Maná Rivero, es una joven de entre 19 y 20 años, carismática, común y juzgada por su forma de ser tan despreocupada. Muchos creen que es un santa, que no sabe la crueldad del mundo, pero eso es lo que ella hace creer, de verdad es muy reservada. Pero su personalidad en confianza era explosiva, todo en el ambiente sexual cuando por primera vez quiso experimentar el sexo en carne, cuando por primera vez se tomó la valentía suficiente a comprometerse y como por primera vez, dio todo por un joven Moreno que rompió su confianza, la ilusión y esperanza de ser salvada de su necesidad por conseguir sentir un orgasmo. Ese orgasmo que tanto era detallado en sus libros favoritos de su escritora favorita Megan Maxwell, o Silvia Day. Pero no, los sueños son sólo eso. Pero aunque lo fuera a soñar, desear, suplicar y planear, nada de sus ideas se logran. Porque el Moreno en vez de otorgarle el mejor placer del mundo, terminó por romperla por la zona que nunca espero que alguien se lo hiciera. Dejándola frustrada sexualmente y decepcionada con todo quien se acercara a ella en ese plan. Porque por su dolor a su primera experiencia, nunca pudo volver a confiar en alguien plenamente para así poder llegar al soñado orgasmo. O una simple vida sexual plena.

Maná Rivero, siempre estaría siendo una mujer frustrada sexualmente, y al final de sus propias dudas, una muy frustrada con el mundo.