Capítulo 3
Lamento el retraso, la vida me metió en una licuadora y no podía salir, jajajaja
Pero bueno, por fin está aquí el final de la historia! Disfruten! <3
Pd. Ni las imágenes ni los personajes me pertenecen, pero los uso con mucho cariño.
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- Loki... - susurró apenas tuvo voz.
- Thor – respondió él con cierto desdén.
- Estas diferente, pero te queda el cambio, y este palacio... es asombroso – dijo aún impresionado el rubio.
Le miró atentamente intentando buscar algún rastro de miedo o de sarcasmo, pero como siempre los ojos celestes solo reflejaron honestidad, así que no dijo nada negativo.
- De verdad lamento lo que pasó, de haber sabido yo... - comenzó a acercarse el mayor al no obtener respuesta.
- No, no, descuida, ya paso, no tienes por qué disculparte – no soportó ver sus ojos, esos que le transmitían algo que no deseaba aceptar – Pero por favor, ya vete...
- Pero acabo de llegar
- Tú perteneces a Asgard
- Al igual que tú – señaló al momento el joven monarca.
- No, Thor, ¿no lo entiendes? Yo pertenezco aquí, este es mi hogar, aquí puedo ser yo sin dañar a los demás – intentó explicarle al verlo tan decidido.
- En realidad... hablando de eso... - Comenzó a decir él de forma titubeante, no queriendo ponerlo más a la defensiva, entonces una corriente de aire helado se coló entre ambos, junto un leve aullido que los hizo voltear hacia atrás. En la puerta se encontraba un gran lobo blanco con ojos grises que poco a poco se fue acercando a ellos.
- Fenrir... - murmuró el menor sorprendido.
- Es igual al que hacíamos cuando éramos niños, pero ahora tiene vida gracias ti – dijo el mayor sin recordar que siempre había sido así – Loki, éramos tan cercanos... podemos volver a ser así ahora que sé tu secreto.
Sin embargo el de cabellos negros recordó lo realmente cercanos que habían sido, aquel beso, el beso que hacía que los ojos de Thor que ahora le miraban tuvieran aquel brillo propio del hielo al amanecer.
Asustado del recuerdo, el menor se giró sobre sí mismo.
- No, lo siento, ya vete – dijo comenzando a caminar hacía las puertas del castillo.
- Loki, espera...
- ¿No ves que trato de protegerte?
- No tienes que protegerme, no me das miedo – dijo con seguridad el rubio.
Pero el de cabellos negros ni siquiera lo miró, porque no era eso a lo que temía.
- ¡Ya no me rechaces más! – le pidió pero Loki continuó avanzando, por lo que lo siguió escaleras arriba - ¡La distancia ya no hay que conservar! Porque finalmente y como nunca, ya puedo entender, tus silencios, tus distancias, lo podremos resolver.
El menor le miró de reojo, pero sabía que no entendía la realidad completa, que solo sabía de su naturaleza, no del sentimiento que albergaba en su interior y que había provocado todo el daño desde un inicio.
- Enfrentemos el problema unidos, ya no vivas con temor, pues finalmente y como nunca... te acompañaré... - prometió con una sonrisa, con el corazón en las manos, ese corazón que Loki sabía no podía ser suyo o lo terminaría matando, y recordar aquello le dolió más de lo que deseaba admitir.
- Thor, vuelve a tu hogar, debes vivir, disfruta el sol, tu compromiso, las puertas del castillo ahora puedes abrir – dijo girándose muy a su pesar para hablar con él, viendo el rostro afligido que odiaba hacer sufrir.
- Si, pero...
- Lo sé, tu intención de ayudarme es muy buena, pero aunque solo estoy, libre también ahora soy – dijo y abrió sus brazos ante él para que le viera en plenitud, el rubio intentó tomar su mano para hacerle razonar, entonces con miedo, pues ahora no tenía sus guantes, Loki se encogió sobre si – Aléjate y sálvate de mi.
- No hay nada de que salvarme.
- De mí, Thor de que te transforme en un bloque de nieve.
- Creo que no sabes que paso, si las cosas siguen así, de igual forma me volveré uno de ellos
- ¿Qué es lo que paso?
- De algún modo enviaste el invierno eterno a todas partes – explicó el mayor sin poder evitarlo por más tiempo
- ¿A todas partes? – preguntó confundido el de cabellos negros.
- ¡Pero puedes descongelar a Asgard! – le animo el monarca como si nada.
- ¡Claro que no! ¡No sé cómo! – exclamó preocupado.
- Claro que puedes, sé que puedes, porque finalmente estamos juntos para ello – dijo Thor y busco tomar sus manos para darle más fuerza a sus palabras.
Loki se sintió desconsolado cuando su mirada de reojo vio hacía el reino, comprobando las palabras de su hermano y antes de que se tocaran, se apartó de él.
- ¿Es que libre nunca voy a ser...? – se preguntó sumergido en su aflicción sin darse cuenta que la tristeza que le invadía comenzaba a expresarse en un puñado de nieve arremolinándose a su alrededor.
- No tienes nada que temer, lo resolveremos juntos – dijo al mayor al ver donde iba su mirada.
- La tormenta esta en mi interior, no hay nada que hacer... - siguió diciendo sin darse cuenta que la nieve y su velocidad aumentaban igual que los sentimientos dentro de sí.
- La tormenta tu puedes controlar – dijo el rubio sin saber que esas palabras había dicho alguna vez Odín a su hijo menor y que cuando este volvió a escuchar estas lejos de sentirse animado, se sintió juzgado.
- Thor, cállate, lo vas a empeorar.... – dijo al sentir la magia brotar sin control de sus manos de su ser – Esto es solo terror sin fin.
- Juntos lo resolveremos, el invierno acabaremos – aseguraba el joven monarca, buscando avanzar en medio de la tormenta que Loki había creado alrededor de él.
- ¡Basta! – gritó el menor y entonces, en su frustración, nuevamente la magia abandono su cuerpo en forma de una ráfaga que golpeó el pecho del rubio.
Bruce que había permanecido en la distancia, incapaz de acercarse por la fuerza de la nieve, cuando terminó está a causa de la ráfaga, se acercó a su amigo rubio.
- ¡Thor! ¿Estás bien? – preguntó ayudándole a ponerse de pie.
- Sí, sí, estoy bien – respondió mirando a Loki, buscando tranquilizarlo con sus palabras, no darle importancia a lo que había hecho.
- ¿Quién es él? – preguntó el menor, pero entonces negó con la cabeza – No importa, quiero que se vayan de aquí.
- Loki, no, sé que hallaremos la solución juntos.
La infinita esperanza del joven monarca desesperó al pelinegro, provocando ahora no solo cambios a su alrededor, sino en las escaleras en las que aún estaban parados los otros.
- ¡¿Y cuál es?! ¡¿Qué poder tienes que acabe con el invierno?!, ¡¿o conmigo?!
- Thor, debemos irnos – dijo el castaño cuando el piso bajo ellos comenzó a desquebrajarse.
- No voy a irme sin ti, Loki – aseguró el rubio sin hacer caso a su amigo, sin dejar de mirar a su hermano.
- ¡Sí, lo harás! - le grito antes de provocar una nueva oleada de aire que les lanzó lejos de las escaleras, incluso del puente que habían cruzado y que posteriormente con su magia, hizo que se resquebrajara completamente.
- ¡Loki! ¡Loki! – gritó el rubio de manera insistente, pero el menor ya no estaba en la puerta, y esta se encontraba completamente cerrada.
- Creo que debemos de irnos, él no quiere volver Thor... - dijo el castaño lo más amable que pudo.
- Él solo está asustado, pero si le muestro que... - comenzó a decir, pero entonces sintió un fuerte dolor en el pecho que le hizo caer de rodillas y dejar de hablar por un par de minutos.
En ese momento, sin que lo esperaran, Fenrir apareció acercándose a Thor y en cuanto este acarició con su hocico el rostro del monarca el dolor disminuyó.
- Gracias pequeño... - murmuró el rubio acariciándolo sin darse cuenta del gesto del castaño de sorpresa de su amigo ante el calificativo que uso para semejante criatura.
- Thor, no te ves bien – dijo ante el semblante del rubio que lucía ciertamente adolorido.
- No importa, tengo que ir con Loki – respondió de manera necia, buscando como llegar hacía el castillo.
- Él ya te dijo que no quiere regresar – gruñó el castaño sin darse cuenta – Además si quieres ayudarlo necesitar estar bien.
- Yo estoy... - intentó decir el monarca, entonces nuevamente sintió una punzada en el corazón, y solo no cayó al piso porque el lobo le detuvo.
- Loki te tocó con su magia, tenemos que ir con alguien que sepa de magia.
- No conozco a nadie.
- Pero yo sí, ellas, bueno, son como mi familia – dijo con una sonrisa sincera en los labios.
Adolorido como estaba, el rubio solo asintió con la cabeza, y cuando Bruce estaba por subirlo al trineo, Fenrir le gruñó.
- Tranquilo, solo quiero... - Comenzó a decir, pero entonces vio como el lobo se agazapaba en el piso para que el rubio subiera sobre él.
- ¿Me llevarás tú...? – preguntó este con cierta diversión, ya que la posibilidad de montarlo era algo que Loki y él habían soñado toda su infancia.
Bruce ayudo en el proceso y agradeció la insistencia del animal ya que ante el contacto de su pelaje frío, Thor parecía un poco mejor, por lo menos para resistir el tiempo de camino.
- Bien, sígueme – dijo al lobo sin saber con certeza si le entendía.
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En silencio y a gran velocidad fueron con las personas que el castaño conocía, quién preocupado miraba cada determinado momento de reojo aquel joven que en poco tiempo se había ganado su simpatía, ante su sinceridad y su gran humor.
Sin embargo la mente de Thor se encontraba lejos, viendo escenas que nunca antes había visto, momentos en los que un pequeño Loki hacía uso de su magia con una seguridad y confianza que no recordaba, momentos en los que las miradas de este eran distintas y que los roces entre ambos fueran más íntimos. Le hubiera gustado tener la capacidad de razonar en este momento, pero una sensación de frío comenzaba extenderse con tanta firmeza en su cuerpo, que solo pudo aferrarse al gran lobo en medio de la marea de imágenes que pasaban por su mente.
Para el atardecer llegaron al hogar de las Nornas, quienes habían sido una familia para Bruce desde que tenía uso de razón.
- ¡Ey! ¡Hola! Estoy por aquí...
- Bruce, querido, no esperaba que... - comenzó a decir la más grande, y se quedo sin palabras al ver al monarca ahí.
- Lo siento, sé que me pidieron que nunca trajera a nadie sin su permiso, pero mi amigo...
- ¡Skuld! ¿Qué es esto? – gritó y entonces las otras salieron de la cabaña.
- Ya decía yo que la presencia del príncipe estaba retrasada... - dijo entonces la mediana, Verdandi
- ¿Príncipe...? – preguntó Bruce confundido, mirando al rubio sobre la criatura que les miraba recelosa.
- En realidad él es el Rey, pero el príncipe Loki tendría que haber venido hace algunos años – respondió Verdandi
- ¿Loki es un príncipe? – la confusión del hombre continuó mientras las hermanas miraban al otro semi inconsciente.
- En realidad es Rey también – dijo la mayor, Urd, con un tono que denotaba que esa discusión ya la habían tenido tiempo atrás.
- Es príncipe porque fue adoptado por la familia de Odín – rebatió Verdandi al mismo tiempo que posaba sus puños sobre sus caderas, dispuesta a validar su punto.
- No le enseñaron a Loki nada de su naturaleza, Thor se está muriendo - comentó la más chica con tranquilidad mientras posaba su mano sobre el cuerpo del monarca que lucía un tono ahora azulado.
Las palabras de Skuld hicieron que la discusión se cortara y que todos prestaran su atención al monarca.
Verdandi se acercó a rubio, para constatar aquello, pero la fuerza en la otra magia era impresionante.
- Su corazón se está congelando, no hay nada que se pueda hacer – dijo a los presentes.
- ¿Cómo que no hay nada que se pueda hacer? ¡Ustedes tienen magia! ¡Pueden hacer muchísimas cosas!
- Si, he incluso lo hemos curado en otras ocasiones, pero esta es otro tipo de magia.
- Además no es propiamente magia, es... - comenzó a decir y las tres se miraron.
- ¿Es qué?
- Bruce, no hay nada que nosotras podamos hacer, para que un corazón se descongele, se necesita un acto de amor de verdad.
- ¿Un acto de amor de verdad? Pero... - comenzó a decir, entonces recordó lo que le había dicho Thor en esos días que estuvieron juntos, acerca del compromiso que había adquirido en días pasados y ahora que sabía que era él rey de Asgard, supo a donde debía acudir.
- ¡Gracias! – dijo besando las mejillas de las 3 mujeres como cuando era un niño, antes de subir a su trineo con agilidad – ¡Fenrir! ¡Vamos al castillo!
Luego de lanzar un largo aullido, Fenrir siguió a toda prisa aquel hombre que podía percibir gracias a su propia naturaleza mágica que poseía también magia dentro de sí.
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El recorrido fue largo nuevamente, por lo que cuando llegaron por fin al castillo era ya muy entrada la noche y solo los guardias del reino se encontraban alerta.
- ¡Alto ahí! ¿Quién eres?
- ¡Soy Bruce! ¡He traído al Rey Thor! ¡Esta grave!
Pronto trajeron al Rey Henry quien se había quedado encargado del reino en ese par de días.
- Señor, Thor está bajo un hechizo, su corazón esta congelado y ...
- ¡Oh, buen hombre! ¡No se preocupe, nosotros lo atenderemos!
- Si, pero no sabe... - intentó decir, siendo interrumpido por un gesto del otro.
- Le daremos atenciones. ¿Sabe dónde está el príncipe Loki?
- Él... él está en el castillo del hielo del norte, se quedó ahí luego de atacar a...
- ¿Atacó a su propio hermano? – exclamó con sorpresa y de manera exagerada el hombre, haciendo que los presentes lucieran conmocionados.
- Bueno, no lo ataco, verá, parece que la magia de Loki no está... - buscó explicar.
- Debe de estar cansado, por favor, pase, en agradecimiento será atendido por la servidumbre – le cortó nuevamente el mayor, haciendo un gesto a los sirvientes para que se acercaran a él.
- No, gracias, no quiero nada, solo quiero saber que mi amigo está bien.
- En cuanto se haya recuperado, se lo haremos saber, pase, vamos, póngase cómodo y abrigado – el hombre hizo algunos ademanes, y sin saber con qué más rebatir la invitación, se alejó de ahí viendo como el cuerpo del rubio era retirado del lomo del lobo, quien no dejaba de gruñir.
No había sido consiente de los largos recorridos que había hecho sin descanso hasta que cuando fue llevado a la lujosa habitación, y se recostó en la mullida cama, simplemente cayo dormido.
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Los rayos del sol le despertaron ya que no cerró la cortina en su cansancio, el frío aún estaba en el clima, sin embargo había algo más que no lograba identificar, un silencio por demás extraño. Acomodo su ropa y cuando intentó salir por la puerta, descubrió que esta se encontraba cerrada con llave, considerando que era una equivocación, golpeo y llamo con fuerza pidiendo que le abrieran, y solo entonces se dio cuenta que lo habían encerrado.
Se sintió molesto de no haber dado cuenta, porque repentinamente muchas cosas que ayer habían sucedido, gracias al descanso que había tenido fueron visibles para él. El nerviosismo del rey al ver a Thor, la insistencia de este de que se quedara, de saber dónde estaba Loki, y el cómo en ningún momento realmente preguntó por la salud de Thor, solo le desapareció de la vista de los demás, como si deseara que nadie se diera cuenta de su regreso. Había sido un verdadero tonto, había traicionado la confianza de a su amigo haciendo caso a un hombre que ni siquiera sabía quién era, lo único que si sabía es que Thor y Loki eran lo único que tenían el uno al otro, y gracias a él ahora estaban separados.
No se dio cuenta de lo molesto que estaba consigo mismo, hasta que el sonido de rasgaduras le hizo darse cuenta de como su cuerpo estaba creciendo, tomando esa apariencia gigante de cuando esta enojado, algo que había aprendido a controlar con el trío de mujeres hacía ya mucho, y razón por la cual vivía al margen del reino. Pero en ese momento no podía estar por más tiempo al margen del reino, pues justamente este le necesitaba, necesitaba a su rey y les ayudaría a recuperarlo.
Aprovechó la ventaja de sus poderes, y cuando se transformó en todo lo grande y poderoso (además de verde) que era, rugió con furia casi como una advertencia de lo que venía, no espero que aquel sonido obtuviera respuesta y fuera un aullido, a lo lejos.
Fenrir.
Sin miramiento alguno destrozó la ventana tras de sí, y corrió hacía donde había escuchado estaba el lobo. No hubo quien detuviera su paso ante lo asustados que estaban de su tamaño, y tras recibir un nuevo aullido por parte de la blanca criatura encontró a este fuertemente sujeto por varias cadenas en una de las torre de vigilancia a los límites del reino.
Con facilidad rompió estás y liberó al lobo quien dio un breve lametazo a su mano a modo de agradecimiento.
- Fenrir, debemos encontrar a Thor, ellos...
Pero ni siquiera necesito decirlo, para ese momento gracias a su sentido del olfato, la criatura corrió hacía donde sabía estaba su amo, siendo seguido por el verde Bruce y la serie de gritos que la gente del pueblo ahora despierta, lanzaba al verlos.
En una mazmorra del castillo estaba el Rey Thor tratando de mover su cuerpo helado sin éxito, y es que hacía algunas horas el Rey Henry le había confesado que lo dejaría morir congelado, culparía a Loki y sus poderes de que hubiera muerto de esa manera para de esa forma tener el consentimiento de matarlo y así quedarse con el reino de Asgard, después de todo era sabido por los demás de ese compromiso que por años se había planificado con su hija, Jane.
La ventana al romperse repentinamente le sobresalto con fuerza, sobre todo luego de que aquel ser verde entrara por ella, cuando este repentinamente se convirtió en Bruce se sintió confundido, sobre todo en el estado en el que estaba de confusión, sin embargo al ver a Fenrir, las palabras del otro rey vinieron a su mente y dejó las preguntas para otro momento.
- Bruce, el Rey Henry fue tras Loki, quiere capturarlo para culparlo de mi muerte – dijo con más facilidad ahora que el lobo estaba cerca y le lamía el rostro retrasando un poco el malestar que le tenía de esa manera.
- Thor, estás muy mal, debemos buscar a esa chica y... - comenzó a decir el castaño.
- ¡No! Tenemos que ir con Loki, no podemos esperar, ellos partieron hace horas...
- ¡Pero tú puedes morir! – quiso hacerlo entrar en razón.
- Si no me ayudas, iré yo solo a detenerlo – dijo el rubio y gracias al efecto que causaba el lobo cerca de él, pudo subirse al lomo de este que se había agazapado al piso.
Bruce le miró realmente frustrado, porque aunque tenía muy poco de conocerlo, lo considera su amigo, algo que no había tenido en toda su vida y no quería perderlo ahora que lo había conocido, sin embargo ese sentimiento era el que le hacía comprender a Thor en ese momento, la idea de perder por siempre a alguien a quien estimabas era horrible, por lo que gruñendo de frustración y coraje ante eso que no podía evitar, se transformó nuevamente en aquella gran mole verde.
Con una sonrisa el rubio agradeció a su amigo, y juntos fueron hacía el castillo del norte a rescatar a Loki.
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La velocidad de Bruce en esa forma era mucho mayor que en su trineo, por lo que recorrieron un largo camino pronto gracias a ello y a la agilidad de Fenrir.
- No sé por qué estás así, pero te ves impresionante... - dijo en determinado momento el monarca al castaño y este se sintió ciertamente conmovido por que en toda su vida, a excepción de las hermanas del bosque, las pocas personas que le habían visto con esa apariencia le habían temido y huido, sin embargo ahí estaba ese rubio loco diciendo que se veía impresionante...
Si, estaba loco, estaba sacrificando su vida salvar la de su hermano y jamás tendría la oportunidad de contarle porque era así. No quiso responder, el sentimiento se atenazó en su garganta y sintió que la trasformación amenazaba con ceder a su forma humana, así que optó por recordar al estúpido Rey y sus planes que le iban a impedir tener un amigo real.
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Aún a pesar de lo rápido que iban, no podían ganarle a la ventaja en tiempo que tenía el hombre y el pequeño grupo de soldados del reino que llevó y a los cuales en todo momento les alabó por el buen servicio que estaban teniendo para el reino, así cómo serían recompensados por ello. Lo que él no supo es que movida por esa curiosidad que siempre había caracterizado a la princesa Jane, esta les siguió desde el inicio de su viaje, ya que toda la situación luego de la partida del Rey Thor se había tornado extraña con su padre.
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Para cuando estaban por llegar al castillo, Thor que estaba nuevamente muy débil ya que a pesar de la ayuda de Fenrir el tiempo seguía transcurriendo al igual que la magia que se aferraba a su cuerpo de manera inevitable, sin embargo aun así tuvo un presentimiento al ver aquello tormenta de nieve acercándose a ellos.
Lo que él no sabía es que esa tormenta de nieve, esa nada más y nada menos que Loki, quien había sido apresado al ser atacado por sorpresa y ahora era conducido hacía el reino como un animal en una jaula, que extrañamente era capaz de soportar la magia que brotaba del joven Jotun quien buscaba por todos los medios liberarse, provocando que el avance fuera considerablemente más lento y que los soldados comenzaran a flaquear en su voluntad, temerosos de ser congelados completamente.
La tormenta no permitía que Bruce viera muy lejos de si, sin embargo cuando esta disminuyó un poco sin que él supiera la causa, pudo ver a la princesa quien también se protegía del mal clima.
- ¡Thor! ¡La chica está ahí! ¡Podemos salvarte! – dijo el hombre verde, sin embargo su amigo no estaba en el lomo de Fenrir, si no corriendo hacía donde estaba la gran jaula.
El castaño no se había dado cuenta que la tormenta había disminuido porque el Rey Henry había lastimado a Loki un par de veces con una espada ante la atónita mirada de los soldados.
- ¡Te llevaré muerto de ser necesario! ¡Pero no vas a arruinar mis planes! – gritó mientras le sacaba de la jaula ahora que estaba debilitado, dispuesto a finalizar lo que se suponía había haber concluido el Rey Odín años atrás.
- ¡No! ¡No! – fue lo único que pudo gritar el rubio en medio de la confusión general, sobre todo ante el pánico de ver la sangre brotar sin control del cuerpo azul de su hermano.
Loki que no tenía idea de que irían a rescatarle, débil como estaba, solo esperó recibir el golpe final, ese que nunca llegó y que al abrir los ojos, deseo más que nunca haber recibido, ya que frente a él estaba Thor, convertido en una estatua de hielo.
El pelinegro creyó volverse loco de dolor, creyó perder el corazón en ese momento, el sentido de su propia existencia, y afligido como estaba, solo pudo abrazarse al cuerpo del que por años consideró su hermano, pero que no era más que el amor de su vida.
La guardia real estaba conmocionada, el Rey Henry no solo había atacado al príncipe Loki, si no que no había dudo en lastimar al Rey Thor y ahora que este estaba convertido en hielo, reía loco de satisfacción.
- ¡Padre! - gritó Jane también sorprendida acercándose, acción que permitió a los guardias tomar por sorpresa al hombre y someterlo.
- ¡Suéltenme! ¡Ahora yo soy su rey! – gritaba el hombre fuera de sí, no obstante el sonido de hielo cayendo hizo que todos miraran hacía donde estaba el helado cuerpo del joven monarca.
Bloques de hielo caían de cada parte de él, dejando nuevamente la silueta de este en perfecto estado, como si nunca hubiera sido hechizado.
- ¿Thor...? – preguntó Loki con lágrimas cayendo de los rubíes que eran sus ojos, confundido puesto que le estaba tocando, y lejos de estar congelándose se estaba descongelando.
- Loki... ¿estás bien? – preguntó este sin pensar en su propia salud, tomando el rostro del menor con ambas manos, sobre todo al ver las lágrimas en ellos.
Sin importarle nada más, en ese momento besó a Thor con todas sus fuerzas, con todo su sentimiento, y con la convicción en su corazón de que era eso lo que realmente anhelaba en el mundo, ante eso, su magia en esta ocasión envolvió al que había elegido como su pareja de por vida, haciendo que el lazo entre ellos le diera fuerza a la sanación que el cuerpo del Jotun tenía de manera natural.
Henry gritó frustrado, buscando liberarse, y ante la inconformidad de su padre, el cerebro de Jane recordó algo proveniente de esos libros prohibidos de la biblioteca familia.
- ¡La leyenda del beso de amor Jotumheim, tú lo sabías! – reclamó ella al ver de reojo a la pareja que seguía besándose y que gracias al vínculo que se estaba creando entre ambos, hacía que el frío comenzara a disminuir poco a poco y la nieve desapareciera como si no hubiera sido más que un sueño.
Bruce al ver esto, en su sorpresa tomó nuevamente su aspecto humano y emocionado, volteó a ver a Fenrir para festejar el recuentro de sus amos, lanzando una exclamación de sorpresa al ver como también el lobo se derretía.
- ¡Fenrir! – dijo acercándose y al escuchar el nombre, la pareja se separó para ver a la criatura.
- ¡No! – grito Thor asustado, buscando acercarse también, sin embargo antes de que lo hiciera, con su magia, Loki creó alrededor de este una especie de nube que mantenía frío el ambiente sobre el lobo, quien al sentirse nuevamente bien, pronto corrió a lamer el rostro de su creador, tirándolo al piso.
- ¡No! ¡Detente! – pidió el pelinegro, riendo como hacía años no lo hacía, sacando un suspiro de alivia por parte del rubio y de Bruce, quien ante la sincronicidad de sus actos comenzaron a reír.
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Aun a pesar de que era verano, a diferencia de otros años y gracias al adecuado control que tenía de su magia ahora, Loki podía disfrutar de un agradable clima en su oficina, lo cual le tenía de buen humor aun cuando las noticias que recibía no eran del todo placenteras.
Jane quien había visto todo y estaba en completo desacuerdo con su padre, se lo había llevado de vuelta a su reino donde sería juzgado por el consejo formado por los demás reino, pero aunque la resolución no estuviera hecho aún, era oficial que ella perdería su título de princesa, algo que la chica agradecía pues ahora podría irse a explorar el mundo como muchas deseo y su padre le prohibió.
Escuchó algunos gritos a fuera, cerca de donde se encontraba el patio principal del palacio, y unos minutos después, se escuchó que llamaban a la puerta un par de veces antes de que esta fuera abierta, dejando entrar a Fenrir y a Thor.
- Loki, ¿ya has terminado? Valkiria y Bruce están peleando nuevamente sobre el precio de los productos para el reino, y esto no parece que vaya terminar pronto. Ya se puso verde – explicó Thor haciendo una mueca ante lo último.
El menor negó con la cabeza, y tras dejar la carta sobre el escritorio fue al lado del rubio quien le ofrecía su mano con una gran sonrisa, misma que pudo responder ahora sin problema alguno.
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SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, por fin lo terminé! Me siento muy feliz! Quería que me quedara lo mejor posible! Espero que les haya gustado tanto como a mi.
Para mi desgracia mi imaginación tiene material para una segunda parte, sobre todo porque está el especial de navidad de Frozen, además de la película 2, pero si acaso sale algo má de aquí será en muuuuuuuuuucho tiempo, tengo muchas cosas más pendiente.
Gracias si llegaron a leer hasta aquí. Por favor, dejen sus comentarios <3
Nos vemos en lo próximo que salga del horno!
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