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one short
Universo Alterno
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— Entonces, ¿que cosas hacen a parte de todo eso?. — cuestionó Haruna apoyándose en las palmas de sus manos, observandote con  interés.

— ¿Como que hacen?. — Lika alzó ambas cejas con diversión, causando un sonrojo en la de cabellos azules.

— ¡N-no me refería a eso!. — exclamó con las mejillas encendidas, causando risa entre las presentes.
 
— Basta Lika, no perturbes la inocencia de Haruna.— aconsejaste, provocando que ella alzara ambas de sus manos. — respondiendo a tu pregunta, solamente vemos películas y aveces vamos a comer en ciertos restaurantes. — recordarte aquellos hermosos momentos que pasaste alado de tu actual novio.

— Parece que van a llenar al mundo de azúcar. — admitió una joven de melana larga de color castaño.— me van a dar diabetes. — agregó para después comenzar a beber su bebida.

— ¿En serio?. — alzaste una ceja. — ¿que tal van las cosas con Endo?.

  Al instante las mejillas de Natsumi se tornaron de un color carmesí intento, mientras que tragaba de la bebida con cierta dificultad. Al instante Lika comenzo a reír por aquella acción, ganándose una mala mirada de su parte.

— Tranquila Natsumi, estamos entre amigas. — explicó la de cabellos azabache.

— Aki tiene razón, no debes alterarte por mencionar algo de lo que ya estas acostumbrada. — expuso Touko mientras observaba su reloj. — maldita sea, voy a llegar tarde a una reunión. — la de cabellos rosados tomó sus cosas rápidamente, para dejar algo de dinero en la mesa. — las veo luego chicas.

— Adiós. — te despediste justamente cuando ella estaba algo lejos de la mesa. — bueno, supongo que todas ya nos tenemos que ir. — te levantaste de tu asiento.

— Así es. — Natsumi imitó tu acción.

— Nosotras ya nos vamos. — la de cabellos castaños se colocó a tu lado. — nos vemos luego chicas. — te despediste de las demás.

— ¡Adiós!. — escuchaste exclamar a la de cabellos azules, cosa que provocó una sonrisa en ti.

  Ambas comenzaron a caminar de forma silenciosa, solamente se podría escuchar el sonido de tu tacón chocar contra el suelo, una y otra vez.

— ¿Porque no les dijiste que te vas a casar?. — le preguntas a Natsumi, ella sólo se encogió de hombros.

— Se enteraran cuando les envié las invitaciones. — le resto importancia a la situación. — mejor cuéntame lo que te esta sucediendo.

— ¿Qué?. — la observaste sin entender.

— Me di cuenta que observabas con asco tu comida. — añadio con seriedad.

— Es que no me gustaba. — formulaste observando al suelo.

— Eso no es cierto. — detuvo su caminata, así que imitaste su acción. — te he visto comer eso desde siempre, imposible que te deje de gustar.

— No te preocupes por mi. — intentaste sonar lo más calmada posible, aunque aún así Natsumi no creía en tus palabras.

— (T/N) sabes que te aprecio mucho, no voy a juzgarte. — añadio con una mirada sincera.

— Esta bien. — te acercaste un poco a ella, ya que estaba más alejada. — he tenido varios ataques de náuseas e incluso en más de una ocasión llegue a vomitar, me siento sin energías suficientes y soy un poco más sentimental.

— Entonces estas... — la interrumpiste.

— Me hice una prueba de sangre con Fuyuka, por eso ella no vino a la reunión. —inhalaste una bocana de aire. — solo espero que no sea nada serio.

— ¿Es en serio?. — murmuró por lo bajo. — como sea ¿cuando te entregan esos resultados?.

— Hoy. — respondió con nerviosismo. — justamente ahora voy a ir por ellos.

— Te acompaño.

— Muchas gracias Natsumi, peo creo que sería lo mejor ir sola. — le comentaste con pena.

— Te acompañare para que no estés sola cuando descubras la noticia. — la observaste confusa.

— ¿Cual noticia?. — ella tiro de tu brazo.

— Vámonos.

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— Aquí están tus resultados. — la de cabellos morados pálidos, te extendió un sobre blanco. Lo tomaste con nerviosismo. — me gustaría quedarme  a saber tus resultados, pero tengo mucho que hacer. — explicó con timidez.

— No te preocupes. — sonreiste.

— De todas formas iré a visitarte mañana. — agregó Fuyuka.

— Claro, no hay problema. — después de aquello la enferma se dirigió hacia otro lugar. — es hora de descubrir que me esta pasando. — abriste aquel sobre con cierta delicadeza, bajo la mirada de Natsumi.

  Cuando mantuviste el papel entre tus manos, comenzaste a desdoblarla, para después comenzar a leer lo que decía aquella carta de color blanco. Al instante tu rostro palidecio, mientras releías aquellas palabras una y otra vez.

— Entonces... — generó Natsumi después de un largo silencio, esperando una respuesta.

— Estoy embarazada.

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— Hola cariño, ya estoy de vuelta. — escuchaste una voz conocida, así que dejaste de ver la televisión para observar al recién llegado.

— Hola. — lo tomaste en un abrazo que el correspondió, este te dio un corto beso en los labios. — ¿como ha estado tu día?.

— Ha estado bien, gracias por preguntar. — acarició tus cabellos. — los jóvenes aún intentan aprender técnicas especiales, estoy en procesoproceso de enseñarles.

— Eso es genial. — te separaste de él con una sonrisa, gesto que devolvió el albino. — hay algo de lo que debemos hablar. — tomaste su mano llevándolo por el sofá, en el cual anteriormente habías estado.

  Natsumi te aconsejó que deberías decírselo a Fubuki hoy y por esa razón estabas hecha un manojo de nervios. No sabias por donde empezar, ni menos como terminar. Observaste como es que Fubuki se mantenía confuso después que tomaras su mano.

— ¿Que es?. — inquirió con curiosidad, despues de que te sentaras frente a él.

— Bueno, esto va a ser largo. — agregaste con una suave risa. — Fubuki sabes que te amo muchísimo, la verdad es que eres una persona maravillosa. Y por supuesto que me encantaría quedarme contigo toda mi vida. Muchas veces hemos hablado acerca de nuestro futuro y sabes que quiero construir una familia a tu lado, solo que... — tomaste el papel que se encontraba en uno de tus bolsillos. — se nos adelanto la noticia. — formulaste con una sonrisa.

  Fubuki tardo un poco en recaudar la información, tomando aquel pedazo de papel que estaba entre tus manos. Al instante sonrió alegre, mientras que te envolvió entre sus brazos.

— Gracias (T/N). — formuló en tu hombro, a los pocos segundos habías sentido algo húmedo en aquel lugar. — es la mejor noticia. — como tus instintos lo predijeron, el albino estaba derramando lágrimas. — te amo demasiado.

— Yo lo hago más. — retiraste con tus pulgares aquellas gotas de agua.