1O.
Después de 2 días, Bakugou se dio cuenta de que tenía una rutina que no pidió. Sero iba a buscarlo al salir del trabajo, y Shinsou iba a buscarlo para entrar al trabajo. También con Todoroki, quien le pedía tiempo extra después de clase para estudiar, porque nunca sabe cuando el profesor iba a ponerles otro examen.
El día viernes, el día de la no cita, Bakugou decidió tomar todo con calma, después de todo, era su día libre y no tenía que apresurarse por ir al trabajo. Era comienzo de fin de semana, mañana haría sus tareas. Hoy quería ver esa secuela sangrienta de su trilogía favorita.
– ¡Bakugou! – Todoroki le detuvo cuando estaba saliendo del salón.
– ¿Qué quieres ahora? Te dije que no voy a estudiar contigo. Tengo cosas qué hacer.
– Oh, no es eso, es que... – Todoroki se quedó sin palabras unos segundos – Me gustaría acompañarte a casa.
Como hoy no tenía trabajo, Shinsou no iba a ir por él para caminar juntos, por lo que sería la primera vez que iría solo. O eso pensaba.
– Tch, ¿No Deku te espera después de clase? – Claro que no pasó por alto ese pequeño detalle.
– Le dije que ya no lo hiciera – Todoroki fue firme y tenía una mirada determinante. Puso nervioso a Bakugou – Quiero caminar contigo ahora.
"Palabras correctas, tiempo incorrecto" pensó Bakugou con ironía, pues era lo que quería escuchar cuando todavía eran novios. No ahora, ahora le valía un carajo lo que Todoroki quisiera.
– ¿Tú no cambias, verdad? – Le reclamó con molestia. Detuvo su paso, Todoroki hizo lo mismo.
– ¿A qué te refieres?
– Le haces a Deku exactamente lo mismo que me hacías a mí – Y la comparación le dejó un amargo sabor de boca – No puedes ir por ahí prefiriendo estar con alguien más si ya tienes novio, imbécil.
– ¿Qué?
– Fue por esa razón que nuestra relación no funcionó.
– Alto, no fue por eso que terminamos.
– ¿Y por qué fue según tú?
– Fue porque mi familia lo descubrió – Dijo Todoroki – No me sentía listo en ese momento para enfrentarlos, y mi padre no se tomó la noticia como la mejor de la semana. Fue por eso que tomamos la decisión de terminar.
– En primera: no fue una decisión colectiva, tú terminaste conmigo por tus bolas; y en segunda: no porque terminaste conmigo significa que la relación de antes era un cuento de hadas.
– ¿De qué hablas? Siempre pensé que estábamos bien...
– ¡Nunca estuvimos bien! – Explotó Bakugou – Siempre te dije todo lo que no me gustaba, esperando que tu estúpido cerebro pudiera entenderlo. Y lo peor fue que decidí quedarme porque pensé que podías cambiar...
Bakugou se detuvo, respiró hondo y dejó que la ira se le vaya por un suspiro antes de volver a hablar.
– Pero nunca lo hiciste. Incluso hoy, que ya no somos nada, sigues siendo el mismo bastardo insensible que eras en ese entonces. Solo que ya no es mi problema, ahora es problema de Deku. Y francamente, siento que ambos se lo merecen.
– Bakugou... – Todoroki lucía genuinamente arrepentido – Nunca pensé que no fueras feliz conmigo, lo lamento. Y tienes razón, tal vez no era la persona que merecías, pero quiero esforzarme por serlo.
– Ya es tarde – Bakugou retomó su andar para no tener que seguir viéndolo y sentirse culpable de algo por lo que no tenía que sentir culpa.
– Lo sé – Todoroki le siguió y continuó hablando – Pero tampoco quiero que te quedes con una idea equivocada. Izuku y yo no somos pareja. Nunca lo fuimos. Estoy soltero, y no he salido con nadie más desde que ya no te tengo.
– No esperes un premio por eso – Refunfuñó Bakugou, aunque en el fondo si estaba sorprendido de que su ex no saliera con Deku – Después de todo, tú más que nadie sabe que yo no repito errores.
– Yo tampoco lo hago – Dijo Todoroki, lo que hizo que Bakugou le mirara un poco ofendido – Por eso quiero esforzarme por recuperarte. Nunca fuiste un error. Aún si mi familia intentó hacerme creer que sí.
– Pierdes tu tiempo – Para este punto ya estaban en su edificio de dormitorios.
– Eso ya lo veremos – Todoroki se despidió para irse a su propio edificio – Nos vemos, Kitkat.
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Si bien la conversación con Todoroki antes le dejó un mal sabor de boca a Bakugou, olvidaría todo con la película de la tarde. La última parte de la trilogía sangrienta que Bakugou adoraba finalmente estaba aquí, algo bueno le sucedía al fin.
Se dio una ducha y se vistió, tomando una chaqueta por si le daba frío más tarde. Sero también ya estaba listo, así que salieron antes del dormitorio. Eran las ventajas de vivir juntos cuando salían. Como amigos, hay que aclarar.
– Te recuerdo, cara de burro, que es una salida de amigos – Volvió a repetir Bakugou como por decimoquinta vez – Pero comprarás el combo pareja porque es el que trae los nachos con picante.
– Entendido y anotado, chihuahua – Sero le respondía con tranquilidad, como si no creyera las palabras de Bakugou. Y eso le ponía nervioso.
Pidieron un taxi para ir al cine, y fueron directamente a dulcería, porque Sero ya había comprado los boletos y el combo en línea, así que no esperaron en la fila. En menos de 10 minutos, ya estaban sentados.
Bakugou se puso nervioso, estaban en la última fila de la sala, y no mucha gente era fan de la trilogía, por lo que estaban prácticamente solos, al menos en las filas traseras. Y era un cine, estaba oscuro por obvias razones.
Cuando la película comenzó, Bakugou pudo distraerse un poco, relajó los hombros y empezó a comer las palomitas de maíz. No siquiera tripas saliendo de un tipo le quitó el hambre, era su género favorito, que se jodan todos.
Pero a mitad de la película, Bakugou sintió una mirada penetrante a su lado. No en el sentido paranormal, pero ojalá hubiera sido eso. No miró, fue firme en quedarse viendo la pantalla. Sabía qué pasaría si le devolvía a Sero la mirada y no se sentía listo para algo así.
Fue intenso, no tanto porque Sero estuviera sobre él, porque no lo estaba. Pero de por sí tener a alguien mirándote fijamente era incómodo. Bakugou intentó concentrarse en la película pero su mano temblorosa le traicionaba tirando las palomitas.
Al menos la película, por el tono sangriento, no tenía escenas extremadamente cursis o románticas que ocasionaran un momento extraño para 2 amigos que veían una película.
Aunque eso no fue impedimento para Sero, quien después de un rato de ver que su insistente mirada no funcionaba, regresó la vista a la película no sin antes hacer el viejo truco de bostezar y poner el brazo sobre los hombros de Bakugou.
Tal como su apodo de chihuahua, Bakugou tembló. Si no se levantó del asiento fue porque en serio quería ver cómo acababa la película. Pero no quitó la incomodidad del asunto.
Y Bakugou juró que si Sero intentaba besarlo, le rompería los dientes.
N/A: Qué no se note que Todoroki tiene las de perder(?). Ya saben, si tienen ideas para su candidato favorito, pueden decirlas. Tanto Katsuki como yo les agradeceremos.
Por el momento las cosas van así.
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