8. Érica

Mia

Todo el día había estado pensando en el sueño que tuve. Veía a Isaac con ojos amarillos brillantes. Era extraño, porque él tenía ojos azules. Pero él no era el único, también vi a Érica con ojos amarillos, ella es una chica que no tiene amigos, es casi como yo. O bueno, casi como yo fingía ser. Hubo un par de veces que conversé con ella, me parecía agradable, pero jamás pasamos a una amistad.

Derek, a quien no veía hace mucho, también apareció, pero él tenía los ojos rojos. Aún recuerdo cuando vi su imagen diciendo que él era el Alfa. Jamás podré olvidarlo. Ese par de ojos rojos me siguen desde hace bastante tiempo.

Los tres estaban en una especie de estación subterránea o no sé, porque había un vagón ahí. Pero no sabía qué hacían. Trataba de oír su conversación, pero no lo lograba. Al menos no hasta que Isaac dijo mi nombre.

―Debemos ir por Mia ―dijo él. Derek asintió y sonrió.

Luego, el sueño acabó.

Muy temprano en la mañana, el papá de Stiles llamó diciéndome que Isaac había escapado de la comisaría la noche anterior. Justo después de que yo me fuera. Eso era bastante extraño, aún más considerando que soñé con él. Algo me decía que eso no era un simple sueño, pero no tenía ideas de qué otra cosa podría ser. Así que lo dejé ir.

Esperaba que Isaac me contactara, aunque a la vez no, era probable que el alguacil me quisiera vigilar. Probablemente pensaba que Isaac vendría a buscar a la única persona que se preocupó por él. Pero, debido al sueño, creo que Isaac irá con Derek. No sé porque, ni siquiera se conocen, ¿o sí?

La vida es demasiado complicada.

💛

Ahora estaba en Educación Física, el entrenador Finstock estaba haciendo que escaláramos un muro en parejas. Aun no era mi turno así que tendría que esperar.

―McCall, Argent, su turno ―gritó.

Lydia estaba en esta clase, pero no había querido acercarme a ella. Aún seguía pensando en el sueño y en que Isaac había escapado. Ambos tenían relación y quería encontrarla, pero por más que exprimía mi cerebro, no podía sacar una respuesta lógica. No me había acercado a Lydia porque quería seguir buscando la respuesta.

―Mia, pareces estresada ―dijo Stiles sentándose a mi lado.

―Solo estoy pensando.

― ¿En?

Lo fulminé con la mirada. ―Sino confías en mí lo suficiente como para contarme en qué estás metido con Scott, yo no te contaré nada de lo que esté pensando.

―Ya te dije que lo hago por ti.

―Sí, para protegerme, pero ¿protegerme de qué?

―Mia, confía en mí, es lo único que te pido.

Las risas de todos nos llamó la atención. Nos pusimos de pie y nos acercamos al grupo. Al parecer Scott había caído de la pared, eso era extraño. Vi hacia Allison y ella sonreía triunfante. Es más probable que ella lo haya botado.

El entrenador se sentó al lado del cuerpo de Scott. ―McCall, no sé por qué, pero tu dolor me proporciona un tipo especial de dicha. ―El pobre de Scott no dejaba de respirar aceleradamente. Caer desde esa altura no debe ser lindo, menos de espaldas―. Bien, los dos siguientes.

Cogió a Stiles del polo y lo jaló. ―Stilinski, Anholt, vamos. Al muro.

Mi ex enemigo parecía muy emocionado en escalar el muro, yo... yo no tanto.

Después de ponernos el equipo, empezamos a escalar.

― ¿Tienes miedo? ―me preguntó.

― ¿De subir? No. ¿De caer? Sí.

―No dejaré que caigas, puedes subir antes que yo, así podré cogerte.

Sonreí ante su intento de protegerme. Me gusta que siempre diga que hace o no hace cosas solo por protegerme, pero a la vez me molesta. ¿De qué me quiere proteger? Se supone que Derek nunca fue el asesino ni nada y la verdadera asesina, está muerta.

―No te retrases por mí, Stilinski. Debes hacerlo rápido y quedar bien con el entrenador.

No hizo caso, subió y bajó al mismo ritmo que yo.

Una vez abajo, el entrenador mandó a Érica, cuyos ojos no eran amarillos como en mi sueño, y a Greenberg a escalar el muro.

―Eso fue sencillo ―me dijo Stiles.

―Lo habrías acabado más rápido sino me hubieras esperado.

Se encogió de hombros. ―Me gustó esperarte ―guiñó un ojo y me derretí por dentro.

Greenberg ya había terminado de bajar el muro y estaba celebrando.

―Sal de ahí Greenberg, a nadie le importa verte ―dijo el entrenador.

No sabía si reír o sentir pena.

―Auxilio, por favor ―dijo Érica en un hilo de voz que, no sé cómo, escuché.

Todos nos acercamos al muro, ella no había subido mucho, y parecía estar teniendo una crisis epiléptica, pues ella sufría de eso.

―Érica ―llamó el entrenador cuando todos nos acercamos―. ¿Tienes mareos? ¿Es vértigo? ―preguntó mientras miraba a su alumna, que no parecía reaccionar a ninguna de las preguntas que él hacía.

―El vértigo es una disfunción del sistema vestibular del oído interno ―comentó Lydia como si fuera lo más obvio del mundo―. Ella sólo está asustada.

―Érica ―volvió a llamar Finstock, ahora en un tono mucho más alto y acercándose más al muro.

―Es...estoy  bien ―respondió ella. Pero claramente no lo estaba.

―Entrenador, quizás no sea seguro. Ella es epiléptica ―dije.

Finstock pareció sorprenderse ante mis palabras. ― ¿Por qué nadie me dice esas cosas? ―Se preguntó a sí mismo. Debería de revisar el expediente de cada alumno, ahí dice todo lo importante. Es su responsabilidad―. Érica, estás bien. Lánzate del muro. Hay un colchón para atraparte.

Érica se soltó y descendió lentamente hasta el suelo. Pero aun así parecía asustada, no era para menos.

Verla solo me hacía recordar el sueño, en él, ella se veía tan segura de sí misma. Se le veía contenta, valiente. La Érica del sueño jamás habría sufrido un ataque de epilepsia, no entiendo por qué soñé con una Érica tan distinta a la real. O porqué estaba junto con Isaac y Derek.

―Estás bien. Estás en el suelo ―dijo el entrenador. Aun quería animarla, pero ella no quería ser animada, podía notar que estaba avergonzada.

💛

Estaba saliendo de los vestidores de chicas, estaba limpia y cambiada. Me dirigía a mi casillero cuando vi a Stiles y a Scott correr hacia el gimnasio. Así que los seguí. Había varias personas que también lo hicieron, Allison incluida.

― ¿Sabes qué pasó? ―me preguntó ella.

―Aun no.

Cuando llegamos al gimnasio vimos a Érica trepada del muro. Justo en ese momento se soltó y empezó a caer, pero Scott llegó a tiempo y la cogió en brazos. La dejó en el suelo, ella estaba teniendo otro ataque epiléptico.

―Ponla de costado ―le dije. Scott hizo lo que le ordené.

― ¿Cómo supiste? ―le preguntó Allison.

¿Cómo que cómo supo? Pensé que solo llegó aquí por coincidencia.

―Solo lo sentí ―respondió él.

― ¿Cómo que lo sentiste? ―le pregunté. Eso no tenía sentido.

Stiles, Scott y Allison intercambiaron miradas. Pero ninguno respondió a mi pregunta. Odiaba ser la que no sabía.

✎❣

El capítulo no es muy largo y tal vez no muy entretenido, pero igual es importante ;)

El siguiente lo subo mañana, no creo que me demore en acabarlo.

PD. ¿qué les pareció el sueño de Mia? ¿Tienen alguna teoría?

xoxo,

Rose

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