- Emergencia -
¡Esta mierda sí que era intensa! Se había quedado sin medicina para la narcolepsia y de verdad estaba nervioso. No quería desmayarse y quedar vulnerable frente a sus secuestradores, aunque ahora tenía un trato que lo aseguraba un poco más.
Pero aún así, no quería nada de esa jodida mierda. No quería estar así frente a ellos, no ahora. Pero realmente se sentía débil y pensaba que en cualquier momento iba a terminar durmiendo en el piso.
Caminó por la cubierta del barco. Era de noche, así que no había problema con ir a ningún lugar. Todo estaba tranquilo por el momento. Se conformaría con un poco de ronroneo para calmar su ansiedad. No había nadie aquí, así que subió a la parte alta y comenzó a ronronear despacio.
Era un ronroneo inseguro, tímido, que demostraba que no estaba bien con lo que sea que estuviera pasando a su alrededor. Tenía miedo.
¿Estás bien, hijo? - Shirohige se levantó cuando escuchó el ronroneo de su hijo menor. Salió de su habitación para ver a Ace escondido en sus piernas ronroneando asustado.
¡Diablos, un día me vas a matar de un infarto! - Ace paró su ronroneo, y eso le gustó mucho menos al hombre. Si de por sí que el chico se hubiera escondido para ronronear era malo, eso lo molestó más.
¿Por qué estás preocupado, mocoso? - Ace miró a otro lado un poco esquivo, aunque ya no tenía que pelear, seguía sin ser la mejor relación de "captor y secuestrado".
No es nada, todo está bien - Ace estaba cansado y sus ojos dolían demasiado por estar luchando contra los ataques de sueño.
Ace, estás ahora mismo en mi barco, por lo tanto bajo mi protección. Si hay algo que te esté haciendo daño, tienes que decírmelo - Ace miró al hombre. En realidad, se sentía mal sin sus medicamentos, pero no era como si fuera a darle su información personal a su secuestrador. Pero no quería caer al mar y morir por un descuido. Tenía que vivir. Se lo prometió a Luffy.
Tengo una enfermedad - Ace miró al hombre un poco triste, y el hombre se preocupó. Ace lo podía saber por su aroma.
¿Qué clase de enfermedad? - Shirohige no quería saber que su hijo tenía una enfermedad como la de él. Esperaba que fuera algo no tan grave.
Tengo narcolepsia. Significa que de vez en cuando, en especial cuando como, me puedo dormir de manera aleatoria en cualquier lugar sin aviso alguno - Ace miró los ojos del hombre. ¿Aún lo quería como su hijo?
¿Tiene medicación o algo así? - el hombre miró a Ace, que asintió.
Ese es el problema. Todo estaba bien hasta que se me acabó, y no puedo obtener más hasta que pueda pedirla a un conocido - Ace miró al cielo y sintió sus ojos doler, pero no quería caer presa de la narcolepsia porque no sabía cuánto tiempo dormiría.
Entonces vas a dormir en mi habitación hoy y luego dormirás con algún comandante hasta que puedas estar a salvo otra vez - Ace se sonrojó. No era un bebé, podía dormir solo.
¡Puedo dormir solo! - Ace gruñó cuando el hombre lo tomó entre sus manos para llevarlo hasta su habitación.
Lo siento, hijo, pero tengo que asegurarme de que no te ahogues esta noche - Ace suspiró. Mañana podrían pedirle a Bay que hiciera un poco de esa medicina para él. Ace iba a protestar, pero el sueño le ganó.
Barba Blanca miró al mocoso que ahora mismo estaba bajo su protección. Cuando llegó a su habitación, tomó una de las almohadas y la puso en su escritorio en forma de cama, y con una manta cubrió a Ace. Si se llegaba a accidentar en medio de la noche, como ahogarse o algo, él se daría cuenta de inmediato y estaría cerca para ayudar al chico.
Eres un mocoso revoltoso, cachorro - Oyaji rió entrando a su propia cama. Roger sí que había dejado una marca en el mundo, un pequeño cachorro mucho más importante que esa tontería del One Piece.
Shirohige se puso a pensar un poco. Si los idiotas de la Marina se llegaban a comportar de manera idiota, que era lo más normal, y se atrevían a poner una sola mano encima de uno de sus cachorros, entonces habría muchos problemas.
No tenía problema en mover todo el mundo, norte, sur, mar, aire y tierra para ir a buscar a uno de sus hijos. Todos lo sabían, así que esperaba que Sengoku lo pensara bien antes de tratar de tocar a uno de sus hijos.
Estaba 100% seguro de que Ace se quedaría en el barco. Necesitaba un poco de paciencia y diversión al estilo Barba Blanca, y el Omega ya no se sentiría solo. Tenía un montón de hermanos, omegas, alfas y betas esperando que se uniera a la manada.
Aunque le preocupaban algunos hijos que se habían estado manteniendo lejos de él últimamente. Salían mucho en misiones, no les quedaba mucho tiempo en el barco. Pero pronto regresarían. Esperaba que se llevaran bien con su nuevo hijo menor. La verdad le preocupaba el comportamiento de sus hijos alfas con el Omega.
Ace era un Omega claramente de alta categoría, lo tenía todo y con solo unos malos pensamientos y una mordida, podía perderlo todo. Por eso entendía que el muchacho fuera tan desconfiado con el mundo.
Los omegas siempre han sido codiciados, atacados, cazados y capturados. Un Omega pirata era algo difícil y también demostraba que era valiente.
Barba Blanca estaba feliz de tener un hijo tan valiente y él se encargaría de que Ace, siendo tan joven, pudiera crecer sin problemas en este mundo tan descarrilado. Estaba ansioso por saber en qué se transformaría Ace cuando creciera.
No importaba lo que se avecinara, él no pensaba dejar que alguien o algo se atreviera a poner siquiera sus ojos sobre su manada. Por eso era el alfa, era su deber cuidar de cada uno de sus cachorros. Aún así, si alguien rompía su código, se metería en graves problemas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top