Era un día normal en Canterlot. Twilight Sparkle, una jovencita de 16 años estaba parada frente a la entrada de la cual sería su nueva preparatoria lo que significaba un nuevo inicio para ella en su vida como estudiante. Por supuesto, sus nervios no se hicieron esperar, toda su vida había estado en un mismo centro de estudios y esta sería la primera vez que conviviria y conocería a sus nuevos compañeros.

-Muy bien, ya estás aquí y no hay vuelta atrás... Después de todo esto algún día iba a pasar -dicho eso entró y se dirigió a la dirección para poder presentarse y tomar sus materiales.

Tocó la puerta lo cual después de unos segundos escuchó el dulce "adelante" de la directora.

-Oh Twilight, eres tu -expresó una bella mujer de larga cabellera llamada Celestia, ella se levantó de su asiento e hizo entrega de su horario, número de salones y algunos libros a Twilight- Bienvenida, espero te sientas como en casa -finalizó dedicándole una amable sonrisa.

-Gracias directora Celestia, fue un gusto poder verla de nuevo -devolviendo el gesto, se retiró en busca de su salón de clases. Para su buena o mala suerte, Twilight conocía a la directora, pues al ser amiga de su madre no era muy difícil verla seguido rondar su hogar.

-Veamos... Salón de Literatu...

No pudo terminar de hablar por cierto chico de ojos y cabello azul, que venía corriendo por los pasillos sin tomar mucho en cuenta con qué o quién podría chocar, y por ello mismo, terminó dándose en la frente provocando que terminara en el suelo.

-Rayos... Lo siento no fue mi intención -dijo sobandose la frente y alzando la mirada para ver a la persona que había chocado. Sin embargo, para su sorpresa al mirar al frente no había nadie pero si pudo divisar un broche de una estrella de seis puntas tirado en el piso, al verlo decidió guardarlo para luego devolvérselo a su dueño o dueña- ¡Vamos que llego tarde! -dijo mientras se ponía de pié y volvía a correr.

Mientras aquél jóven intentaba hacer lo imposible, Twilight había podido encontrar su salón con algo de dificultad pues aquél choque le había golpeado el ojo derecho provocando que lagrimeara un poco y se le dificultara ver con claridad, quizás fue la razón por la que decidió huir antes de enfrentar aquella penosa situación.

-Eh... Disculpe profesor, ¿Puedo pasar? -preguntó tranquila con su mejor semblante.

-Por supuesto señorita Sparkle, justo la estábamos esperando. Jóvenes, hoy tenemos una alumna nueva, espero que la respeten y puedan ayudarla a ponerse al corriente, preséntate porfavor.

-Gracias profesor -con una pequeña sonrisa acomodó su fleco para poder ponerse al frente de la clase- Buenas tardes a todos, yo soy Twilight Sparkle y es un gusto conocerlos.

-Sparkle, puedes sentarte en un asiento libre -dijo para después continuar con la clase.

Twilight asintió y se sentó en un asiento al fondo y antes de que pudiera siquiera sacar su cuaderno y lapiceros, escuchó el regaño que le daba el profesor al chico con el que había chocado minutos antes, rápidamente sintió espantarse por lo que prefirió seguir en sus cosas ignorando la situación.

-Sentry, ¡Que no se vuelva a repetir por favor! ¡Es la décima vez que se lo digo!

-Lo sé y lo lamento, es que tuve que dejar a mi hermanita en el jardín y no habían autobuses disponibles.

-Dejese de excusas que usted no tiene ninguna hermana, para la próxima inventese una más creíble y ahora vaya a sentarse.

-Ash.. -Flash algo fastidiado por el sermón se sentó en el primer asiento vacío que vió para luego sacar sus materiales y seguir con la clase que el profesor continuó dando.

¡¡Ring Ring!!
(Sonó la campana del receso)

-Muy bien, salgan y recuerden practicar los ejercicios que puede que entren en la próxima práctica -dicho eso el profesor salió antes de que los estudiantes pudieran salir.

-Ahora donde me siento -dijo la peliazul que hace unos minutos había llegado a la cafeteria.

-Por qué no nos sentamos juntos? -una voz detrás de ella la asustó provocando que se sobresaltara y girara a ver de quién se trataba.

-¡Ah! ¿Tu quién eres?

-Jajaja no te preocupes no te hare nada que tu no quieras. Soy Timber y tu Twilight no es así?

-Si... -respondio timidamente.

-Ven vamos a sentarnos -dicho eso la tomo de la mano y se la llevó a una mesa vacía que había en el centro.

-Bien cuentame de ti ¿Cuántos años tienes? ¿Cuál es tu materia favorita? ¿Qué gusta hacer?

-Pues...

-Jajaja tranquila no respondas solo bromeaba.

-Ahh jajaja.

-¿Te parece si somos amigos?

-Claro un gusto conocerte Timber -dijo dedicándole una pequeña sonrisa que sin darse cuenta, había encantado por completo al chico frente a ella.

- I-igualmente jeje.

-Jajaja... Oye ¿Quién es ese chico de allá? -dijo señalando a un chico de ojos azules que estaba hablando con una chica de cabellos naranjas.

-Oh, es Flash sentry, pero es mejor no acercarse a él -dijo comiendo su revanada de pizza.

-¿Por qué lo dices?

-Dicen que el ha estado con todas las chicas de esta preparatoria, asqueroso no?

-¿¡Que!? ¿De verdad?

-Lo que escuchaste, así que es mejor prevenir que lamentar.

-Oh bueno, supongo que tienes razón.

Narra twilight.

Muy bien, esto era realmente serio, no podía creer que un chico tan carismático pudiera tener esa clase de gustos, o mejor dicho, esa fama de mujeriego, supongo que uno nunca termina de conocer a las personas, bueno, tampoco es que haya cruzado palabras con él. Por otro lado, Timber había resultado ser una persona agradable, aunque un poco metiche, pero agradable al final de cuentas.

-Mm Twilight, tierra llamando a Twilight -dijo Timber pasándole la mano por la cara.

-¿Ah? ¿Qué? Si estoy aquí -dijo saliendo de sus pensamientos.

-Bueno bueno, vamos a clases ya.

-Esta bien, te sigo.

Después de eso, las clases transcurrieron con normalidad, Twilight se había prometido olvidar por completo lo que había escuchado del tan famoso Flash Sentry, pues no sería muy conveniente relacionarse con esa clase de persona, ademas, ¿Qué era el para ella? Obviamente nada, ahora solo debia priorizar sus estudios y talvez pensar un poco en Timber, su primer amigo, además de... Lindo?