Eros me recibió en la entrada de club y fuimos directo a la segunda planta, entramos a la su oficina y este se despeino el cabello estresado mientras yo como una chica tranquila me sentaba despacio sobre uno de los sofás.

—Entonces hermanito, ¿Qué sucede? —me estire un poco y fije mi vista en el castaño frente a mí, quién parece que está muy desesperado y yo sigo aquí sin entender la razón.

—Anoche encontramos a Brock en plena salida del club con ese amigo tuyo el pelirrojo.—sin rodeos y más nada responde a lo que me temía, me mira ahora solo que parece frustrado.—De alguna manera logro averiguar el paradero también de tu antiguo apartamento.

—Eso es imposible, no creo que se haya demorado mucho como tanto dijo, Brock es raro y lo sabes, pero no hay nada de qué preocuparse Eros, además ayer averigüé de esas clases de defensa personal que tanto me dijiste y decidí usar esa semana que me regalaste para aprender también.—me encogí de hombros acomodando mi cabello de medio lado.

—Espero que lo hagas, cambiando de tema, necesito que me ayudes en una nueva inversión bueno necesito tu opinión para un trato.

—Cuenta conmigo, bobo –reí respondiéndole.—¿Eso era todo lo que querías hablar conmigo? —lo miré incrédula después de exagerar abriendo los ojos.

—De hablar sí, por el momento, y también porque necesito que bajes y hables con unos de los empleados sobre los planes que te conté la última vez.

—Lo del puesto para subgerente en el otro club que vas abrir? —lo mire confundida y este asintió.

—Exacto, pero también necesito que te encargues de ayudarme a buscar un nuevo barman para este piso.

—Correcto, pero la pregunta que iba a hacer es... ¿Dónde está tu socio?

—Tae está encargándose del otro club ahora, solo falta que abra el tercero para que Razer esté a cargo, aunque viendo lo de las peleas de la otra vez cuando nos fuimos de viaje, no creo que sea conveniente dejarlo a cargo.

Asiento estando de acuerdo con él porqué la última vez que él se quedó a cargo del club casi dos tipos se mataban aquí, y bueno todo se descontrolo mucho.

—Bien, oye sigo sin entender porqué es a mi a la que le pides ayuda y no a Ares.—le di una mirada algo confundida soltando aquella duda que me había estado matando tanto tiempo antes.

—Bueno... --se aclaró la garganta, y jugo con sus dedos. – Tú Sabes que Ares esta centrado en otra cosa, además que, a diferencia entre él y tú, tú me comprendes con el negocio y bueno gracias a ti el club ha tenido éxito.

Asiento, y hago un ademan con mi mano – Pero Peter también esta, aunque bueno dejemos en que él es él y ajá, vale comprendo lo que quieres decir.

—Exacto, además desde que abrimos el club por primera vez ha tenido mucho éxito y también fue un empujoncito en nuestras vidas para poder lograr todo lo que hemos hecho. Lo que me lleva a preguntar, ¿Aiden se recuperaría de la paliza que le dimos hace un año? —se pone su mano sujetando su mentón y rodé los ojos cubriendo mi rostro con mis manos.

—Ya habías tardado en sacar ese tema a la luz, y sí, sí lo hizo, creo que también no le quedaron ganas de volver a salir conmigo o con otra chica que tenga cinco chicos a su lado.

Hago una mueca y rió leve, Eros sonríe ampliamente.

—Por esa razón, que ni le queden ganas porqué la última sí no se la perdonamos, eso de estar tratando a mi hermanita o una chica como una cualquiera no es nada de mi agrado, y por mucho que digas que no era nada serio me vale un comino, una mujer no debe tratarse de esa manera.—aquí se nota que es más sobreprotector que antes.

—Sí lo sé, ya me has dicho lo mismo como desde hace años, y además tú sabes por qué no quiero una relación más nunca.

—De eso no hace falta que lo repitas, no sé cómo se la perdonamos tan fácil.—hace una mueca de disgusto al igual que yo por recordar eso que me hizo como soy en el amor, luego la cambia y me mira—por cierto Cash dice que te ha estado buscando como por dos días y que sigues sin atenderle que incluso pareces un vampiro, que cuando te deja las pizzas te las llevas después que él se vaya.

Le doy una sonrisa inocente.—Él acabo con mi despensa de chocolate! —me quejo como pequeña.

—Bueno, enana tienes que ver como arreglar eso, porqué Cash no para de quejarse que no lo quieres.—me mira y asiento despacio.—Bueno Vee, más tarde nos veremos en la cena de papá.

Me levanto de mi asiento y me acerco a él dejando un beso en su mejilla.

—Hasta luego, dragón.

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Termine de alisarme el cabello y espere que Peter tocara la puerta, cuando lo hizo le di una mirada de "¿qué estamos esperando?".

Él sólo se encogió de hombros y luego Louis fue él que nos abrió, me miro con inocencia cuando le hice una seña de que aun teníamos un trato, el cual el no quería cumplir.

—¡Peter! —Levanto su mano y choco palmas con mi hermano mayor, al parecer se olvido de mi presencia ahora, ambos pasamos y vamos a la sala encontrándonos con el rubio de Ares y el castaño de Eros.

Pero algo llamo mi atención, noté los cabellos rubios de mi madre y fruncí el ceño.

—¿Mamá?