Advertencia.

Ligero Lime a mediados del capítulo.

Disfrútenlo.

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Diablos!

Con un demonio sus caderas le dolían bastante, no recordaba que su primera vez con Lucifer fuera así.

Sal!....mmm....ah...

Maldito idiota!...ahhh!...Pues cuanto semen tenía?

Ligeros gemidos provenían de su baño, producto de las "caricias" que en ese momento repartía a su zona trasera, con algo de incomodidad y molestia logró sacar los restos de pulpa blanca de su ser, suspirando aliviado al sentirse completamente limpio, pero no era todo.

Demonios!

Bueno, la camisa y el moño cubren muy bien los chupetes y gracias al infierno no ven sus piernas.

Pero, pese a las circunstancias, la sonrisa no abandono su rostro, solo que ahora si había un ligero toque de alegría en ella, después de todo a quien no le gusta sentirse deseado por un atractivo rubio que parecía haber sido esculpido por Dios mismo.

Uf, a trabajar.

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Bajo a cenar con sus compañeros, aprovechando que los reyes salieron en una cita, estaba de tan buen humor que incluso tolero los chistes de doble sentido de Angel y las bromas de Cherry, sabía que sus amigos hacían de todo por animarlo, incluidos Husk y Vaggie, algo que agradecía.

Al terminar hizo su acostumbrada transmisión, pequeñas anécdotas, ligeros chistes y recomendaciones de platillos en el barrio caníbal, así como algunas canciones interpretadas por su persona e información del hotel, fue una noche tranquila, como el resto de la semana.

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Parece que el señor sonrisas vuelve a ser el de siembre.

Si! Me alegra tanto, ya extrañaba su programación nocturna.

Tsk! Odio admitirlo pero...me alegro que este mejor.

Lilit se quedó parada en la entrada de la sala, escuchando a su hija y sus compañeros, todos ellos hablando del estúpido venado ese.

En principio no entendía como es que ese sujeto tenía la preferencia de su hija pero, tras ver como la apoya y ayuda en todo, no sólo lo relacionado al hotel también le da consejos y la anima cuando se siente mal, como una figura...paterna, es más que obvio que Charlie veía en él la figura paterna que Lucifer no le pudo dar.

Frustrada y molesta decidió dar un fuerte escarmiento, para que ese simple pecador conociera su lugar.

Con una sonrisa maquiavelica se encaminó directo a su habitación para "hablar" con su esposo, menos mal Lucifer era alguien muy fácil de manipular.

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Una semana había pasado, por fortuna fue tranquila, parece que la reina se había cansado de molestar.

Se dirigió a su habitación para descansar un poco antes de iniciar su programa de radio.

Tumbado en la cama su mente comenzó a divagar recordando esa extraña noche.

Un clavo saca a otro sonrisas, vamos a divertirnos para que olvides tus penas!

Extraño consejo el de Angel, pero quien diría que es verdad.

Su arácnido amigo y todos los demás intentaron animarlo después de su ruptura pero él se sentía tan miserable y molesto que no lo permitió.

Que ironía de la vida al final si tomo el concejo.

Mmm....ya se quitaron.

Su cuerpo finalmente estaba libre de marcas dejadas por el rubio.

Era guapo el maldito!

Sin saber porque sus manos comenzaron a bajar por su cuello, la pajarita y moño abandonaron ser mientras sus manos desabrochan la camisa.

Jamás fue adepto al contacto físico, incluso hacerlo con Lucifer le costó muchísimo trabajó, prácticamente el rey lo amenazó con cortar la relación si no cooperaba y como él estaba tan enamorado aceptó pero...

Ahh...

El gemido broto de su boca mientras sus manos se deslizaban por su pecho, realizando pequeños círculos al rededor de sus pezones.

Alastor cerró sus ojos, imaginando un par de brillantes ojos azules tan claros como el cielo, una voz cálida y unas manos fuertes que recorren su anatomía estimulando la piel.

Mmmgh!

Jamás se había tocado de esa manera tan obscena, pero un extraño calor comienza a crecer en su ser mientras recuerda esos labios demandantes y ese cuerpo caliente pegado al suyo.

Desesperado juega con sus pezones mientras frota sus piernas...necesita más.

Con algo de pena comienza a sobar arriba de la tela, mordiendo el labio mientras su amigo empieza a despertar.

Incluso su sombra le mira incredulo, jamás a visto a su maestro comportarse así.

Asustado?

Apenado?

Confundido?

No sabe como explicarlo, las emociones de su amo lo ahogan, por tal motivo decide esconderse tras un librero cual boyerista mientras escucha los gemidos.

Los pantalones y bóxer ya se encontraban a la altura de sus rodillas, sujetos por un par de tentáculos, mientras sus manos se ocupaban de atender a su cervatillo.

Alastor gemia fuerte en su cama, su pelo y orejas estaban bañadas en sudor, mantenía los ojos cerrados recordando al rubio de ojos azules, le gustaría gritar un nombre pero....

Mierda!

Jamás dijeron su nombre y si fue así no lo recordaba.

Tras unos minutos de tortura y con ayuda de sus "amiguitos" obscuros logró alcanzar el clímax, el semen mancho su mano mientras su miembro palpitaba perdiendo firmeza.

Ah....ah....e....estúpido....humano...

Empapado en sudor, sucio y con una vergüenza del tamaño del hotel logró calmarse, que había sido eso? El jamás había sucumbido a esos instintos tan primitivos!

Mierda!

Lo peor....

No estaba satisfecho.

La sombra miró asombrado como su amo chasquea los dedos y se cambia de ropa, su traje rojo es remplazado por uno negro con filos carmín, se para de un brincó y camina hasta uno de los cajones de la cómoda, donde extrae esa rara gema.

Ni tiempo le dio de seguir a su maestro cuando esté salió casi corriendo del cuarto, con las mejillas sonrojadas y pasos largos, poco le importo la escena cachonda que los reyes daban en el pasillo, en tres zancadas ya estaba en el lobby informando que saldría.

De milagro consiguió pegarse de nuevo a él antes de que desapareciera en un portal a mitad del caminó.

Parece que esa noche no abra programa nocturno.

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Ese Alastor travieso.

Que les digo.

Probó el pan de Dios y le gustó.