—Mira lo que compré ayer —estampó el tan famoso manga contra la mesa de su mejor amigo.

Sí, habían intercambiado de cierta manera sus papeles.

—Karma... es el nuevo tomo de mi manga favorito, ¡lo conseguiste! —sonrió con obvia emoción y agarró el manga para estrujarlo con sus brazos hacia su pecho—. ¿Acaso ya te está gustando el yaoi?

—Sí, Nagisa. ¡Es algo muy hermoso, gracias por mostrármelo! —estaba fingiendo, podría decirse que no del todo; porque su método era enamorarlo con su gusto favorito en todo el mundo. ¿Por qué no comenzar con su manga favorito?

—Traje más mangas para ti, pero solo te los prestaré si me prestas este —señaló el reciente manga—. ¡Por favor!

No entienda por qué Nagisa rogaba, del hecho lo había comprado por esa razón: para regalárselo en realidad y no le diría que no a una mirada, voz y persona como él. Aunque seguía preguntándose qué era lo que lo flechó hacia Nagisa.

—Claro, puedes quedarte con él.

Haría lo que fuera por Nagisa, por ganarse su corazón, por verlo feliz, pero jamás se metería con el presidente del consejo porque sería contradecirse a sí mismo y a su objetivo, ya que quería únicamente estar para Nagisa de forma amorosa.

Y así transcurrió el resto de la semana, Karma compraba tomos de los mangas favoritos de Nagisa y se los regalaba, con la esperanza de recibir su amor a cambio. También investigaba sobre el tema para poder conversar con Nagisa sobre él. Incluso no tuvo ni una pizca de vergüenza decirles a algunos de sus compañeros sobre su —falso— gusto por el amor entre parejas homosexuales.

Por el momento, iban caminando de ida al campus. Desde hace algunos días Karma tenía una duda, para ser más exactos sobre la orientación sexual de Nagisa y ya que habían obtenido la confianza suficiente sobre el tema ligado a ello, ¿por qué no solo preguntarlo?

—Nagisa, ¿te gustan las chicas o los chicos?

La pregunta tomó desprevenido a Nagisa ya que no pensó que hubiera sido bueno romper el silencio con ese tipo de preguntas. Aunque, ¿con qué derecho lo pensaba? si la mayoría de tiempo él estaba hablando de ya sabemos qué.

—No lo sé... —vaciló por unos segundos—, supongo que las chicas, como debe ser.

En ese momento el pelirrojo sintió todos sus esfuerzos —de cierta forma— como un desperdicio. Intentaba conquistar a un chico heterosexual, no tenía mucho sentido para él, pero por lo perseverante que era no se rendiría tan rápido. No, porque apenas estaba comenzando.

—Creo que deberían gustarte los chicos... porque, ¿no te gustaría hacer yaoi con alguien, acaso?

—No, prefiero solo presenciarlo, no quiero hacer parte de él.

Eso solo le dio más ánimos a Karma, porque sería todo un divertido reto conquistar a Nagisa. Parecía tan sencillo como dificultoso al mismo tiempo.

—¿Acaso tú sí harías eso, con Asano-San?

Había empezado de nuevo.

—No, con él no —se arriesgó a tomar la mano de Nagisa, como parte de una indirecta—, con otra persona.

—¿Quién de todos? Necesito preparar mi cámara —soltó la mano del pelirrojo para buscar entre su bolso a la nombrada.

Sí que no sería nada fácil.

—»Contigo, idiota «—pensó y por impulso rio, sin pensar que podría causar toda una hipótesis en la cabeza de su peli-celeste amigo.

—Oh, estás enamorado. ¡Karma está enamorado, Karma está enamorado! Por favor, que no sea una chica y que sea Asano-san.

—No es una chica, pero parece una.

¿Cómo no podía darse cuenta con eso? Pensaba.

—¡Entonces es un chico!

Se maldecía a sí mismo por todos sus intentos fallidos, porque cada vez que quería decirle a Nagisa —directa o indirectamente— que le gustaba, él solo fantaseaba con sus extraños gustos y no se enfocaba más que en eso. No quería rendirse, pero ¿cómo conquistarlo si sacaba otras conclusiones?

•••

Estuvo investigando sobre más mangas yaoi o mercancía del mismo tema. Después de tanto tiempo de estar frente a su computadora, se aburrió de tantas cosas homosexuales, así que decidió revisar sus redes sociales que tenía abandonadas hace tiempo.

Entró a Instagram y un perfil llamó su atención. Vaya sorpresa se llevó, era un perfil secundario de Nagisa y ya se imaginarán la mayoría de contenido que poseía.

—Nagisa —reclamó entre dientes.

Podría decirse que el 90 % de imágenes del perfil eran de él con Asano. Muchas de ellas editadas para darle aquel toque romántico que Nagisa anhelaba tanto ver entre ellos. Buena idea, pero no para que Karma las viera.

—Será mejor que ya me olvide de ti, pequeño idiota.

Golpeó el teclado de la ira, así mismo, lanzó algunos objetos de mala gana que estaban sobre su escritorio. Estaba muy enojado, tanto que el enfado opacó sus sentimientos por su mejor amigo y quería dejar sus estúpidas —según él— ideas por conquistarlo. Seguramente si se metía con Asano tampoco ganaría el corazón de Nagisa, era inútil, Nagisa solo pensaba en sí mismo y no en todas las cosas que causaba. Nunca llamaría su atención con nada, ya le había quedado bastante claro.

Creo que esta será la única parte KarmaGisa de la historia, está asegurado, pero no por completo. Aunque obviamente habrá más NagiKaru :D no los voy a estafar, relájense.

Like por ese Nagisa que solo piensa en yaoi y le vale verga todo ¿?

Nos leemos en el próximo capítulo, cjao ❤