43.
Cuando sus amigos le dijeron que fuera a una fiesta porque las semanas más pesadas del semestre estaban por empezar, no se esperó tener a sus 3 pretendientes ahí.
Nah, mentira. Bakugou ya se los esperaba. Los cabrones siempre lo seguían como bichos a la luz.
Pero no quería verlos. A ninguno. Por eso fue a la fiesta.
Tener que desbloquear a Todoroki –estúpido de su parte–, compartir a su hija con Shinsou –muy estúpido de su parte– y huir de Sero por su beso –extremadamente estúpido de su parte–, lo dejaron agotado.
Incluso al dejar a Bombshell en los dormitorios, se aseguró de que todo esté en orden.
Comida, agua, dónde ensuciar, en qué entretenerse y dónde dormir.
Sero contribuyó a la causa y compró heno y premios para la coneja. Todoroki le compró de todo, incluso un teepee, y curiosamente el animal lo usaba más que su cama.
Shinsou compró –además de lo del primer día– juguetes, trastes y costeó los gastos del veterinario.
Bakugou agradeció el apoyo en su interior. Odiaría que los 3 idiotas se enteraran de que les dio las gracias.
En lo que concierne a la fiesta en la que está, es para antes de los exámenes finales del primer semestre de la universidad.
Ya todo había pasado. Los ritos de iniciación de los años más grandes, exámenes parciales, torneos, etc.
De hecho, sólo quedaban 2 equipos en sus respectivas competencias. Baloncesto y natación. El primero estaba a cuartos de final.
Así pues, 5 meses pasaron volando para Bakugou. Estaba a nada de pasar al segundo semestre y próximamente, terminar el año.
La mayoría de chicos en la fiesta eran conocidos. Desde su trabajo en el café, hasta sus clases, sus amigos e incluso antiguos compañeros en preparatoria.
Para Bakugou el ambiente no se sintió tan pesado porque al menos ninguna cara se le hacía nueva.
– Y entonces, el tipo me dijo: no sé qué decirte. ¡Cuando fue el mismo tipo el que me engañó en mi cumpleaños!
– ¡No, amiga¡ ¡Eso ya es de cobardes!
Gente reunida –la mayoría chicas–, estaban comentando sus peores desgracias amorosas. Cada una peor que la anterior.
Algunos chicos escuchaban y se avergonzaban por el actuar de sus semejantes, pero más interesados en el chisme y por eso no se iban.
Ashido estaba ahí participando activamente en criticar hombres –aunque nunca tuvo novio antes– y fue ella la razón de que Bakugou se acercara para hablarle.
Le iba a decir que ya iba a irse, porque no soportaba que Todoroki, Sero y Shinsou estén sobre él –especialmente porque le venían siguiendo–, pero cuando tocó su hombro, fue como si de repente hiciera explosión porque todas las chicas se fijaron en él.
– ¡Oh, Blasty! – Exclamó ella, alegre, antes de girarse al grupo de conocidas que les veía con cautela – ¡Chicas, él es Bakugou! No se preocupen, es gay.
Fue como si esa palabra causara un alivio colectivo e incluso varias de las mujeres suspiraron. Cambiaron sus gestos faciales a unos más amigables.
– Él debe tener buenas historias – Mencionó una – Los gays siempre se llevan la peor parte de los hombres.
– ¿Si o no estás de acuerdo en el que los hombres son una mierda? – Preguntó otra directamente.
Bakugou realmente no quería insultar a los de su mismo sexo, pero los cabrones no colaboraban.
Cada vez que un hombre hacía algo bueno, otros 10 la cagaban.
– Debes tener algo qué contar.
– Nah, Blasty nunca ha tenido...
– De hecho – Bakugou interrumpió a Ashido – Sí tengo algo.
La mirada que le dedicaron todos fue de sorpresa así como de ansiedad. Ashido incluso pasó a ahogarse con su propia saliva.
Después de todo, no era de conocimiento público su relación.
Ahora la atención estaba sobre él. La mayoría de chicas le miraba con curiosidad, algunos chicos también. Sus amigos con sorpresa y los que sí sabían parte del asunto, con miedo.
Notó por el rabillo del ojo la mueca de incomodidad en Midoriya y Todoroki, pero a Bakugou no le importó. Sero y Shinsou le miraban con algo de preocupación.
– Entonces escupe, amigo.
Bakugou suspiró y se sentó al lado de Ashido repasando cómo contar todo sin explotar de coraje.
– Para empezar, nunca quiso hacer pública nuestra relación...
– ¡Desde ahí todo mal! ¡No tenía por qué ocultarte si tanto te quería!
Un coro de chitones silenció a la chica. De por sí no escuchaban por la música y con alguien interrumpiendo a cada rato, menos.
– Su familia es homófobica – Explicó encogiéndose de hombros – Así que no podía decirles que era su novio. Realmente eso me importaba un carajo; claro, me dolía. De cómo pasaba de ser cariñoso a parecer que tocarme le diera asco solo porque aparecía gente. Pero de todas formas me quedé.
– Ingenuo – Se escuchó murmurar a alguien.
– Eso no fue lo peor – Continuó Bakugou – Lo peor fue que con su mejor amigo podía hacer eso y más, incluso invitarlo a su casa. Con él, podía actuar como marica, pero conmigo, era el cabrón más heterosexual y recto que la raza humana pudiera tener.
– Nunca salgas con un hombre que tiene mejor amiga – Comentó una chica, recibiendo un coro de afirmaciones – O mejor amigo, en caso de que sea gay.
– Dime que lo terminaste – Suplicó Ashido mirando a Bakugou con ojos de cachorro.
Varias chicas imitaron el gesto, esperanzadas de la respuesta que el rubio debía darles. Pero cuando Bakugou bebió lo que quedaba de su vaso de refresco, lloriquearon.
– ¡No puede ser! ¡¿En serio no lo terminaste?! ¡¿Y qué pasó?!
– Lo que tenía que pasar, supongo. Fue él quien rompió conmigo.
– ¡Fue por el amiguito! ¡¿verdad?!
– No sé exactamente porqué fue. Pero me terminó.
Fue sorprendente como la mayoría estaba disgustada de la forma en cómo acabó la historia más que el propio Bakugou.
Pensó que recordar su ruptura con Todoroki lo haría enfurecer, pero contrario a eso, la contaba como si fuera una anécdota chistosa.
Todoroki estaba que se moría de vergüenza, aún cuando nadie mencionó su nombre, algunas personas sabían que se trataba de él.
– No es de extrañar que ya no quiera tener novio – Masculló Shinsou, para nadie en particular pero la indirecta era obvia. Sero asintió de acuerdo.
– ¿Y cómo te sientes al respecto, Bakugou-kun?
La pregunta atrajo de nuevo la atención. Bakugou lo pensó, y llegó a una conclusión simple, por lo que se encogió de hombros.
– Fue hace mucho. Realmente ya no me importa – Bakugo dejó su vaso vacío antes de hablar con Ashido – Mapache, ya me voy.
– ¡¿Eh?! ¡¿Por qué?!
– Ya es demasiado tarde. Tengo clase... – Se tapó la boca cuando bostezó involuntariamente – ...Mañana temprano.
– Ah, es verdad; tienes el horario de un viejo – Bromeó mientras palmeaba la espalda de Bakugou – ¡Sero bonito! ¡Llévalo a casa!
Ashido no lo dijo con mala intención, pero ya que sus 2 amigos vivían juntos, lo correcto era que también se fueran juntos.
Claro, ella no sabía de todos los problemas que existían y de que Bakugou estaba evitando a Sero.
El mencionado le dio un pulgar arriba y una sonrisa para tomar repentinamente de la muñeca a Bakugou e irse.
Los otros 2, que estaban ahí por Bakugou, ya no vieron sentido quedarse. Pero tampoco iban a dejar a Sero tomar ventaja.
Al llegar a la entrada de la casa donde fue la fiesta, comenzó el problema.
– Yo lo llevaré – Shinsou tomó la otra muñeca de Bakugou y tiró hacia él – Si está cansado, es mejor que lo lleve a que camine.
– Puedo cargarlo – Sero volvió a jalar a Bakugou a su lado.
– ¿Con ese físico? – De nuevo Shinsou lo atrajo – Lo dudo mucho.
– ¿Se te olvidó quién pertenece al club de los juguetes de Andy? – Sero tuvo que aclarar su chiste al ver la confusión – Tanto a Woody como a Buzz se les cayó el brazo.
– ¡Ya déjenme en paz! – Bakugou arrebató sus manos del agarre de ambos y escondió su risa por enojo por el chiste de Sero.
Ir con Sero sería ir caminando, pero si iba con Shinsou en auto, tendría que ir con ambos –porque no era tan mal amigo para dejar al pelinegro solo–. Y no quería soportarlos.
Su vista se enfocó en un individuo que estuvo ahí parado, sin hacer ruido o movimientos. Simplemente observando cómo ocurría la pelea.
– ¿Tú qué?
Todoroki dio un brinco de susto cuando fue notado por Bakugou. Era como si quisiera pasar inadvertido.
Para Bakugou, fue adorable la mirada que le dio Todoroki. Se veía nervioso, asustado, arrepentido. Como la mirada de un cachorro que tiró algo en la casa.
– Me voy con él – Avisó el rubio caminando hasta donde Todoroki para tirar de él – Andando, bastardo. ¡Te veo en casa, cara plana!
Avanzó rápido para evitar cualquier otra queja, matando 2 pájaros de un tiro.
Si iba con Todoroki en su motocicleta, no tendría que ir caminando, pero tampoco llevaría a Sero, porque no habría espacio.
Un genio, Bakugou Katsuki es un maldito genio.
– Estoy genuinamente sorprendido de que decidieras ir conmigo – Comentó Todoroki mientras se subía a su vehículo y le pasaba el casco a Bakugou.
– ¿Por?
– Después de lo que dijiste hace rato...
– Ah eso – Bakugou se subió detrás de Todoroki – Solo quería que supieras lo hijo de puta que fuiste. Cuando yo te lo dije, pensaste que soy un exagerado. Pensé que si te lo decía un grupo colectivo finalmente entenderías.
– Entonces, ¿Fue para torturarme?
– En términos simples.
Todoroki no respondió nada, encendió la motocicleta y esperó a que Bakugou se acomodara bien para avanzar.
– Supongo que me lo merezco – Se rio Todoroki luego de un rato.
– ¡¿Qué?!
Negó con la cabeza sabiendo que por el ruido, Bakugou no le escuchó.
N/A: Una persona estuvo leyendo toda la historia y comentando hace un par de días y eso me puso tan feliz que escribí 2 capítulos seguidos xD. Gracias personita :3
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