¿Has experimentado el estar con una persona y sentir que todo a tu alrededor no importa? Querer protegerle de todo.

- ¡Ya volví! - Exclamó aquel chico de cabello azabache, al no recibir una respuesta ya se imaginaba que pasaba.

Su madre otra vez estaba tirada en el suelo, no era algo raro, su vida no es perfecta y la de su madre tampoco lo es. Haciendo todo el esfuerzo que pudo para cargarla la llevo a su habitación para que no despertara en aquel sucio y frío suelo.

- Descansa... - Susurro mientras arropaba a su madre. Si bien no era tan malo le dolía ver cómo su madre se trataba a sí misma, nunca se atrevería a decir que era una mala madre, solo no era un buen ejemplo.

El chico salió de la habitación para dirigirse a la sala. Se quedó parado en el umbral de la puerta observando con desdén aquel sofá, si puede que su casa sea linda, pero no quitaba el hecho de que cada rincón de ella le traía malos recuerdos.

Justo cuando comenzaba a divagar en aquellos dolorosos recuerdos su teléfono emitió un sonido el cual le distrajo, sabía de que se trataba, aquel sonido era el tono de llamada que había colocado para cierto número.

No se molestó en pensarlo dos veces y contesto esbozando una gran sonrisa.

Del otro lado de la línea se pudo escuchar a alguien un poco molesto "Papu, te eh Estado escribiendo desde que llegue a mi casa"

- ¿A si?, no me digas - Dijo mientras soltaba unas pequeñas risas "Si, si te digo" pronunció aquel chico. - Si, si, si... Lo siento, es solo que... Bueno, ya sabes mi mamá otra vez tomó, sabes que pasa cuando se excede... Pero bueno, ya se por qué me llamas, Prometí ayudarte con lo de Química ¿no?

Ya tenían unas horas en llamada, luego de terminar lo prometido decidieron hablar de cosas triviales.

"Miguel, tengo una pregunta" Respondió algo simple y un poco extrañado de que el chico lo llamara por su nombre y no con aquel típico apodo. - Ah, ¿Cuál pregunta? - "¿Tu si recuerdas que me dijiste que querías un gato?" Al escuchar eso una pequeña sonrisa se formó en sus labios. - Si, Si lo recuerdo ¿por que?, ¿Me vas a regalar uno? - El azabache solo bromeaba pero un silencio del otro lado de la línea le hizo cuestionar si realmente aquel chico pensaba regalarle un gato. - ¿Estas bromeando verdad? - Un simple y firme "No." se escucho de aquel teléfono. Por unos segundos ambos se quedaron en silencio.

¿Qué pasó? Simplemente el azabache se emociono, aun que al otro lado de la línea no parecía eso ya que sólo había silencio.

"¿Papu, que pasa?" Se atrevió a preguntar el chico del otro lado de la línea, tenía que admitir que al escuchar un grito provenir de su teléfono se asustó pero no tardo en comprender que era de completa y sincera emoción. - ¿¡Enserio, Luis!?- Luego de haber gritado aquello se escuchó como se tiró a la cama y un grito retenido por una almohada. - Enserio no tenias porque hacerlo, ¿Puedo verlo? - El azabache logró escuchar una pequeña risa de aquel chico "Puedes, pero primero déjame cambiar esto a una vídeo llamada"

Tal como lo dijo el chico cambio a una videollamada y al instante en pantalla apareció un gatito algo pequeño.

"Y bien, que te parece?" Pronunció mientras acomodaba el teléfono en la mesa para luego tomar al gatito en manos y acercarlo un poco más a la pantalla.

- ¡Es muy lindo! ¿Dónde lo conseguiste? - El azabache parecía muy emocionado por la idea de tener un gatito.

Capítulo bastante corto pero es solo la introducción a este fic, en el próximo cap me voy a esforzar en traerles algo de mejor calidad! (≧∇≦)/