Extra: Scott lo sabe
Scott
Todo el tiempo en que conocí a Stiles, siempre supe de Mia. Mia y Stiles eran como perros y gatos, pero peor. De hecho, hasta ahora no sé exactamente por qué se odian, solamente acepté el hecho de que mi mejor amigo tenía una enemiga mortal.
Admito que era divertido ver como Mia fastidiaba a Stiles, en especial cuando cambió el manubrio de su bicicleta. Traté de copiar esa jugarreta, pero jamás pude. Mia tenía talento innato.
Además, yo no odiaba a Mia, ella jamás me hizo nada a mí. Pero claro, no podía decirle eso a Stiles, porque luego buscaba la forma de crucificarme o algo por el estilo.
―Juro que no la aguanto más ―me decía Stiles casi a diario. Siempre que veía a Mia lo decía, incluso cuando no la veía lo decía.
Lo único que Stiles tenía siempre en mente era a Mia.
Los años pasaron muy rápido, el odio se intensificaba con el pasar del tiempo, pero aun así prefería no inmiscuirme en el conflicto. Tampoco era como si Stiles hubiese pedido mi ayuda.
El día después de que Peter me mordió y cuando mi vida cambió para siempre. Recuerdo que le estaba contando a Stiles sobre lo que había sucedido, que creía haber oído los aullidos de un lobo y que pensaba que era eso lo que me había atacado. Él no me creyó, pero sí pareció emocionarse cuando le conté que había encontrado la mitad del cuerpo que estábamos buscando esa noche.
Pero la verdad es que nada de esto es muy importante, lo que en realidad me parece que vale la pena mencionar es el primer encuentro que tuvieron Mia y Stiles ese inicio de año escolar.
―Es lo mejor que le ha pasado a este pueblo desde... ―empezó a decir Stiles, se refería al hecho de que yo había hallado el cuerpo, pero pronto cambió el sentido de la conversación a su (en ese entonces), amor platónico― desde el nacimiento de Lydia Martin. Hola, Lydia, te ves... ―pero como siempre, ella solo pasó por su lado sin notarlo― como si fueras a ignorarme.
Estaba por comentar algo, cuando escuché las risas de una persona. Pero no de cualquier persona. Mia. En ese momento había pensado que no quería oír más de sus pleitos, pero era muy tarde, porque en cuanto ambos se encontraban, las llamas empezaban a arder.
―Eso no es gracioso ―le dijo Stiles.
―Oh, para ti no es gracioso, para mí sí, es espectacular ―Mia no dejaba de reírse―. Tu cara de decepción es lo mejor. ¿Puedo tomarte una foto? Necesito recordar este momento. ¡Diablos! Debí haber grabado esto.
Me sentía tan incómodo cuando ellos dos empezaban con sus pleitos.
―Apuesto a que ya tienes mil fotos mías, en vista de que has estado enamorada de mí desde siempre.
Sí, era muy incómodo.
―Oh, claro que sí. Toda mi vida, no sabes cuánto. Tengo una estatua tuya hecha de goma de mascar, así como la que tenía Helga en '¡Oye!, Arnold'. La diferencia es que yo te hago vudú.
Yo veía ese show, era genial, si tan solo Mia y Stiles no se odiaran, hasta podríamos ser amigos.
Stiles volvió a fruncir el ceño. ―Pero tienes algo mío, eso prueba que me amas y que no soportas que yo ame a Lydia.
―Si algún día me enamoro de él ―la atención de Mia se concentró en mí― tienes mi permiso para lanzarme por un acantilado.
Creo que ella no recuerda que me dijo eso.
―Yo lo haré ―le había dicho Stiles ―con mucho gusto.
Mia parecida aburrida de la conversación. ―Aunque me encantaría seguir hablando con ustedes, tengo mejores cosas que hacer.
― ¿Cómo qué? Si no tienes amigos ―le dijo Stiles, Mia ya se estaba alejándose de nosotros, pero aun así le respondió alzando el dedo medio.
No estaba de acuerdo con la forma en que se trataban. Pero no podía hacer nada por pararlo, cada vez que mencionaba a Mia en una conversación, Stiles se volvía loco.
―Eso fue un poco duro ―murmuré, esperaba que Stiles no lo oyera, pero aun así lo hizo.
― ¿Duro? ¿Yo fui duro? ―él parecía muy sorprendido―. Por si no te has dado cuenta, esa fue Mia, la Mia que odio y que odiaré hasta el final de mis días.
Rodé los ojos. ―Siempre se dice que del amor al odio hay un solo paso.
Stiles puso una cara de shock, luego empezó a reír. ―Por favor, si algún día me gusta Mia, te doy permiso de que me arrolles con mi Jeep.
Tomé una nota mental después de ese día, porque, si a cualquiera de los dos le empezaba a gustar el otro, tendría que matarlos y, la verdad es que no quería hacer eso.
Aunque arrollar a Stiles con el Jeep era una idea que sí había pasado por mi mente, en especial cuando él me metía en problemas, lo cual pasaba casi a diario.
» «
Ser un hombre lobo no es nada fácil, enterarte de que lo eres es aún peor. Pero con el tiempo te acostumbras a lo que eso conlleva. Tiene sus pros y sus contras, un pro es que puedo saber cuándo una persona miente o no. Y vaya, eso resulta conveniente.
Luego de que Lydia fuera atacada por Peter, ella huyera del hospital y que Stiles le dijera a Mia que nosotros no éramos sus amigos; decidí enfrentarla, porque -debo admitir-, me preocupé. A inicio del año no éramos amigos, no hablábamos casi nada, pero ahora sí lo hacemos. Y Mia es una persona agradable, Stiles piensa lo mismo, y sé que se preocupa por ella, pero aun así le dijo cosas que sé, le hicieron daño a Mia.
Así que, la busqué por todo el colegio hasta que la encontré.
―Mia, ¿puedo hablar contigo? ―le pregunté.
Ella pareció sorprendida al verme, pero rápidamente respondió. ―No tengo ganas de hablar con nadie.
―Lo que ayer dijo Stiles... ―empecé a decir sin hacer caso a lo que ella había comentado, pero me interrumpió.
―No quiero hablar, menos sobre Stiles ―al decir menos sobre Stiles, oí que su corazón latió más rápido que de costumbre, lo que quería decir que estaba mintiendo.
A ella le importa Stiles.
―Estás mintiendo ―le dije―, sé que Stiles te importa.
Hace ya un tiempo me percaté de que a Mia le gustaba mi mejor amigo, al menos esa era mi teoría y en esos momentos ella solamente parecía estar dándome más razones para creer que estaba en lo cierto.
Es decir, en cuanto dije eso, su rostro palideció.
―Solo me importa recuperar las llaves de Volbee ―dijo rápidamente― tengo unas de repuesto, pero me gustaría tener las originales. Así que dile que me las de.
Su, ¿qué?
―Mia, él no quiso decir lo que dijo ayer ―traté de explicar, pero ella volvió a interrumpir.
― ¿No quiso decirlo? ―repitió.
Suspiré. ―Es decir, sí quiso decirlo, pero que no lo decía de verdad.
¿Cómo le explico que Stiles sólo quería protegerla?
―Scott, no importa, ¿sí? Ya sé que todo fue una mentira, que Stiles solo se quería vengar de mí por todo lo que le he hecho en estos años. Así que fingió ser mi amigo, pero en realidad nunca lo fue. Sé que te convenció a ti y a Allison de participar en esa broma ―su tono de voz se apagaba con cada palabra que decía―. Solo dile que me devuelva las llaves de Volbee.
―Mia, no es así, nosotros nunca...
Pero me interrumpió nuevamente. ―Solo quiero mis llaves. Jackson me está esperando.
Después de eso sólo se fue.
» «
Decidí hablar con Stiles sobre eso, pero él simplemente me dijo que trataba de proteger a Mia y que no le gustaba ella, que le gustaba Lydia. Y no mentía, pero eso no quería decir que Mia no le importase.
Juro que ambos son medio idiotas.
Pero, confirmé que a Stiles le gustaba Mia luego de que encontraron a Lydia desnuda en el bosque.
Estábamos en clase de biología con Harris, a quien Stiles odiaba y, bueno, a mí tampoco me agradaba. Solo no lo decía en voz alta, no quería meterme en más problemas de los que ya estaba involucrado.
―Hola chicos ―esa era Mia, quien se había acercado a nosotros antes de que la clase iniciase. Ella estaba vestida como Lydia, y noté que Stiles quedó con la boca abierta.
―Mi...Mia, ho-hola, te, te ves... ―tartamudeó mi mejor amigo.
Si esa no es una prueba de que a él le gusta Mia, no sé qué lo es.
―Te estaba buscando ―le dijo Mia a Stiles y eso hizo que mi mejor amigo se pusiera aún más nervioso de lo que ya estaba.
Por cosas como esta es que Mia me agradaba cada vez más.
No podía ocultar la sonrisa que yo tenía en el rostro
― ¿A mí? ¿Me, tu, me buscabas a mí? ―logró articular Stiles.
Ella asintió. ―Me preguntaba si me podías dar el celular de tu papá ―dijo sonriente. Me pareció una petición un tanto rara, pero... luego de todo lo que ha pasado en mi vida, creo que ya nada es demasiado extraño.
― ¿Por qué quieres el celular de mi papá? ―le preguntó Stiles.
―Quisiera ir a ver a Isaac hoy, pero es probable que si me presento en la comisaría no me dejen. Así que quería pedirle permiso personalmente a tu papá, el alguacil.
Uy... eso... no fue algo que debió decirle a Stiles. La cara de mi mejor amigo se endureció.
― ¿Por qué quieres ver a Isaac? ―preguntó frunciendo el ceño.
Alguien está de mal humor.
La verdad es que esto me divierte, sería genial si tuviera pop corn o algo así.
―Porque sí, ¿me puedes dar el número? ―claramente, Mia no quería dar más explicaciones.
―No ―respondió Stiles.
― ¿No?
―No ―ahora Stiles estaba completamente enojado.
― ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás molesto? ―le cuestionó Mia.
Porque está celoso.
―No estoy molesto ―respondió él.
―Sí, estás molesto ―dije. Mia dirigió su mirada hacia mí por primera vez y le mostré una de mis mejores sonrisas.
Ella me la devolvió, aunque parecía algo extrañada, luego se dirigió a mi mejor amigo.
―Stiles, yo tenía antes el celular de tu papá, pero cambió el número, ¿me puedes dar el nuevo? Solo es un pequeño favor, no te pido nada del otro mundo y no tienes por qué estar molesto.
―Ya te dije que no estoy molesto. Y, también te dije que no te daría el celular.
― ¿Por qué?
―Por... porque... porque...
Ya bueno, tenía que ayudar a mi mejor amigo de salir de esta. Si bien, Stiles estaba celoso de Isaac -aunque él no lo fuera a admitir-, Mia no podía ir a verlo hoy. Él se había convertido en un hombre lobo y justo era noche de luna llena, él estaría descontrolado y podría dañarla.
―No vayas hoy, Mia, ¿por qué no vas mañana? ―le sugerí.
No había que ser un genio para notar que Mia se había molestado aún más por mi comentario.
Unos minutos después, Harris se puso a escribir cosas en la pizarra, cosas a las que traté de prestar atención, pero fallé miserablemente. ¿Qué diablos es un alquino? ¿Se come?
Stiles estaba a mi lado, moviendo su pierna aceleradamente, lo que quería decir que estaba nervioso y que estaba concentrado en algo.
Decidí que sería divertido fastidiarlo con Mia por un rato.
―Entonces, ¿por qué estás molesto con Mia? ―le pregunté en susurros, no quería llamar la atención de Harris.
Él giró a ver a Mia. Chico enamorado.
―No estoy molesto ―respondió.
―Sí, lo estás o estabas ―le dije―. ¿Qué pasó? ¿Fue porque dijo que quería ver a Isaac?
―No, no lo sé. Igual no es seguro que vaya hoy. Si es que lo retienen, se convertirá en hombre lobo en luna llena y podría hacerle algo.
―La proteges tanto, te gusta, solo que no lo quieres admitir ―le dije.
― ¿Qué eres? ¿Una niña emocionada con el amor? ―no pude evitar reír―. Hay cosas más importantes de las qué hablar.
Hay que resaltar que él no negó lo que dije.
Y es así como me di cuenta de que a Stiles le gustaba Mia, pero que él no se había dado cuenta aun. Así que, técnicamente no mentía cuando me dijo que ella no le gustaba.
Ambos eran demasiado despistados.
Siempre que los dos se encontraban, negaban lo que sentían. Stiles seguía diciendo que le gustaba Lydia, a pesar de que claramente le gustaba Mia.
En el club -gay- al que fuimos siguiendo a Jackson, demostró que ambos se gustaban. Pero ninguno de los dos lo aceptó.
Solo me pregunto cuándo van a darse cuenta y dejarán de ser un par de idiotas.
Juro que no sé porque sigo siendo amigo de esas dos personas.
En especial de Stiles.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top