– Buenos días.

– Meh.

Sero ahora le hablaba más en el dormitorio. Más que nada en la mañana, porque era donde podían encontrarse. En la tarde cada uno iba a sus clases y en la noche a veces Bakugou llegaba antes o viceversa y tampoco se veían.

Sero se comportaba como antes de, ya saben, echar a perder todo. Antes de la confesión, Sero y Bakugou tenían una dinámica funcional en el grupo de amigos; Sero era la combinación entre Kirishima y Kaminari, solo que más alto y con 2 neuronas más. Para Bakugou fue fácil llevarse bien con él.

Quizá demasiado bien. Sero era bromista, sarcástico pero amable. Su piel era clara y su cabello oscuro largo, además de contar con 2 piercing en los labios que a Bakugou le encantaba tirar para molestarlo. Ya pasó un tiempo desde que no hace eso, por ya saben, el suceso.

– Kirishima mandó un mensaje en el grupo – Sero llamó su atención – ¿Vas a ir?

– No creo. El profesor de trigonometría se está volviendo un dolor en el culo. Ya me hartó para los 3 días de clase que he tenido.

– Pensé que empezaste el lunes.

– Lo hice. Ayer no tuve clase con él. Por eso dije 3 – Bakugou aclaró – Sé contar, imbécil.

– Sería raro que no supieras para la clase en la que estás.

Pese a la burla creativa, Bakugou no se pudo enojar. Así era como se llevaban antes, entre bromas y comentarios sarcásticos. Sero le decía chihuahua por su carácter y Bakugou le decía cara de burro por su sonrisa.

– ¿Tú vas a ir? – Preguntó en cambio. Sero respondió encogiéndose de hombros.

– No suena a algo que me llame la atención. Y supongo que irá con Kaminari.

– ¿Ver hombres musculosos y semi-desnudos no te llama la atención?

– No – Sero sonrió con su usual expresión de burro rebuznando – ¿Por qué? ¿A ti sí?

– Tal vez – Confesó Bakugou, para esconderse al beber de su café – Pero no en un evento de fisicoculturismo.

Se mantuvo un silencio por pocos segundos, en los que Bakugou dejó su café de nuevo en la mesa y Sero bebió de su vaso de té verde. Casi se ponía incómodo el ambiente de no ser porque Sero lo rompió.

– Entonces, ¿tienes planes para hoy en la noche?

Bakugou se sintió acorralado. Nunca pensó que el decirle que no iría a acompañar a Kirishima a ver el evento de fisicoculturismo resultara en tal situación. ¿Era una cita? Pero Bakugou no quería una relación.

– ¿Por qué? – Preguntó con cautela. Sero dudó y desvió la mirada.

– Solo una pregunta.

– Tengo trabajo – Casi olvida ese minúsculo detalle, porque sabía que era probable que aceptara la oferta.

– Oh, qué lástima.

Bakugou no se detuvo a pensar por qué Sero lucía decepcionado.

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Ya que hubo un día de "descanso", el profesor de trigonometría consideró dejar tarea difícil qué revisar el viernes. Muchos de los estudiantes venían con ojeras de no poder dormir, y de los 20 estudiantes del primer día, solo quedaban 15.

Para desgracia de Bakugou, Todoroki todavía no renunciaba y si seguía en pie después de los primeros 3 días, significaba que era probable que continuara en la clase el resto del año.

Su presencia le ponía nervioso, Todoroki era guapo cuando salían, ahora tenía un aspecto adulto que le hacía ser todavía más guapo. Su carácter serio y misterioso siempre lo volvía el objeto del amor de muchos. Bakugou no dudaba que lo fuera en su carrera.

Se preguntó si ahora que salía con Deku sí le daba su lugar como novio o seguía siendo el mismo bastardo. De cualquier forma, Bakugou no tenía por qué pensar en eso. Ahora tiene problemas más difíciles en qué concentrarse. Especialmente los de su clase optativa.

– Bakugou – Todoroki le susurró desde su lugar – ¿Podrías ayudarme con este problema?

Bakugou dio un rápido vistazo al profesor para asegurarse que no los veía y después le respondió a Todoroki lo más sincero que pudo.

– Deja de joder, bastardo mitad y mitad. Yo tampoco lo entiendo – Era difícil para él aceptar que no podía, pero carajo que su profesor era un sanguinario.

– Veo que los ejercicios que les pongo no son lo suficientemente problemáticos para hacerlos callar. Creo que están listo para un examen.

Hubo muchas quejas por las palabras de su profesor, además de que Bakugou y Todoroki no eran los únicos hablando en susurros. ¿Un examen después de 4 días de clase? Eso no era una clase, era una masacre.

– Pero como todavía tengo sentimientos, les permitiré hacerlo en parejas.

Fue así que Bakugou obtuvo la mirada de cachorro entusiasmado de Todoroki. Pese a su pasado, Bakugou tuvo que aceptar que prefería estar haciendo equipo con alguien que detesta pero conoce, a con alguna persona extraña.

– Será el miércoles. Les deseo suerte – Al menos el profesor fue amable de darles el fin de semana y 2 días más para estudiar.

La clase finalizó y con ello comenzó el dolor de cabeza de Bakugou. La universidad era dura, pero no pensó que incluso materias que le gustaban y siempre le fueron fáciles, se convertirían en una tortura.

– ¡Bakugou! – Todoroki lo alcanzó cuando estaba por salir del salón – ¿Tienes planes para hoy?

Un pequeño sentimiento de deja-vú recorrió el cuerpo de Bakugou. Era lo mismo que Sero le preguntó en la mañana. Entrecerró los ojos con cautela porque sonaba a una cita, y Todoroki hasta donde sabe, ahora sale con el idiota de Deku.

– ¿Por qué? – Preguntó exactamente lo mismo que a Sero.

– Solo... para estudiar – Todoroki no sonó convencido ni de sí mismo.

– Tengo trabajo – Usó la misma respuesta que, después de todo, tampoco era una mentira.

– Oh, qué mal.

Bakugou no esperó ninguna respuesta más. Vio a Deku a lo lejos y se marchó, sin darle importancia a la expresión de Todoroki.

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Cuando llegó al trabajo, Bakugou hizo lo de siempre. Verificó su entrada, dejó sus cosas en su locker y se cambió a su uniforme. Sus compañeros le saludaron y él respondió por obligación.

Hoy estaba en caja, por lo que hizo arqueo con el cajero anterior y después de verificar que todo el efectivo y tarjetas estaba cuadrado y no faltaba nada, él se quedó cobrando. Lo único malo fue que ya no tenía muchas monedas.

En el lapso de tiempo entre las 3 a 5 de la tarde, la gente disminuyó considerablemente. Muchos aprovecharon para comer y/o adelantar cosas, ya que la gente reaparecía por ahí de las 6 de la tarde y casi tenían que sacar a los clientes a patadas para cerrar.

Mientras Bakugou comía, otro compañero se le unió. Generalmente comían solos, y las veces que no, aunque sea en pareja, cada quien a lo suyo sin molestar al otro. Por eso Bakugou se ofuscó cuando el tipo que se sentó frente a él le habló.

– Recuerdo que siempre traías pimientos cuando trabajamos en el café de gatos.

Bakugou dejó de comer y ver su celular para prestarle atención al individuo que se atrevía a interrumpirle la hora.

– Estoy en mi descanso – Le gruñó.

– Lo sé – Shinsou empezó a destapar su bento y aquello le dio mala espina – También es el mío.

Bakugou se aguantó su coraje, porque era obvio que tarde o temprano tenía que comer con Shinsou. Solo no esperó que fuera tan pronto.

– ¿Y cómo te va con tus clases? – Su expresión debió incomodar a Shinsou – Solo quiero saber, me estoy familiarizando con el equipo de trabajo.

– Creo que ya conoces bastante de mí – Bakugou respiró hondo antes de tranquilizarse – Pero me está yendo bien.

Su respuesta terminó ocasionando confusión e incomodidad en el rostro de Shinsou, pero Bakugou se recordó que era maduro y que debía tratarlo como lo que era. Su jefe y compañero de trabajo. Nada más. Y podían tener charlas, a veces.

– ¿Sigues soltero? – ¿Qué clase de jefe pregunta eso?

– ¿Le preguntaste eso a los demás? – Shinsou no respondió. Bakugou comió un bocado y dejó la conversación ahí.

Bakugou volvió a desbloquear su teléfono y comenzó a jugar con él, dándole a Shinsou una indirecta de que ya no quería seguir charlando. Así pasaron 30 minutos, solo comiendo. Cuando Shinsou terminó, volvió a hablarle.

– ¿Algún plan para después? – Bakugou puso su juego en pausa para verlo con los ojos entrecerrados.

– ¿Por qué? – Preguntó exactamente lo mismo que las 2 veces anteriores que le preguntaron.

– Curiosidad.

– Tengo... – Se detuvo a pensar en una excusa, porque la del trabajo no iba a funcionar – Cosas qué hacer.

– Oh, ya veo.

Si, que bueno que veía. Bakugou volvió a jugar su celular y terminó de comer. Se levantó sin verlo y se fue a seguir trabajando.

Fingió no verle el rostro decaído.

N/A: Le voy a cambiar el nombre al fanfic. Ahora se llamará "Mariví" en honor a Katsuki. Porque es una enamorada, una enamorada de cualquier mariconada.