Capítulo 3

H E R M I O N E

Merlín, mi cabeza va a explotar.

Parpadeo un par de veces examinando mi alrededor sin poder procesar éste del todo al instante ¿por qué me siento así? Uhg, es como si cada parte de mi cuerpo me odiase. Las piernas me tiran y un ligero dolor de cabeza a extiende desde mi sien. Definitivamente parecen secuelas de un desma... ¡por Merlín! ¡ayer confronté a Malfoy! peor aún ¡perdí! Torpe. Torpe. Torpe, soy una gran gran torpe ¿Tan difícil resulta esquivar un desmaius, Hermione Granger? Soy una decepción, ese idiota casi siempre termina por salirse con la suya a la hora de fastidiar la vida de los demás. La torre de astronomía dejará de ser una opción para huir del mal sueño, pues, a trozos, cada suceso de la noche anterior vuelve lentamente a mi mente y aquel triste intento de duelo solo logra gustarme más y más patético.

Pero ¿cómo terminé aquí?

Perder el conocimiento es realmente molesto e inconveniente, en gran medida por el hecho de que demoras un largo, largo tiempo en volver en ti, sumando calambres y dolores molestos cuando ésto por fin sucede. Me refiero a qué, vamos, no llegué aquí por mi propio pie anoche. Y de haberme encontrado alguien, estaría en el despacho de Mcgonagall lamentándome de cada una de mis decisiones pasadas.

Aunque agradezco en profundidad no haber pasado la noche en el gélido suelo de la torre de astronomía, potenciado por las temperaturas infernales de ayer, resultaría considerablemente mejor despertar allí que encontrarme en esta situación. Me molesta no encontrar lógica alguna en lo sucedido, en un segundo tenía un duelo con Malfoy en una punta del castillo y en el siguiente tenía las sábanas de mi cama pegadas al rostro, en la otra.

Un segundo.

Puede que él haya... no, claro que no.

Él no me trajo aquí, eso no es posible. Malfoy siendo amable ¡Puff!, en primer lugar "Malfoy" y "amable" nunca estarían juntos en una misma oración. La imposibilidad de aquello hace que ponga los ojos en blanco, estoy realmente segura de que no le habrían permitido pasar, eso sería contra las reglas, muchísimas reglas, la dama gorda se habría negado rotundamente y de inmediato. Debe haber otra forma, una que parece no puedo deducir. ¿Debería solo olvidarlo, fingir que nada sucedió? De todas formas estoy aquí y no parece que vaya a haber reprimendas...

No, esa definitivamente no es una opción, necesito saber cómo diablos terminé teletransportandome a mi habitación.

Asiento para misma y antes de poder pensar en algo más razonable, reparo en observar la hora en el reloj que cuelga de la pared justo en frente mía. El día está bastante claro, tal ves sea de madrugada o-¡Son más de las 7:30! ¡llego tarde al curso EXTASIS de Herbología!, no, no, no puedo llegar tarde a una clase el primer día.

Me refiero a que no puedo llegar tarde a una clase nunca.

Me deshago de las mantas que envuelven mi cuerpo removiendome violentamente antes de saltar de mi cama y correr hacia el baño abriendo la puerta de un empujón. Tardo poco menos de cinco minutos en ducharme y me visto tan rápido que apenas y puedo mal anudarme la corbata. Me doy un vistazo en el espejo para verificar que... Merlín, mi cabello, es un nido de petirrojos. Sin pensarlo ni un segundo me rocío medio frasco de una poción que Ginny me dió como regalo algunos días antes de volver a la escuela, perfecto para las prisas y un cabello casi indomable como el mío, le deja suave y rizado casi perfectamente. Con un movimiento de varita mi corbata se acomoda anudada y centrada en su lugar.

Así que suspiro con gran tranquilidad al verme nuevamente al espejo.

Definitivamente adoro la magia.

Doy un par de golpecitos en mi rostro para ahuyentar cualquier rastro de somnolencia, abandono corriendo el baño y tomo mis cosas antes de despedirme con un grito de Crookshanks quien poco o nada parece importarle.

Al salir, doy un vistazo a la Dama gorda, quien frunce el ceño en mi dirección antes de rodar los ojos. Siento que dejo de respirar por un segundo, pues eso definitivamente me deja claro que algo sucedió anoche. Algo sucedió en la sala común. Respiro profundo y alejo esos pensamientos de mi mente, no tengo tiempo para ellos. Confío que para el final del día, tendré una solución a mis cavilaciones.

Salgo disparada hacia los invernaderos como si de llegar a esa clase dependiese mi vida entera. Mis piernas no tardan en recriminarme con dolorosas punzadas mi mala condición física luego de varios pasillos e innumerables aulas pero no podría importarme menos. Doy razón a esto, utilizando las pocas fuerzas que me quedan mientras doy un vistazo a mis cosas, gracias a Merlín empaqué mis libros y los suficientes pergaminos para después, ayer. Jadeo, nuevamente en señal de tranquilidad, cuando, de repente, impacto contra alguien con tal fuerza, que mis libros y todo el material se precipita sobre el suelo, al igual que yo y la otra persona.

— ¿Cuál es tu maldito probl-. — exclama la persona que tengo de frente interrumpiendose a si misma, yo optó por ignorarle momentáneamente. Ya me disculparé en un momento.

Froto rápidamente mi cabeza para aliviar el dolor y levanto la vista para ver quien ha sido el culpable de mi ahora inminente retraso para llegar a clase. Los ojos de Malfoy y los míos se encuentran casi en el mismo segundo en que un cosquilleo me recorre el cuerpo con tal rapidez que me obliga a temblar ligeramente... de todas las personas en Hogwarts, precisamente es Malfoy. Transcurren un par de segundos en donde ambos continuamos "admirando" al otro con cara de pocos amigos, sin saber muy bien qué decir. No tengo tiempo para esto, me riño a mi misma irritada, así que sacudo ligeramente la cabeza y suelto rápidamente un — lo siento, Malfoy — ni siquiera le doy tiempo de responder. Me armo rápidamente con mis libros y demás, enderezó mi falda y continuo mi camino hacia el invernadero número 3 como si nada hubiese sucedido.

Afortunadamente, cruzo las puertas cuando aún el lugar se encuentra algo vacío. La clase, la cual compartimos con algunos Ravenclaw, aún no ha comenzado, es más, no hay rastro de la maestra por ningún lado. Suelto todo el aire que traían conteniendo mis pulmones, satisfecha, y ocupo el sitio al lado de Luna, exhausta hasta la médula. Le saludo con un caluroso abrazo y un beso en la mejilla, a lo que ella sonríe ampliamente comenzando una amena charla sobre que hicimos en estos meses. Hablar con ella siempre resulta peculiarmente refrescante. Siento mi estómago rugir gracias a mi falta de desayuno pero ella lo atribuye a no-se-que-pequeños-animalitos que producen un hambre insaciable, son invisibles para los ojos de la mayoría, de nombre extraño y apariencia, según sus palabras "adorable", logrando sacarme una sonrisa.

Mientras comienza la clase, repaso lo sucedido desde esta mañana para hacer tiempo, aún con el estómago retumbandome por algo de comida. Los recuerdos que como una película se proyectan en mi mente son detenidos abruptamente en la caída de hace unos minutos, ¿por qué no comenzo a despotricar cuando le he hecho caer? Quiero decir, Malfoy no pierde oportunidad para lanzar comentarios mordaces, y el clásico de hoy, ¿cómo nargles desperté en mi habitación cuando me desmayé en la torre de astronomía?

Él... con su actitud de hace un momento, ¿no me había chivado la respuesta?

Hermione ¿acaso tienes el cerebro de un troll? obviamente él te llevo a tu cuarto anoche, no hay ninguna otra explicación con sentido. Bueno ciertamente no puedo discutir eso, no hay ninguna respuesta más razonable, por mucho que le dé vueltas las opciones se ven limitadas a Malfoy y su aparente nueva personalidad. Sin embargo, su actuar normal es argumento suficiente para que todo lo demás sea inválido ¿no?

Agh, a quien engaño, si fue él, no continuaré fingiendo que no lo sé. La dama gorda resulta espeluznantemente irresponsable justo ahora.

Pese a la obvia conclusión, Malfoy no haría algo como esto sin nada a cambio... sí, eso es. Quiere que haga algo por él y por eso se aprovechó del numerito que montamos anoche. No estoy siendo paranoica, sólo precavida y lógica. Esto va más allá de la casa a la que pertenece o la sangre que corre por sus venas. Es Malfoy, como persona.

A pesar de que a estas alturas, no sé si realmente es la persona que conozco.

D R A C O

Mis párpados pesan demasiado como para despertar completamente de un tirón. Tallo mis ojos con fuerza hasta que puedo entre-abrirlos como un par de rendijas. Quedarme divagando hasta las dos de la madrugada en la torre de astronomía, encontrarme con Granger y todo los sucedido después me dejó como resultado sólo un par de horas de sueños y unas amoratadas ojeras.

Doy vueltas en la cama hasta que recuerdo que mi primera clase es pociones y no me conviene llegar tarde, así que me espabilo para darme una larga ducha que logre despertarme por completo. El agua tibia relaja mi cuerpo en cuanto hace contacto con éste, mientras pienso en el delicioso desayuno que espera por mí en el gran comedor, claramente. No en como se encontrará Granger después de lo sucedido anoche. Es que por más que lo intente no puedo evitarlo. Fue otra de las causas de mi falta de sueño. Siempre que cerraba mis ojos, dispuesto a dormir de una buena vez, mi mente viajaba al recuerdo de la castaña inconsciente entre mis brazos... Merlín, debo dejar de recordar esas cosas como algo bueno.

Debo dejar de mostrarme tan blando.

Al salir de la ducha me enfundo en mi uniforme perfectamente planchado y limpio, sacudo mi cabello paliducho y cepillo mis dientes. Tomo mis cosas, me doy un último vistazo y me dirijo hacia mi sala común todavía con esos recuerdos "atormentandome".

¿Por qué me ocurre esto justo ahora? Qué importa ella... ella no es nadie. Suspiro cansado mientras examinó la sala fría pero vistosa a su manera con un montón de personas erguidas y charlando en voz baja para no molestar al resto. Les ignoro a todos y salgo de allí hacia el gran comedor a paso rápido, allí ya deberían estar Theo y Blaise.

Todos lo Gryffindor desayunan y charlan felizmente, algunos gritan y una gran mayoría parecen atascarse con la comida como si su vida dependiera de ello. Agh, siempre tan pueriles. Por otro lado, mi mesa está tranquila con ligeros murmullos, risas y bocados pequeños. Slytherin es simplemente una clase de bendición para mí. Tomo asiento junto a Blaise que parece estar a punto de caer dormido sobre su plato de huevos revueltos y le doy un sorbo al chocolate caliente frente a mí. Cabecea un rato hasta terminar recostado sobre el hombro de Theo totalmente noqueado y el de cabello castaño sonríe aunque intente ocultarlo desviando su mirada hacia cualquier otro lado. No le tomó importancia, esos dos siempre parecen llevarse bien y odiarse al mismo tiempo, y continuo comiendo de a poco mi desayuno, degustando la deliciosa comida del castillo.

Al terminar, Theo parece no querer despertar a Blaise y este parece más muerto que dormido, así que decido adelantarme.

Camino despacio hacia pociones, aburrido a decir verdad, los pasillos están vacíos en su mayoría e intento no pensar en sucesos pasados pues terminaré comiéndome la cabeza con pensamientos sin sentido. Continuo así un rato hasta que al dar vuelta en uno de los incontables pasillos, alguien choca conmigo violentamente haciendo que ambos caigamos de lleno al suelo.

— Cuál es tu maldito probl-. — siseo algo adolorido e irritado, pero luego le veo.

Granger, Granger, Granger.

Ahora de repente está en todos lados.

Frota su cabeza suavemente por el golpe a lo que yo simplemente atino a observar todo, aún sorprendido. Con que se le ha hecho tarde, por eso no le ví en el gran comedor y si, si, me he fijado en que no ha estado en el desayuno... consiganse una vida.

De repente su mirada se tropieza con la mía a lo que nos fulminamos con normalidad; ambos con el ceño fruncido aunque a ella se le ve algo nerviosa. Su rostro adquiere un leve tono rojizo mientras sacude la cabeza de lado a lado. Oh, no. Este definitivamente no es mi corazón acelerado por ello, claro que no, tal vez caí muy fuerte al suelo ya que claramente no se debe a lo adorable de la escena. Enloquecí, acabo de pensar que algo es "adorable".

- Lo siento, Malfoy - dice ella rápidamente mientras recoge sus libros del suelo con la mirada prendida a estos, mientras yo no me pierdo ninguno de sus movimientos, sin poder evitarlo. De todas formas, no tengo prisas.

Tras esto, se pone de pie, acto que imito y al verle más ocupada en su mundo que en su al rededor, me dedico a mantener mi mirada atenta mientras endereza su falda, corre a toda velocidad y dobla la esquina del pasillo desapareciendo de mi vista.

Mi corazón late sólo un poco más a prisa que antes y no tardo en molestarme al notar que llevo un minuto plantado como idiota a mitad del largo corredor mirando a la nada... no puede ser, esto es una locura.

Respiro profundamente y continuo mi camino hacia la clase ahora sin poder evitar los malditos "sucesos pasados" pues mi cabeza es todo un lío en este momento, por lo que decido aclararme un par de cosas: ¿tengo algún tipo de atracción hacia Granger? tal vez, no voy a negar que es atractiva, no hay algo que, como en años anteriores, me impida aceptarlo de todos modos. ¿Saldría con ella? definitivamente no, aquí no hay mucho que pensar. ¿Por qué huele tan bien?...

Me ahogo con mi saliva. ¿Qué estupideces psicópatas se supone que estoy pensando?, definitivamente​ debo despejar mi mente antes de que me vuelva loco del todo. Vamos, Draco, es Granger, una asquerosa sangre sucia... nada de "la heroína del mundo mágico" es solo una chica fácil de molestar... ¡y no puedo quitarle la maldita vista de encima!

Suspiro nuevamente, suspirar es lo único que puedo hacer ¿por qué todo es tan difícil? ¿por qué tuve que volver a Hogwarts y de repente fijarme demasiado en esa sangre sucia? ¿por qué ella debía visitar justo ayer la torre de astronomía?... ¿por qué Weasley le engaño? ¿por qué aun así siguen siendo amigos? ¿por qué su gato duerme en su cama? ¿por qué tiene un jodido cuerpo perfecto? ¿por qué se le hizo tarde para desayunar?

¿por qué estoy comiéndome la cabeza con necedades?

Revuelvo mi cabello con molestia y continuo mi camino hacia clase refunfuñando por lo bajo las idioteces que tengo en la mente para, al menos, intentar sacarles de mi sistema.

Sólo superado Draco, eres bueno en eso.

"Casualidad, destino, no lo se pero me agradas mas de lo que pensaba".

(Editado: gracias por leer!)

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