Ya habían pasado aproximadamente dos semanas desde aquella pequeña confrontación, se habían seguido viendo, no tan seguido como un hubiera gustado a la X, pero lo suficiente para esperar uno o dos días para volver a ver a aquel a quien ahora , al menos el, consideraba un amigo.

Ese día había ido mas temprano, para tomarse la libertad de apreciar el ambiente, cosa que no se había tomado el tiempo de hacer otras veces.
Entonces el de ropas blancas y negras rodeaba el árbol; brincaba en las piedras del río; olía con su inexistente nariz la hermosa naturaleza que lo envolvía, así estaría hasta que el menor llegara.

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Ya había pasado una hora aproximadamente desde el tiempo establecido normalmente, estaba empezando a preocuparle.

¿Habria decididos no venir?
¿Le habrían hecho daño?

No tenía forma de saber, no podía ir como Pedro por su casa y entrar al reino enemigo solo para buscarlo, seria una completa estupidez, un suicidio prácticamente.

Por otro lado, el príncipe Nightmare estaba ocupándose de su nuevo problema.
Hace unas dos o tres horas, había sucedido algo que sinceramente no se esperaba lo que había pasado; poco tiempo antes de que se pudiera retirar a sus encuentros secretos, noto un alboroto en el castillo, entonces dejo sus cosas y busco a su hermano, exigiéndole que le explicara que pasaba, pero entonces guardia de su padre les llevó ante el antes mencionado.

El rey no sabía que hacían sus hijos allí, ni ellos que hacían ahí, pero se mantuvieron en silencio hasta que por las amplias puertas de la sala del trono entro un esqueleto con muchas dificultades para caminar, se veía terrible, sus ropas rasgadas y su rostro golpeado, poseía pequeñas manchas de sangre en ciertas partes del cuerpo y se tambaleaba hacia el rey con ayuda de una criada para que no se desplomara en el piso.

Cuando el extraño llego justo frente a su majestad, la chica se retiro y el rey miro con disgusto a quien estaba frente suyo y le lanzo una mirada a su guardia y a su capitán de la guardia exigiendo una explicación.

Pero no hizo falta que estos hablaran, puesto aquel esqueleto de cuencas negras y vacías, con una especie de cosa negra bajándole de las mismas como si de lágrimas se tratara, se apresuro a hablar luego de con dificultas realizar una reverencia.

-Su majestad, perdóneme llegar en semejantes condiciones, pero e sufrido un gran suceso.
-Dijo entre ligeros jadeos.

-¿Quien te crees para llegar ante mi, con esos arapos y el descaro de entrar sin ser anunciado?.
-Protestó el rey.

-Disculpe, su majestad, soy el príncipe Killer. Se decidió que sería conveniente que viniera antes de lo acordado, pues las cosas en mi reino se estaban poniendo mas...rudas de lo que pensamos, pero desgraciadamente no muy lejos de la entrada a su hermoso reinado, unos vándalos me atacaron a mi y a mi compañía, nos robaron todo, no tuvimos oportunidad de defendernos y llegue aquí sabrá mi padre como.
-Dijo quedando sin aliento al final de su gran explicación.

El rey estaba estupefacto, con un gesto que ocultaba aquel asombro, exigió al supuesto príncipe que diera prueba de lo que decía era real, lo cual pudo confirmar cuando le extendió una carta dañada con el sello de su aliado.

Inmediatamente, sin siquiera tener la necesidad de decir una sola palabra, Geno le dio indicaciones al chico de azul que estaba junto a uno de los príncipes y este le empezó a dar ordenes a las criadas que acudieron inmediatamente al herido y se lo llevaron.

El de ropas oscuras estaba un tanto impactado, al igual que el rey, no era por las heridas que el llevaba, si no por el hecho de que aquello había sucedido a las afueras que su reino, aun con toda la seguridad que poseía tanto dentro como fuera, era el colmo, primero los asesinatos y ahora un saqueo al príncipe de un reino aliado.

Los soldados encargados de las afueras no lo pasarían nada bien.

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No había podido salir, no ahora después de la repentina llegada de ese príncipe, luego de prepararle un baño, sanarle las heridas, darle de comer y prepararlo como lo que era, el rey le ordenó a su hijo mayor, mostrarle el castillo a su nuevo huésped cuando se sintiera bien para dar una caminata.

Parecía que este dicho príncipe era muy tolerante a las punzadas de dolor que sentía porque había dicho que ya podían proceder con el recorrido no mucho después de comer y darse un pequeño descanso; tal vez fuera porque había estado en guerras y había sufrido peores heridas o simplemente se hacia el fuerte para no verse débil. Fuera lo que fuera, a Nightmare le importaba poco.

Había arruinado su salida, además que le había dado el "lindo regalo" de tener que atender y entretener a llamado "Killer". Porque ¡claro! a él le encantaba conocer gente nueva y mas rápido que una fecha entablar una linda amistad.

Ni en sueños, tratando de controlarse y no mostrar su desagrado, de mala gana se dedico a mostrarle el castillo al nuevo problema con el que tenía que lidiar ahora.

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No habían intercambiado demasiadas palabras, al menos no tantas de parte del de ropas oscuras, ente solo hablaba para explicar que lugar era que, el contrario solo asentía y solo de vez en cuando preguntaba algo o volvía a disculparse por las molestias.

Una vez ya estaban recorrido el jardín real, el último lugar por enseñar, desde ese instante el nuevo casualmente contaba una anécdota o solo le preguntaba algunas cosas, las cuales respondía con mucho orgullo (pero sin dejar de lado que estaba molesto), ya que se trataban de su entrenamiento y dedicación, tanto en el campo de batalla como en el de la literatura.

Fue lo único que más o menos le agrado de aquella conversación.

Pero en ningún momento le paso por la cabeza que aquel a quien ahora veía a escondidas, estuviera preocupado por donde podría estar él. No, nunca lo pensaría, para él, ellos eran solo dos conocidos aún, apenas si podría considerarle una "amistad", totalmente contrario a lo que el otro pensaba.

Y este otro, estaba ahí, caminando de un lado al otro bajo del gran árbol, con los pensamientos comiéndole la cabeza, no sabía si en realidad debía preocuparse tanto, no tenían​ tanto de conocidos, pero no lo podía evitar, algo dentro, le impedía mantenerse calmado, se estaba empezando a sentir mal, entonces cuando estuvo seguro de que definitivamente el otro no vendría, se retiro de allí.

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Buenas! Al parecer, cuando vas a sacar cita a la clínica y te aburres mas que saber que esperando, es inspirador para escribir :P

Bueno, espero estén disfrutando la historia y como va, todo en general.

Nos vemos en el siguiente capítulo!
Bay~💜