—Nagisa, Karma va a saltarse las clases —susurró un puesto atrás de él, su amiga Kayano. Señaló a Karma, quien estaba afuera del aula y caminaba hacia el interior del bosque.

—Oh, seguro va a verse con Asano-San —sus ojos se iluminaron fantaseando con escenas de su amigo y el presidente del consejo—. ¡Debo ver eso! —se levantó de su asiento y tomó su bolso, con disposición a salir del salón.

—No, Nagisa. Yo solo lo decía para que detuvieras a Karma-Kun ¡vuelve aquí!

El fudanshi parecía no oír las palabras de la chica, ya que su mente estaba más ocupada en otra cosa. También ignoró cuando sus compañeros le preguntaban a dónde iba con tanta prisa.

—¡El Karushuu finalmente será cannon, el Karushuu finalmente será cannon! —gritaba con algo de alteración apresurando el paso para alcanzar a Karma. Buscó su cámara dentro de su bolso, la que usaba para tomar fotos de parejas como esa—. Ya quiero ver cómo Karma se la mete... de nuevo estoy diciendo cosas sucias —se dio una pequeña palmada en su frente.

Ya estaba a pocos pasos del pelirrojo, así que se escondió tras un arbusto del lugar.

—Prepárate, Nagisa —se dijo a sí mismo.

Por poco y se desmaya cuando vio a Asano del otro lado caminado hacia Karma. No le interesaba de qué hablaban, solo se centró en sacar tantas fotos como podía. Al mismo tiempo que escribía —en su cuaderno especial— material para historias. Era impresionante cómo solo por verlos juntos su mente volaba.

—¡Bésense, bésense! —gritó en susurros. Cualquiera diría que parecía un loco por la forma en que miraba a ambos chicos, sacaba fotos a gran velocidad y escribía como si estuviera a punto de morir.

Todo parecía ideal para Nagisa, pero en un momento olvidó apagar el flash de su cámara y justo en el momento en que iba a tomar otra fotografía más, la luz se encendió, iluminando a las personas que enfocaba y haciendo que lo vieran.

—¡Nagisa! —exclamó furioso Karma acercándose al arbusto donde el chico se ocultaba—. ¡Ahora verás!

El peli-celeste tomó todas sus cosas y las guardó en su bolso con demasiada prisa. Salió corriendo a gran velocidad, casi cayendo por huir. Karma lo había seguido al principio para asustarlo, pero luego lo dejó ir. Pensaba en darle una lección cuando tuviera oportunidad.

—Eso estuvo cerca —se hiperventilaba por intentar recuperar todo el aire que perdió.

—¡Nagisa! te perdiste un examen muy importante —preocupada Kayano corrió hacia su amigo, alertándose más por verlo tan agotado.

—V-Valió la pena por mi OTP —sonrió, a pesar de haber pasado por una dificultad.

—¿Karma te descubrió, verdad? —recibió un asentimiento por parte de Nagisa—. ¡Estás loco, él va a matarte! Tan solo recuerda todas las cosas malas que le ha hecho a quienes se meten con él, solo que contigo ha sido diferente...

—No debo preocuparme por eso.
•••

—¡Nagisa! —escuchó ese grito similar al de cuando estaba siguiendo a Karma y sí, en definitiva era él.

No sabía exactamente si agradecer que iba en su búsqueda justo cuando las clases terminaron y Nagisa iba camino a casa, sin embargo, se giró para saber qué quería Karma.

—Karma, hola, ¿qué tal tu cita con...?

Recibió un brusco empujón por parte del pelirrojo. Podía defenderse, pero no quitaba el hecho de que la aterradora mirada de su amigo lo intimidara.

—¡Nada de citas, ya detente con eso! ¡por eso es que te ves como una chica, enfermo! —gritó de la ira. No estaba siendo muy consciente de sus palabras en el momento.

Le quitó su bolso a Nagisa y sacó todo lo que en el había. Cuando vio el cuaderno en el que diariamente veía al peli-celeste escribir o dibujar en él, no dudó en ser el primero que agarraría.

—¡No, Karma! ese no —intentó quitárselo, pero el más alto lo elevó haciéndole imposible poder alcanzarlo por la diferencia de alturas.

—Así que aquí es donde tienes todo lo de Asano y yo, ¡me das asco! —abrió el cuaderno entre sus manos, esquivando a Nagisa cuando intentaba quitárselo. Lo miró un poco y con su ceño fruncido, arrancó una de las hojas. En la que Nagisa se había esmerado tanto en hacer un dibujo de Karma con Asano.

Su corazón se destrozó cuando vio a Karma hacer trizas la hoja en la que había tan importante imagen para él.

—¡No, Karma, no hagas eso!

Y sin poder evitarlo, Nagisa comenzó a llorar, aún en sus intentos por quitarle el cuaderno.

Karma sacó la cámara de Nagisa de su bolso, ojeó un poco las últimas fotos que había sacado. Miró con desaprobación a su amigo por eso.

—¡Mi cámara no, Karma, no! —trató que la soltara dándole golpes donde podía, pero Karma se los devolvía y no podía golpearlo bien por la tristeza que sentía, más el llanto que le impedía ver bien.

Se sintió peor cuando vio al pelirrojo estampar el artefacto contra el suelo, seguidamente de darle fuertes pisadas para terminar de romperla.

—¡Eres muy cruel! —sollozaba mientras caía al suelo en su desesperación. Tomó los pedazos de su cámara en sus manos sintiéndose fatal.

—Te pasa por hacerte el gracioso conmigo.

Pasó por un lado de Nagisa sin importarle lo que había hecho. Pero Karma se había llevado el cuaderno de Nagisa ya que decidiría si acabar con él, lo miraría o simplemente se lo devolvería.

Lamento que a penas entren y ya estén lloviendo vergazos (?) Sorry si a alguien le dolió, aunque dudo, pero a mí sí me dolería si me hacen algo así porque aprecio mucho mis dibujos y son como mis bebés Dx Cosas que callan algunos dibujantes.

En fin, espero que les haya gustado y posiblemente en los próximos capítulos Karma no sea así. No digo más o hago spoiler xd

Nos leemos ❤