Capítulo 9

Querido, Jammes

¡Tan cerca de terminar octubre ya! aún parece que el tiempo ha pasado en un chasquido. ¿Cómo va la vida? espero que bien gigantón. Como te comenté en alguna otra carta, parece que he hecho buenas migas con alguien, él y yo parecemos tener muchas cosas en común... te seré sincera, no siempre fue así, podría decirse que no parecíamos llevarnos exactamente bien.

Está bien, le odiaba.

Creo que aprendí el significado de segunda oportunidad, el que realmente te cala al corazón.

Pero qué hay de ti, se supone que ya deberías tener novia según tus historias de rompecorazones... sólo no te olvides de tu gran amiga, que aún no para con las cartas.

Con cariño.

- H.

H E R M I O N E

    Resulta divertido como todo en pocos meses pudo cambiar a tal grado.

Ahora, guardo un secreto.

Draco y yo somos amigos.

Vaya, que de solo escuchar que ahora le llamo por su nombre mis amigos amigos entrarían en algún tipo de estado de shock. "Peor" aún, en ocasiones también nos reunimos con sus compañeros de casa, Nott y Zabini. Sí, hablo enserio. Son chicos realmente simpáticos, aunque al comienzo mi presencia les resultaba terriblemente incomoda y preferían ignorarme. El sentimiento era mutuo, en parte, pero ¿qué decir?, somos seres de costumbres, como muchos otros, resultaba difícil creer que podíamos mantener una conversación tranquila, sin incurrir en mi procedencia familiar. Ni en bandos de guerra. Pero podemos y más que tranquila, es amena. Theodore es realmente brillante y Blaise es simplemente el chico más dulce que conozco.

Hoy, por ejemplo, terminamos un par de pergaminos completos con Theodore sobre el Filtro Alihotsyy, luego fuimos por un chocolate caliente directo a las cocinas antes de dividirnos en el gran comedor. Por alguna razón, tiene muy buena relación con uno que otro elfo doméstico que trabaja allí, así que pudimos sentarnos en los escalones por unos minutos mientras terminábamos nuestras bebidas y charlábamos sobre que tan fantasioso resulta ese rumor de que el profesor Flitwick participa en duelos clandestinos cuando no está aquí en Hogwarts. Entre carcajadas decidimos que pseudónimo le vendría mejor.

Tras salir de allí y despedirnos unos pasillos antes de llegar a las imponentes puertas de madera, entro con una sonrisa de oreja a oreja y dos pares de pergaminos sobre pociones al día y bien redactados.

Tomo asiento frente a mis amigos y converso tranquilamente con Harry y Ginny antes de tomar un panecillo. Desde aquel día, no tengo contactó en lo más mínimo con Ronald. Él no intentó acercarse de nuevo, por suerte pues no quería, ni quiero, recurrir a realmente infringirle daño. Estoy agotada de temerle, lo único para lo que hay cabida dentro de mí, ahora, es la más profunda rabia a raíz de no haber podido defenderme en su momentos. Ni yo, ni nadie. Así que tengo clarísimo que no se repetirá. Valoro su falta de contacto, yo claramente le evito lo más que me es posible. Lo único que deseo es no darle más vueltas a todo lo ocurrido. Todo... incluyendo nuestra desastrosa relación. Dar un paso adelante, el pasado no tiene solución:

De todas maneras...

No dije nada.

Y no sé si eso esté del todo bien.

Sólo... no quiero seguir lidiando con toda esta ira y dolor que me paran el ritmo cardíaco cada vez que me cruzo con una cabellera roja, pero ya me han dado la espalda. No tengo pruebas, no estoy dispuesta a ser tachada de haber sacado las cosas de proporción o malentendido sus intenciones; el tiempo se me fue de las manos intentando fingir normalidad y duchandome incontables veces al día, me sentía sucia y la mente no me daba para nada, la escuela seguía, el mundo no se había detenido. No pude recobrar el aliento antes de seguir con la carrera. Mencionarlo ahora... nadie me creería, es Ronald Weasley, héroe del mundo mágico, un chico un tanto distraído pero muy valiente, resulta adorable ¡y miren! que corazón más bueno le habita el cuerpo.

Ese mismo, sí.

Quiero que, de repente, un día desaparezca.

Pero lo que yo quiera no importa mucho, no tengo escapatoria, así que tomo lo más cercano... simplemente finjo que no existe mientras no me lo encuentre.

Sé que no hará lo mismo con otra chica, lo tengo bastante claro.

Su problema es conmigo y con nadie más.

Está bien, pensar en ello sobra, así que dejando eso a un lado y volviendo al tema principal de "amistades sin sentido alguno", también he hecho buenas migas, (como la mitad de Hogwarts para ser honesta) con el profesor Zackary, el que imparte pociones. Es bastante agradable y amistoso con todos, sus conocimientos parecen inagotables y a cada pregunta que ha salido de mi boca le ha sabido dar respuesta. ¡Parece una enciclopedia hecha hombre! al igual que la nueva profesora de encantamientos, siempre tiene pequeños trucos bajo la manga extra a la clase, que resultan inútilmente divertidos. Es una suerte, en general todos los encargados de enseñar este año, son realmente eminencias en su campo y se esfuerzan por agradarle a los chicos. Es refrescante y me hace muy feliz que todos los maestros busquen educarnos lo más posible y sean atentos.

Ginny comienza sacudirme por los hombros con ligereza, sacándome de mi ensimismamiento.

— ¿Estas bien, Herms?

— ¿Hmm? oh, sí, sí, no es nada, sólo pensaba.

Ella me inspecciona con la mirada, buscando cualquier atisbo de mentira, antes de dirigir su atención a McGonagall, quien nos pide silencio para dar un anunció.

— Estudiantes, buenas noches para todos — saludamos de vuelta a coro, antes de dejarle continuar — , gracias. Los maestros y yo queríamos darles un importante anuncio. Este 31 de octubre, a diferencia del festín de Halloween que ya es costumbre, tendremos una mascarada con etiqueta de color blanco y negro, un poco, a su vez, a manera de celebración ya que la escuela ha podido abrir sus puertas este año sin contratiempos. Todo esto puede ser agradecido al comité de prefectos quienes, realmente, querían darle algún tipo de toque especial a este maravilloso año de resurgimiento. Esperamos que se diviertan y que lo disfruten grandemente — levanta sus manos con ligereza — continúen.

El gran comedor estalla en murmullos, gritos ahogados de algunas chicas y, por que no, algunos chicos (entre ellos Ginny que al parecer planeaba dejar sorda a la mitad del gran comedor), al instante.

Su evidente entusiasmo me saca una sonrisa.

Tardamos un poco en planear todo ésto y mantener el secreto a los demás  fue una tarea, por lo menos, titánica, pero ha valido totalmente la pena por tan eufórica reacción.

— ¡¿Un baile?! Herms, eres de lo peor ¡¿cómo no me lo has dicho antes?! tenemos que vernos hermosas, super sensuales, etéreas e inalcanzables, iremos a Hosgmeade este fin de semana, los vestidos lindos se irán en manos de chicas que no los merecen si no vamos, y ¡Harry!, ¿irás conmigo, verdad? ¡por que si no es así Harry Potter...! — hago mi mayor esfuerzo para no reír y ¿"Etéreas e inalcanzables"? Ginny definitivamente a perdido la cabeza.

Harry, con su simpleza característica, asiente ante su pregunta mientras sonríe, tal vez un poco emocionado, intentando seguirle la corriente a mi amiga pelirroja.

Un baile. Aún suena un tanto pretencioso. No me malentiendan, sabíamos que a la mayoría iba a gustarle pero estos espacios siempre se prestan para situaciones incómodas. Y por ello, hay un pequeño inconveniente: debo conseguir una pareja. Todo mi círculo de amigos está apartado, así que la opción de asistir en grupo queda casi totalmente descartada. Quiero decir, sé que aceptarían, pero será una linda noche para compartir en pareja que no pretendo arruinarles.

Mis limitadas opciones podrían ser Draco o alguno de los chicos, con algo de suerte, alguna reunión de personas que no contamos con la suerte de conocer a nadie y ser ineptos en situaciones como éstas. Somos amigos, también. Quiero decir Draco, Blaise y Theo, así que sería divertido y diferente, pero... ¿Cuánto tardarían en correr los rumores hasta los oídos de todos, en específico, de mis amigos?... sé que muchos de esos prejuicios quedaron atrás pero, aun así. Mi uniforme fue una primicia.

Ginny enloquecería.

Además, las posibilidades de que alguien me invite las considero, esencialmente, nulas.

Saben a lo que me refiero. Para éste momento la mayoría de las Slytherin, sin contar algunas más osadas de otras casas, deben de estar esperando el "si" de Draco Malfoy... a ese hombre le llueven mujeres, aunque parezca no importarle mucho.

Odioso, verdaderamente odioso.

Le invitaría yo pero, siendo sincera, no creo que sea conveniente. Prefiero no jugar con la suerte ésta vez, sería bastante vergonzoso que rechazara mi amigable compañía por otra chica que le interese de esa otra manera...

Aún guardo una posibilidad, un as secreto.

Tal vez, y solo tal vez, alguien más esté pensando en invitarme. Desde mi "cambio" de uniforme (el cual tuve que quedarme a regaña dientes pues mis padres se negaron a comprar otro al ser el último año) chicos que no sabía, existían, se han acercado a "charlar". Vaya clase de chicos que justo ahora, juran, se han "atrevido" a charlar conmigo. No me siento cómoda ante sus incesantes miradas, no es mi estilo en lo absoluto, pero aun así son amables... al menos la mayoría.

Alguno debe decir la verdad ¿no es así? Son matemáticas, la probabilidad es innegable.

Dejo el martirizante tema para después y terminada la cena, caminamos fuera del lugar bastante satisfechos. Vuelvo mi vista hacia la mesa de Slytherin, como ya he hecho una costumbre silenciosa. Theo asiente hacia mi, Blaise sonríe abiertamente mientras saluda con la mano y Draco, bueno, él simplemente me dedica un guiño sin dejar de lado su expresión de seriedad, simple. Sonrío de lado y salgo junto a mis amigos leonés lejos del gran comedor.

Caminamos animadamente hacia nuestra sala común, parloteando y riendo ante algunas ocurrencias de Ginny sobre quién irá y cómo lucirá en el baile. No deja de hablar acerca de esto y aquello, y blah, blah, blah.

Al llegar, intercambiamos un "linda noche" y cada quien se dirige exhausto a su habitación. Bostezo fuertemente mientras abro la puerta de ésta, donde un perezoso Crookshanks no tarda en acercarse para saludar. Acaricio sus orejas suaves mientras me arrodillo frente a mi baúl, tomo de este ropa un poco mas cómoda para dormir y me enfundo en ella. Luego cepillo mis dientes y me dejo caer en la cama dispuesta a dormir toda la noche.

Pero me veo interrumpida.

Un picoteo en mi ventana hace que me incorpore a regaña dientes, la pereza logró ganarme rápidamente así que lo hago lento y desganado; la imagen que recibo hace que suspiré con tranquilidad, pues es Xos, el águila de Draco. Abro la ventana mientras tallo mis ojos, el ave vuela con gracia al rededor de mi cama hasta posarse en uno de sus mástiles, agacha su cabeza a manera de saludo la cual acaricio alborotándole algunas plumas, él mismo desenreda la carta de su pata para luego dármela, siempre con gran habilidad.

Le agradezco con más caricias, es un ave muy inteligente y adorable.

Desdoblo el papel lentamente, tragandome una sonrisa y encontrándome con una excelente caligrafía.

"Hermione, ¿como ha ido tu día?, el mío no ha sido del todo bueno aunque hay poco que comentar. Parkinson no deja de berrear con lo del baile, ¡sólo ha pasado poco más de una hora y ya me lo ha pedido más de 10 veces! cabe mencionar que no pienso pisar lugar alguno con ella como mi acompañante. Blaise es tan tonto como siempre, le he visto mirarle mucho hoy, parece que algo podría ir mal allí ¿con quien iras al baile de máscaras? debes decirmelo o insistiré hasta que sea insoportable y tengas que matarme para conseguir paz.

Buenas noches, y toma un respiro con los estudios. Ver tus ojeras quema mis retinas.

D.M"

Río ante lo ultimo. Comenzamos con esto hace unas semanas, una que otra noche nos mandamos una nota, no importa su contenido sólo... algo, lo que sea, desde como ha ido nuestro día hasta alguna tontería que se nos pase por la cabeza en el momento de tomar la pluma, ya que no podemos hablar normalmente. Es bastante bromista, uno bueno para la imagen de mal gusto que antes guardaba de él.

Igualmente, admito que es cierto, tomo demasiadas clases así que mi cantidad de tarea aveces se duplica en comparación a un estudiante de séptimo promedio, por lo que sólo duermo algunas horas. Pero lo vale, es todo tan interesantes que cada vez que aprendo algo nuevo, me cuesta no sentir que antes carecía de buena información.

Su pregunta me inquieta, no tengo pareja alguna aún ¿Qué clase de pregunta es esa? Aún es demasiado pronto... tampoco tengo a alguien en mente.

Quiero decir que si existe alguien, pero no es posible.

Así que no, no hay alguien potencial y con el cual salir no sea un problema.

Tomo un trozo de pergamino, pluma y tinta.

"Malfoy, mi día ha estado bien. Parece que Parkinson nunca se cansa, es gracioso, en cierto punto, y triste lo desesperada que puede resultar. Quiero decir, parece nunca parar a preguntarse qué quiere hacer con su vida. Desde luego no tengo ninguna pareja para el baile que anunciaron hace menos de una hora :) como dijiste, pero esperaré a que alguien me invite o simplemente invitare a alguien que resulte agradable, lo que ocurra primero. No es algo que me importe mucho ¿tu con quien iras?, También necesito esa "valiosa" información.

Dale algo de comer a Xos, esta intentando comerse la comida de Crookshanks.

No sé qué tan bueno sea eso.

Y buenas noches para ti también, perdón por quemar tus preciadas retinas con mis ojeras, majestad, tu deberías dejar de gastarte medio bote de colonia todos los días, me asfixias.

Es intento de homicidio en primer grado, pero intento no tomármelo personal.

PD: estaba apunto de quedarme dormida cuando llego tu carta, tienes parte de la culpa, amigo.

-H"

Pliego el pergamino y lo ato a la pata de Xos. Este hace una pequeña reverencia nuevamente para luego salir volando por la ventana a gran velocidad, le sigo con la mirada hasta que desaparece en la fría noche de otoño. Sonrío y bostezo sin poder evitarlo, tomo de mi baúl una pequeña caja donde guardo las cartas de Draco.

Está llena, casi hasta arriba.

No pensé que consumirían tanto espacio... más bien, que fuesen a ser tan constantes en tan poco tiempo. Encuentro un pequeño lugar y meto allí la nota, cierro la caja y le dejo donde estaba.

En menos de cinco minutos el ave vuelve haciendo exactamente lo mismo de hace un rato.

Por Merlín.

"Tampoco tengo pareja para el baile, tonta, aunque ya me han invitado varias veces, y no me refiero a Pansy, claro, soy Draco Malfoy. Ya sabes, el chico al cual adoras y del que claramente AMAS su colonia, al igual que todos.

Lo siento por arruinar tu necesario sueño de belleza"

Tomo otro trozo de pergamino mientras río por lo bajo.

"Tu y tu ego. Y NO AMO tu excesivo olor a colonia, siento que me ahogo viva dentro de ese mar que te rodea, ¿no te has dado cuenta que toso como loca siempre que estas cerca? y ¿me estas diciendo fea, Draco Malfoy? lo siento "ser de suprema belleza" por molestarte con mi horripilante rostro día tras día.

Buenas noches, NO nos vemos mañana"

Ato la nota a la pata de Xos, quien sale volando por la ventana nuevamente antes de que yo la cierre con rapidez para que ese no pueda responder.

Y sonrío.

No puedo evitar reír un poco y siento que el corazón se me va a salir del pecho.

Me gusta está rutina, realmente que si.

Recuesto mi cabeza en la almohada, acerco a Crookshanks a mi lado quién poco tarda en hacerse un ovillo junto a mi almohada y no pasa ni un segundo. Me quedo dormida.

Abro mis ojos lentamente, con molestia. Siempre olvido cerrar las cortinas de noche, lo que repercute en que la luz que entra con total fuerza por la ventana en las mañanas a penas y me permita ver más allá de las mantas que me rodean. Me incorporo, cegada, y bostezo en un intento fallido de alejar las ganas de volver a dormir. Draco tiene razón, debería dormir un poco más y parar con este cansancio eterno. Me doy animos internos y en segundos ya me estoy dando una ducha fría.

El agua se estampa contra mi piel, despertándome al instante y arrasando con cualquier rastro de sueño. Igualmente, logra que salga temblando y castañeando los dientes de ella. Así, termino de arreglarme y salgo de mi habitación hacia la sala común.

Ginny llega minutos después acompañada de Harry y Ronald, caminamos juntos hacia el gran comedor, acordando que mañana iremos a Hogsmeade junto con los demás. Los chicos solo quieren tomarse un respiro del castillo mientras Ginny parece querer gastar hasta su última moneda en el vestido perfecto, pues sus ahorros estaban destinados a "emergencias como éstas".

En el camino un grupo de chicos de Ravenclaw y Gryffindor hablan animadamente en voz alta, uno de ellos con la corbata a rayas azul y plata se acerca con paso decidido hacia nosotros. Todos le miramos extrañados pues nunca había cruzado palabra con ninguno pero lo es aun mas cuando me mira directamente a los ojos antes de decir — H-Hola, Hermione, soy Teddy, Teddy Lee — tose un poco al percatarse de la agudeza de voz, cosa que logra hacerme sonreír.

Realmente luce nervioso.

— Claro... es un placer, Teddy — respondo un poco extrañada, tomando su diestra que ofrece en mi dirección.

— ¡No, no, el placer es todo mío! yo me preguntaba si, no lo sé, es sólo una posibilidad, t-tu, ya sabes — doy un vistazo al rededor al ver como el chico observa a mis espaldas con vergüenza, encontrándome con algunas personas mirando atentamente en nuestra dirección. Enarco las cejas y sonrió sin emoción. Honestamente, no entiendo nada de lo que sucede — quisierasabersitegustaríairalbailedemascarasconmigo.

¿Qué?

— Yo... lo siento, creo, pero ¿podrías decirlo un poco más despacio?, lo has dicho muy deprisa y no he entendido nada — su rostro se torna rojizo excepcionalmente rápido, abre la boca para decir algo pero al parecer cambia de opinión, pues se da vuelta y camina hacia sus amigos como un rayo, con la cabeza gacha. Estos ríen y se despiden con la mano en mi dirección, dejándome aún más confundida.

— Santo cielo, Hermione, ese chico casi sufre un ataque de ansiedad aquí mismo — murmura Ginny dedicándome una mirada cómplice que no termino de entender — dime ¿qué dijo exactamente?

Simplemente me encojo de hombros, realmente no entendí nada de lo que salió de su boca, su respiración acelerada y su mala pronunciación no ayudó mucho que digamos.

— Hermione, oh, Hermione, tienes que poner un poco de tu parte también.

Le miró con confusión a lo que ella simplemente exclama un "olvídalo".

D R A C O

  Tengo pensado invitar a Hermione al baile.

Desde hace meses que tengo bastante claro que ella llama mi atención. Mi atención de forma especial.

Además, no tengo nada que perder, dijo que no tiene pareja y que espera que alguien le invite. Somos amigos, es imposible que me rechace si lo hago en el momento indicado para no parecer desesperado ni que piense que es mi última opción, tampoco que hay un interés romántico o sexual de por medio. Y lo tengo muy claro. Será divertido, curiosamente nuestro humor es similar y las risas nunca hacen falta, las charlas también parecen inagotables.

Hey, de todas formas nadie sabrá quien soy gracias a la máscara.

Pero, aun así, está esta parte de mí que no sabe si deba decírcelo, como he dicho antes ella me atrae en algún sentido, pero también es mi amiga... podría sospechar algo extraño.

No quiero que se enteré, no por ahora.

Me levanto rápidamente de la cama para darme una ducha. La mañana es algo fría así que prefiero ampliamente el agua caliente.

Dirá que si, aceptará, lo hará Draco. Intento convencerme.

Termino de arreglarme, dejo la colonia por hoy y bajo a la sala común para esperar a Blaise y a Theo, quienes llegan minutos mas tarde.

Caminamos por los pasillos bulliciosos sin prisa alguna. Buscó a la castaña en el camino donde los pasillos parecen encontrarse hasta dar con el gran comedor pero no logro encontrarla y es extraño... esperen un segundo, ¡ahí esta!, con Potter y con el malnacido de Weasley. Maldita rata de alcantarilla, es complicado que mis manos no se conviertan en puños con solo escuchar su voz. La chica pelirroja también está allí. Pero están atrás... atrás de ella quien tiene al frente a un Ravenclaw alto y algo rechoncho, sonrojado hasta la médula.

Pongo los ojos en blanco.

Le está invitando al baile, no tengo que escuchar lo que dice para saberlo. Está clarísimo. Mi rostro no tarda en tomar una postura neutra, sin expresión, cosa que agradezco, mientras una risa amarga se me escapa de los labios al ver como el idiota fracasa en su cometido.

Vaya, no pensé que fuesen a invitarle tan rápido.

Aunque solo fue un perdedor de los muchos que hay en Hogwarts, no hay de qué preocuparse, aún tengo oportunidad.

Sin embargo ¿cómo debería decirlo?. No puedo sonar desesperado ni aburrido, tiene que tener clase pero tampoco quiero que parezca que estoy pidiendo su mano.

Ahg, las chicas son complicadas.

Tal vez "Hermione, ¿te gustaria acompañarme al baile? Me agradas y no quería dejar de preguntar". No, no. Debe ser mas casual, como si se me hubiese pasado por la cabeza justo en el momento, algo así como "Hey, tal parece que ninguno de los dos tiene pareja, deberíamos ir juntos o algo".

Por Merlín.

Doy toda la pena. Me rechazará.

Entonces el día se me pasa en eso. En pensar estúpidas formas en las que sin importar que o cómo, me anticipo patético. Sólo es un baile por Merlín, ¿por qué resulta tan complicado?

Su nota de ayer descansa en la parte de arriba de mi baúl. Cuando me llegó no pude evitar reír, ella siempre acostumbra a hacer bromas sutiles y bastante pensadas, en cambio, con ésta casi parece que su reacción fue espontánea y escrita mientras sucedía. ¿Fea? fue simplemente una broma.

Hermione es preciosa.

Con un espejo en frente es divertido que no parezca darse cuenta. Pero que más da, tal vez yo si que me exceda con mi colonia...

Qué más da, se que ella la ama.

Sin saber que escribir esta noche, prefiero no enviarle ninguna nota. Mejor esto a escribir una rotunda estupidez, ha sido un día largo, será mejor ir a dormir.

Tal vez así tenga alguna idea de qué hacer con el baile.

De qué hacer con mis sentimientos.

"¿Desagradable? Desagradable es tener amistad sintiendo amor"

(Editado)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top