Jake no vio que Ellie había empujado a Tom encima de Aiden. Solo vio que sus cuerpo estaban pegados, sus rostros peligrosamente cerca.

—¡Oh Dios mío! ¡Consíganse una habitación! ¿En medio del desafío? ¿En serio, Tom?

—¿T-Tom? Pero tu dijiste...

El ovillo gigante de color cían pasó por encima suyo, y luego atravesó su arco. El marcador del Equipo Magenta subió a dos, perdiendo el desafío. 

—Y con eso la puntiación termina en dos a uno a cero. Magenta, como equipo con más puntos, perdieron. 

Ally se acercó molesta a Jake. No, no molesta. Furiosa. 

—¿¡Es enserio Jake!? ¡Solo tenías que parar la pelota!

—Ah, ¿qué acaso no viste que me aplastó una pelota? Estoy bien, por cierto. Gracias.

Mientras estos dos discutían, Fiore alzó una ceja. Si hacía las cosas bien, entonces la situación podía volcarse muy fácilmente a su favor, no solo en la próxima ceremonia de eliminación, sino además en algunas en el futuro. Decidió no intervenir. Al menos, no por ahora.

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Ally entró a la carpa echa una furia. Estaba totalmente molesta con Jake. Les costó totalmente el desafío. Y lo peor es que ni siquiera sabía porque. De repente había desviado la mirada hacia Tom y Aiden. ¿Qué no puede dejarlo ir de una puta vez? pensó la gamer. Ella superó muy rápida su ruptura con Hunter, ¡hacía solo dos jodidos desafíos! Y él no podía superar a un tipo que lo ghosteó desde que terminó su temporada.

Era todo en verdad frustrante.

—Ajam— dijo Fiore desde la entrada, con una sonrisa suspicaz.

—¿Qué quieres ahora, Fiore? No estoy de humor, para que sepas.

—Oh, nada. Solo hacerte una pequeñísima propuesta que seguro te interesará.

Ally alzó una ceja.

—Habla.

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Jake se dirigó a votar. Tenía un montó de cosas en la cabeza. ¿Ally o Fiore? Una era insoportable y la otra el demonio encarnado. Eliminara a la que eliminara, podría sacar algo bueno. Le dijo a Ashley que votaría por Fiore, cierto, pero... la verdad es que también le dolía que la rubia se hubiera alejado tanto de él. Con la salida de Ally.

Jake llegó al taburete. Observó su papel unos cuantos segundos. A. Su rostro sudaba. L. Manos temblorosas se aferraban al bolígrafo. L. ¿En verdad era lo correcto? Eliminar a Ally... solo por un capricho egoísta y sus inseguridades. Recordó lo sucedido dos años atrás, cuando por eso mismo había arruinado su relación con Tom.

Tom. Tom...

Y. Depositó su voto en la urna. Lo echo echo estaba. Ya no había vuelta atrás. Ally fue la siguiente en ir a votar, y notó como Jake evitaba su mirada. Frunció el ceño y miró hacia atrás, hacia Fiore. Le asintió. La niña sonrió con confianza. Luego vio que Ashley le estaba diciendo algo a Jake. Estaba molesta, y Jake también evitaba mirarla. 

Maldito desgraciado. Sin dudarlo anotó su nombre. J. A. K. E. 

Depositó su voto. Ahora solo esperaba que Fiore no la traicione.

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—Tras leer los votos, la decisión es final— anunció Kristal—. La persona expulsada debe irse de inmesiato. Primer voto...

Ally tragó saliva. Ashley puso los ojos en blanco. Jake miraba con indiferencia. Fiore se miraba las uñas, sonriente.

—Fiore.

La niña no tuvo reacción alguna. Ashley la miró, comenzando a sospechar.

—¿Por quién votaste, pequeña diablilla?

—Dejemos que los votos hablen, vaquera.

—Ally.

La gamer miró molesta a Jake, quien se encogió de hombros.

—Jake.

—Alto, ¿qué?— dijo Jake, de pronto perdida su confianza. Miró a Fiore, quien aún mantenía ese aire de importancia. Abrió los ojos en shock. El voto decisivo era de la persona mas maquiavélica de todo el campamento—. Oh, diablos.

—Un voto para Jake. Un voto para Fiore. Un voto para Ally. Queda un voto. La sexta persona expulsada de Campamento Desventura: All Stars, es...

Jake tragó saliva. Ally cruzó los dedos. Ashley miraba preocupada. Fiore sonrió, pareciendo el demonio en persona.

—...Jake— la desprolija letra de Fiore selló su destino—. Son dos votos. Debes irte.

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Jake bajó del Autobús de los Perdedores, aún en un estado de completo shock. Nadie fue a recibirlo. Quizás no haya nadie despierto a esas horas, de cualquier forma. Suspiró. Es mi culpa... mi maldita culpa. Otra vez... creí... creí haber eliminado esas viejas costumbres...

Quería llorar ahí mismo. Se contuvo. Se encaminó al hotel, tratando de parecer lo más digno posible. La puerta rechinó cuando él entró. Todo estaba a oscuras. Conocía su habitación: número seis. No hacía falta sumar dos más dos para darse cuenta de eso. 

Se encaminó hacia allí mismo, sintiéndose miserable, totalmente idiota. Pasó por la habitación uno. Seguramente James estaría allí. No tenía ánimos para verlo. Habitación dos. ¿Lake seguiría despierta? Era algo que preferiría no averiguar. Ahora que lo pensaba, ¿como habrán reaccionado James y Lake al beso de Tom y Aiden? Si él no se lo había tomado bien...

No seas idiota... el propio James te lo dijo... él si confia en su novio. Y yo ni siquiera en mi amiga...

Habitación tres. Se detuvo a mirarla. ¿Sería muy inapropiado despertara a Miriam solo para desahogarse? Sí decidió mentalmente si vas a aguantar su mirada de decepción, que mínimo sea cuando ella esté despierta.

Habitación cuatro. Hunter. Estaba abierta. El propio ex miembro del Equipo Magenta estaba llorando, ocultando su rostro en sus manos, con un pijama cubriendo su torso y solo en boxers. Jake se mostró sorprendido. No había esperado encontrarlo así. Connor entró en la habitación cinco, que estaba justo enfrente de la uno. Había intentado sacarle charla durante el recorrido del bus, pero... sencillamente no estaba de buen humor. 

Hunte levantó la mirada, sorprendiendo a Jake viéndolo fijamente.

—E-ey— dijo Hunter, susurrando—. Así que t-te expulsaron.

—Si... ¿y tú estás así por ser expulsado también? Mira, lamento haberte eliminado, pero creí que mi estrategia...

—N-no estoy molesto contigo. S-solo fue una jugada arriesgada. Por lo visto te salió mal— rió con desánimo—. Y no, no estoy así por la e-eliminación.

—¿Entonces?

Pareció sorprendido. Suspiró.

—Con que no les dijo nada, ¿eh? Ally terminó conmigo.

Silencio. Jake abrió los ojos con impresión.

—¿Q-qué? ¿C-cuándo?— preguntó Jake.

—Justo antes de que pasara el autobús. E-ella me acompañó... solo para terminar conmigo...

—Ay, Hunter. Lo siento mucho.

—Y lo peor fue la maldita canción— apretó los puños—. No le bastaba con cortarme en televisión internacional... también tenía que hacerme ver como el malo del cuento.

Jake se sintió genuinamente mal por él. Había escrito junto a ella la canción que habían cantado justo el episodio siguiente de la eliminación de Hunter. No había visto las frases entre líneas. Pero analizándolo con ese conocimiento...

—Oh por Dios— dijo Jake.

—Te diste cuenta, ¿eh? Bueno, así está la cosa.

Jake tragó saliva y se sentó al lado de Hunter. El de la temporada dos no dijo nada. Agradecía la compañía.

—E-estoy aquí por cualquier cosa que necesites, ¿si?

—...Necesito un abrazo, la verdad.

Jake sonrió débilmente, rodeándolo con sus brazos.

—Tranquilo, Hunt. El dolor... tarde o temprano... pasará— se fue desanimando con cada frase.

—Con esa convicción casi me lo creo— bromeó Hunter.

—Pff, cállate— dijo Jake, empujándolo levemente del hombro—. Por cierto, ¿por qué?

Hunter no pareció comprender a que se refería al principio, pero luego desvió la mirada.

—Según ella... no era el mismo que durante la temporada dos.

Eso a Jake... le molestó. No entendía bien el porque de esa emoción. Pero estaba molesto. Con Ally, por pensar así de Hunter. Con el propio Hunter por dejar que las palabras de esa cualquiera le afectaran. Pensó entonces en Tom, y se enojó con él, por haberlo echo esperar dos años, dos años en los que Jake se estancó por alguien que, al parecer, ya tenía novio.

Miró a Hunter. El tipo era guapo. Tenía el cabello negro y lacio, unos ojos claros profundos, un rostro bien cuadrado... y un torso que...

Jake se mordió el labio inferior mientras bajaba la mirada por el cuerpo de Hunter. Estaba muy bien trabajado físicamente. Claramente, el tipo se cuidaba bien. 

Se levantó.

—¿Sabes si la habitación está insonorizada?— preguntó, caminando a la puerta y cerrándola con llave.

—¿Q-qué?— preguntó Hunter, algo sonrojado.

Jake volvió a sentarse a su lado, solo que esta vez más pegado a él. Acarició su mano con el meñique.

—Solo pensaba...  tu fuiste cortado por tu novio en televisión internacional... y a mi el chico que me gusta me ha ghosteado por dos años porque, al parecer, tiene novio. Los dos estamos muy... estresados, Y pensé... ¿por qué no liberar... frustraciones?

Acercó su rostro al de Hunter, con un ligero tinte rosa en sus mejillas. A diferencia del del propio Hunter, que parecía una cereza gigante. Jake lo besó. Suavemente al comienzo, más apasionado en cuanto Hunter lo agarró de la cintura y lo sentó sobre su regazo. 

—¿Estás seguro, Jake?— preguntó Hunter. Pese a su pregunta, siguió acariciando su espalda.

—¿Habría cerrado la puerta con seguro de no estarlo? Solo cállate— lo agarró de la nuca—, y sigue besándome.

Hunter esta vez se atrevió a meter sus manos por debajo de la ropa de Jake. Y el peliazul no podía creer lo bien que se sentía. Con Tom nunca llegó a estar en una situación así. De lo que se había privado estos dos últimos años por esperar a ese idiota.

Tomó el pijama de Hunter desde abajo, y comenzó a deslizarlo hacia arriba. Se separó para mirarlo mejor. Como podía suponer, el chico tenía una gran musculatura en el torso. Acarició sus abdominales, hipnotizado ante la vista. 

—Ally es idiota si dejó ir esto. Claramente uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

—Y Tom es un necio si ghosteó a tan buen besador— Hunter también agarró la ropa de Jake por debajo. Le quitó primero la chaqueta, lo que fue fácil. Luego, tomó la playera desde abajo y la subió. También miró el físico envidiable que tenía el peliazul—. Tú tampoco estás nada mal~

—Oh, cállate— volvió a besarlo, esta vez con mayor intensidad aún. Agarró sus hombros a la par que Hunter le acariciaba el torso—. P-parece que alguien está emocionado— dijo, moviéndose levemente sobre el regazo de Hunter, sintiendo la gran erección sobre su trasero.

—¿Tu no?— acarició la punta de la erección de Jake, sacándole un suspiro al peliazul. 

—B-bueno... llevo más de dos años de abstinencia. Tú, en cambio, pudiste hacerlo en todo este tiempo.

—Cierto. Tengo cierte ventaja sobre ti...— tomó a Jake de los muslos, sorprendiendo al de coletas—...que pienso aprovechar~

Lo colocó debajo suyo, la espalda apoyada en el colchón. Comenzó a bajarle el pantalón, dejándolo tan solo por sus boxers, que retenían al "emocionado chico". Acarició el orifico de Jake, sacádole más suspiros.

—Ah, Hunter...

—Y por cierto, las habitaciones no están insonorizadas. Así que— se chupó dos dedos— tendrás— los alineó contra su entrada— que aguantar tus gritos.

Los metió de golpe. Jake arqueó la espalda, tapándose la boca con una mano para evitar jadear o gemir muy fuerte. Hunter los sacó y los volvió a meter con fuerza. Mientras hacía esto, tomó el miembro de Jake y comenzó a frotarlo de arriba a abajo.

—Hunter...— gimió—. Mmm... ah~ 

—Me gustan esos sonidos— dijo con una sonrisa—. Aunque esto apenas comienza, ¿sabes?

Sacó los dedos de Jake, y se bajó los boxers. Jake se incorporó y miró, primero con sorpresa y luego con deseo al miembro de Hunter. Se mordió el labio y se arrodilló frente a él. Sacó su lengua, pasándolo por todo el tronco. Volvió a hacer lo mismo, esta vez metiéndose la punta en la boca.

—Mierda, Jake...— jadeó Hunter, agarrando su cabeza.

Jake se metió la mitad de su miembro a la boca. Subió. Bajó. Subió. Bajó. Todo ante gruñidos, jadeos y gemidos de Hunter, quien hizo la cabeza hacia atrás, disfrutando del placer. Jake aceleró sus movimientos, llegando esta vez hasta más profundo de su garganta. Con su mano, se comenzó a estimular él mismo. El placer que sentía era simplemente fantástico.

—J-Jake... estoy por correrme...

Ante esto, el peliazul fue aún más rápido. Hunter soltó su carga, acompañado de un gemido grave. Jake hizo un esfuerzo por tragarse todo, pero no pudo. Abrió la boca, dejando salir un poco de aquel líquido blanco y espeso, que se mezcló con el líquido preseminal que de él mismo salía.

—Muy mal, Jake. Debes tragarte todo— lo agarró y depositó sobre la cama. Puso a Jake boca abajo, y se colocó detrás de él—. Ahora comienza la verdadera diversión.

Jake movió su trasero, provocativo. Hunter sonrió. Agarró al peliazul de sus coletas, y de una sola estocada. Gimió, en parte de dolor, en parte de placer. Hunter salió, y entró, más lento esta vez, pero más placentero también. 

—Ah....~ m-me gusta eso, Hunt...

—De verdad que había pasado mucho desde la última vez, ¿no? Estás jodidamente apretado.

Continuó embistiendo, cada vez más rápido, cada vez más rudo. Y Jake solo podía gemir. Gemir y disfrutar de la sensación erótica de tener a alguien detrás tuyo, jalando tu cabello y haciendo lo que quiera contigo. 

Hunter dio una última estocada. Jake pudo sentir como era llenado por dentro. Sus piernas estaban temblando, su cuerpo totalmente sudoroso. Hunter se alejó de él, y pudo sentir como el líquido se rebasaba de su interior. Se derrumbó, dándose media vuelta. Hunter se acostó a su lado, igual de agitado que él. Lo tomó suavemente de la barbilla y lo besó.

—No me molestaría hacer esto algo rutinario.

—Diablos, yo tampoco.

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Cuando Tess llegó al Hotel, esperaba encontrarse a un Hunter derrumbado, totalmente deprimido y con los ojos rojos de tanto llorar. Estaba súper molesta con Ally. Pero sobre todo, decepcionada. Hunter era un muy buen chico... y fue lastimado por alguien que no supo valorarlo de verdad.

Por eso estaba muy sorprendida cuando lo encontró rebosante de alegría, tarareando la misma canción que Ally le había dedicado hacía poco menos de una semana.

—¿Hunter? ¿Qué haces despierto a esta hora?

—¡Tess!— exclamó feliz. Felicidad que fue reemplazada por la tristeza—. Ay, Tess...

—No te preocupes por mi. Más bien, dime porque estás en la cocina a esta hora, porque estas con el torso desnudo, porque tienes marcas de arañazos y mordidas por todos lados y porque llevas dos va-— Tess abrió de pronto los ojos, sus mejillas tiñéndose de rojo—. Oh...

Hunter rió.

—Si, digamos que...

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En la habitación de Hunter, Jake estaba desnudo, sudado y tembloroso, con un líquido blanco y espeso saliendo de su trasero. Estaba con ambas manos atadas contra el cabecero de la cama con un cinturón, los ojos vendados y amordazado. Su rostro estaba enrojecido.

—...He encontrado la forma de librarme de la frustración~

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NOTA DE AUTOR:

...Si... mejor no pregunten como se escribir esto. Es culpa de esos cuatro *señala a Tremir y Hoshiru, sus personajes, acompañados de sus respectivas parejas*

Como sea, nunca creí escribir algo así... na, mentira. Siempre he tenido el morbo de escrirbir algo bien spicy. Así que espero que les haya gustado, porque yo, al menos, me voy a lavar las manos y el cerebro con cloro puro.

Estimo que en cuatro días máximo habré terminado el primer episodio de OU, aunque bueno, uno nunca sabe.

En fin, chaoitooo.