𝓒hapter two
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( ᯓ★ 𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 02. 𝙏𝙝𝙚 𝙗𝙧𝙤𝙠𝙚𝙣 𝙥𝙧𝙤𝙢𝙞𝙨e)
( POV/: 𝙅𝘼𝙎𝙈𝙄𝙉 𝘽.𝙅𝙊𝙍𝘿𝘼𝙉 )
El día había empezado tranquilo, y para ser sincera, estaba agradecida. Después de ese pacto con Walker en el parque, pensé que, por fin, podríamos coexistir sin arrancarnos los ojos. Qué ingenua fui.
Estaba en la sala, hojeando una revista de moda mientras Mérida jugaba con Tanner en el patio. La casa estaba bastante tranquila. Jacob había salido con Leena, y los adultos se habían ido de compras. Por un momento, me sentí aliviada de no tener que lidiar con ningún drama.
—Oye, Jasmine.
Esa voz. Esa maldita voz.
Al levantar la vista, encontré a Walker parado en la puerta de la sala, con esa sonrisa que solo significaba problemas. Algo en su expresión me puso en alerta de inmediato.
—¿Qué quieres? —pregunté, cerrando la revista con un suspiro.
—Nada. Solo estaba pensando que sería un buen día para... no sé, reforzar nuestro trato. Ya sabes, ese en el que tú no me molestas y yo no te molesto.
—¿Y por qué estás aquí hablando conmigo, entonces? —respondí, cruzándome de brazos.
Walker se encogió de hombros y se sentó en el sofá frente a mí. Su tono parecía casual, pero algo en su mirada me decía que planeaba algo.
—Solo estoy aburrido. Y cuando me aburro... bueno, digamos que mi creatividad empieza a florecer.
Rodé los ojos. Era obvio que no estaba allí por ninguna razón inocente.
—Walker, si estás pensando en hacer algo estúpido, te advierto que—
Antes de que pudiera terminar, sentí algo frío y húmedo deslizarse por mi espalda.
—¡Walker! —grité, saltando del sofá. Miré hacia abajo y vi que la parte trasera de mi camiseta estaba mojada. ¿Había... hielo?
Él estaba riéndose como un maniático, sosteniendo un vaso vacío en la mano.
—¿Qué demonios te pasa? —exclamé, furiosa, mientras intentaba sacudir los restos de hielo que se habían colado por mi ropa.
—Relájate, Jasmine. Solo era un poco de agua y hielo. Además, me estabas ignorando. Necesitaba tu atención.
—¡Pues ahora la tienes! —le respondí, agarrando uno de los cojines del sofá y lanzándoselo con todas mis fuerzas.
Walker lo esquivó, todavía riéndose como si esto fuera lo más gracioso del mundo.
—Eres un idiota —murmuré, furiosa, mientras me dirigía a la cocina para buscar algo con lo que secarme.
Pero antes de que pudiera llegar, escuché sus pasos detrás de mí.
—Jas, vamos, no fue para tanto. Fue una broma inocente. ¿Acaso no tienes sentido del humor?
Me giré rápidamente, apuntándole con una cuchara que había agarrado de la encimera.
—Walker, si vuelves a intentar algo, te juro que esta cuchara va a terminar en un lugar que no te gustará.
Él levantó las manos en señal de rendición, pero su sonrisa seguía ahí.
—Está bien, está bien. Lo prometo, no más bromas. Por hoy.
No confiaba en él ni un poco, pero decidí dejarlo pasar. No valía la pena arruinar mi día por su inmadurez.
—Más te vale, Scobell. Porque si rompes el trato otra vez, lo vas a lamentar.
Walker me lanzó una mirada desafiante antes de dar media vuelta y salir de la cocina, todavía riéndose.
Mientras secaba mi camiseta, no pude evitar pensar que estas vacaciones iban a ser un constante juego de "¿Qué tan lejos puede llegar Walker antes de que Jasmine pierda la paciencia?".
Y lo peor de todo es que, aunque me molestaba, había una parte de mí que encontraba sus bromas... ligeramente entretenidas. Muy en el fondo, claro. Pero jamás se lo diría.
Si Walker pensaba que iba a salirse con la suya después de mojarme con hielo, estaba muy equivocado. Yo no era del tipo que dejaba pasar las cosas, especialmente si me humillaban en mi propia casa. Bueno, técnicamente no era mi casa, pero igual contaba.
Mientras terminaba de secarme, empecé a planear mi contraataque. No podía ser algo pequeño; tenía que ser lo suficientemente grande como para que él entendiera que conmigo no se juega.
La oportunidad llegó más rápido de lo que esperaba. Walker estaba afuera, jugando fútbol con Tanner y Mérida, luciendo confiado y relajado, como si no tuviera idea de que el karma lo estaba esperando.
—¿Necesitas ayuda? —preguntó Jacob, que acababa de regresar con Leena y traía una bolsa llena de helados.
—¿Ayuda para qué? —pregunté, tratando de sonar inocente mientras echaba un vistazo a la bolsa.
—Vamos, Jas, te conozco. ¿Qué planeas?
Le sonreí con picardía, y Jacob soltó una carcajada.
—Está bien, cuenta conmigo. Siempre quise ser cómplice en uno de tus planes.
Rápidamente, reclutamos a Leena, quien al principio dudó, pero luego aceptó cuando le prometí que no involucraría nada demasiado "dañino". Jacob nos proporcionó el arma del crimen: un enorme balde lleno de agua con hielo.
—¿Estás segura de que esto funcionará? —preguntó Leena mientras ayudábamos a Jacob a levantar el balde hacia el balcón del segundo piso.
—Confía en mí. Walker no se lo verá venir.
Desde nuestra posición, podíamos ver perfectamente a Walker en el patio, completamente concentrado en el partido. Mérida y Tanner estaban entretenidos con el balón, lo que significaba que nadie podría advertirle de lo que estaba a punto de suceder.
—Ahora —susurré, levantando el balde con Jacob mientras Leena vigilaba.
Con precisión calculada, vertimos todo el contenido del balde justo sobre Walker.
El grito que soltó fue digno de una película de terror.
—¡¿Qué demonios?! —exclamó, empapado de pies a cabeza y con trozos de hielo cayendo de su cabello.
Desde el balcón, Jacob, Leena y yo no podíamos parar de reír. Mérida y Tanner también se unieron, aunque no entendían del todo qué estaba pasando.
Walker levantó la vista hacia mí, entrecerrando los ojos mientras una sonrisa traviesa se formaba en su rostro.
—Esto significa guerra, Jasmine.
—Cuando quieras, Scobell. Estoy lista —respondí, cruzándome de brazos con una sonrisa triunfante.
Sabía que esto solo era el comienzo de una batalla interminable, pero, sinceramente, no me importaba. Si Walker quería jugar, yo estaba más que dispuesta a ganar.
( POV/: WALKER SCOBELL )
Cuando digo que me quedé congelado, lo digo literalmente. No solo el agua helada había empapado cada centímetro de mi ropa, sino que el golpe del balde sobre mi dignidad fue aún peor. ¿Quién se cree Jasmine para empezar una pelea que claramente no puede ganar?
Al ver su sonrisa triunfante desde el balcón, supe que esto no podía quedar así. Era una cuestión de honor.
—Tanner, Mérida, necesito refuerzos —dije, sacudiendo el hielo de mi cabello.
—¿Qué vas a hacer? —preguntó Tanner, entre risas.
—Lo que sea necesario.
Mérida me miró con curiosidad, pero al ver mi expresión decidida, dejó el balón y asintió.
—¿Cómo podemos ayudarte?
—Necesito que me consigan globos y una manguera. Y tal vez... crema batida.
Mérida y Tanner intercambiaron miradas, claramente intrigados, pero no hicieron preguntas. Sabían que algo grande se estaba gestando.
Unos minutos después, con todo listo, me escondí detrás del cobertizo del patio mientras preparaba mi plan maestro. Jasmine seguía en el balcón, demasiado ocupada disfrutando de su victoria para notar mis movimientos.
—¿Estás seguro de esto? —preguntó Mérida, sosteniendo un globo lleno de agua.
—Absolutamente. Nadie humilla a Walker Scobell sin enfrentar las consecuencias.
Con Mérida y Tanner cubriendo los flancos, avancé con sigilo hacia la casa. Mi objetivo: el balcón donde Jasmine reinaba como una reina malvada.
—¡Walker, sé que estás planeando algo! —gritó de repente desde arriba, asomándose para buscarme.
Sonreí. Perfecto. Había caído en mi trampa.
—¡Ahora! —grité, dando la señal a Mérida y Tanner.
Desde diferentes puntos del patio, comenzaron a lanzar globos de agua hacia el balcón. Jasmine gritó al esquivarlos, pero estaba tan distraída que no vio el ataque principal venir.
Con la manguera en mano, apunté directamente hacia ella y abrí la válvula al máximo.
—¡Scobell! —chilló, empapada de pies a cabeza en cuestión de segundos.
Mi risa resonó por todo el patio mientras Jasmine intentaba protegerse con los brazos. Jacob y Leena, que habían salido a ver qué pasaba, terminaron siendo salpicados en el proceso.
—¡Estás muerto! —gritó Jasmine, bajando corriendo las escaleras.
—¡Intenta atraparme! —le respondí, corriendo hacia el otro lado del jardín.
Lo que siguió fue un caos absoluto: globos volando, agua por todas partes, y Jasmine persiguiéndome con un balde vacío en la mano. Al final, todos terminamos empapados, incluso los adultos que habían regresado justo a tiempo para ser víctimas accidentales del desastre.
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Christina, claramente confundida pero incapaz de ocultar una sonrisa.
—Solo... una pequeña pelea amistosa —dije, jadeando mientras Jasmine me lanzaba una mirada asesina.
Aunque sabía que probablemente me estaba metiendo en problemas, no pude evitar sentirme victorioso. La guerra había comenzado, y estaba listo para lo que fuera.
Jasmine quería jugar, y yo estaba más que dispuesto a aceptar el desafío.
———espero que les guste mucho
———leena ya mija Jacob es tu novio secreto 🤫
———creo o digo que Walker y jasmine se empiezan agarrar de las greñas no estaría mal ustedes que piensan
———los que se pelean se aman 💋
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