cap 1 - el comienzo

Mucho gusto Valentino, será un placer trabajar contigo. -le decía el televisor a su nuevo socio mientras estrechaba su mano en forma de cerrar su nueva asociación.

-¡Bien, no te nesesito, quédate con tu radio vieja, maldito venado!- gritaba el televisor a su compañero mientras abría la puerta de la cabaña listo para irse en busca de un nuevo socio que lo quisiera ayudar a cumplir su sueño de llevar la tecnología a todo el infierno.

Avían vuelto a discutir sobre la tecnología que quería Vox, la cual su compañero no estaba de acuerdo y prefería quedarse en el medio de comunicación que se usaba en su época, negándose a seguir las nuevas ideas que tenia el televisor para su programa siendo estás visuales a comparación de las de su programa por medio de la radio.

Siempre era lo mismo empezaba como una plática normal pero después de un no por parte de alastor, se terminaba convirtiendo en una discusión por parte del televisor, estando arto de que el venado nunca quisiera escuchar sus ideas e innovaciónes, y prefiriera quedarse en lo viejo y obsoleto de la radio, mientras que el otro prefería las actualizaciones y lo visual.

-quien lo necesita maldito venado.- murmuraba la pantalla mientras salía de aquel lugar que fue su hogar desde que llegó al infierno, ofreciéndole alastor, quedarse en aquella cabaña y así vivir con el asta que se adaptará y pudiera conseguir un lugar aparte.

Mientras caminaba veía a los pecadores pasar, carteles que anunciaban pequeños robots para hacer cualquier tipo de trabajo, alguna que otra prostituta insinuandocele, grandes espectaculares de todo tipo con luces llamativas y algún que otro borracho tirado en los múltiples callejones que avía.

Realmente desde que vivía con alastor no salía mucho, más que para acompañar al overlord a comprar lo necesario para que pudieran alimentarse y de vez en cuando salir a alimentar a los cuervos, pero más alla de eso nunca salía si no era con alastor o para ver a Rosie, por lo cual no sabía mucho de la ciudad, ademas del camino al supermercado y el como llegar a la plaza canibal.

Mientras más caminaba se daba cuenta de que en realidad se estaba perdiendo. Que listo de su parte no haberle pedido un mapa al venado hace tantos años cuando llegó por primera vez. Literalmente no sabía absolutamente nada más allá de la ciudad canibal y para su mala suerte no tenía a nadie más que al overlord para pedirle indicaciones por lo que retomo su camino de regreso a la cabaña.

oh que inteligente fue salir así nadamás sin un jodido mapa si quiera. A veces no podía creer el nivel de su estupidez, pero no podía culparse, el tampoco iba a adivinar que después de tantos años con el venado iba a decidir largarse solo por una tontería.

Decidio tocar la puerta esperando respuesta por parte del overlord esperando que no lo allá echado de verdad. Haber olvidado sus llaves dentro, junto con todas sus pertenencias fue otra estupidez que tuvo que agregar a la jodida lista que acababa de crear, para ver cuentas de estas cometia estando sin el venado por un día.

-sabia que no durarias mucho tiempo solo, pero tampoco pensé que tardarías menos de diez minutos-. decía con humor mientras dejaba pasar al televisor y escuchar lo que tenía que decir.

-no te hagas ilusiones, solo vine por mis cosas-. Decía el contrario recalcandole que no venia para quedarse y que iba encerio con todo lo que le avía dicho.

Pasaba por última vez a lo que fue su hogar por tantos años, entrando con rapidez para hacer sus maletas.

-ahora si me disculpas me retiro, ya no te molestaré más con mis tontas ideas, pero verás dentro de unos cuantos años que tenía razon-.

-y estaré encantado de esperar, que tengas buen viaje mi querido amigo espero que puedas encontrar lo que buscas-. Se despedía el contrario deseándole buenos deseos a pesar de todo lo que le dijo el televisor hace apenas un momento.

Y así regreso su camino está vez dirigiéndose al emporio de la canibal a que le diera las indicaciones y consejos que necesitaba si iba a vagar por el infierno solo.

                                    ***

Finalmente llegó a su destino después de tanto caminar por la cuidad se encontró con su amiga para pedirle el mapa de todo el pentagrama y así saber por dónde empezar a buscar. También le avía hablado de los overlords a los que les podía pedir ayuda y decirles que era su amigo para que le dieran mayores oportunidades.

Todo iba bien, ahora solo necesitaba un lugar en el cual pasar la noche y ya que no había muchas opciones no le importaba cojer con cualquiera y quedarse a dormir. De todas formas nesitaba liberar su mente, y que mejor que hacerlo con un completo desconocido.

Para su suerte enfrente de el había un club muy llamativo, por lo que decidió entrar y embriagarse un poco antes de la acción.

-deme algo de su mejor whisky- le pedía el bartender mientras buscaba con la mirada a quien sería su presa esa noche. Sabía que no se acostaría con cualquiera, avía mucha variedad desde pecadores lujuriosos asta enormes hellhounds que estaban bebiendo sin control alguno.

Ninguno le atraía lo suficiente así que siguió bebiendo en la espera de que llegara alguien de su tipo a la barra.

-podrías darme algo de vino?-. decía un pecador alto con un sombrero de plumas y unos lentes en forma de corazón, portaba un elegante abrigo con rayas blancas y negras, lleno de corazones en la parte superior.

El televisor solo miró en dirección de aquella voz a su lado sorprendiendose al instante de ver a tan elegante pecador vestido de esa forma y no semi desnudo como todos los otros demonios que se encontraban ya borrachos en aquel lugar.

-disculpa, pero me preguntaba que hace un demonio tan elegante como tú en un bar de mala muerte como este?- decía el televisor intentando alagar al demonio que se encontraba a su lado bebiendo de su copa.

-lo mismo digo, gracias por el cumplido pero tú tampoco deberías estar en un lugar así deberías estar cogiendo con algún demonio en este instante. ¿Como es posible que nadie se te haya ofrecido aún?-. respondía el proxeneta al cumplido de la pantalla.

El televisor nervioso de como seguir la conversación solo le comento lo que quería para ver si la polilla captaba la indirecta.

-pues realmente, no hay nadie de mi gusto- respondía, esperando que el otro aceptará su propuesta.

-y, yo soy de tu gusto?-. cuestionaba el proxeneta sabiendo que camino tomaría toda esta plática.

-la verdad es que me agradas, que te parece si vamos a un lugar más privado para conocernos mejor?-.

Y ahí estaba finalmente la pregunta de ir a otra parte con la intención de cojer sin rodeos ni juegos previos, eso era a lo que venían y lo sabían perfectamente.

La polilla acepto, conociendo perfectamente la naturaleza de esos lugares en los que solo te sentabas y esperabas a que alguien se te acercara y propusiera ir a cojer pero rara vez conversaban con el o lo halagaban. La mayoría de los demonios con los que había estado, normalmente solo se le acercaban y le preguntaban si quería cojer por lo que solo siguió la conversación de aquel desconocido para ver si en realidad quería algo serio o era lo mismo de siempre solo que mucho más caballeroso que sus putas.

                                      ***

Llegaron a una de las habitaciones del aquel club y los besos, lamidas y mordidas no se hicieron esperar mientras sus bocas decidían quien sería el dominante esa noche por lo que terminó ganando el televisor finalizando con una mordida en el cuello de aquella polilla que lo empezaba a exitar.

Y así estuvieron toda la noche en esa habitación en la que lo único que se podía escuchar eran los gemidos por parte de ambos y el sonido húmedo de las pieles chocando mientras el aleteo de la polilla avisaba que estaba cerca de aquel orgasmo tan esperado.

                                     ***

-no la chupas nada mal a pesar de tener una pantalla como cabeza, debo admitir que me sorprendieron las descargas electricas cuando te corriste-. decía el proxeneta mientras volvía a envolver sus alas para formar ese abrigo de zebra que traía puesto hace unas horas.

-digo lo mismo val, fue un buen polvo pero, te importaría si te digo algo?- preguntaba el televisor a su compañero mientras se volvía a poner su suéter y su saco.

-si, que pasa quieres una segunda ronda?-. respondía el proxeneta con un poco de humor sabiendo que era irresistible y que no estaría satisfecho con una sola vez.

-no, no es eso aunque si quieres yo con gusto, pero te quería preguntar si conoces algún overlord que le interese la tecnología?-. pregunto inseguro por decir algo como eso después de a ver tenido el mejor orgasmo de su vida, ya que desde vivía con alastor no se había acostado con nadie.

Sabía que no era lo mejor que podía decir después del sexo, pero el conocia su camino  y sabía que ese solo era un pequeño descanso, tenía que seguir buscando la ayuda de cualquiera que estuviera dispuesto a ser su socio y trabajar juntos, el no solo quería poder, si no el ser reconocido y respetado por sus grandes ideas.

-pues no es lo que esperaba, pero ningún overlord sabe si quiera el concepto de eso realmente todos están demasiado viejos aquí, soy el único que acaba de llegar y conozco a todos lo suficiente como para decirte que alastor es el que está a cargo del único medio de comunicación que hay y ese es la radio. ¿No as pensado en que si tomaste está forma signifique algo?-.

-si, sabes es raro que tenga una caja por cabeza y precisamente por qué me e dado cuenta de que no hay ni un solo teléfono aquí es por eso que quisiera enseñarle al infierno la tecnología, pero es imposible que un simple pecador como yo aga eso sin ayuda de alguien con influencia en las masas-.

La polilla creyendo que solo sería otro pecador con el que se revolcaria y solo se iría no creyó que le fuera a hacer una plática sobre querer ser reconocido en el infierno o una mierda así. Sabía que los pecadores solo buscaban a quien venderles sus almas para tener protección y un trabajo pero nunca en su poco tiempo en ese abismo había escuchado a alguien decir que quería ser alguien en ese lugar.

-pues yo podría ayudarte, seguro sería más divertido que solo masacrar a mis empleados o contratar prostitutas-.

El televisor sorprendido de enterarse de la clase de persona que era Valentino, al principio dudo pero al darse cuenta de que por fin tenía a alguien que lo ayudaría ignoro eso último, solo para darle su mano y esperar a que el contrario la tomara aceptando su nueva asociación.

-pues bienvenido entonces val será un honor para mí trabajar contigo- decía el televisor orgulloso de por fin a ver conseguido a un demonio que aceptará ayudarlo.

-lo mismo digo Vox- aceptaba la polilla mientras estrechaba la mano de su nuevo socio.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top