Su querido esqueleto había estado pasando por mucho estrés últimamente, a pesar de todo, se estaba empezando a preocupar por el estado mental y físico, tanta tensión no le hace bien a nadie. Debido a todo eso se propuso hacer algo más que molestar a su amado, y así, tal vez Geno viera al fin, al menos algo, de lo que importaba para él, ademas de cierto modo, estaba cansado, cansado de que ignorara todo como si no supiera lo que sentía por él. 

Entonces, ya todo planeado, para el pequeño gran detalle que le tenía, era hora de demostrar un lado de si que no se había permitido demostrar con anterioridad en todo su esplendor. Algo que pensó nunca sentir, pero que sin embargo sintió desde muy joven, el amor.

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Era ya de noche, había elegido ese día en específico ya que el turno de Geno era suplantado por otro servidor de lealtad y confianza, Error. Como terminaba desde una temprana hora, le dejó descansar sólo unas horas, luego puso en marcha su plan.

Mirando por un balcón, se encontraba tranquilo, hasta que sintió un aroma conocido, su calma estaba apunto de ser rota. Al menos eso era lo que pensó a primeras estancias. Al darse vuelta para ver a aquel atrevido esqueleto se llevó una gran sorpresa, al ver que este traía una prendas ciertamente elegantes, o al menos asi lo eran comparado con lo que siempre llevaba puesto.

—¿Qué es esto?

—¿Que qué es esto? ¿Acaso no puedo venir bien vestido a verte?

-Dijo el brujo, mas no coqueteando, si no en un tono mas bien dulce.

—Ah...nadie está diciendo que no pero-

—Pero nada. ¿Cómo te sientes?

-Preguntó acercándose lentamente al contrario, que se encontraba en ropas meramente casuales. De las pocas que tenía que no fueran para usarse en conjunto a su armadura.

—Bien, supongo. Bueno...no, aun me tiene muy estresado el asunto de los asesinatos, el Príncipe Killer, las salidas de Nightmare, todo...

-Dijo abatido.

—Entonces acompañame.

-Dijo el brujo y le extendió la mano, el contrario dudó, pero no tenía invenciones de hacer esfuerzos, así que tomó la mano del esqueleto frente a él con cierta desconfianza.

Una vez las manos de ambos se encontraban juntas, Reaper lo atrajo levemente hacia su pecho, guardando un poco de distancia, y entonces pequeños grumos negros que parecian desaserse en humo los fue rodeando de a poco, hasta que al finalizar un pequeño tornado a su alrededor, desaparecieron del lugar.

Al notarse en otro lugar,  abrió lo ojos y a su alrededor vio paredes de piedra, iluminadas por cristales, que formaban pequeñas y alegres figuras que adornaban la cueva en la que se enxontraba. Era bello el lugar.

—¿Heh, me vas a matar y esconderme en los escombros?

-Bromeó burlonamente Geno.

—Podría, pero no. Esa no es mi intención dulzura.

Empezó a caminar hacia los adentros de la cueva, siendo seguido por su invitado de cerca, a medida de que iban caminando, las figuras de la pared, contaban una historia. Una historia de una civilización antigua, que fue debastada por una maldición, y que, para su suerte, una mujer de gran poder logró rescatar de la perdición, ya que el pueblo la apoyó, recibió el coraje necesario para la gran hazaña que realizó. 

Aunque aun no muy conforme, el guadia personal del rey miraba con intriga aquella historia relatada de tan particular manera, mientras que el ser oscuro le miraba, contemplando su rostro iluminado por los azules critales incrustados en las paredes. Al terminar la historia, la cueva seguía mas allá, demostrando variaciones de color en sus adornos, pero antes de que Geno pudiera seguir avanzando en dirección al fondo de aquel lugar, el contrario le tomó del hombro e hizo aprecer una abertura, que creaba un tunel hacia afuera, afuera a un lugar desconocido. Por insistencia de este, se introdujeron en el, hasta que cada vez la luz al extreño se hacía mas clara, debido que ap final del tunel habían dos antorchas iluminandolo.

Hermosa la luna en el cielo, se reflejaba en la extensa laguna que frente a ellos ahora se encontraba, en medio de esta se lograba divisar una linterna literalmente adornada. 

—Pero qué es esto?.

-Empezó a decir confundido, pero su interrogatorio interrumpido.

—Agh, mira Geno, puedes, por un día, no cuestionar las cosas? Puedes por un momento no cuestionar lo que estoy haciendo por ti?

-Suspiró Reaper, el contrario solo calló, dandose cuenta de su comportamiento, asintió, dandole la razón y esperando indicaciones.

Cuando se dió por enterado, estaba caminando sobre pequeñas plataformas de extraña consistencia a media que caminaba por el agua de la laguna, en dirección a aquella misteriosa linterna solitaria. Una vez frente a esta, el de ropajes oscuros la rodeó, y rocandola en la parte superior, pereció activar algo que transformó ese pequeño lugar en medio de la laguna, en una especie de ranchito, en el cual en el centro se encontraba una mesa y dos sillas, no muy lujosas, pero lindas.

El esqueleto del glitch miraba con asombro todo aquello, no entendía el por qué de aquello, pero algo le hacía sentir feliz internamente. Sin decir palabras, ambos esqueletoa ae sentaron a la mesa, la cual no estaba vacía, si no con dos platos de una comida simple a decir verdad.

—No soy gran cocinero que digamos, pero supongamos que la intención es lo que cuenta.

-Rió Reaper, Geno le acompañó una una lijera risa que demostraba un poco de timidez.

Entonces comieron, entonces charlaron, por primera vez en años, tenían un momento especial los dos, hablando como si aún fueran niños.

—Oh si supiera la corte que en mi noche libre estoy cenando con el brujo del reino.

-Comentó inconsientemte Geno, la mirada del contrario resultó volverse sombría.

—Te expulsarían y me darían caza. Je, de todos modos no le importó asesinar a mi madre, ¿no?

—¡L-lo siento! Reaper, no fue mi intenci-

—Sé que lo no fué, olvidalo. ¿Ya estas mas relajado?

—Si, gracias, por todo esto.

—Me alegra que te guste.

-Dijo y sonrió.

Terminada la comida, fueron al último lugar del paseo, una copa de un árbol extremadamente grande, del cual un grueso tronco sobresalía, en donde ambos esqueletos se sentaron y al levantar la mirada, se podía apreciar una hermosa vista, y al frente, se alzaba aquel prodigioso reino en el que vivían. Podían apreciaras luces de las casas y del castillo como estrellas en el cielo, magnífico y resplandeciente.

—Wow, entonces, ¿siempre puedes venir aquí a ver esto?

—Vivo en el bosque, que quieres que te diga.

-Rió el brujo y se paró, caminando por las delicadas ramas y hojas del árbol.

--Oye ten cuidado, podrías caerte, estas muy gordo, las ramas no te van a aguantar.

-Sonrió burlonamente, encogiendo los pies para evitar caer de aquel tronco.

—No te preocupes, siempre hago esto, se perfectamente donde hay que pisaaaaaar!

Un crack y un ragado de ropa se escuchó antes de que Geno pudiera dsrse cuenta siqueira de lo que estaba pasando. Miro preocupado hacia donde se había caído el contrario y río al ver como se encontraba este en medio de las ramas.

—¡Te lo djje! Jaja.

-Exclamó retirando un pedazo de tela rasgado que quedó adherido a una rama.

—Estaba todo fríamente calculado.

-Dijo el brujo riendo y aparecieneo como nube de humo negro a su lado.

—Se te calló esto.

—Nah, quedatelo, igual ni me gustaba esta ropa jajaja.

Geno guardó por inercia el trozo de tela en su bolsillo y volvió la mirada a Reaper, quien lo miraba a los ojos de una manera que sintió su alma dar un brinco. Notó que se acercaba, lentamente, hacia su rostro, intentó retirarse pero no podía moverse, no sabía por que, pero solo podía sentir sus pómulos arder, la fría mano que le ocasionó un respingo y se posaba en tu rostro.

Estaban ahí, unidos en un beso dulce, largo, tierno. Un beso que tanto uno como el otro deseaba, un beso que no comprendía malas intenciones, si no pasión pura. Entonces uno se separó, en lágrimas.

—¿¡Geno!? Geno lo siento, me pasé, ehh-

—¿Por qué...?

—¿De que hablas?

—Soy un idiota. Esto no esta bien, perdoname.

—¿Perdonarte qué? Hey, me asustas.

—No, no, yo estoy asustado. Esto siempre me ha asustado. Me da miedo, me da pavor sentir esto Reaper. 

—Quieres decir que...

—¡Si Reaper, si! Siempre. Pero eso me asusta. Ese tipo de compromiso me aterra, estas pendiente de la otra persona, si te engaña o no, si le pasó algo o sigue vivo, pierdes la cabeza pensando en esa persona, te sientes vacío sin ella y y no no, me asusta.

—¡Hey! ¡Hey! ¡Calma! Geno, estado malditamente enamorado de ti desde que tengo memoria, yo nunca te abandonaria, soy un brujo experimentado, nada me va a pasar y nunca en la maldita vida dejaria que te hicieran algo, menos por que se las capacidades de lucha impresionantes que posees. Eres la única persona que me interesa y eres la única que quiero amar. Si me aceptas, permiteme amarte, por favor, y veras que ese miedo no es nada comparado a lo que lograriamos juntos.

Le secó las lágrimas al contrario,  posando sus manos a cada lado de su cara. Geno se sentía débil, pero lentamente posó sus manos sombre las ajenas y cerró los ojos, avergonzado.

—Tienes las manos frías.

—¿Como la muerte misma?

—Como la muerte misma.

Ambos rieron y se fundieron en un cálido abrazo, se sentian seguros ahora que juntos estaban. 

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Bajando lentamente hacia aquel balcón donde todo empezó, Reaper una vez más beso a Geno, pero con mas intensidad, despidiéndose de su amor, con una gran sonrisa en rostro, había conseguido mas de lo que pensó. El guardia real se adentró en em edificio, retirandose a dormir en su cama, mientras que el otro esqueleto soltaba un suspiro y se reía lijeramnente.

De repente oyó un ruido, algo entrando en una ventana a unos metros de allí, cuando volteó la mirada observó una tela de tono celeste entrar rápidamente por quella aquella ventana, voló hacía allá, pero no vio nada. Seguro se lo había imaginado.

Elevándose, desapareció en medio de la oscuridad.

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Ha pasado mucho tiempo no? Solo no me maten por favor ;_;

Espero hayab disfrutado esto! Que cada vez se viene lo fuerte! Espero me disculpen la tardanza, varios asuntos que no hace falta explicar. Ojalá tengan una lectura provechosa.

Tengan un buen día/noche!

Se le quieeeereeeeeee. Bay💜