Capítulo 3.
El pequeño Seth corría en sus cuatro patas peludas por el bosque yendo en dirección hacia la casa Cullen, en su hocico, agarrado fuertemente de sus colmillos colgaba una mochila negra que contenía ropa y un album de fotos.
Fotos de él cuando era un bebé.
Fotos de su hermana.
Fotos de sus padres.
Y fotos de él cuando aún era un humano.
Alexander era tan importante para su familia que lo habían colocado en su álbum familiar.
Cuando el aroma a polvo le llegó a su nariz se dio cuenta que ya había llegado a la casa Cullen, por lo tanto se escondió detrás de un árbol y rápidamente se colocó la ropas para luego dirigirse hacia la casa con los nervios a flor de piel. Seth decidió ser educado y entrar por la puerta de enfrente siendo abierta por Edward divertido hacia el cachorro al verlo nervioso.
—Hola.— susurró aún parado en la puerta, abrazando con fuerzas su mochila.
—Hola Seth.— lo saludó con una sonrisa en sus labios mientras se corría hacia un costado.— anda pasa.
El menor Clearwater entró con timidez hacia la residencia e intentó con todas sus fuerzas en no entrar hacia el interior de la casa corriendo para buscar al vampiro.
—¿Llegaron más vampiros?— preguntó curioso el menor intentando sacar un tema de conversación.
—No, seguimos esperando.— le respondió aún con una sonrisa en sus labios.— Está en la sala de estar.— le susurró con un guiño hacia el lobo, causando que el corazón se acelerara y sus mejillas se calentaran.
—Tú...
—Tranquilo... no diré nada.— le respondió al menor.— es un tema entre ustedes dos.
Seth suspiró aliviado al escuchar las palabras del vampiro, ya que en un momento se había olvidado que el lector de mentes podría haberse dado cuenta de su situación.
—Gracias.— susurró con una sonrisa hasta que su frente se volvió a arrugar, demostrando confusión.— yo... ¿realmente...
—Creo que si.— le respondió Edward, que aun de haber visto aquel acontecimiento en la mente de Seth que fue parecido lo que sucedió con Jacob y su hija preferiría no meterse en la situación ya que a fin de cuentas es cosa de lobos.— pero deberías hablarlo con Jacob para asegurarte.
Seth mordiéndose el labio inferior asintió con la cabeza.
—Anda, ve...— le dijo.— ha estado muy confundido y frustrado.
>>Y... no se si te has dado cuenta pero nuestra casa y a su alrededor se ha estado llenando de nieve.<<
—Oh... es verdad, ¿Por que?
—¿Por que no vas y le preguntas?
El menor soltó un gruñido al ver como el lector de mentes había desaparecido en frente suyo y ante tanto misterio que dejó en él. Respiró profundamente dándose valor y obligó a sus pies que se comenzaran a mover hacia las escaleras y poder ir hacia el vampiro de ojos dorados.
Increíblemente no se había cruzado con nadie, ni siquiera con la familia que acogió a Alexander en donde no sabía si sentirse aliviado o aterrado al pensar que ellos podrían saber lo que le había pasado con su integrante. Seth sabía que el clan Denali y la mayoría de los vampiros odiaban a los lobos y con tan solo imaginar que la familia de él lo odiaba lo ponía nervioso y aterrado.
¿Que tal si no lo dejaban acercarse a él?
¿Que tal si Alexander decidía alejarse de él para siempre por su familia?
¿Que tal si Alexander odiaba a los lobos?
El lobito negó con la cabeza rápidamente intentando sacarse esos pensamientos de la cabeza cuando tropezó con la alfombra provocando que su mochila cayera de sus manos de un golpe seco. Seth arrugó la nariz hacia la alfombra cuando los vellos de su cuerpo se erizan al sentir la presencia de alguien más. Rápidamente levanta la mirada encontrándose con dos orbes dorados como el oro causando que su corazón se acelerara y sus mejillas se calentaran al no haberse dado cuenta que había llegado al lugar en donde se encontraba su vampiro y que había interrumpido su, pareciera ser, su lectura.
—Lo siento...— susurró agachándose rápidamente para agarrar su mochila que al verla agarrado mal, el cierre del bolso que se encontraba media abierta provocó que se abriera por completo y que cayera un libro gordo de un golpe fuerte y seco. Seth lleno de vergüenza se volvió a agachar para agarrar el libro cuando otra mano se interpuso, una mano pálida tomó el álbum del suelo. Las mejillas de Seth ardieron cada vez más superando a su calor corporal y con su corazón acelerado, latiendo sobre sus oídos, susurró.— Gracias.. Alex...
—De nada...— murmuró.
— Mmm...— el lobo aplanó los labios sin animarse a levantar la mirada, sus ojos solo se encontraban en el álbum que sostenía entre sus manos, en donde no se animaba a formular aquella pregunta que seguro le dolería pero debía confirmarlo con sus propios oídos.— tú... no me recuerdas ¿verdad?
—No.— respondió.— lo siento.
Seth negó con la cabeza rápidamente no queriendo que se sienta mal, por lo tanto se animó a mirarlo a los ojos y le sonrió con todos los dientes.
—No... no te preocupes.— contestó.— soy Seth, Seth Clearwater.
Alexander al ver la sonrisa radiante del menor sintió que su muerto corazón se derretía de un calor agradable, fue como sentir los rayos del sol sobre tu piel por primera vez luego de haber estado encerrado. Y le gustó, le agradó. Sus orbes dorados pararon hacia la mano del lobo que era extendida hacia él en donde sintió un tirón en su corazón para tomar esa mano. Luego de pensarlo varios segundos respondió el saludo del cachorro, agarrando la mano cálida del metamorfo dándole un suave apretón, disfrutando de la calidez y la piel suave del lobo.
—Soy Alexander, Alexander Denali.— le sonrió, causando que los latidos del lobo se aceleraran aún más.— ¿Me estabas buscando?
Seth abrió los ojos sorprendido y avergonzado al notar dos cosas, primero... no quería dejar de agarrar la mano del vampiro y segundo que él en cierto sentido sabía que lo estaba buscando.
Realmente estaba odiando la capacidad de poder escuchar las conversaciones ajenas.
—Yo... yo... como tú no me recuerdas.— comenzó nervioso.— que ¡no nos recuerdas!— se corrigió rápidamente que al ver la sorpresa en el vampiro ante su exabrupto, se avergonzó aún más.— ¡Como no nos recuerdas traje un álbum de fotos en donde tu aún eras humano!
Le tiró el álbum al vampiro golpeándolo en su pecho.
—Cálmate.— susurró al oír el acelerado corazón del lobito teniendo miedo que en cualquier momento se le salga del pecho.— no te lastimaré... — volvió a murmurar preocupado al ver como las manos del lobo tiemblan aún agarrando con firmeza el álbum.
Con cuidado tomó entre sus dedos pálidos el álbum de fotos que pareciera ser muy importante para el cachorro.
—No tengo miedo.— susurró con el ceño fruncido pero con sus mejillas decoradas de un color carmín.— soy un lobo... soy un guardián.
》Además se muy bien que no me lastimarías.《
Alexander se quedó atónito mirando el rostro sonriente del lobo y una vez más sintió en su pecho una manta de calidez.
—¿Aquí hay fotos de mi vida pasada? — abrió el álbum mientras se encaminaba hacia el sillón en donde anteriormente estaba sentado leyendo.
—Si... no hay muchas pero... ¡No mires esa foto!— chilló nervioso corriendo hacia el vampiro para que no vea esa vergonzosa imagen de él siendo un bebé desnudo en la bañera, intentando con sus torpes manos sacar esa foto.— le dije a mamá que quitara esa foto...— refufuñó avergonzado sin poder quitar la imagen como si estuviera pegado.— agh... ¿Por qué no sale?— gruñó arrugando la nariz molesto con su madre y por la estúpida foto, hasta que su cuerpo se tensó al sentir las manos heladas del vampiro sobre las suyas.
—Déjala... si sigues tironeando se romperá y tu madre se enojará.— susurró Alexander que al darse cuenta de su acto apartó sus manos del lobo.— además...— sonrió hacia el menor que se encontraba sentado al lado suyo.— te ves muy tierno Seth.
Los orbes del lobo comenzaron a humedecerse preocupando al vampiro al verlo soltar algunas lágrimas y sollozos.
—Dije... ¿Dije algo malo?— preguntó confundido cerrando el álbum y dejándolo a un lado para mirar al lobo.— lo siento si dije algo que te incomodara...
Seth negó con la cabeza con rapidez y se limpió las mejillas para mirar al vampiro en frente suyo encontrándose con esos orbes dorados brillando en preocupación.
—No... es solo que...— sollozó con sentimientos encontrados, sentimientos que lograban que su corazón latiera rápidamente de felicidad y amor, en la cuál este último creyó que no existiría nunca más para él, no luego de haber llorado la muerte del hombre que se encontraba ahora mismo en frente suyo.— solo que... pensé que me tratarías diferente, que al olvidarte de mí serías distante conmigo y no es así...— lo miró con sus orbes aún llorosos pero con una gran sonrisa en sus labios.— sigues siendo el mismo Alexander del pasado, sigues siendo el mejor amigo de mi hermana, el Alex que conocí...
》Sigues siendo mi Alex y estoy feliz por eso.《
El vampiro al escuchar aquellas palabras no supo que decir, si pudiera respirar diría que las palabras del lobo le había robado el aliento. Realmente le encantaría poder recordar su vida pasada, estaba deseando poder tener en su mente esos recuerdos de su vida anterior, tener recuerdos con la asombrosa personita que estaba en frente suyo pero aunque se esforzara no lograba recordar nada, hasta le habia pedido ayuda al lector de mentes si podía ver algo en su cabeza pero dijo que solo podía ver el día de su muerte, provocando solo malestar y frustración en el muerto corazón del vampiro.
Hasta por un momento, cuando despertó creyó que no tenia a nadie que llorara su muerte, que nadie lo iba extrañar y ahora aparece aquí y tiene a dos lobos que lo querían y que lo consideraban como familia. Provocando que después de largos y tortuosos cinco años de frío, de soledad lograra sentir calidez, un ardor que está derritiendo su congelado corazón.
Alexander llevó su mano hacia los cabellos del lobo y con suaves movimientos despeinó los cabellos del menor, causando que el lobito riera con sus mejillas ardiendo ante ese mínimo contacto.
—¡Aléjate de mi hermano!
Y la burbuja que se había formado entre ellos dos se rompió. Seth al ver a su hermana en la entrada del salón como un toro irradiando fuego por sus fosas nasales, enojada hacia el vampiro, se puso nervioso y un sentimiento de molestia nació en su interior.
—¡Leah!— se levantó del sillón al verla acercarse hacia él.— ¡Deja de comportarte asi! ¡Es Alexander! ¡Tu mejor amigo!
Leah gruñó e ignoró por completo las palabras de su hermanito colocándose en frente de él para mirar con furia al vampiro.
—¡Mi mejor amigo falleció hace cinco años!— gruñó hacia al vampiro, para luego mirar hacia su hermano detrás suyo.— ¡Y tú debes alejarte de él!
—¡No voy alejarme de él!— gruñó Seth para apartarse de su hermana y poniéndose en frente del vampiro.— ¡él sigue siendo nuestro Alexander!
Leah gruñó furiosa hacia su hermano sin poder creer que Seth defendiera a una sanguijuela.
—Leah cálmate.— habló Jacob Black entrando con su impronta e Isabella Swan a la sala de estar.— es un testigo y forma parte del clan Denali, amigos de los Cullen, no causes problemas.
—¿¡Yo estoy causando problemas!?— gruñó hacia Jacob para luego mirar al vampiro que la miraba con tristeza causando que la furia creciera aún más en ella.— ¡Él es el maldito problema!
—Ay pero que tenemos aquí.— se escuchó una nueva voz causando que los presentes se tensaran y miraran hacia la intrusa que había aparecido de la nada, parada apoyada sobre el gran ventana cerrada que daba hacia el balcón. Jacob se colocó en frente de su impronta al igual que Seth que solo lo notó el vampiro que lo miraba con ternura al querer defenderlo. Leah se colocó al lado de su hermano con su cuerpo tenso e Isabella dio un paso adelante, agazapada y atenta hacia aquella vampira.— una cachorra con muchas pulgas.
Los lobos gruñeron hacia aquel comentario en donde Isabella tomó el mando de la situación, apareciendo repentinamente su esposo.
—¿Quién eres?
—Viene a ayudar.— habló Edward al leer la mente de la vampira.
—Ding, ding, ding... vengo a ayudar con el problemita que tienen.— se burló la vampiresa para luego mirar a cada uno de los presentes, hasta clavar sus ojos rojizos en la mujer de piel ardiente en donde le guiñó un ojo.— pero solo me encuentro con perros sin correas.
La vampira miró hacia la loba que había dado un paso al frente para atacarla cuando sus ojos se entrecerraron al verla caer de rodillas a unos metros de ella.
—¡Hermana!
Seth se sorprendió y luego se asustó al verla levantarse rápidamente del suelo y huir con rapidez del lugar. El menor Clearwater y el Black se miraron a los ojos ambos entendiendo lo que había sucedido, hasta la Swan y el Cullen entendieron lo que había pasado con la loba, siendo el Denali y la intrusa que no entendían lo que había sucedido.
Seth con timidez miró, a la pareciera ser, el destino que eligieron sus ancestros hacia su hermana, feliz de que por fin su Leah pueda encontrar la felicidad.
—¿Cómo te llamas?— se acercó hacia la vampira, sin darse cuenta que Alexander se acercó junto con él como guardaespaldas sin confiar todavía en la vampira.
Todos tuvieron el mismo pensamiento al ver al lobo colocarse en frente de la intrusa, siendo el pensamiento conjunto de que el cachorro confiaba muy rápido en los vampiros.
La vampira de orbes rojizos miró al lobito que le sonreía de oreja a oreja, dándole demasiada ternura. Por lo tanto al ver que él fue el único de interesarse en ella y tratarla bien, le sonrió y respondió.
—Soy Amber, Amber Johnson.
<><><><><><><><><><><><><><><><>
¿¡SE LA ESPERABAN!?
BRAKNGKAKNEKQKKRKLAKRNKA
Cuando me llegó la idea dije... ¿Por qué no?
¡Así que es un universo alterno, en donde nuestra Amber de Best Friend, es una sanguijuela que va a molestar, perseguir e irritar a Leah!
¿¡Les gustó el capítulo!?
Yo amé escribirlo, Seth realmente es un bebé y me encanta la relación entre el lobo y el vampiro.
Espero... ¡Votos y comentarios!
Hice unos nuevos edits para esta historia, lo encontrarán en la sinopsis. Aviso si quieren ir a verlo.
Hoy no habrá capítulo de BF </3 no pude terminar el capítulo espero que para el otro sábado lo termine.
Ayer actualice Amante de lobo, si no fueron a leerlo o no les llegó la notificación, please vayan a darle amor.
¡Wakanda Forever!
El rey T'challa siempre estará en nuestros corazones.
¡Las amo con todo mi corazón!
Besitos.
~M.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top