Con cuidado y cautela, el Príncipe de las X con pata- es decir del Reino Cross in Line,  entraba a el Castillo tratando de no ser descubierto por nadie.

Se movia ágil y sigiloso igual que un ninja que se escurre por un edificio poblado de duendes verdes por que si.

Todo hiba bien hasta que.....

-¿Cross, en donde estabas?
-Pregunto un esqueleto con una mancha de tinta en el "cachete".

-!
-El mencionado pego un brinco del susto que le había proporcionado el pintor, dejando caer su corona la cual estaba convenientemente amarrada de su cintura con un listón negro

-Uh?
-Ink tomó entre sus manos aquella corona un poco extrañado, dirigiendo la mirada hacia esta y luego al propietario de la misma- Cross, ¿porque no llevas puesta tu corona? ¿Donde estabas?

-A-ah yo je, ink, amigo, sabes que mi mayor pasión es luchar, luchar para proteger y b-bueno, estaba entrenando, ya sabes.
-Se excusó el príncipe enbozando una sonrisa nerviosa.

-Oh, ya veo. ¿Entreno en la arena del ejercito? No vi en todo el día que estuviera en la arena de la guardia real, a la cual, usted siempre va.
-Menciono en pintor.

-! Ah s-si, es que....¿que m-mejor forma de demostrar que seré un buen r-rey en un futuro que enseñarles mis trucos? Je je je
-Dijo rogando en su interior que el menor le creyera, que para su suerte, asi fue. Bueno, eso parecia.

-Tienes razón prin- Cross.
-Se corrigió asi mismo- Si me disculpa, el rey me ordeno llevar un mensaje a otro reino, volveré en 3 días, espero no se sienta solo sin mi compañia.

-Tu no te preocupes Ink, ve, que padre no es muy paciente.
-Le recordó mostrándole una sonrisa mas calmada.

-En efecto, bueno, hasta pronto!
-Dijo el colorido dándole un rapido abrazo a su amigo y luego dirigiéndose a la salida del palacio, no sin antes devolverle la corona a su propietario.

El esqueleto monocromatico se quedó mirando a donde se había hido el contrario, esperando hasta estar totalmente seguro de que se había marchado.

Una vez estubo seguro, se puso su corona y se dirigió corriendo a su cuarto, en el cuál, un peli-blanco entro seguido de este, arrecostandose en el marco de la puerta de brazos cruzados, su hermano le debía una excusa bastante convincente o este le descubriría.

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El príncipe de ropas oscuras se encontraba sentado en una banca con almohadones, escribiendo algo, de lo que no estaba muy emocionado a escribir a comparación de cuando redactaba poesías y textos de lo que se le viniera a la cabeza, y que para el, eran hermosos y únicos.

Pero para su desgracia, este no era el caso, puesto que apenas puso un pie en el castillo y subió, se topó con su hermano, quien le dijo que su padre le encomendó, que cada uno debia hacer un discurso, uno el cuál se presentaría frente a los nobles del reino y los del consejo real.

La idea de estar hablando cosas "democráticas" y ese tipo de cosas, no se le hacia muy divertida, estar alli con todos esos amargados y ricachones que no se interesaban mas que por ellos mismos.

-¿Como vas con el discurso?
-Pregunto un esqueleto de tez negra, quién se arrecostaba en una de las columnas del castillo mirando al desdichado principe, mientras a su vez se secaba un poco de sudor y bajaba su espada.

-Del asco, esto es ridículo.
-Se quejó arrugando la hoja de papel y arrojándola a una pequeña montañita de antiguas hojas en las cuales había intentado escribir algo.

-Tal vez si vas a tu cuarto y concentres más.
-Dijo ya que estaba frente al área de entrenamiento.

-No, el sonido de la espada al chocar contra otra o contra la madera, es inspirador. Pero, alparecer no para estúpidos discursos.
-Dijo tomando otra hoja y mirandola atentamente. Se quedo pensando en aquella persona que había "conocido" hace unas cuantas horas.

-¿Sucede algo?
-Dijo Error sentándose al lado del príncipe.

-Ehh no, nada, no te preocupes.
-Dijo para mirarle y mostrarle una sonrisa.

-Emm, oye, ya que estamos.....bueno, queria pedirte que....
-Fue interrumpido por las palabras del otro.

-Si, mañana temprano.
-Dijo dandole un pequeño golpe en el hombro al contrario.

-En verdad te agradezco que agas esto por mi.
-Admitió.

-No es nada, somo amigos despues de todo, ¿cierto?. Además, no podria dejar que dos tortolos no se vieran por culpa de la rivalidad de los reinos.
-Dijo divertido y mirándolo con cara pícara.

-No empieces.
-Dijo asi tomando su espada y dirigiendose denuevo a la arena de entrenamiento para asi evitar que Nightmare viera aquel azul eléctrico que se asomaba en sus pomulos, lo cual, no consiguió.

-Jeje, ay Errorsito enamoradito~
-Canturreo el príncipe.

-Callate.
-Suspiro- Tal vez tu también encuentres a alguien a quién amar.

-Nah, soy muy genial, nadie estaria a mi altura como para que le llegara a amar mas que a mi mismo.
-Dijo posando sus manos por detras de su nuca y mirando hacia el cielo.

-Y yo que creia que el egocéntrico el Raspberry.
-Rodeó sus pupilas y empezó a practicar.

-Bah.
-Dijo devolviendo la mirada a su hoja y su pluma, pero sin dejar de pensar si en realidad volvería a ver a aquel esqueleto.

❌/❌/❌

El principe monocromatico se encontraba acostado en su cama, aliviado de haber podido convencer a su hermano y hacerle creer la mentira que le dijo, no podia decirle la verdad, no quería que el interviniera, aveces llegaba a ser muy molesto.

Se puso a pensar en un plan para ir el día siguiente al mismo lugar, para comprobar que se volverían a ver, se le hacia interesante la idea tener una posible amistad con alguien que no fuera del castillo, menor aún, que no fuera de su mismo reino.

En su cara se formo una sonrisa de lado, tenía tantas ganas de saberlo todo de aquel esqueleto, por alguna razón, deseaba conocerlo, poder hablar con el de cualquier cosa y ¿que mejor? Si sabia luchar, ¿porque no entrenar juntos?.

Luego de pensarlo un poco le pareció ridículo, pero muy en el fondo, sentía una conexión entre él y aquel desconocido, necesitaba verlo denuevo.

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Perdón por la tardanza, perdón si hay faltas, perdón si no les gusto.

Os quiero.

Bay~💜