Bambi:

01:00 HS.

— ¡Tengo helado! Vamos a comer helado—le exclamo contenta a Mich. La sonrisa sinceramente no quiere borrarse de mi rostro ni de casualidad—chocolate, dulce de leche granizado, crema del cielo...—saboreo los gustos con gran placer mientras ella sonríe. Ambas estamos sentadas en el balcón con unas frazadas cubriendo nuestros cuerpos. La noche parece ser estrellada y la luna inunda de iluminación las calles.

—Bueno nena, retuviste mucho tiempo lo interesante ¡Vamos, vamos! Ya sé que hablaste con Axel, que se conocieron mejor, que ya perdieron esa confrontación que tenían a inicio de clases ¿Te acuerdas?—ríe—así que vamos quiero escuchar lo importante...— guiña el ojo y siento como poco a poco mi cara se transforma en un tomate.

—Mmm... ¿Por dónde empiezo?—río—bueno pausa, necesito concentrarme, te voy a liberar todo de una ¿Ok?

—Ready, set and go...

—Hablamos re bien, nos conocimos un montón y pasamos momentos juntos, pero lo intenso viene ahora ¡Dios está re bueno, es hermoso! Salimos una noche al cine y logró intimidarme ¡Logró intimidarme! Y si, lo que te conté... me... me hizo sexo oral—suspiro con los ojos cerrados intentando creer que esas palabras salen de mi boca. Miro al cielo y prosigo hablando—bueno y después fue lo del spa, el último día, ahí si fue intenso en serio, me marcó bastante ese momento Mich. Nunca sentí esto, me hizo sentir bien durante un instante. Me besó con ternura y me trató como una princesa... ¡Dios! Que cursi todo...

— ¡Ah! ¡Amiga! ¿Vos te das cuenta?—grita Mich y se abalanza hacia mí para darme un gran abrazo desde su intensidad. Nos reímos juntas.

— ¡El helado, el helado!—río. Se acomoda el cabello y vuelve hacia su lugar. Sonreímos.

—Yo no sé qué pensar, o te estoy perdiendo, o te estoy perdiendo—continúa la conversación.

—Ay, Mich—acoto sonrojada.

—Bueno, si la cosa sigue avanzando, que no me sorprendería, me tienes que avisar, eh. Un par de consejos deberías tener—prosigue. Tapo mi cara en tanto me sonrío y recojo mi cabello en un rodete para seguir comiendo helado.

—Trato hecho—contesto.

—Te quiero Bambi, me encanta verte así. Eres increíble, adoro que seas mi amiga desde el primer día que te vi.

—Yo también te quiero Mich, conocer a alguien como vos fue mágico y único—agrego nostálgica.

—Ay, no quiero llorar—exclama riéndose a la vez que ventila sus ojos.

— ¿Vos crees que pueda pasar algo más?—le pregunto. Siento mi mirada brillante ante esa gran duda que usurpa mi mente y corazón.

—Tiene que fluir Bambi, seguramente sí. Eres una súper chica con todas las palabras. Si no lo sabe ver es un idiota, pero vos siempre debes hacer lo que sentís, siempre. Y jamás arrepentirse, todo pasa por algo y todo te marca por algo. A veces uno se enfrenta a nuevas experiencias, son las que te van a marcar la vida para siempre. Siempre hace lo que sentís Bambi, nunca, pero jamás te olvides de estas palabras.

Las estrellas parecen formar distintas figuras en el cielo. Preparamos todo para dormir, acomodo los colchones con las frazadas correspondientes y llevo el helado hacia el freezer.

Mich logró dormirse. Yo me quedo ansiosa antes de cerrar los ojos. Me pregunto qué estará pensando Axel y siento un escalofrío inmenso por dentro. Todo lo que estoy viviendo no tiene explicación, es decir, es único. De verdad es único y completamente nuevo en mi vida.