Bambi:

SKYPE ON:

Me siento en el escritorio frente a la ventana. Llamo a Mich y espero a que atienda la videollamada. Grito de emoción al verla en la pantalla.

— ¡Michi!—exclamo— ¡Hola!

— ¡Ay mi amiga! ¡Qué linda estás! Alex, ya pudimos tener buena conexión—dice sonriente. Su novio aparece atrás cocinando y saluda contento.

— ¡Los extraño!

—Nosotros también Bambi... estas re bien y te veo re feliz ¿O no?—habla mientras camina por su casa.

— ¡Sí! No saben lo lindo que es el departamento, ya lo van a conocer, vamos a ver cuando pueden venir, me encantaría—giro mi cámara de la netbook hacia la ventana— ¡Con vista al mar y todo!

—Ay Bambi... qué lindo todo mi amiga hermosa—prosigue emocionada Michi—estamos muy felices por vos. ¡Y mucho más por lo que pasó! Yo sabía que Axel estaba arrepentido, pudiste dejar tu orgullo atrás y estoy muy orgullosa de vos por esa acción.

Sonrío levemente.

—Sí, rompí mi orgullo por amor. Igualmente fue todo muy raro ¿Te acuerdas Michi cuando te conté mi sueño de que alguien igual a mi me hablaba? Yo pensé que era un efecto de la droga...

— ¿No era eso?

—Aunque no lo creas, apareció la noche anterior a que sea el viaje en mi espejo. Esta vez la vi... tiene que ser mi alma. Es raro, pero muy lindo. No puedo creer que llegué a ese nivel de... ¿Evolución tal vez?

— ¡Si eres genial! ¿Cómo no ibas a llegar a eso?

—Ay te amo tanto Michi...

—Yo mucho más—sonríe melancólica.

—Bueno y me había dicho algo de que la vida sorprende cuando menos lo esperas... ¿Y te das cuenta? ¡Todo encaja! Pasó lo de Axel que fue completamente inesperado...

— ¡Sí! ¡Como de película! ¡Cuéntame qué sentiste en el beso!

—Pasión—suspiro.

—Ay—me burla cariñosamente. Nos reímos.

—Y amor también, no sé, fue tan lindo. Te juro que me dejó paralizada, maldita sea Axel, me puede tanto el pendejo—Mich se ríe ante mis palabras—no puedo creer que estamos viviendo juntos, que somos novios, en México. Es toda una novela pero real—prosigo.

— ¿Viste? Yo sabía que te merecías lo bueno y llegó. ¡Te quiero muchísimo y espero que seas feliz siempre Bambi! ¡Gracias por tanto!

—Yo también, los espero ni bien puedan venir ¿Eh?

—Por supuesto, a Alex le encanta la idea de ir a México también—ríe—grita desde la cocina que te manda un beso.

—Otro también—sonrío—nos hablamos pronto, Michi.

—Si mi amiga, te amamos.

—Yo más—saludo lentamente y la cámara se apaga.

Cierro la netbook y observo sobre la ventana el mar profundo. 

Simplemente no puedo creer todo lo que estoy viviendo.