Todas las pruebas que tenían que hacerle a Taehyung habían terminado y todas ellas sólo habían reforzado su clara sentencia, todas ellas le señalaban como único culpable en la muerte de Min Yoongi. El caso que él había empezado señalando a Jungkook como autor del asesinato de Yoongi se había volteado en su contra, empujándolo a los barrotes y a una condena por acciones que no había hecho.

"¡Ya te dije que yo no hice nada, fue él!" Grito Taehyung, había perdido toda la paciencia y prácticamente, todo.

"Nada de lo que digas tiene peso ahora, encontraron todo para culparte y sentenciarte en tu propia casa, incluso las declaraciones de los vecinos de Yoongi y Jimin te dejan como alguien obsesionado por tu amigo. Pero, si confiesas, pueden reducirte la condena."

"No tengo nada que confesar, entiende, NO HICE NADA."

"Lo que sea, Taehyung, ya no hay nada que hacer, lo único que tengo en mis manos para ayudarte es tratar de que te den una corta sentencia, no puedo defenderte como alguien inocente ahora que todo está en tu contra, es contraproducente a este punto."

"No lo hice." Susurro.

Su abogado soltó una bocanada de aire mientras peinaba sus cabellos hacia atrás. "Entonces, trataré de que te reduzcan la condena."

Se escucho en la sala la silla siendo arrastrada y luego la puerta siendo cerrada, dejando a Taehyung solo con sus pensamientos, trataba de hallar el momento en el que todas esas pruebas habían sido puestas en su contra, pero se sentía tonto cada vez que lo pensaba.

Jungkook era un hombre millonario, poderoso, podía hacer y deshacer, en este periodo quiso vencerlo y dejarlo en descubierto como la mierda de persona que era, pero no pudo hacerlo pues el dinero de Jungkook podía hacer lo que se le dé la gana con él. Con dinero hizo bailar a todos a su favor, librándose de aquel peso que le causaba la muerte de Yoongi, pues Taehyung no había sido el único que lo había planteado como sospechoso, pero ahora que el caso sería cerrado y habría un claro culpable, Jungkook lavaría sus manos.

Se sintió frustrado y perdido, había perdido todo en cuestión de días, mientras esperaba que las pruebas y testimonios sigan, Taehyung no dejaba de ver su rostro en la televisión, periódicos y en redes sociales, todos señalándole como el loco que se había obsesionado con su amigo hasta el punto de herirlo de muerte. Para todos, Taehyung había matado a Yoongi porque no pudo tenerlo.

Falso o no, la imagen de Taehyung estaba tan embarrada que jamás podría limpiarla, recibió un montón de llamadas de su familia, incluso lo visitaron, entre lágrimas se lamentaron la situación de Taehyung, también ellos creían que él había asesinado a Yoongi. Todos le miraban y se quedaban sorprendidos, la habladuría de la prensa había jugado un buen papel para ensuciar su nombre.

Con los montones de dinero que tenía Jungkook había comprado todo, hasta la sentencia que se le daría a Taehyung, librándose por fin de Yoongi.

Los policías vinieron por Taehyung, ya era hora de su último juicio el cual obviamente sería transmitido por un canal de televisión, estaban empeñados en solo mostrarlo a él como el culpable de la muerte de Min. Ahora en este último intento de darle justicia a Yoongi, las cosas las veía más oscuras y borrosas, incluso escuchaba en ecos, no prestó atención a nada que los demás dijeran, no estuvo presente en la muestra de pruebas y testimonios, solamente recuperó la vida cuando el juez estuvo a punto de dictar su sentencia. Incluso en el último momento creyó que se haría justicia.

"La corte declara culpable al acusado Kim Taehyung y lo sentencia a veinticinco años de prisión en la prisión estatal de Daegu por el delito de homicidio cometido contra Min Yoongi."

Pero Taehyung creyó mal, la justicia no era tan fácil de conseguir, no se conseguiría en un sistema judicial corrompido por los ricos, lo sabía bien.

Aun así, le dolió en el alma aquella sentencia, solo quiso justicia y nada más que justicia.

Por lo que con sus últimas fuerzas, se levantó de su asiento, se dirigió hacia Jungkook y le escupió.

"Eres un malnacido, espero te pudras en el infierno." Fue lo último que dijo antes de que unos policías lo detuvieran y lo enmanillaran.

Todas las cámaras apuntaron a él en aquel momento, todo había terminado. Jungkook había salido triunfante de aquello.

Toda la prensa había comenzado a rodear a Jungkook para preguntarle sobre el caso, todos le seguían como perros hambrientos mientras el gran empresario hacia su camino fuera de la sala y mientras Taehyung estaba siendo trasladado por los policías, se dio cuenta de que Jimin aun estaba sentado en la sala y lo miraba, al devolverle la mirada sintió escalofríos recorrer por su columna vertebral, la mirada de Jimin era pesada, sin expresión y a la vez burlona. Se había quedado para observar cómo lo llevaban enmanillado a cumplir su sentencia por un crimen que no había cometido, en sus rasgados ojos encontró burla y malicia en la sonrisa que se le había formado el momento en que los policías lo habían sacado de la sala.

Fue ahí, cuando su corazón cayó a su estómago y se dio cuenta de algo evidente.

Pues la sonrisa de gato triunfante se lo decía todo.

Había sido Jimin.

"¡Yo no soy culpable, fue él, Park Jimin!" Pero sus acusaciones ya no servían de nada ahora que solo era un reo más, siendo empujado y arrastrado por los pasillos mientras gritaba una y otra vez el nombre de Jimin, completamente perdido en sus acusaciones que eran oídas por orejas sordas.

Todo este tiempo, el rubio angelical que parecía ser la próxima víctima, había sido quien planeo todo desde un principio. Pues Yoongi era su mayor barrera para realizar aquel sueño de grandeza que le prometía Jungkook a su lado.

Todo este tiempo, Jimin había planeado cada paso, desde el momento en el que conoció a Jungkook y lo sedujo con sus sonrisas inocentes, hasta el día de la sentencia de Taehyung. Porque Jimin no permitiría que nadie le arrebatara el paraíso que viviría solo al lado de Jungkook.

Tras ganar el caso más importante de su vida, salió de la sala con una sonrisa en la cara que fue transformada en lágrimas de felicidad, corrió hacia los brazos de Jungkook y con muchos flashes dirigidos a ellos sabía que desde ahora todo estaría a su favor.

Ya que, después de todo Jimin seguiría siendo la paloma joven que amaba con locura a Jungkook, y era así, lo amaba tanto que había matado por él, había sacado de su vida a la persona que era un gran impedimento para continuar con su amor, ahora que las dos barreras habían desaparecido podrían ser completamente felices.

Al fin, podría tener la vida que había soñado al lado de Jungkook.

al fin volvimos jeje, lo siento por el gran abandono pero ahora que estoy en vacaciones podre poner los días que actualizare esta mini-no mini-fic jeje

martes, jueves y sabados seran los dias de actualizacion <3

muchas gracias por aun leer esta obra y esperarla, les quiero :,) <3