Capítulo 9

Aioria: Está helado -dije abrigándolo entre sus brazos y en ese momento Shion aparece-.

Shion: Aquí hay una magia extraña.

Aioria: Gran Shion.

Shion: Ven acércamelo -el castaño claro con todo el cuidado del mundo le acercó a Milo y le dio sus manos- Milo, tu vida corre peligro en tu corazón hay hielo que tu hermanastro puso ahí, de no eliminarlo en hielo solido te convertirás para siempre.

Milo: ¿Qué? no.

Aioria: ¿Podrás eliminarlo, no?

Shion: No hijo, lo siento Aioria, si fuera en la cabeza sería sencillo, pero solo un beso de amor verdadero podrá descongelar un corazón helado.

Milo: Un beso de amor verdadero.

Afrodita: Quizás un beso con Aioria -dijo dándole un beso a Death, en ese momento Milo se volvió a tambalear cayendo en los brazos de Aioria y ya siendo solo uno o dos de sus mechones los que seguían con ese color morado-.

Aioria: Milo tenemos que llevarte con Saga.

Milo: Saga... -dijo ya con dificultad para hablar-.

Aioria: Súbenos Aioros -este acercó uno de sus cuernos al cual el ojiverde se agarró y salió del agujero que habían hecho los trolls, al salir cogió a Milo con los dos brazos y se subió al reno- ¡Shura vamos!

Shura: Allá voy -dijo yendo hacia ellos, subiéndose a Aioros y cogiendo a Aioria de la camiseta para no caerse- vamos a besar a Saga, ¿y quién es ese Saga?

*-*Fuera del castillo de nieve*-*

Saga con todos los que se ofrecieron a ir a buscar a Milo llegaron al castillo de Camus.

Saga: Buscamos al príncipe Milo manteneos alerta, pero no le hagáis ningún daño al rey -se bajo de su caballo- ¿entendido?

Todos: Si señor -dos pasos dio hacia el castillo y el golem que creo Camus cuando estuvieron Milo y los demás se levantó y les rugió-.

Todos comenzaron a tirar flechas, lanzas lo cual hizo que el monstruo se enfadará aún más saliéndole colmillos de hielo y pinchos de hielo en la espalda, los dos que iban ahí por orden de Saga vieron a Camus asomarse un poco a la puerta y cerrarla y fueron tras él. Al entrar le siguieron hasta la sala de arriba.

Camus: No, por favor -uno de esos dos le lanzó una flecha y lo paro con un bloque de hielo que la detuvo-.

Soldado 1: Da la vuelta.

Soldado 2: Dispara.

Camus: No os acerquéis -le lanzo un rayo de hielo al suelo el cual se crearon pinchos de hielo-.

Soldado 1: Cuidado -dijo esquivándolos- fuego, fuego -el peliturquesa lanzó otro ataque-.

Fuera del castillo, Saga esquivo un pisotón que le iba a dar el otro, cogió su espada y de cortó una de sus piernas haciendo que perdiera el equilibrio después de eso entró al castillo acompañado de los otros soldados.

Adentro Camus estaba entre los dos preparado para lanzar un ataque, cuando vio que uno de los dos fue a dispararle lo empujo contra la pared, puso muchas púas de hielo a su alrededor sujetando algunos parte de su ropa para que no se soltará y por ultimo una de esas púas se dirigía lentamente hacia su cuello, al otro cuando estuvo a punto de dispararle, lanzó un rayo de hilo quitándole la ballesta de las manos, cuando iba a escapar lanzó dos muros de hielo para que no pudiera y lanzó uno último para tirarlo fuera del castillo haciendo fuerza contra él, de la fuerza rompió la puerta que daba para el balcón pero el muro le seguía empujando.

Saga: ¡Rey Camus! -le grito recién llegado para llamar su atención- no sea el monstruo que teman que seáis -tras escuchar eso el ojiturquesa paro sus ataques-.

El soldado que estaba entre las púas, el cual tenía todavía su arma se dispuso a dispararle, Saga se dio cuenta, se dirigió hacia él y le cogió del brazo desviando la flecha pero esta resultó romper la sujeción de la lámpara de araña, la cual calló y no llega ser porque Camus la esquivó hubiera caído encima suya, pero aún así se dio un golpe y se quedó inconsciente.

Cuando consiguió abrir los ojos se encontró dentro de una de las habitaciones de las mazmorras del castillo, vio una pequeña ventana pero cuando fue a ver lo que se veía sus pasos fueron detenidos por unas cadenas que llegaban a dos esposas redondas las cuales cubrían sus manos, se puso las cadenas desde otro postura y vio la masacre de fuera, entonces la puerta se abrió dejando ver a Saga.

Camus: ¿Por qué me has traído aquí?

Saga: No podía permitir que os mataran.

Camus: Pero yo soy un peligro para Arendelle, ve a por Milo.

Saga: Milo no ha regresado aún, os ruego que detengáis el invierno, devolved el verano por favor.

Camus: No lo ves, no puedo, diles que me dejen marchar, es necesario.

Saga: Haré lo que esté en mi mano -dijo saliendo de aquella habitación-.

Camus: No, Milo... -miro hacia las esposas que le habían puesto y estás comenzaron a congelarse- Milo por favor, espero que estés bien... -dijo mientras una lágrima corría por sus mejillas-.

*-*Por la montaña*-*

Aioria iba corriendo montado en Aioros y cogiendo entre sus brazos a Milo, y al lado de ellos iba Shura patinando por la nieve. Aioria le puso su gorro a Milo para intentar calentarle un poco la cabeza.

Aioria: Resiste Milo, ¡Vamos más rápido! -tras escuchar eso Aioros aceleró su galope-.

Shura: ¡Toma ya!, nos vemos en el castillo -dijo desviándose por el camino de nieve que va para el pueblo-.

Aioria: Que no te vea nadie Shura.

Shura: ¡Vale!....Hola.

Mujer: ¡Ahh! ¡Está vivo! -Aioria siguió su camino hasta el castillo-.

Soldado: ¡El príncipe Milo! -al llegar a la puerta Aioros se paró para que Aioria se bajara-.

Aioria: Vamos -dijo bajándose con Milo entre los brazos-.

Milo: ¿Me prometes qué te cuidaras?

Aioria: No te preocupes por mí.

Sirvienta 2: ¡Milo! -dijo una mujer mientras que otra sirvienta y un mayordomo abrían la puerta-.

Sirvienta 1: Nos tenías tan angustiados.

Aioria: Abrigadlo, y traed al príncipe Saga de inmediato.

Mayordomo: En seguida, gracias.

Aioria: ¡Cuidadlo bien!

Sirvienta 1: Pobrecito, estás tan herido -las puertas fueron cerradas-.

*-*Dentro del castillo*-*

Saga: Buscaré de nuevo al príncipe Milo.

Hombre 1: No podéis volver a poneros en peligro.

Saga :Si llegase a pasarle algo...

Hombre 2: Si llegase a pasarle algo al príncipe sois lo único que le quedaría a Arendelle -hubo silencio hasta que el sonido de la puerta abriéndose los interrumpió-.

Mayordomo: Está aquí, príncipe Saga.

Saga: ¡Milo! -dijo yéndose hacia él y abrazándolo- estás congelado.

Milo: Saga tienes que besarme, ahora, ahora.

Saga: Oye, más despacio.

Sirvienta 1: Un poco de intimidad para la parejita -tras eso todos se fueron dejando a Saga y Milo solos en la habitación-.

Saga: ¿Qué ha pasado ahí fuera?

Milo: Camus me atacó con sus poderes.

Saga: Dijiste que nunca te haría daño.

Milo: Me equivoque -volvió a tambalearse pero Saga lo sujetó-.

Saga: Milo -lo cogió en brazos y lo llevó hasta el sofá-.

Milo: Congeló mi corazón y solo un beso de amor verdadero podrá salvarme.

Saga: Un beso... -le puso la mano en la mejilla y se dispuso a besarle hasta que- Oh Milo, si hubiera alguien por ahí que te amara de verdad -dijo alejándose de él-.

Milo: ¿Qué? Tú dijiste que me amabas.

Saga: Al ser el decimo tercero en la línea de sucesión de mi reino -dijo cerrando las cortinas- no tenía opciones si no era accediendo a otro trono por casamiento -dijo quitándose uno de los guantes-.

Milo: Pero ¿de...de qué estás hablando?

Saga: Como heredero -dijo apagando la vela- era preferible Camus, por supuesto aunque él era totalmente inalcanzable, pero tú buscabas el amor con tanto ahínco -cogió una jarra de agua- que accediste a casarte conmigo sin más -hecho en agua que había en la jarra a la chimenea apagando el fuego- pero hubo un fallo ya que aunque después decidiera acabar con Camus, el verdadero heredero era él por la razón de que era su padre y no el tuyo el Rey oficial, pero gracias a los dioses tu hermano se sentencio solito, solo por eso todo el reino caía sobre tus hombros y tú como tonto fuiste tras de él.

Milo No Saga no -intentó pararlo tirándose al suelo pero no lo consiguió-.

Saga: Lo único que queda ahora es asesinarlo y recuperar el verano.

Milo: No eres...rival...para...Camus -le costaba cada vez más respirar-.

Saga: No -le cogió de la barbilla para que le mirara- tú no eres rival para Camus, yo por otro lado -se levantó- soy el héroe que conseguirá salvar Arendelle de la destrucción.

Milo: No te saldrás con...la...tuya.

Saga: Ohh -abrió la puerta- creo que ya lo he hecho- cerró la puerta con seguro para que no pudiera salir, Milo como pudo se levanto y se dirigió a la puerta-.

Milo: Por favor -intentó abrir pero no pudo- que alguien me ayude -su pelo ya se volvió totalmente blanco y el frío que sentía aumentó- por favor, por favor -dijo en un susurro casi imperceptible-.

Continuará...

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