Capítulo 84 ♥

Bambi:

Mich dijo que la espere pero ya no quiero molestar. Prefiero irme por mi cuenta, ya demasiado me estaba haciendo un favor con su compañía. No sé por qué hoy la sentí rara. Debe ser delirio mío, debo estar tan perdida emocionalmente que ya todo se da vuelta y no encaja, nada con nada encaja en mi mente. Y yo también estoy bastante rara hoy.

Decido escribirle la nota de la melancolía que llevo junto a mí para luego irme a casa lo más rápido posible. Es mi gran refugio en estos colapsos emocionales.

El día otoñal presenta una brisa fresca, suave y hermosa. El otoño es mi estación favorita. Todavía me siento rara, aún así lo ignoro. Es solo un día más. Me coloco auriculares para escuchar música en el camino como si nadie existiera. Contemplo el cielo celeste, todo brilla, las nubes captan mi atención, repentinamente me dan ganas de llorar y a la vez no.

No sé qué me pasa.

Llego a la cuadra pero un auto se frena a mi lado bruscamente. Mi corazón se detiene por un momento al ver su cara por la ventanilla y noto que la rareza terminó de completar mi día. Se me cae el celular mientras estoy impactada, paralizada, fría y pálida. No me movilizo. Únicamente rezo que sea una pesadilla, sin embargo soy consciente de que no es así.

—Te conviene callarte pendeja—susurra en mi oído una voz femenina, tapa con sus manos mi boca y por más que quiera gritar es inútil. Intento defenderme pero no puedo. Ya no puedo debido a su intento de que ingrese al auto de manera forzosa. Cuando me volteo a verla quedo impactada. Es Barbie, la famosa Barbie Wersey, la ex de Axel que en el pasillo del instituto tuve un cruce con su mirada de odio y superioridad. Todo encaja a la perfección. Tengo miedo, tengo mucho miedo.

— ¡Bambi!—grita mi mejor amiga en la lejanía de la calle. Solo puedo verla un instante corto ya que Barbie logra meterme al auto en un flash de tiempo. Sé que ella y Alex van a salvarme. No puedo temer tanto.

— ¡¿Qué quieren de mi?! ¡Federico que mierda haces!—grito desesperada una vez que subimos y empezó a conducir.

—Te dije que te conviene callarte, Henderson. Es más, si mantienes la calma mejor chiquita. Nos vamos a divertir mucho con tu susto—ríe maliciosa Barbie.

— ¡Eres una enferma! ¡¿Qué mierda quieren?! Ya lo tienes a Axel estúpida, te lo puedes quedar ya no me importa. Yo no soy así de tóxica como vos—contesto desafiante y enojada.

— ¡Pendeja de mierda te dije que te calles! ¿Encima valiente? ¡Veremos qué tan valiente!—me sujeta a la fuerza mi boca e introduce un polvo de un sobre desconocido obligándome a tragarlo con agua por más que me resista—idiota, en un rato vas a estar mareada y dormida—ríe—conmigo nadie se mete.

— ¡Yo no te hice nada!—lloro ofendida— ¡Suéltame!

— ¡Estuviste con Axel, con mi Axel! Y el idiota está enamorado de vos ¿Que no te das cuenta? ¡No soporto que alguien llame más la atención que yo, Bambi! ¡Pendeja creída! Encima dejaste a Federico que te ama, no eres ninguna santa.

— ¡¿Qué?! ¡Habla vos! ¡¿Qué no te animas?!—lo miro por el espejo retrovisor— ¡Decile a tu amiga que eres un tóxico igual que ella! ¡Están enfermos los dos!—finalizo.

Llegamos a una casa que desconozco. Ambos me entran a la fuerza sujetándome los brazos, cierran la puerta con llave y también las cortinas de las pocas ventanas en el espacio. Me atan en una silla por lo cual no tengo movilidad.

— ¡Son unos enfermos!—exclamo con los ojos vidriosos.

— ¿Te quedan ganas de continuar?—habla esa voz masculina a la que tanto odio le tomé, aquella que en un principio amé con una locura ciega.

—Nunca tuve la oportunidad de decirte pero sabes, ahora que estoy acá y ya veo que me van a hacer algo, Federico, me das pena. Yo te amaba, a mi manera, siempre sanamente. Era una pendeja, si. Pero jamás pensé que te ibas a convertir en este tipo de bosta. Me das pena, me da asco verte. Fuiste todo menos amor, si eso es lo que piensas—finalizo llorando y esquivo mi cara hacia abajo.

—Claro...el amor vendría después con Axel ¡Pero qué romántica y sincera historia! ¡Pobre Bambi! Encima seguís siendo una pendeja, no entiendo porque te haces la madura en la vida—ríe estúpidamente Barbie—te puedes rendir alguna vez en tu vida, acabas de perder... ahora yo te gané la partida, te tengo acá para mi, para Federico y para joderte. Asúmelo Henderson, no siempre serás el centro del mundo idiota.

La miro con cara de odio, un odio profundo como tienen sus ojos negros. Esto es como una guerra que recién empieza. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top