✶ ᭡⠀: 𝙁𝙞𝙣 .

San está consiente del gran dolor que Wooyoung está sufriendo. Puede verlo en sus ojos y él también está consiente en que, realmente, tiene que dejar a sus amantes de una vez por todas.

No ha sido difícil, sin embargo, porque lo ha hecho. Ama a Wooyoung, está completamente seguro, y quiere hacer las cosas bien. Es por eso que de camino a casa compra un ramo de flores; las favoritas de Wooyoung. Está dispuesto a remediar cualquier cosa, separarse del rubio es lo último que quiere y admite que cuando su esposo le mostró los papeles del divorcio sintió un gran hueco en el estómago.

¿Aquello era lo que relacionaban con tener miedo? San creía que si, porque la sola idea de su ojiavellana alejándose de él, le quemaba el alma y le desgarraba el corazón.

Con una sonrisa bajo del auto. Las luces de la casa estaban totalmente apagadas y aquello lo hizo fruncir el ceño. Quizo creer que Wooyoung dormía, como siempre lo hacía antes de que regresará del trabajo. Entonces San lo despertaba con dulces besos y suaves caricias, y ambos preparaban la cena y comía entre risas. Claro que aquello había quedando atrás hace demasiado tiempo, y San negó decepcionado de sí mismo. Porque aquellos momentos debieron ser apreciados.

Todo estaba silencio cuando entró, y una corriente de un sentimiento bastante conocido le recorrió la espina dorsal. Miedo.

Porque no había sonido alguno y Wooyoung no estaba en ningún lado.

El baño estaba vacío.

La cocina, vacía.

La sala, completamente sola y oscura.

La habitación, sin rastro alguno del rubio.

Y entonces el pánico atacó a San, quien desesperado comenzó a sacar cajón de la cómoda de ropa que ambos compartían. Los cajones que solían ser del ojiavellana, vacíos. El armario solo contenía sus propias ropas y entonces su respiración se cortó, volviéndose errática y muy pesada.

Golpea con fuerza la pared lastimandose los nudillos pero el dolor no le importa. Aquel tipo de dolor es totalmente irrelevante en este momento. Porque lo único que puede sentir es el dolor y abandono de su propia alma. El golpe en su corazón como apuñala a quema ropa. Y duele como infierno y las flores caen al piso con un ruido sordo y sus manos sostiene su cabeza, y sus dedos perdiéndose entre sus cabellos.

Y quizá fue su culpa, está seguro de que así fue, no va a negarlo. Porque sabe que sería bastante hipócrita de su parte, así que ahí, en silencio y en la oscuridad, sin la compañía de aquellos brazos que siempre lo reconfortaron cuando la mierda sobre sus hombros era demasiada, acepta su error.

Ese maldito error que le costó la pedida de aquellos hermosos y pequeños ojos avellana que siempre lo miraban con amor sin importar lo estúpido que haya sido. De aquella piel ligeramente bronceada como tocada por el sol, suave y dulce. De esa sonrisa que podía calmar tempestades y aquellas carcajadas que podía volver cuerdo hasta al más loco. Lo perdió todo. Y muy tarde se había dado cuenta.

Fue cuando encendió la luz de la habitación que los objetivos sobre la cama llamaron sus atención.

Con las mejillas mojadas y las manos temblorosas toma el primer sobre. Es una carta, y rápidamente reconoce que es la letra de Wooyoung. Rompe el papel con rapidez, y lo que lee hace que sus ojos ardan y la culpa golpeé fuertemente su pecho una y otra vez.

San, seguramente para cuándo leas esto, yo ya esté de camino a Busan, lo bastante lejos como para que me alcances. Porque si, soy un idiota soñador que cree que lo buscarás. Soy tan patético lo sé. Eres libre cariño. De ahora en adelante podrás hacer lo que quieras sin que la conciencia te reclamé.

Debes saber que esto seguramente me duele más ami que a ti. Estoy seguro que es así. Y me duele. Pero ¿Sabes? Dolería más si me hubiera quedado más tiempo. Te amo tanto, San, que es horrible saber que en el tiempo que me fuiste infiel, todo ese amor se convirtió en odio. Intenté alejarte tantas veces de mi mente, no tomarle tanta importancia a lo que hacías. Pero entre más te alejaba más te extrañaba.

Tantas veces intenté decirte que te pudrieras, que podía estar sin ti sin morir. Practique mis líneas en el espejo una y otra vez. Pero tú maldita sonrisa me mataba justo antes de intentarlo.
Bebé, te amo y te necesito, pero es algo con lo que aprenderé a vivir, no te preocupes por eso. Justo junto a esta carta dejé los papeles del divorcio. Han  sido firmados por mi, y sinceramente me importaba muy poco si decides poner tu firma en ellos. Esa es tu decisión, has lo que creas correcto. Pero te voy a pedir, que si no lo haces, si no firmas, no me busques, aunque yo también lo desee, no lo hagas, porque no me importa lo que digas, yo no voy a volver.

Espero que tengas una buena vida, d verdad deseo que sea así, cariño. Fuiste una de las experiencias más bonitas que me pudo haber pasado en la vida. Y te estoy siendo muy agradecido por todo lo que me diste. Eres y seguirás siendo siempre mi primer amor.

Con cariño: Jung Wooyoung.

PD: Jodete, Choi San :)

Uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde. No es consciente de lo valioso que puede ser aquello que lo rodea. Son tan ciegos que buscan en otra parte lo que ya tienen de sobra.

San ama a Wooyoung, pero sus deseos y debilidades lo hicieron perderlo.

Wooyoung ama a San, pero después de un tiempo, todo ese amor se convirtió en rencor; odio.

Porque, ¿Qué puedes hacer después de que todo ese amor toma forma de odio?

Crees que es mejor alejarte, y quizá eso sea lo correcto. Mandar a la mierda todo aquello que solo intoxica tu corazón. Sin importar que tanto duela.

Gritar un gran fuerte Jodete justo a tiempo puede salvarte de terminar odiando de por vida a aquella persona que te hizo feliz alguna vez.

FUCK YOU FUCK YOU

Finalmente llegamos al final.

Gracias por leer y espero que la historia haya sido de su agrado.♡

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