Confrontación
Entre Percy y Charlotte había algo extraño. Trás la promesa del joven de llevar a su supuesta novia a la casa para las vacaciones, era claro que un notorio nerviosismo había crecido en él.
Tan notorio era, que la propia chica se dio cuenta mientras lo acompañaba al gran comedor para el desayuno.
-Oye, señor estirado. ¿Acaso tengo algo en la cara o por qué me andas mirando así?
El silencio de Percy sólo lo hizo confundirse más, no sabía qué hacer. Había mentido y eso estaba mal, una opción podría ser decirle a su mamá que en realidad no tenía novia y que simplemente lo había hecho para quedar bien con ella.
Pero, diablos, cada día él estaba más seguro que ella no estaba orgullosa de sus acciones. Las calificaciones era la único que lo salvaba, aunque de todas formas, esa actitud que tenía de superioridad siempre le molestó a todos, llegando a un punto donde hasta él mismo pensaba con seriedad cambiar su personalidad. Aunque eso era improbable.
Su madre era probablemente la luz de sus días, era una persona que le daba amor incondicional y había pocas en el mundo que hacían eso para él. Decepcionarla no era opción, así que, debía tomar el valor que necesitaba.
Charlotte se le plantó en la cara, deteniéndolo. Sus manos estaban en sus caderas, mostrándola seria. -¿Me vas a contestar o qué? Por las barbas de Merlín, ¿Qué tienes?
Percy tragó saliva de manera ruidosa, era obvio que estaba nervioso. Cruzó sus ojos con los de ella, que lo mirándolo fijamente. Debía decirle de ya que le estaba pasando. Juntó sus párpados a la vez que liberaba un poco de aire por la boca. Estaba preparado para ser mandado directo al Sauce Boxeador. Tomó las manos de la chica mientras las masajeaba con sus llemas.
-Charlotte...Estoy seguro que me vas a odiar por lo que hice, pero -El rostro de ella le sugería que siguiera hablando o se desesperaría más.- Le dije a mi madre que eres mi novia...
Como reacción inminente, sintió un golpe violento en las palmas, pues habían sido separadas de las otras con gran velocidad (y un poco de rabia).
-¡¿Cómo se te ocurre hacer eso?! -Comenzó con ira la otra-. ¿Acaso pensaste en qué opino yo de esto? Es claro que no, idiota. Me estabas empezando a agradar, pero parece ser que toda tu inteligencia la usas sólo para aprovecharte de los demás.
Charlotte se fue caminando enfadada, dejando a Percy sólo frente a la puerta del Gran Comedor. Había arruinado toda oportunidad de poder resolver sus enemistades con ella, y de hecho, sólo había generado un problema más. Definitivamente era un tonto. Cambió la ruta de sus pies, empezando a dirigirse a los baños, necesitaba calmarse un poco, y, ¡Diablos! Caminar seguía siendo algo un poco doloroso desde el ataque del día pasado.
Por otro lado, Charlotte sentía mucha impotencia, enojo y muchos sentimientos que no sabía catalogar bajo un nombre. Detestaba juzgar a la gente por rumores o sin conocerla, le había dado una oportunidad y él simplemente se había aprovechado. ¿Para qué? ¿De qué le serviría si al fin y al cabo era ya el mejor hijo? Nunca decepcionaba a su familia, era el hijo ejemplar, notas perfectas, prefecto de su casa...A Percy no le faltaba nada en su vida, no había necesidad de inventar cosas que no. Pensando todavía en su claro enojo, empezó a servirse comida, realmente no importándole que era.
-Deberías cuidar un poco más lo que comes, ¿no te parece? Es mucho pan para ti sola, Lotty...-Comentó una chica que también portaba el uniforme de Griffyndor.
Tenía una sonrisa casi angelical, que daba paz con sólo verla. Sus ojos color café estaban enmarcados por un par de lentes de pasta azul, le daban un toque de profundidad a su mirada. Su nombre era Elena Smith, una íntima amiga de Charlotte. Llevaban siendo compañeras de cuarto desde primero. Para Charlotte, Elena había sido su primer amiga de verdad en Hogwarts. Ella siempre estuvo enterada del asunto extraño de Percy, y al escucharlos discutir a plena puerta del Gran Comedor, le fue fácil sacar sus conclusiones. Tomó asiento en frente de su amiga, tomando un plato y sirviéndose la mitad del pan ajeno.
-Cuéntame bien todo lo que pasó allá afuera... -Pidió en su típico tono curioso.
Un suspiro de parte de la otra chica. -Dios...Pensé que no era tan patán como yo creía, pero, es falso. -Se acercó más a ella, apoyando su codo en la mesa, y le susurró-. Le dijo a su madre que somos pareja...¿Puedes creerlo? Llevamos apenas dos días teniendo una relación medianamente sana y ya se va a inventar mentiras.
Elena miró a su amiga a los ojos, estudiando sus facciones y a la vez comprendiendo cómo se sentía ella. -Pues...Creo que está muy necesitado. Recuerdas a Penélope, ¿no? Ella se estaba besando con Marcus...Pues, ellos eran novios. Fue muy duro para él perder a alguien que de verdad amaba tanto, aunque sólo fuera una decepción. Aunque...No veo justificable que te trate como un objeto para quedar bien.
Charlotte le sonrió de manera franca. Elena siempre daba en el clavo para hacerla sentir bien. Estaba muy segura de que si le gustaran las chicas, ella sería su novia, o al menos, su interés romántico. Sin embargo, se quedó pensando un poco sobre Percy. Tal vez, sólo tal vez, era un buen chico que quería darle una buena impresión a su madre. Pero no, no había justificación, mentir nunca era válido ni una solución. No lo iba a perdonar tan facilmente.
(...)
El clima estaba ya ligeramente más ameno, lo suficiente para poder asomarse a la Lechucería para ver si tenían algo. Al menos esa había sido la propuesta de Elena, que recibía bastante a menudo regalos pequeños de su hermana María, que trabaja en Rumanía, con dragones. Iban con ellas los gemelos, que debían mandar una carta a su madre explicando su castigo más reciente.
-Es culpa del señor estirado...No había necesidad de que le dijera a mamá, es más fácil cerrar la boca. -Comenzó George .
-Hey hey, no hables de él así. Recuerda que su novia está presente.
Fred estaba señalando a Charlotte. Era obvio que ambos iban a molestarla un largo rato por aquella cita que tuvieron. En situaciones normales, ella les hubiera seguido el juego, pero de verdad su rabia por él era enorme. Tan notoria era, que mostró algo muy caracteristico, pasar su lengua por dentro de su boca e inflar ligeramente los cachetes. Fred se sentó a su lado, con unos ojos un poco más serios. Mordía ligeramente su labio inferior. Aunque llevara una relación ligeramente pesada con su hermano mayor, le importaba. Y, que su mejor amiga estuviera molesta con él no era tan agradable, ambos debían llevarse bien si Lotty quería ir todas las vacaciones a la casa Weasley. La tomó del hombro, preguntándole qué pasaba. Ellos tendían (muy de vez en cuando), a tener pláticas serias.
Después de un largo silencio de la chica, ella comenzó a hablar. Comenzó contando la cita, sus expectativas, cómo había cumplido con la apuesta, el ataque, la enfermería, y luego; la parte no tan agradable: La mentira de Percy. Como ella había sentido que la usó, su opinión, y claro, una serie de insultos. A pesar de que todo su monólogo estuviera lleno de palabras mal sonantes, la ayudaba a liberarse. Fred, después de terminar de escuchar a su amiga, reflexionó un poco. Era cierto que su hermano había tenido un problema con esa prefecta tan linda, pero, ¿a eso se rebajaba? Y entonces, una luz apareció en él, y recordó una plática de sus padres.
-Mira, recuerdo que un día, cuando yo era más pequeño estaban nuestros padres hablando. Mi mamá decía cosas sobre Percy, que de verdad apreciaba que tuviera buenas calificaciones, pero, cada día veía menos probable nietos de él. Tan sólo quería verlo teniendo amigos como al resto de sus hermanos, y de verdad se sentía preocupada por él. Cuando estaba con Penélope, mi mamá lo veía como el hijo perfecto. Pero ahora, vuelve a estar un poco preocupada por él de nuevo.
En Charlotte se mostró un ligero sentimiento de culpa y remordimiento. A la vez, su ceño se relajó mucho, estaba ahora mucho más tranquilo. Su ira, se transformó en un poco de entendimiento. Naturalmente no estaba bien mentir pero, vaya que decepcionar a tus padres no sería lindo. Seguía pensando qué hacer.
Tomó una desición, resolvería las cosas.
***
Gracias por leer! Espero que hayan disfrutado este capítulo tanto como yo disfruté escribiéndolo. Sobre las actualizaciones lentas, estoy lista para que me peguen por haber desaparecido. Sin embargo, estoy ahora haciendo un esfuerzo más grande en mejorar mis calificaciones y a la vez en actualizarles más seguido. Comencé un bullet journal para organizarme mejor.
¿Qué ha sido de mi? Pues, el martes me hice dos perforaciones. Estoy pensando con seriedad en hacerme muchas más. De momento tengo sólo dos hoyos en cada oreja y me encanta. ¿Recomendaciones de otra? Tal vez me haga una en la nariz...
Otra cosa, me gustaría empezar una dinámica de recomendarles una canción por capítulo. En esta ocasión, les dejo dos canciones brutales de un grupo de rock/funk en español, "El monstruo son los otros". El vocalista es un profesor mío que se rifa un buen, tocaron en un festival de mi escuela y son imperdibles. Les dejo una de mis canciones favoritas de ellos, "Ojos verdes", aunque también adoro "porno japonés". Dense unos minutos para escucharlos y darles oportunidad ya que son poco conocidos.
Sobre la historia, en este capítulo apareció una de las ganadoras del concurso de esta historia. Los demás personajes aparecerán pronto en siguientes capítulos. Voy a preparar los dibujos y fichas de estos personajes (será parte de un nuevo especial). ¿Qué más? ¡Gracias por tantas vistas y lecturas! Se aprecia mucho y a este paso tendré que hacer otro especial para celebrar. Las quiero como no tienen idea, gracias por todo...
-Saragaty 12
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