sobre mis hombros para protegerme de la brisa fría de la mañana. Me sentí protegida, calida y reconfortada. Cómo si pudiera fundirme en su chaqueta, e impregnarme con su olor.

Eluney sabía que a mí me gustaba su hermano, sabía que estábamos intentando algo.

—Que caballero de su parte — Sonríe al saber que su hermano puede ser amable cuando quiere.

—Si lo fue... Y lo que más me gustó fue que termine oliendo como él, todo el día — suspire —Solo fue que … que recuerdo que me sentí muy mareada.  Más que todo por el concepto, supongo —juego un poco con mi tobillera izquierda — Solo oliendo a Dixon…—Oculto mi sonrisa con mangas demasiado largas.

Eluney no se molestó en ocultar su desconcierto. —¿Porque querrías oler como mi hermano? ¡Apesta a pescado y un poco de aceite!— arrugó la nariz  con disgusto infantil.

Yo resople

—En primer lugar, tú a veces hueles mal, literalmente sudas mucho, pareces fuente dañada. Así que no puedes usar eso en contra de tu hermano. Y segundo... bueno, supongo que es sólo una cosa de Naladis — encojo mis hombros — Los humanos realmente no tienen sus propios olores. Al menos no como los Naladis. Los humanos siempre intentan oler a flores, bosques o cosas con las que normalmente no interactúan. Es desconcertante, no tienen un olor honesto.

Eluney se rió entre dientes ante mi rostro crítico, pero se abstuvo de volver a  explicar por qué la gente tiende a lavarse cuando huele. Habíamos estado hablando de ese tema desde el día en que tuvimos que mudarnos a Caracas, en donde era raro ver a un Naladi. Yo era por así decirlo la primera en estar lejos de su hogar en la capital y la primera que estaba siendo admitida en el internado.

—Los Naladis no intentamos oler bien o mal , simplemente olemos como nosotros mismos. Por lo general, puedes identificar a un Naladi por su olor, al igual que lo harías con su voz o su apariencia. Y cuando los Naladis pasan mucho tiempo juntos, sus aromas comienzan a mezclarse. Por eso las parejas tienden a oler igual. Muestra a los demás con quién tienes una relación, algo así como cuando las chicas usan las chaquetas de sus novios, supongo — muestro como algo tardío la chaqueta de Dixon que llevo puesta, para así mostrar énfasis en mi explicación — Es por eso que quiero oler como Dixon… incluso si huele mal en los términos humanos. Para mí, simplemente huele a él. Y oler como él... es... es una manera de mantenerlo cerca, incluso cuando no está aquí — sonreí tímidamente y me encogi de hombros. —Se que en realidad no es una cosa humana... Y posiblemente Dixon tampoco lo entienda.

—Pero creo que yo si lo entiendo — Elunay me calentó con una sonrisa.—Tú simplemente… lo extrañas. Y su olor apestoso te recuerda a él. Lo entiendo. Quiero decir, yo también lo extraño. No lo suficiente como para frotarme toda su ropa sucia, pero... sí, yo también lo extraño. Y oye, si oler una chaqueta vieja y manchada te mantiene cerca de él, que así sea. No voy a empezar a juzgarte por cosas de tú especie o tus tradiciones — Ella se levantó del escritorio para acercarse a mi en la cama.

Yo solo le regale una sonrisa, agradecida de tener una buena amiga como ella, con la cual puedo compartir muchas experiencias. Incluyendo mi corazón.

—Gracias, Eluney. Sabía que lo entenderías.

—Si eso te hace feliz Cora. Yo siempre te voy a apoyar.

—Eres la mejor.

—Lose...¡Ahora di cheese! — y el sonido de un rotulador me dejó increíblemente aturdida.

                                (...)

La siguiente carta que recibí de Eluney contenía dos fotografías. La primera fue de Coralee. Tenía los brazos y las piernas envueltos alrededor de mi chaqueta sucia y la nariz enterrada profundamente en la tela. Aunque tenía el rostro parcialmente cubierto, Me di cuenta de que parecía absolutamente enamorada.

La segunda fotografía parecía haber sido tomada una fracción de segundo después de la primera. Coralee estaba sentada en su cama ahora, con el rostro de un rojo carmesí intenso y una expresión entre la mortificación y la indignación. Claramente se estaba lanzando hacia la cámara en manos de mi hermana. Tenía la boca abierta en señal de protesta, sin duda gritando en un tono adorablemente furioso.

Realmente debería felicitar a Eluney por sus nuevas habilidades fotográficas adquiridas recientemente.

Garabateadas con una letra rosa y curvada en el frente del papel doblado que contenía las dos imágenes estaban las palabras:

"Debo disculparme querido hermano.  Pero no creo que la vayas a recuperar".

Y a mí no me importó en absoluto.

Notas:

Sip. Eluney y Coralee están en el internado, su Jefa de habitación es Atticus. Eso quiere decir que esto es mucho antes de que Atticus se convirtiera en capitana, apenas era estudiante. Pero ya tendría responsabilidades.

El internado funciona como escuela y academia militar.

Atticus todavía asistía en una escuela privada regular, pero se le solicitó asistir a la academia para ser jefa de habitación.

Eluney descubrió en su estadía en la capital su hobbie por la fotografía.

Fue tanto así que compro una cámara vintage Polaroid. Y desde entonces, cuando tiene la oportunidad Toma fotografías y se las envía a sus padres, hasta puede que aprendió uno que otro truco con la Fotografía.

La chaqueta de Dixon se veía así, hasta que el tiempo y sus constantes descuidos la terminaron convirtiendo en un trapo sucio. Aparentemente a Coralee no le importa y la prefiere como está actualmente a como era antes. Toda olorosa a sudor masculino.

La especie de Coralee, los Naladis son como criaturas con forma humana, solo que su cuerpo tiene escamas. En su forma de Naladi, ella tiene escamas verdes manzana y "pelo" verde más oscuro a sus escamas. Sus ojos siguen siendo marrones, pero tienen la esclerótica amarilla y las pupilas ovaladas. También tiene una larga cola con aletas caudales verdes. Su vestido es marrón verdoso, presumiblemente hecho de algas.

En su forma humana, tiene la piel blanca, los ojos marrones y el pelo rizado marrón oscuro y va descalza todo el tiempo. Tiene tobilleras en ambos pies, que brillan para no perderse en el fondo de la laguna.

Dixon corresponde los sentimientos de Coralee, así que esto sería solo amor a distancia, o mejor dicho. Inicio de relación.

El enlace de Eluney es la nutria. Lo cual es extremadamente importante porque su habilidad consiste en separar su sombra y usarla a su beneficio. Por eso la insistencia de la academia en que ella fuera estudiante.

El nombre Eluney viene del mapuche y significa regalo del cielo.