Axel:

Martes.

En el recreo, luego de que Barbie mencionara estar ocupada debido a una tarea importante que no llegó a realizar, decido ir hacia la biblioteca donde sé que voy a encontrar a mi amigo Adam. Cuando llego no me equivoco, observa atentamente los libros en el estante y piensa cual podría elegir para su próxima lectura.

Recuerdo que siempre decía que lo ayude de una manera muy fácil, a través de seleccionar cual me llamaba más la atención de los que mostraba. Entonces ante mi elección, accedía a leer ese.

Noto que tiene sus manos ocupadas con dos novelas. Me acerco lentamente y decido romper el hielo.

—Esa es más llamativa—afirmo. Mira algo sorprendido a la vez que deja el otro libro en su lugar.

—Gracias, lo necesitaba—ambos sonreímos levemente.

—Espera Adam—lo detengo al ver que se está yendo— ¿Podemos hablar?

—Sí, claro que sí. Es que pensé que no me irías a dirigir más la palabra—continúa. Bajo la cabeza un poco culpable—pero está bien, sentémonos a hablar—le agradezco con la mirada.

La verdad es que Adam y yo somos mejores amigos desde muy pequeños, y sería una lástima perder una amistad de tantos años por una diferencia de pensamientos. No quiero permitir perder un amigo. A veces uno en los momentos de enojo se deja llevar por el egoísmo, la arrogancia y el orgullo. Sin embargo después, la tristeza invade tu alma cuando te das cuenta que fue una simple pelea y no tenía que tener tal exageración.

—Bueno, dime Axel te escucho—interrumpe mis pensamientos.

—Sí, es que... no sé qué decir, me duele la situación, ya sé que no la quieres a Barbie y debes tener tus motivos...—exhalo.

—En resumen, yo solo intento defenderte de un posible daño, todo lo que hago lo voy a hacer siempre de buena intención, Axel. No pienses nunca lo contrario—agrega.

—Pero no sé si voy a cambiar mi visión de Barbie, y en todo caso si estoy equivocado que la vida me lo demuestre, Adam. No quiero sonar orgulloso y terco, es simplemente que me dejo llevar por lo que siento.

—Está bien, lo puedo entender por un lado, la ceguera en el amor es incalculable...

— ¿Qué?

—Nada, una frase que leí en un libro. La vi oportuna para la situación. En fin, yo tampoco quiero pelear con vos, me duele que no me creas, aún así entiendo que tal vez vos deberías darte cuenta. 

—Y si es verdad, porque no lo creo, me cuesta creerlo si es verdad...

—Axel...

—No empecemos otra vez. Mira, únicamente quiero estar bien con vos. ¿Podemos estar bien sin involucrar a Barbie y lo que pienses de ella? Estemos porque somos amigos, pero por favor, no quiero tener pensamientos negativos en estos tiempos. Necesito paz, yo creo que Barbie me quiere, también quiero que vos me quieras, y eso es todo, por favor, entiéndeme.

Observo su cara de duda ante mi planteamiento.

—Bueno, aunque me cueste, tal vez yo no soy la persona indicada para que descubras todo eso que te niegas Ax. Está bien, enfoquemos nuestras mentes en nuestra amistad. Quiero que estés bien y seas feliz, si lo eres está bien. Espero que nunca salgas dañado, Axel.

—Créeme que estoy bien, confía en mí por favor ¿Podemos ser amigos otra vez?

—Tu amistad sí que nadie me la va a quitar, pero claro capo—sonríe.

Nos abrazamos y damos palmadas como buenos amigos, aunque continúo observando inseguro a Adam respecto a Barbie, no pienso permitir que ella sea el intermediario de nuestra relación de amistad. Yo solo quiero paz y estar bien con mi mejor amigo de toda la vida. Ahora puedo estar más tranquilo.