25.
Sero apenas iba por la mitad de su obra maestra cuando 2 idiotas –más una niña– vinieron a joderle el día.
Que quede claro que de los 2, el idiota con la niña era el que le caía menos mal. Después de todo, el idiota número 1 fue quien le rompió el corazón a su crush.
Eso no quería decir que quisiera ser su amigo. Tal vez no le caía tan mal como Todoroki, pero aún así le seguía cayendo mal.
Esta vez, ni siquiera sé preguntó el por qué el otro estaba ahí. Con Todoroki ya sabía que para estudiar, pero de Shinsou, no sabía y tampoco le importaba.
Se concentró en ponerle color al boceto para ignorarlos –cosa por la cual, ya no era necesario que Bakugou se quedara quieto, pero tampoco le dijo que se moviera– y volvió a reproducir la música.
Por su parte, Todoroki estaba que le salía humo de las orejas. Sabía que tenía que tolerar a Sero –porque este vivía con Bakugou y lo tenía que ver– pero soportar también a Shinsou no estaba en sus planes.
Y bueno, Shinsou tampoco estaba feliz con la situación. Ya sabía que Bakugou vivía con Sero, pero si los invitó a comer s'mores, pensaba que tal vez estarían los 2 solos –más su pequeña prima–.
Ahora, los 3 piensan que están rodeados de puro idiota –excluyendo a Bakugou y a Eri, por supuesto–.
– ¡Hola! – Saludó la niña – Yo soy Eri, ¿Están aquí también por los s'mores de Bakugou-nii-san?
La emoción de ella terminó por tranquilizar el ambiente que se había vuelto tenso entre todos.
– Soy Todoroki – El bicolor fue el primero en hablar – Yo vine a estudiar. Si tengo suerte, tal vez me den un s'more.
– Yo soy Sero – Fue turno del otro quien se quitó los audífonos – Y yo vivo aquí. Por lo tanto, me corresponde un s'more.
– ¡No les daré nada a ninguno! – Se quejó Bakugou.
Eri y Shinsou tomaron asiento donde Todoroki, –siendo la niña quien se sentó en medio– mientras Sero regresó a colorear. Ya ni le importó que Bakugou se moviera.
Eri fue realmente paciente. Estar sentada casi una hora sin hacer nada debía ser una tortura para cualquier niño. Para Shinsou lo fue y eso que no es niño.
Todoroki volvió a preguntar sus cosas de trigonometría avanzada con Bakugou y Sero volvió a ponerse sus audífonos. Shinsou se la pasó hablando en voz baja con Eri para distraerla del tiempo.
– Hah, al fin – Sero se quitó los audífonos, se secó el sudor de la frente y dejó sus materiales.
– ¡Quiero ver, Sero-nii-san! – Eri se levantó casi de inmediato.
Shinsou quiso detenerla, pero solo le funcionaba una mano. A Sero realmente no le importó que la niña fuera testigo de su obra maestra.
– ¡Quedó muy bonito! – Dijo con sinceridad y a Sero se le hinchó el pecho del orgullo.
Si le decía que su pintura es bonita, es porque es bonita. Los niños no miden sus palabras a la hora de hablar por lo que Eri decía la verdad.
– Pues es lo mínimo que hubiera esperado – Se quejó Bakugou retorciéndose en el sillón – Después de entumirme hasta la... – Miró a Eri – ... Nariz.
Claro, no era eso lo que iba a decir, pero había niños presentes.
Bakugou continuó estirándose para sentirse más cómodo; sobre todo la espalda. El problema es que los ruidos que hacía ante la satisfacción de estirarse, eran demasiado para que los demás lo manejen.
– Bueno, primero la cena – Dijo levantándose – Y después los s'mores.
Vio a Eri hacer un puchero, pero no le reclamó nada. Bakugou dio un vistazo a los otros 3 pero ninguno le regresó la mirada.
– Pff, idiotas – Murmuró mientras iba a la cocina.
– ¡Espera, Chihuahua! – Sero le detuvo – ¿Qué vamos a hacer mientras esperamos?
– No sé, jueguen entre ustedes o algo – Bakugou se encogió de hombros – No me importa.
Los 3 se miraron entre ellos, obviamente no conformes con dicha sugerencia. Sero fue quien pensó más rápido y viendo su única salida, movió sus cartas.
– Eri-chan, ¿Quieres ponerle color a mis tatuajes?
– ¡Sí!
La niña dejó tirado a su primo para ir corriendo donde Sero le pasaba unos materiales de pintura –los económicos, porque tampoco es tan buena gente–, y eso dejó solos a Todoroki y Shinsou.
Las opciones eran convivir o quedarse sentados incómodamente.
Todoroki abrió su libro para seguir estudiando, ignorando a Shinsou de paso. Era la primera vez que Todoroki agradecía en su mente a su profesor para no tener que convivir con Shinsou.
Shinsou –tampoco queriendo convivir con alguno de aquellos idiotas–, se puso sus audífonos y encendió el reproductor. No le importó las miradas de los otros que le veían juzgándole.
– Tch, cuando te vi hace rato, también tenías esas cosas – Bakugou se acercó a Shinsou para bajarle los audífonos – ¿Tienes 10 años?
– Cuando haces streams de videojuegos, necesitas unos buenos audífonos – Explicó sonriendo – Y estos venían en paquete doble, Eri tiene el otro.
– ¡El mío es rosa! – Añadió la mencionada – ¡Oni-chan los usa en sus directos! ¡Es muy popular y siempre le donan mucho dinero!
– ¿Entonces el trabajo en el café es solo un pasatiempo? – Se burló Bakugou regresando a la cocina a terminar de calentar la cena.
– Por ahora no – Shinsou se encogió de hombros aunque no le vieron – Hasta que pueda usar los dos brazos, CoffeeCat está de vacaciones.
– Qué estúpido nombre – Murmuró Todoroki sin apartar la vista del libro. Sero sólo ahogó una risa.
Ninguno estaba familiarizado con los gamers. Jugaban videojuegos, pero no veían a otros jugarlo. Pero Bakugou decidió buscar el alias de Shinsou y entonces...
– ¡¿300k suscripciones?!
– Un número humilde.
– ¡Humilde mis...! – De nuevo una mirada a Eri – ¡...Dientes!
Cualquier cosa que fuera a decir de más, Bakugou se detuvo cuando el horno sonó –había puesto a tostar un poco más el pan– y terminó de mover la cena.
Shinsou en cambio se regodeó por la atención de Bakugou, ignorando las miradas asesinas de Sero y Todoroki.
– Muy bien, ya está listo – Bakugou ya tenía servido los platos en la mesa – Pueden venir.
– Huele muy bien, Bakugou-nii-san – Eri terminó de colorear y se levantó para ir casi corriendo. El resto hizo lo mismo.
Estofado de crema con pan tostado. Bakugou de sabía que era bueno cocinando pero hasta que escuchó el gemido de satisfacción de los otros fue cuando lo confirmó.
– Realmente extrañaba tu comida – Comentó Todoroki.
– Disfrútalo mientras puedas – Murmuró Sero pero al tener la boca llena, pasó desapercibido.
– Oí eso.
– Yo no dije nada.
Bakugou no quería discusiones en la mesa por lo que prefirió ignorar todo. Bueno, salvo a Eri a quien le limpiaba la boca cuando veía que estaba muy manchada.
– Después de la cena comeremos los s'mores – Le dijo en voz baja – Los hice especiales para ti.
Eri sonrió mientras se apresuraba en comer. Bakugou la veía con cariño ignorando las 3 miradas que le veían a él con algo más intenso que cariño.
N/A: Según yo, esta situación solo iba a ser de un capítulo, pero ya me excedí xD El siguiente va a ser el último (de la cena, no de la historia).
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top