TaeHyung no paraba de vomitar y vomitar.

Aunque eso era bueno para su salud porque vamos, arremeter con todo lo que consume por un dolor en su pancita era normal, ¿verdad?

Últimamente mucho anmitsu¹ y bolas de arroz con frejol dulce en su interior era lo que consumía. BeomGyu, su mejor amigo, se daba cuenta de ello y no podía evitar preocuparse un poco.

Desde que el pene de JiMin jugó a las escondidas él había estado de esa forma, entonces sabiendo eso TaeHyung sacó una conclusión "razonable" y esa es que era tan miserable que cuando JiMin le metió su "palo con virus", de paso, le inyectó uno en el estómago.

Eso es lo único que se le ocurre ya que por última opción está que... Nah, no cree que sea ese problema.

—Ya me harté —le escuchó decir a BeomGyu.

—¿De qué? —preguntó confundido Tae.

—¡De que estés vomitando! —chilló con ímpetu el omega azabache—. ¡Mierda, Kim! ¡Ya es la cuarta vez que estás vomitando en mi cama!

Y era verdad.

TaeHyung no se le ocurría vaciar el estómago en el baño, no, no. Esa camita cálida y tibia era una buena puntería que casualmente se trataba de una pertenencia de BeomGyu.

Y rayos Choi BeomGyu ¡No le grites al niño que eso no era su culpa!

—Es que no sé qué comí... —murmuró Tae, puchereando.

—Si últimamente andas comiendo como cerda luego de pasar cien años en hambruna, ¿qué esperabas? —bufó BeomGyu, irritado—. ¿Has ido siquiera al doctor?

TaeHyung negó inmediatamente, asustado.

—¡No! ¡Y ni quiero! —subió el tono de su voz—. ¡No me gustan los doctores, ellos son malitos y te inyectan cosas dolorosas en el cuerpo!

BeomGyu parpadeó ante lo dicho.

Así que se acercó a su otro amigo con sigilo para acariciar su guedeja, regalándole una sonrisa. TaeHyung le devolvió la sonrisa esperando comprensión de él mientras sentía una gran emoción surgir en su estómago.

—Me vale una mierda, te llevaré al doctor.

Y luego TaeHyung vomitó en los pies de BeomGyu, haciendo que este chille del asco.

Miren el lado bueno; ya no es en la cama.

anmitsu: [n.] El anmitsu es un postre japonés que ha sido popular durante muchas décadas. Se elabora con pequeños cubos de agar-agar, una gelatina blanca traslúcida hecha de algas rojas o verdes.