Capítulo 6

Aioria: Yo te diré porque, necesitamos que nos devuelva el verano.

Shura: El verano, no me preguntes porque, pero es que siempre me ha gustado la idea del verano y del sol y de las cosas calentitas.

Aioria: ¿En serio? Me da que no sabes mucho sobre el calor.

Shura: No, pero a veces me gusta cerrar los ojos e imaginar ¿cómo sería que llegase el verano?

Siempre quise soplar un diente de león

Y hacer lo que quiera que la nieve haga en verano

Un té con limón

Mi nieve tostándose al sol

Y consiguiendo magnifico bronceado

Habrá una brisa cálida en un frió asolador

Sabré lo que le pasa al agua solida con el sol

Ya no puedo esperar

Mis colegas alucinaran

Imagina lo guay que seré yo en verano

Frió y calor se habrán conocido

Ponerlos juntos tiene sentido

Un frió invierno esta acurrucado mas darme en verano y seré un feliz muñeco de nieve

Y cuando llegue no habrá nada mejor

Que estar muy relajado al sol soltando vapor

El cielo será azul y allí estaréis tú y tu

Y haré lo que quiera que haga la nieve en verano!

Aioria: Se lo voy a decir.

Milo: Ni se te ocurra - dice golpeándole el brazo-.

Shura: ¡Verano! -y así terminó su canción- vámonos, Camus está por aquí, ¡recuperemos el verano!

Milo: ¡Si vamos! -avanzan todos excepto Aioria-.

Aioria: Alguien debe decírselo.

*-*En el pueblo*-*

Estaba totalmente cubierto de nieve y cada vez el frió era mayor, se peleaban por cualquier tontería mientras Saga junto a dos de los soldados del reino repartían mantas.

Saga: ¡Capa! Alguien necesita una.

Mujer: Arendelle está en deuda con voz alteza -dijo cogiendo una de las capas-.

Saga: El castillo está abierto hay sopa y vino caliente en el gran salón, ten reparte estás -le dijo a otro soldado dándole las capas que él llevaba y en ese momento el duque le llamó-.

Kanon: Príncipe Saga, esperáis que nos quedemos aquí sentado mientras vos regaláis toda la mercancía de Arendelle.

Saga: El príncipe Milo dio órdenes...

Kanon: Si, ¡Ese es otro! ¡No veis que vuestra principe podría estar conspirando con un brujo para destruirnos!

Saga: No cuestione al principe, me dejo a mí a cargo y no dudaré en proteger a Arendelle de los traidores.

Kanon: Tra....traidores -en ese momento el caballo de Milo llega al pueblo y tiene que ir Saga a tranquilizarlo-.

Saga: Muchacho, tranquilo, tranquilo -le cogió de la correa y comenzó a acariciarle el morro para tranquilizarlo, a la vez todos los ciudadanos se preguntan ¿dónde está el príncipe?- el príncipe está en apuros, necesito voluntarios que me acompañen a buscarla.

Kanon: Yo ofrezco a dos hombres alteza -dijo en tono alto pero bajo a casi un susurro- estad preparado para todo y en caso de que encontréis al rey quiero que acabéis con este invierno ¿entendido?

*-*En la montaña*-*

Aioria: Y...¿cuáles son tus planes para acabar con el mal tiempo?

Milo: Ah sencillo voy a hablar con mi hermano.

Aioria: ¿Ese es tu plan? ¿Mi negocio de hielo depende que tu hables con tu hermano?

Milo: Sí.

Aioria: Osea que no le tienes miedo.

Milo: Miedo ¿por qué?

Shura: Sí, apuesto que es la persona más cariñosa, amable y simpática del mundo -su primera parte del cuerpo se la clavo en un pincho de hielo y se separó de la segunda parte- anda fíjate, soy un pincho moruno jajaja.

Llegaron a otra parte de la montaña desde la cual no se podía seguir avanzando.

Milo: ¿Y ahora qué?

Aioria: Muy empinado, solo tengo una cuerda y tú no sabes escalar.

Milo: ¿Quién lo dice? -Aioros le dio con uno de sus cuernos a Aioria en su cabeza para que viera lo que Milo está haciendo-.

Aioria: ¿Qué estás haciendo?

Milo: Voy a ver a mi hermano.

Aioria: Te vas a matar Milo, yo no pisaría ahí -en ese lugar su pie resbaló-.

Milo: No me distraigas.

Aioria: Ni ahí -volvió a resbalarse- ¿Y cómo sabes qué él quiere verte?

Milo: Ahora no puedo hablar de eso, porque tengo que concentrarme, ahh.

Aioria: Ains, la gente que se retira a las montañas suele querer estar sola.

Milo: Nadie quiere estar solo, excepto tal vez tú.

Aioria: Yo no estoy solo, tengo amigos no lo olvides.

Milo: ¿Te refieres a los expertos en el amor? -dijo mientras seguía escalando-.

Aioria: Si, los expertos en el amor.

Milo: Dime que ya casi he llegado -estaba a menos de un metro de altura- el aire está un poco enrarecido aquí arriba.

Aioria: Ja, espera.

Shura: Oye Aioros no se si esto solucionará el problema, pero he encontrado una escalera que llega justo al sitio en el que queríais ir.

Milo: Jaja, sí señor, cógeme -dijo tirándose a las brazos del castaño claro- gracias -después se bajó de sus brazos y se dirigió a donde estaba con Shura- eso ha sido una prueba de fe ciega en ti -llegaron hasta un enorme y hermoso palacio de hielo- mira...

Aioria: Que pedazo de hielo, voy a llorar.

Milo: No te cortes, no voy a contarlo -Shura fue el primero en subir, y después de él fue Milo, Aioros iba a subir, pero al tener pezuñas se resbalaba-.

Aioria: Colega ten cuidado, ven aquí -dijo cogiéndolo en brazos y bajándolo de las escaleras- bueno tú te quedas aquí amiguito -el otro se sentó y se quedó muy triste- guau que maravilla -dijo subiendo las escaleras-.

Shura: Llama -le decía a Milo el cual estaba preparado para llamar a la puerta pero no se atrevía- anda llama, ¿por qué no llama? ¿tú crees que sabrá llamar? -le preguntó a Aioria, en ese momento Milo llamó a la puerta y esta se abrió-.

Milo: Eh, se ha abierto, por algo se empieza, oh, es mejor que me esperéis aquí fuera.

Aioria: ¿Qué?

Milo: La última vez que le presenté a un chico lo congeló todo.

Aioria: Pero, pero, venga ya es un palacio construido con hielo, el hielo es mi vida.

Shura: Adiós Aioros.

Milo: Tú también Shura -dijo cogiéndolo de la mano-.

Shura: ¿Yo?

Milo: Si, dadme un minuto.

Shura: Vale -el pelimorado entró dentro del palacio- uno, dos, tres...

Shura y Aioria: Cuatro...

Dentro del palacio Milo lo veía todo muy sorprendido, y tras echar un vistazo rápido comenzó a llamar a su hermanastro.

Milo: Camus...soy yo Milo -en ese momento estuvo a punto de caerse porque se resbaló-.

Camus: Milo.

Milo: Ah -lo ve aparecer con un hermoso traje de hielo- guau Camus, estás diferente, diferente, diferente y este palacio es increíble.

Camus: Gracias, no tenía ni idea de lo que era capaz de hacer.

Milo: Siento mucho lo que pasó, de haber sabido qué.

Camus: No, no, no pasa nada no, no tienes que disculparte, pero deberías irte por favor.

Milo: Si acabo de llegar.

Camus: Tu mundo está en Arendelle -dijo un poco deprimido dando un paso hacia atrás-.

Milo: También el tuyo.

Camus: No, Milo mi mundo está aquí, solo siendo yo mismo sin hacerle daño a nadie.

Milo: Ya que has mencionado el asunto.

Shura: ¡Sesenta! -dijo entrando en el castillo-.

Camus: Pero ¿qué es eso?

Shura: ¡Hola soy Shura y me gustan los abrazos calentitos!

Camus: Shura.

Shura: Sí, tú me has hecho, ¿verdad que te acuerdas?

Camus: ¿Estás vivo?

Shura: Si, ah, eso creo -tras eso Camus se miró sus manos-.

Milo: Es como el que hicimos cuando éramos niños -dijo bajando para estar a la altura del muñeco-.

Camus: Si.

Milo: Camus estábamos muy unidos, y podemos volver a estarlo -en ese momento Camus recordó aquél día-.

#_#Recuerdo#_#

Milo:¡ Atrápame!

Camus: Milo -ve como uno de sus mechones se vuelve blanco y se asusta-.

#_# Fin de recuerdo#_#

Había recordado aquel momento que tanto odiaba, había hecho daño a la persona que más quería, a su hermanastro, a la única persona que había amado, desde el día que sus padres se casaron y lo vio detrás de la pierna de Kardia se enamoró de él, y le había dañado.

Camus: ¡No! no podemos, adiós Milo.

Continuará...

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