B
Luego de un espantoso fin de semana en el que no hizo nada más que reprocharse y reprocharse, llegó el deseado lunes otra vez.
Deseado quizás era una palabra demasiado enorme para la situación ya que si bien si deseaba que llegase dicho día para poder hablar y quizás solucionar las cosas con su amigo de toda la vida, la verdad es que también deseaba que ese día no llegase nunca porque no sabía cómo sería capaz de poner palabras a una situación que ni siquiera él estaba seguro.
Ingresa al instituto y sin perder más tiempo va directamente hacia su salón de clases a la espera del azabache. Con solo verlo calmaría gran parte de su ansiedad, ya que el chico no le había contestado ninguno de sus mensajes ni tampoco se los había contestado a Jimin.
La excusa de su amigo sobre por qué no lo había ayudado cuando tenía los ojos vendados fue que mientras lo guiaba, en el camino se tropezó con Yoongi -quien estaba con los ojos vendados también- y cuando cayó en la cuenta, Taehyung ya había desaparecido.
Grande fue la sorpresa del rubio cuando el castaño lleno de vergüenza tuvo que contarle lo que en verdad pasó luego de todo eso.
—Lo sabías — le acusó Jimin luego de todo su relato con lujo de detalles y quizás más dramas de los que en realidad hubo. —Sabías que era Jungkook. A mi no me engañas.
—Por supuesto que no lo sabía— miente porque no estaba dispuesto a dar más explicaciones de las necesarias sobre aquella situación. —Creí que tú estabas allí y como no me separaste del desconocido, estaba seguro que era Yoongi.
—Ya, entonces es mi culpa— decía su amigo resignado.
—Por supuesto que es tu culpa— contraatacaba Taehyung mientras abultaba más y más sus labios sin saber que hacer.
Finalmente terminó por abandonar también el club y no supo nada más del azabache en todo ese fin de semana.
Al llegar a su clase nota solamente a Jimin sentado en su banco de siempre, muy concentrado en su teléfono y sin ningún rastro del menor del grupo en el salón.
—¿Jungkook no vino todavía?— pregunta decepcionado mientras se dirigía hacia su asiento vacio.
Jimin niega con la cabeza mirándolo apenado mientras guardaba su teléfono.
—Me escribió esta mañana— dice, haciendo que Taehyung lo mirase atentamente. —Dijo que no iba a venir.
Taehyung suelta un suspiro dramático y se sienta en su lugar.
—No sé que hacer. Me siento culpable.
—No es tu culpa, Tae— lo tranquiliza su hyung. —No es tu culpa que no sientas lo mismo por Jungkook.
Eso lo hace abultar más los labios como niño caprichoso, solo que esa vez no estaba el azabache para mirarlo, acariciarlo o lo que fuera que hiciera, pero que era la gracia de hacer berrinches al fin y al cabo.
—¿Era muy evidente?— pregunta decepcionado.
—¿Qué le gustabas a Jungkook?— pregunta a lo que asiente. —Si. Al menos yo si que lo había notado.
Taehyung vuelve a soltar un suspiro dramático.
—Nunca me lo dijiste.
—No me corresponde a mi hablar de los sentimientos de los demás— le dice Jimin encogiéndose de hombros. —Y no me hubieras hecho caso.
Taehyung bufa resignado. —Que horrible situación, en verdad no sé que hacer.
Jimin lo mira sin decir nada más y al llegar la profesora ambos miran hacia el frente para así poder prestar atención a su clase.
En el receso grande es su sorpresa al ver al azabache en el comedor, sentado como si nada hubiera pasado con su otro grupito de amigos lo suficientemente alejado de su mesa como para que no tuviera ni la menor idea de qué estarían hablando.
Pero de algo divertido seguro, pensaba mientras veía como Jungkook no paraba de reírse.
Le molestaba esa actitud, no entendía por qué se había saltado la primer clase y sobre todo por qué había mentido a Jimin al respecto.
—Jungkook está muy rebelde últimamente— le dice a Jimin, quien no había prestado mucha atención a la aparición del azabache, como si nada raro hubiera en la situación de que el menor se haya saltado la primera clase.
Jimin ante su comentario voltea a mirar al menor y simplemente se encoje de hombros para luego continuar con su comida.
—Yo lo veo igual de burro.
—Que no— dice Taehyung insistente. —Mira como charla con sus amiguitos y la actitud que tiene, parece agrandado, un arrogante o yo que sé.
—Solo esta hablando con Yugyeom, Taehyung. Deja de observarlo de esa manera.
El castaño hace una mueca y vuelve a su comida, dirigiendo recurrentemente miradas al menor.
Nota las perforaciones en las orejas del menor incluso desde la distancia, y en un descuido cuando Jungkook gira su rostro ve una nueva perforación justo en su labio inferior lo que hace que casi se atragantara con su comida.
—Jimin mira— dice señalando acusatoriamente al menor. —Jungkook tiene una perforación en el labio. Ve y dile algo como lo hiciste cuando se lo hizo en las orejas, anda.
Jimin solo rueda los ojos ante su comentario. —No lo haré, Taehyung. Sabía que iba a hacerse esa perforación.
—¿Lo sabías?— pregunta acusatoriamente. —¿Y cómo es que yo no?
—Lo dijo aquí el viernes.
El castaño intento buscar en su memoria dicho comentario no teniendo éxito, ya que sus recuerdos fallaban horriblemente.
—No lo escuché— dice tristemente, ese era un detalle que le hubiera gustado saber con antelación. —De todas formas sigo pensando que hay que tener una charla con él, solo miralo. Está vistiendo todo de negro últimamente, con muchas cadenas y todo eso— mira de arriba a abajo a su amigo a la distancia de manera desaprobatoria. —También mira su cabello, lo largo que está. Tiene piercings nuevos, mirada arrogante... un día de estos nos cae con tatuajes y terminara de convertirse en un completo...
—¿Fuckboy?— pregunta con una de sus cejas levantadas a lo que Taehyung niega inmediatamente.
—Un rebelde, iba a decir un completo rebelde, Jimin— dice Taehyung agitando sus brazos dramáticamente.
—Ya, por supuesto— dice Jimin rodando los ojos. —No tiene nada que ver con que Jungkook este en la mesa con Yugyeom ¿verdad?
—Y Mingyu, no te olvides de Mingyu— dice haciendo reir a su mayor. —Sin embargo, no es por eso que estoy molesto. En verdad creo que Jungkook nos debe una explicación y por sobre todo una disculpa.
—¿Una disculpa?— pregunta Jimin confundido.
—¡Se salteo la clase Jimin!— dice dramáticamente, sin entender cómo es que Jimin actuaba tan normal con el tema. —¡Te mintió en la cara!
—Ya, ¿sabes lo que creo yo?— preguntando dejando a Taehyung en la espera. —Que eres tú quien debe una disculpa a alguien.
—¿A alguien?— pregunta confundido.
—A Yoongi, Taehyung—le dice dejándolo extrañado. —Lo invitaste al evento y luego lo dejaste en la deriva. Tuve que quedarme con el pobre porque se veía tan confundido cuando te fuiste así sin más.
Taehyung se pone casi blanco ante eso. Con todo el drama de Jungkook ni siquiera había tenido tiempo de pensar en Min Yoongi.
Asiente frenéticamente a su mayor ante lo dicho.
—Tiene razón— dice. —Voy a buscar a Yoongi inmediatamente y a pedirle disculpas.
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