Bambi:

"Pasó una semana desde que me fui de la clínica. Mis padres ya se despidieron de mi ayer porque necesitaban volver a donde viven por negocios y cosas importantes. Dijeron que a través de una cuenta bancaria depositarán cada mes un suficiente monto para poder comprar las cosas esenciales. Mi padre me entregó los poderes de la oficina para hacerme cargo, y ya pude estudiar en profundidad un poco su trabajo ya que prefiero llevarlo de una manera independiente. También ahora tengo todos los documentos importantes acerca del departamento.

Por otro lado ya logré encargarme del colegio, pude conseguir uno en México donde me dan la posibilidad de ingresar en esta época del año, solo debo esforzarme un poco más en algunos contenidos pero sé que soy capaz y puedo. No me asusta.

Hoy me junto a la tarde con Mich y Alex en fin de contarles la gran noticia. No me animé antes por si tenían una triste reacción, aunque conociéndolos, yo sé que si ellos saben que yo estaría bien empezando mi vida otra vez, van a apoyarme completamente.

A mi suerte era verdad lo de Federico y Barbie, desaparecieron completamente y no supe más de ellos.

Por último, donde mi corazón es un revuelco de emociones, donde hay melancolía y furia: Axel. No sé nada de Axel y preferí no saberlo. Le dije a Adam que no me busque ni venga a mi casa. Es mejor no verlo. No quiero sufrir más. Me cuesta muchísimo pero ya decidí superarlo con el objetivo de reiniciar mi vida otra vez.

Mañana me espera un gran día, y sí... elegí el día de mi cumpleaños número diecisiete."

Suena el timbre y seco rápido la lágrima que cae por mi mejilla. Tomo la carta, la doblo y la llevo a mi pecho cerrando los ojos con fuerza para después guardarla en la caja.

Abro la puerta y Mich tiene una sonrisa reluciente como siempre, Alex está atrás con un paquete de facturas.

—Intentamos hacerlas caseras, pero la verdad es que salieron muy mal—exclama Mich fastidiosa. Se ríen—así que tuvimos que comprar—sonrío melancólica.

Parece que todavía no se dieron cuenta de que lloré un poco. Los invito a pasar.

—Bambi ¿Qué pasó? ¿Estás cansada? Ay amor capaz que prefiere que vengamos después, no te queremos molestar amiga—dice preocupada Mich.

—No nena no—la tranquilizo. Empiezo a llorar lentamente—chicos les tengo que decir algo, mañana... mañana me voy a vivir a México—finalizo. Hay un completo silencio de la sorpresa.

Es una noticia inesperada para ellos, lo sé.

—Pero quiero que sepan que lo elegí por mí, que quiero y necesito, quiero volar a la vida, quiero...no sé, simplemente quiero. Es un presentimiento. Espero que lo entiendan—agrego.

—Claro que si...mi amiga—me abraza Mich y lloramos juntas—si eres feliz yo también voy a estar feliz ¡Pero no podemos hacerte ningún cumpleaños! Te mereces mil fiestas como para irte sin una—prosigue triste. Me sonrojo ante sus palabras.

—No es el problema, tranquila. Yo elegí la fecha de mi cumpleaños para irme Michi—sonrío mientras Alex nos tiende un pañuelo a cada una—él siempre tan bueno—nos reímos—ven, abrazo entre todos. Les juro que a donde sea que vaya, nunca, jamás los voy a olvidar.

Siento algo extraño en mi corazón. Ya avancé un poco en todo este esfuerzo. Logré decirles la noticia a Mich y Alex, mis grandes compañeros de toda esta historia que viví, los más fieles y unos verdaderos amigos, de esos que marcan tu alma para siempre.