El amigo de Todoroki era un rubio excéntrico algo afeminado, pero consiguió una buena mesa en el restaurante.

Tenía tintes de restaurante de 5 estrellas y Bakugou se sintió fuera de lugar y algo incómodo.

Por suerte, la mesa que obtuvieron estaba alejada de los demás comensales.

Estaba en el segundo piso, en el área de balcones. Dicha área solo tenía 4 mesas, por lo que la distancia entre ellas era muy amplia.

Eso significaría que no estarían más que ellos 2. Y de vez en cuando el mesero cuando llevara la comida.

– ¿Estás bien? – Preguntó Todoroki cuando Bakugou se sentó antes de que él pudiera ofrecerle el asiento – Te noto disgustado.

– Claro, ¿Por qué estaría disgustado?

– ¿Eso fue sarcasmo?

Bakugou rodó los ojos por la pregunta obvia. Después de todo, su tono de voz sonó lo suficiente burlesco como para no darse cuenta.

– Escucha, Todoroki – Bakugou suspiró – Seré honesto. Realmente agradezco lo que haces pero, en serio creo que...

– Buenas noches, caballeros – El mesero interrumpió llamando la atención de ambos – Les ofrezco la carta para que decidan con qué deliciosos platillos desean empezar. ¿Gustan ordenar ya?

– Danos unos minutos – Dijo Todoroki. El mesero asintió y se fue después de dejarles un vaso de agua con hielo – ¿Qué era lo que querías decir, Bakugou?

– Puede esperar – Bakugou movió la mano restándole importancia mientras veía el menú – Ahora quiero comer.

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Si Todoroki sería quien pagara, Bakugou se vio más que tentado de explotarle la tarjeta de crédito por hacerlo sentir incómodo.

Las cosas se veían deliciosas, medio presuntuosas por los nombres japoneses y franceses de los platillos.

Si bien la comida no era tamaño mini, era la suficientemente pequeña para necesitar comer más. Así pues, la cena fue de 7 platillos.

Un platillo antes del postre, Bakugou estaba satisfecho con la cena.

– Debo admitir – Comentó – Que la comida está de puta madre.

Todoroki se rio ignorando el insulto en un lugar elegante como ese.

– Conocí a Aoyama hace 2 años – Explicó Todoroki – Es la primera vez que vengo al restaurante de su familia. Pero sí, es bastante bueno.

– ¿Por qué no habías venido? Pudiste traer a tus hermanos o a Deku.

Bakugou había llegado a ese punto de madurez donde podía mencionar al tipo que le causó inseguridad en su antigua relación sin problema.

Todoroki simplemente se encogió de hombros sin saber qué responder.

– No lo sé. No siento que sea un lugar donde se pueda venir con cualquiera.

Bakugou jugó con su vaso de agua evitando la mirada de Todoroki.

Fue algo incómodo considerando la situación, el silencio solo se rompió cuando el mesero trajo el postre y les dijo un pequeño resumen de lo que era.

Bakugou no era fan de lo dulce, pero algo así ayudó a limpiar su paladar y el sabor frutal más la textura se derritió en su lengua.

– Dijiste que es normal para alguien demostrarle a sus amigos que los quiere. ¿Deku no es tu amigo?

Todoroki asintió pero no respondió verbalmente.

Bakugou ya superó su ruptura, pero pensó que tal vez era momento de quitarle a Todoroki cualquier esperanza que tuviera de volver con él.

– Entiendo a qué te referías.

– ¿Eh?

– Cuando salíamos – Recalcó el pasado – Nunca me gustó tu amistad con Deku, pero no fue justo pedirte que te alejaras de él. Deku fue tu amigo antes de que yo fuera tu novio. Y si terminábamos, lo cual hicimos, no valía la pena romper tu amistad con Deku por algo pasajero.

– Yo no quería que fuera pasajero...

– Déjame terminar – Bakugou interrumpió la interrupción – El punto es, que tienes razón. No vale la pena renunciar a buenos vínculos por una relación que no sabes si funcionará o no.

Curiosamente, su cátedra de darle la razón, ocasionó en Todoroki una sonrisa. Una sonrisa que pronto Bakugou le quitó de la cara.

– Es como el cara de burro y el resto de inútiles – La mención de Sero provocó inquietud en el bicolor – Han estado sobre mí desde primer año de preparatoria, y si por ejemplo, alguien fuera lo suficiente suicida para ser mi novio, tendría que soportarlos.

– Es diferente – Renegó Todoroki – Por ejemplo, Kirishima, Ashido y Kaminari, se comportan contigo de una manera amistosa. Pero Sero, te da demasiadas muestras de afecto, sobrepasando el límite de la amistad.

– Cada manera de demostrar afecto es distinta – Bakugou se encogió de hombros – Pikachu y la mapache también lo demuestra con besos, el pelo de mierda, con abrazos. Cara plana solo combinó ambas cosas.

– Su forma de tratarte incomodaría a cualquier novio que tuvieras.

– Simple, termino con ellos – Bakugou dejó la cuchara sobre su plato – Como te dije, tienes razón. No vale la pena romper una amistad por una relación. La persona con la que salga tiene que aceptar a mis idiotas; si no, puede largarse.

Bakugou nunca había visto a alguien tan molesto porque le dijeran que tenía la razón.

Si bien, admitir tal cosa hirió el orgullo de Bakugou, no era ni de cerca la herida que obtuvo la de Todoroki con sus palabras.

– A Sero le gustas – Terminó diciendo Todoroki, como si Bakugou no lo supiera.

– No.

– Sí.

– Claro que no, simplemente es un tipo empalagoso – Mintió – Es como tú con Deku.

– No es lo mismo – Siseó – Yo no voy por ahí abrazando a Izuku ni besándolo.

– Qué tú no tengas esas maneras de demostrar afecto no significa que todo el mundo también, bastardo mitad y mitad.

Todoroki abrió la boca para seguir discutiendo, pero el mesero se acercó para preguntar si estaba todo en orden.

Después de mentirle, pidieron la cuenta y Todoroki, pese a estar irritado, pagó tal como dijo.

Ambos se fueron en silencio hasta el auto, un poco incómodos y con la discusión a medias.

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Realmente no se dijeron nada en todo el camino a la casa de Natsuo –donde dejaron la motocicleta–.

Bakugou claro que estaba mintiendo respecto a lo de las amistades.

Si tuviera un novio que le dijera que Sero le causaba inseguridad, no dudaría en poner su distancia. Sero es su amigo, pero no podría hacer sentir mal a alguien a quien ama.

Cosa que Todoroki nunca hizo, por eso se estaba vengando; ya que digamos que no ha madurado del todo para no ser vengativo.

Se subieron en la motocicleta y Todoroki ya no usó el truco sucio del freno. Bakugou no lo abrazó tampoco.

A 6 minutos para los 11 de la noche, Bakugou ya estaba en el complejo de dormitorios. No dudaba que Sero hiciese caso a su petición.

Todoroki lo acompañó hasta su piso, y esperó a que tocara la puerta. Sin embargo, decidió irse pues no quería ver la cara de Sero.

– Buenas noches, Bakugou – Se despidió Todoroki de él, ahora más tranquilo.

– Como sea – Contestó, pero sintiéndose algo caritativo añadió – Uh, gracias, supongo.

Todoroki se agachó para estar a su altura, y cuidando un poco sus acciones y cómo reaccionaba Bakugou, le dio un beso en la frente.

El rubio no hizo por alejarse o empujarlo. A final de cuentas, pensó en esa acción como una despedida de un antiguo amor.

– Nos vemos mañana, Bakugou.

– Hum...

Todoroki le dio la espalda para irse justo en el momento en el que Sero abría la puerta.

– Uff, menos mal ya estás aquí. Ya tenía el número de la policía en el marcador.

– No lo dudo – Bakugou contestó mientras su vista todavía estaba en Todoroki. Hasta que el bicolor desapareció por las escaleras fue que miró a Sero – A un lado, quiero dormir.

Simplemente pasó de largo a Sero para irse directo a su cama.

N/A: Bakugou todo este capítulo:
Y aunque fui yo quién decidió que ya no más.
Y no me cansé de jurarte,
Que no habrá segunda parte,
Me cuesta tanto olvidarteeeeee