4. Caza de campo
Los lobos se habían abalanzado sobre ellos a excepción del que sujetaba la liebre en sus fauces. Ambos con armas en las manos, Mina agitó su espada frente al lobo para asustarlo, por otro lado la peor situación la tenía Jack. El lobo se abalanzó sobre él y sacó su cuchillo y lo sujetó fuerte con ambas manos apuntando hacia delante y atravesó el cuello del amenazante animal. Tras matarlo, se lo quito de encima para ayudar a su compañera.
- Mina: ¡¡Cuidado!!
Antes de poder ayudar a su amiga el lobo restante soltó la liebre y se abalanzó sobre él. Lo esquivó y uso su cuchillo sobre la cabeza del lobo, mientras tanto Mina echó valor y le dió una estocada al lobo restante, terminando así el peligro que tanto miedo les provocó al principio.
- Mina: ¡Lo conseguimos!
- Jack: menos mal, no sería bueno tener problemas el primer día.
- Mina: además, ahora tenemos tres lobos para llevar al comercio.
- Jack: deberíamos volver y venderlos al gremio de comerciantes, y mañana seguir investigando el bosque.
- Mina: me parece bien.
Ambos volvieron a la ciudad, esta vez sin pagar entrada debido a la identificación como aventureros. Se acercaron al mercado y estuvieron preguntando por el gremio, las personas se asustaban un poco ya que debían llevar los lobos a cuestas. Entraron en el gremio y colocaron su presa en una de las mesas cercanas y se acercaron a uno de los comerciantes, un hombre de estatura media, barba y pelo de color naranja, vestido con ropas sencillas.
- Mina: Disculpa, venimos para vender estos tres lobos al gremio y unos colmillos de serpiente.
- Comerciante: veamos que tenemos por aquí. Creo que por esto os podría dar dos monedas de plata por cada lobo, y una por los colmillos.
- Jack: ¿tan poco? Eso no nos da ni para la noche en la habitación.
- Comerciante: lo siento pero no os puedo dar más, traen muchos lobos diariamente y si pagáramos más acabaríamos con pérdidas, además los trabajadores del gremio cobran por despellejar y preparar la carne para el mercado.
- Mina: parece que mañana deberemos esforzarnos más en la caza.
- Jack: ha dicho que traen muchos lobos, ¿hay algo que nos pueda dar más dinero?
- Comerciante: el precio lo ponemos dependiendo de la cantidad o la calidad, si traéis un animal mas grande que podamos aprovechar mejor, le pagaremos más. Por otro lado, los monstruos cuanto más peligrosos más pagan por ellos.
- Mina: ¿comen carne de monstruo?
- Comerciante: la carne de monstruo es venenosa para los humanos, un par de bocados podría matarlos. Pero los monstruos se reproducen a mucha velocidad y a las personas que los cazan le dan una recompensa. Sólo debéis traer algo que corrobore que lo habéis matado y os pagarán. Normalmente una oreja o un colmillo, algunos traen incluso el cuerpo entero. Además, algunos monstruos pueden tener objetos de valor que también podéis vender.
- Jack: de acuerdo, creo haberlo entendido bien.
- Comerciante: aquí tenéis vuestras siete monedas de plata.
- Mina: muchas gracias, volveremos pronto.
Fueron a su habitación de la posada a descansar hasta el día siguiente. Se levantaron al amanecer y fueron directos al gremio para hablar con Kayla e intentar hacer alguna misión. Se acercaron a ella para hablar cuando estaba libre.
- Kayla: hola, ¿Venís por una misión? Se os ve con muchas ganas.
- Jack: nos encantaría empezar cuanto antes.
- Kayla: veamos, estuve ayer buscando peticiones de vuestro rango para que empecéis y están estás tres.
La amable recepcionista les enseño tres carteles con peticiones de clientes, para que eligieran cual querían.
- Mina: queremos este.
- Kayla: veamos, la caza de dos conejos en las praderas del norte, por una recompensa de diez monedas de plata más los beneficios de ventas. Está muy bien para empezar.
- Jack: además, los conejos no creo que sean demasiado complicados.
- Kayla: he de advertiros que no son conejos normales. Son animales de un gran tamaño y han estado comiendo cultivos de los campesinos de los alrededores.
- Mina: eso es terrible, debemos hacerlo cuanto antes.
- Kayla: como es vuestra primera misión, el gremio os dará un regalo.
Sacó dos sacos pequeños de tela y le dió uno a cada uno. Cuando lo abrieron no eran capaces de ver el fondo.
- Jack: ¿qué es esto?
- Kayla: un saco dimensional, le dan uno a cada aventurero para que puedan meter sus presas en él. Usan artesanía mágica para crearlos.
- Mina: no lo había escuchado nunca.
- Kayla: no es algo de lo que se hable mucho en lugares sin aventureros, pero es bastante útil.
- Jack: muchas gracias, nos marchamos a la misión.
- Kayla: tened cuidado.
Salieron del gremio y de la ciudad para ir a completar la misión, pudieron atravesar el bosque sin ningún problema y llegar a la pradera. Estuvieron andando por la zona buscando a aquellos conejos hasta que comenzaron a notar un temblor en el suelo que se repetía y se hacía más fuerte por momentos hasta que una sombra los cubrió y les hizo mirar hacia arriba.
- Jack: ¡Cuidado!
Jack empujó a su compañera y el salto hacia un lado, entre ellos aterrizó un gran conejo de unos tres metros de altura que siguió saltando hacia delante. Seguido de otro del mismo tamaño.
- Mina: ¿Eso son los conejos?
- Jack: va a ser más complicado de lo que creíamos.
- Mina: pero tenemos que detenerlos.
- Jack: saltan demasiado lejos, ¿Cómo lo haremos?
- Mina: creo recordar que en esa dirección había una pequeña aldea cercana con cultivos. Será su próximo objetivo, iremos corriendo antes de que los arrasen y podamos atraparlos.
- Jack: entonces vamos a ello.
Comenzaron a correr tras los conejos, los cuales no tenían movimientos rápidos pero su potencia de salto hacia que pudieran avanzar a pasos agigantados.
No pararon de correr hasta llegar a la aldea, los habitantes corrían asustados por los tremendos animales que se comían sus cultivos y los dos aventureros fueron a la acción.
- Mina: separemonos, yo iré por uno y yo por el otro. Aunque no los mates intenta alejarlos de los cultivos.
- Jack: de acuerdo, ten cuidado.
- Mina: igualmente.
Se separaron para parar a los conejos gigantes, cada uno intento llamar la atención del conejo para poder alejarlo de los cultivos, Mina comenzó q tirarle piedras mientras que Jack se acercó a él desde atrás y se abalanzó clavando el cuchillo. El conejo dolorido intento huir, pero con el cuchillo atascado y Jack sujetándolo con fuerza, comenzó a saltar a gran altura para deshacerse de Jack, pero seguía sin querer soltarle. El pelaje del animal se empezó a teñir de un color rojizo y a empapar su ropa de sangre pero seguía sin soltarse, e incluso llegó a la zona donde se encontraba Mina, intentando entretener al conejo, hasta que le vio.
- Mina: ¡¿Qué haces ahí subido?!
- Jack: ¡Tranquila, lo tengo controlado!
Jack no se soltaba mientras el conejo seguía saltando cada vez con menos potencia debido a la perdida de sangre continua. Por otro lado, Mina se las arreglaba bien con su espada y mantenía al conejo a raya, el cual intentaba embestirle saltando, y una de las veces se pudo deslizar bajo él y con una estocada pudo darle un final rápido con una herida cercana al corazón. Se apartó antes de que la cascada roja la bañara por completo. Poco después, apareció Jack totalmente empapado de rojo y con cara de cansancio.
- Mina: ¿Qué tal te ha ido el rodeo? Has aguantado bastante.
- Jack: creo que necesito una ducha.
- Mina: ¿Crees?
- Jack: ¿Quieres un poco?
- Mina: ni hablar, no te acerques.
Jack sonrió de forma pícara y fue tras ella corriendo para mancharla de sangre, ella huía de él para seguir limpia. Hasta que una anciana se presentó ante ellos y pararon al verla.
- Anciana: muchas gracias, nos habéis salvado, hemos podido salvar algunos cultivos.
- Jack: sentimos no haber podido llegar antes, los habríamos salvado todos.
- Anciana: no os preocupéis, mientras la tierra sea fértil, podrán seguir creciendo sin problemas.
- Mina: creo que en eso sí puedo ayudaros.
Se acercó a uno de los cultivos atacado por los conejos y metió las manos en la tierra, cerró los ojos y empezó a concentrarse. Poco a poco empezaron a brotar de nuevo parte de los cultivos y dejarlo con todo rodeado de verde.
- Mina: muy bien, voy hacia ese.
Se fue corriendo y repitió el acto en el cultivo donde atacó el otro conejo. Las personas del pueblo la estaban viendo y cuando terminó comenzaron a aplaudir y ella les saludó con una gran sonrisa. Tras eso, volvió junto a Jack y la anciana.
- Anciana: muchas gracias jovencita, has salvado nuestros cultivos.
- Mina: no es nada, si hubiéramos llegado antes no hubieran acabado así. Además, mi nivel acaba de subir al 12, todos hemos ganado.
- Anciana: si alguna vez necesitan algo, cuenten con nosotros por favor. Les debemos mucho.
- Jack: ha sido un placer ayudar a la aldea, debemos volver al gremio a reportarlo, pero esperamos volver a verlos alguna vez.
- Mina: si necesitan algo, vendremos a ayudarles. Yo soy Mina, y él es Jack, pregunte por nosotros en el gremio.
- Anciana: mil gracias. Que tengan un buen viaje de vuelta y tengan mucha suerte.
Usaron la bolsa dimensional que les regalaron para meter a los conejos, les pareció fascinante como una criatura tan grande podía meterse en algo tan pequeño, pero les ayudó a poder transportarlos con facilidad. Primero fueron al gremio de aventureros donde recibieron la recompensa de diez monedas de plata y firmaron la petición como completada. Tras eso se marcharon al de comerciantes donde le dieron siete monedas de plata por cada uno, acabando con un beneficio de veinticuatro monedas de plata en un solo día. Tuvieron la idea de pasar el resto del día viendo la ciudad, pero antes de eso Jack se dió una larga ducha para quedarse totalmente limpio. Tras eso se cambió de ropa de la que trajo en su bolsa desde su casa, y pasearon por el mercado a conocer a las personas de allí, algo bueno ya que era su nueva residencia por el momento. Cuando anocheció volvieron a la posada a descansar, antes de volver a comenzar e ir cumpliendo más misiones del gremio.
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