|•09•|
Yuta viene entre 15 minutos y solo falta peinarme, ayer recibí un mensaje de Jungkook, hoy tendría que acompañarlo a una reunión fuera de la agencia, no sabía de qué era la reunión, pero revisando la agenda, pude saber el lugar donde se llevaría acabo.
Así que hoy opte por un Short de tope alto, de cuero color negro con botones en detalles dorados por toda la pretina de la cintura, una camisa de botones manga larga de color blanco, mis botines negros con detalles en dorado, que hacía juego con mi short, mi saco de color negro y para terminar una cinta negra alrededor de mi cuello de la camisa amarrado en un pequeño lazo haciendo la simulación de una corbata para dejar mi cabello suelto y al natural para así un maquillaje acordé al final.
Me miró por última vez en el espejo detallando cada detalle de mi vestuario, a veces creo que exagero y no en vestirme, si no en como me ensañó en todos los pequeños detalles, que solo alguien con tanto escrutinio a la ahora de verlos, como yo, solo puede detallar.
(...)
—Enserio Discúlpame. — suplicaba Sae en la oficina.
—Sae ya basta, Yuta me explicó, no estoy enojada contigo, solo que tenías que haberme avisado. — la mire sincera.
—Por eso, no te avisé. — insistió una vez más, rodé los ojos, empezar a estresarme.
—Sae, si no paras de disculparte enserio me enojare. — advertí.
—Pero...
—Kim Saehyung. — hablé amenazante, mi voz salió dura, pero no fuerte.
—Bien, bien. — respondió infantilmente mientras tocada para entrar a la oficina, sus hombros de encogieron en ese acto malcriado que solo ella podía tener, sonreí a sus espaldas al ver su mohín malcriado.
—Buenos días — hablamos al entrar después de escuchar ese característico "Pase" desinteresado.
Entramos a la oficina y enseguida empecé arreglar los documentos que Jungkook necesitaría para la reunión.
—Hye. — su llamado no se hizo esperar, llamo alzando la voz para poder escucharlo, sin responder termine de tomar las carpetas para así acudir a su llamado, cerrando la puerta de la oficina para que Saehyung se concentrará.
—Ya está todo listo señor. —avise llegando junto a su escritorio.
—Bien, entonces vámonos.
Le observo levantándose del asiento para así bajar y subir a su camioneta, con el silencio de costumbre.
La indiferencia de siempre; distraerme con mi celular, hasta que las carpetas en mis piernas son quitadas de las mismas y puestas en los asientos traseros, pero aún así no dejo de mirar mi celular.
—¿Me seguirás ignorando Hye? — su voz llena el auto con sarcasmo, al no obtener respuesta de mi parte, siento un apretón en mi muslo.
—Es mejor que no haga eso, dejara una marca. —viendo mi celular advierto.
No dice nada, solo me mira, pero puedo ver lo enojado que se encuentra, pero ya bien sabía que me gustaba hacerlo enojar, sin preocuparme oculto la sonrisa y empeño a estar más metida en mi celular que en el espacio que nos rodea y empiezo a sentir sofocante.
Llegamos al lugar donde sería la reunión, tome las carpetas del asiento trasero para así salir junto a Jungkook, su lengua infla su mejilla, camina rápido hacia el ascensor, su enojo se volvía algo extraño, pero no pregunte, después de todo él es impredecible.
Subo al ascensor detrás de él, como suele ser el karma, o el cruel destino que siempre me toca cuando estoy cerca de el, los únicos en el ascensor somos nosotros dos, marque el piso al que teníamos que ir, mientras guardaba mi celular.
Sin decir alguna palabra siento que Jungkook me toma de la cintura y bruscamente me empuja contra la pared del ascensor, un quejido se me escapa, su movimiento fue brusco por lo que combinado con la sorpresa el aire escapa de mis labios con un fuerte suspiro que llena el ambiente, me dispongo a insultarlo, pero antes de que pudiera hacerlo, sus labios con los míos chocan con fuerte.
Bien, jamás me lo esperé.
No, definitivamente no espere jamás que hiciera algo así.
Analizo la situación y solo me quedo inmóvil miéntras solo puedo analizar tu comportamiento.
Cómo primero puedo decir, Ansioso, sus manos en mi cintura aprietan con fuerza, me encuentro con la diversión llenando mis cuerpo poro por poro, busca con intensidad que le corresponda y así lo hago.
Un beso lleno de fervor, rápido, dominante, totalmente entretenido a mi completo placer, con mi mano libre cojo su cabello para jalonearlo, su gruñido entre mis labios hace que se me escape un sonrisa de medio lado, ver a Jungkook ansioso era algo diferente, extraño y entretenido.
Su lengua entra sin previo aviso, sin pedir permiso, pero no impide que nuestras lenguas jueguen entre sí, pero como empezo de entretenido, empieza aburrirme.
Que él sea quien lleve el beso, no me entretiene, me recuerdo que quiero verlo roto, no puedo darle lo que quiere así de fácil, por lo que succiono su lengua traviesamente, el sonido del ascensor llama mi atención y ese es mi momento de aprovechar, con una juguetona mordida a su labio inferior, retrocedo para soltarlo y alejarlo de mí.
—Usted señor... Es un abusador. — las puertas del ascensor se abren y salgo, lamiendo mis labios y con una sonrisa satisfactoria en ellos, mientras que Jungkook se queda unos segundos clavando su mirada asesina en mi espalda.
Camino por el pasillo y me decepciona ver qué aún esten arreglando la sala de reuniones, la secretaria pide los documentos para acomodarlos de una vez donde se sentaría Jungkook así que se los doy sin problemas, pero una irritación crece cuando veo que debo esperar en el pasillo y junto con los demás.
Jungkook se haya apoyado de una de las columnas que se hayan dispersas a cada tantos metros de las paredes del pasillo, no deja de verme y es ahí, cuando nuestras miradas de cruzan, me hace una seña de que vaya con él cuando seguido de da media vuelta y camino por el pasillo alejandose de todos nosotros.
En una negativa interna conmigo misma, me decido por ir detrás de él, sinceramente no quería hacer algún escándalo frente a los que se encontraban con nosotros, por lo que mi decisión se toma de inmediato cuando mis piernas reaccionan antes que mi mente y caminan al encuentro con el ser de la mayoría de mis pesadillas.
—¿Si, señor? — pregunte al llegar frente a él cuando ya nos encontrábamos algunos metros alejados.
—Ven Conmigo. —ordena, haciéndome rodar los ojos, su voz cala mis poros y los eriza con molestia.
—La reunión, ya está por... — sin poder decir más, Jungkook toma mi brazo agresivamente para llevarme con él.
Como si supiera y conociera muy bien el lugar, entra a la primera puerta que se le cruza por la vista y me adentra junto a él, cerrando la puerta con doble seguro.
—No aguanto más Hye o me ayudas tú o no se que haré. — confiesa exasperado.
—Señor yo...
—¡Basta Hye! Basta de Señor, basta de jugar así conmigo, me encanta cuando lo haces, no te miento, me fascina, además de que eres a la única a la que se lo permito, la única a la que estoy dispuesto a seguirle el maldito juego y a que me dejes con los huevos doliendo por tu culpa, pero basta ¿Si?...
» —Ahora... mi entrepierna duele por los mil infiernos con solo haberte besado, con un jodido beso me tienes como una carajito hormonal pajero de 15 años ¡Hablo enserio!... Podrías... Maldición ¿Podrías ayudarme?... Hye, Quiero que me ayudes.
La desesperación en su voz me tiene en mi posición plasmada, viéndolo como ya en su frente de encuentran varias gotas de sudor, en su cuello hay dos o tres venas brotadas en su maxima capacidad y su respiración se acelera cada segundo en el que solo lo miro con sorpresa, nunca había visto a Jungkook así, había confesado cosas que yo ya sabía, pero estas son diferentes, que no las hubiera revelado si no estuviera en su estado, jamás hubiera sido capaz de revelarlas por su maldito orgullo.
Por fin un suspiro cansado sale de mis labios y mi pecho baja con la gran y exagerada exalasion que suelto, lo veo pegarse a la pared con frustración y pasar la mano frente a su pantalón con dolor, su cabeza es recostada de la pared, pero puedo ver perfectamente como me ve por debajo de sus pestañas, lame sus labios y sigue masajeando su parte delantera.
Maldición.
—Bien Daddy, dígame cómo ayudarlo. — vencida, seguro me arrepentiría más adelante, además, de que puede que con esto, Jungkook tenga bases o bien sea para burlarse de mí o hecharmelo en cara.
Si, sin duda me arrepentiría, pero no es tan fuerte como las ganas de seguir con lo que sea que sea ésto.
—Como sea Hye, como tengas una idea, como te sientas cómoda, como te sientas mejor, tócame, si no sabes cómo entonces yo te ayudaré. — en su voz sin duda hay algo de súplica, pero supongo que es razonable, se ve que le dolía y necesitaba ayuda.
Pero eso lo ignoro cuando de mis labios sale una sonrisa que él no se pierde, sonrisa que viene a causa de sus palabras, una idea pasa por mi mente y ya se cómo ayudarlo, cree que soy inesperta, cree que me ayudará...
—Que servicial Daddy. — trate de aligerar el ambiente con la misma sonrisa que aún de encuentra en mis labios.
Me acerco a él, su pecho sube con fuerza cuando me tiene cerca y se queda así, retiene la respiración y su mano apreta con fuerza su delantera, una mueca daña sus finos labios cuando me arrodillo frente a él, mi cara a la altura de su prominente entrepierna, me miraba desde su altura mientras desabrocho su cinturón y los botones del pantalón junto a bajar la cremallera.
Subo mis manos hasta el borde de su boxer para bajarlo, lo suficiente hasta poder liberar tu extensión, me ayuda haciendo a un lado su camiseta blanca de botones que debía admitir que le quedaba espectacular, dejando su vientre a la vista pude ver con claridad esa línea V que daba un camino perfecto hacia su entrepierna.
Juguetonamente antes de terminar de bajar su boxer solté la liga que está tenía en el borde, asotandola contra su piel, dejando la zona roja al está impactar, cuando la volví a tomar su piel estaba rojiza y de sus labios escapo un grave suspiro.
—Porfavor Hye, no juegues, no ahora, no de esa manera. — su voz con algo de dolor en sus gestos.
—Lo siento Daddy, si ya sabe cómo soy yo, ¿Para que se queja? déjeme jugar a mi manera, usted tendrá la sensación que yo no puedo sentir, yo solo la práctica. — sonrió lasciva para terminar de bajar su boxer.
Su extensión se liberó por fin de toda la telas que lo oprimían y le causaban más dolor.
No puedo evitar quedar mirándolo un momento, no era el primero que veía, pero éste... Era... Era definitivamente algo que se esperaría de alguien como Jungkook.
Su punta brillaba con el líquido saliendo en gotas que caían alrededor de su cabeza y bajanban ahora por su tronco, sus venas en toda su longitud marcadas con ímpetu, su glande estaba de un color rojo por la presión de necesitar con urgencia atención.
Jungkook dio un movimiento de caderas, esperando que hiciera mi jugada.
Tome su base entre mi mano y subí sus pliegues, gruñó ante mi simple acto y lo mire para no perderme ningún rasgo ni gesto, mordió su labio y espero que siguiera, entendiendo que solo lo masturbaria.
Baje sus pliegues, esos que cubrían su polla, lentamente, está vez gimió haciendo que mi piel se erizará.
Joder, debía admitirlo, ese fue un gemido hermoso.
—Hye~
Al escuchar su respiración acelerada fue cuando aproveche para subir y bajar sus pliegues aumentando la velocidad poco a poco a medida que subía y bajaba dichos pliegues, que no lograban cubrir su glande.
No me perdía nada de su rostro, tenía sus ojos cerrados, mordía su labio para poder callar los gruñidos y los gemidos que querían salir.
De todas la veces que me encontré a Jungkook follando con alguna de sus sumisas o alguna otra, nunca lo escuché gimiendo, por lo general, Jungkook era callado y lo máximo que podías escuchar de él, era suspiros o algún que otro gruñido y eso, era solo cuando se corría, del resto, era un total silencio por parte de él, ni una sola palabra, y era siempre él quien llevaba el ritmo, quien dominaba.
Mi mano libre busco sus testículos, en un modo de darle más placer y ver en su rostro ser un poema a causa del placer.
Jungkook, una "Frígida" te está dando placer.
Mierda, esa frase desató un palpito que sin duda no me esperaba, yo podría ser quien estuviera arrodillada frente a él, esto era él, quien estaba a mi completa Merced.
Volvió a gemir un poco más agudo cuando sintió la sobre estimulación, bajo la mirada y empezó a mover sus caderas contra mí mano, sentía que dentro de poco se correría.
Y el como su miembro empezaba a palpitar me lo hacía saber.
Y algo iba encontrá de todo esto... No podía dejar que se corriera, no así.
Y me maldije cuando me vi dando una lamida a su punta, la cual, debo admitir que me estaba tentando desde hace rato.
Darle un lamida y succionarla.
Si, eso haría.
Jungkook volvió a gemir cuando sitio la calidez de mi boca envolver su punta.
Busco meter más de su extensión en mi boca y yo retrocedí sacándolo, me miró y gruño con disgusto ante mi acto, al no permitirle lo que quería, lo miré de igual forma y negué, soltó un suspiro pesado, esperando con súplica que siguiera, pero que lo hiciera rápido.
Me satisfacía saber lo rápido y fácil que podía leerlo.
Así que con mis dos manos trabajando, volví a envolver su glande en mi boca, complaciendolo un poco, deje que moviera sus caderas, solo en un mete y saca de su glande.
Intento nuevamente meter toda su extensión y en mi acto reacio intenté sacarlo, pero este tomo mi cabeza, sus yemas presionadas con fuerza a cada lado de mi cabeza.
—Bien, bien... ¡Dios, está bien!... Pero solo... Solo no lo saques. — nuevamente ese tono de súplica que me empezaba a gustar proveniendo de él.
Su glande empezaba a palpitar, el preseminal daba a mi boca un sabor salado, algo desagradable, pero a su ves no, realmente soportable.
Tomo con fuerza mi cabello, mientras seguía con la sobre estimulación en su extensión y cuando menos lo espere y sin avisar.
Toda mi boca fue llenada de su líquido, caliente, la viscosidad logro hacer de mí rostro una mueca, no me desagradaba, ni me parecía asqueroso, pero no me lo espere de tal manera, de sentía muy espeso, abundante, me sorprendía de alguien que ha follado tantas veces como le es posible.
—Tragalo Hye, todo, porfavor... tragalo. —bien, tenía la idea de escupirlo en la papelera, pero nuevamente ese tono, joder.
Saque su glande de mi boca y tal como pidió, trague todo su líquido, Jungkook aún tomaba mi cabello, jaloneandolo como una señal, me indico que me levantará, lo hice y este me miró con seducción.
—Me haces dudar, si enserio eres inocente de verdad. — ¿Jungkook aún era tan ingenuo o estúpido de verdad para creer tal calumnia?
Sonrió lascivo, complacido con lo que acaba de hacer, empezó acomodarse su pantalón y guardar su miembro calmado y dormido dentro de todas ropas que le hacían incomodidad hace minutos.
Cuando terminó volvió a verme con esa sonrisa.
—Daddy me has dejado algo sucia. — le enseñé a lo que me refería, dándole vista de mi cuello y mi barbilla, parte de estos estaban algo manchados con sus fluidos y mi saliva que se había logrado salir de mi boca ante su orgasmo algo explosivo.
—No te limpiare de la manera que quieres Hye. — aclaro terminando de acomodar toda su ropa, sonreí cuando supo él como quería que me limpiará sin haberle dicho.
Quería molestarlo, después de todo tu la complicidad de mi parte.
—Por mi esta bien, no me molestaría salir y enseñarles a todos lo bien que te hice llegar.— la indiferencia adorno mis palabras, quise salir, pero antes de que pudiera quitar el seguro de la puerta, este me apoyo de la puerta con brusquedad, tomándome de la cintura. — El tirarme contra la pared se le está haciendo costumbre. — bufé molesta.
—Eres manipuladora Hye y para tu información, no solo quiero tirarte contra la pared, quiero empotrarte contra ella. — me miró con algo de enojo, pero sus pupilas estaban dilatadas y no solo era por haber tenido un reciente orgasmo.
—Por algo es uno de mis fuertes. — sonreí con sorna.
—Me encanta. — confesó, empezó a dar besos por mi mejilla, algo húmedos y empezando a descender, limpio primero mi mentón, luego fue por mí cuello, dejando besos húmedos por todas las zonas que le fueran posibles.
—Me atrevo a decir que soy la única que te ha hecho probar tu propio semen. — sonreí cuando lo siento succionar la piel bajo mi oreja y dejar un sonoro beso ahí.
—Si... Eres la única y debo admitir que eso lo hace aún más extasiante. — confiesa con una voz ronca mordiendo el lóbulo de mi oreja.
La sonrisa en mis labios se ensanchó más.
—Gracias Daddy, ya me dejó bastante limpia.— dándole un empujón lo alejo de mí antes de que me dejara una marca, acomode mi cabello y un poco mi ropa. —Ya lo he ayudado, ahora hay que salir. — está vez Jungkook no me detuvo y pude quitarle el seguro a la puerta.
Mire rápidamente a Jungkook y este me dio una mirada llena de morbo, le reste Importancia y salí seguida de él, justo todo empezaban a entrar a la sala de reuniones ¿Se tardaron tanto o nosotros fuimos rápidos?
Ambos nos juntamos con los demás para que así diera comienzo con la reunión.
(...)
Al fin había terminado la reunión, si que fue algo larga, ya era hora de almorzar, íbamos camino a la agencia y solo me mantenía a ver por la ventana, no tenía ganas de estar en el celular, fui más haya de lo que llegaba con Jungkook y eso no me gusta.
¿Me estoy arrepintiendo?
Si, lo hago, y lo dije desde un principio cuando me plantee la idea de hacerle o no la supuesta ayudita.
Que me arrepentiría más adelante.
Dos años negándome a él, evitandolo a toda costa y no acercarme a él, y hoy... hoy la cagué en grande, no puedo permitir algo así de nuevo.
—¿Almuerzas conmigo hoy? — y abruptamente Jungkook me saca de mis pensamientos con semejante pregunta. ¿Enserio? ¿Almorzar?
Jamás me pidió almorzar con él y lo siento, pero no le diría que si ahora, no, definitivamente no ahora, menos cuando lo veo como un tipo de interés, algo cómo darme las gracias de esa manera, no, no quería, más bien, me daba demasiada rabia.
—No.
—¿No? — me miró incrédulo.
—Si señor, no, ya tengo planeado mi almuerzo de hoy y no cancelaré — me mantuve firme ante mi decisión usando eso como mi mayor excusa, era cierta, pero la usaría a toda a costa a pesar de que si podía cancelarla.
—Otra vez con el señor... ¿Estas consiente que solo te llevo dos años? — me pregunto molestó.
—¿Esta consiente que aún es mi jefe? Por lo tanto le seguiré llamado Señor tal y como me lo pidió el primer día que pise su agencia, Señor — hipocresía siendo dueña de mi voz y mis palabras, Jungkook cambio la conversación, sabía cómo era yo, aún más cuando usaba sus argumentos contra él.
—Hye, almuerzas todos los días con tus amigos ¿No puedes cancelarle al menos hoy?— trato de suavizar su tono, pero no le funcionó.
—Lo siento señor, me va a disculpar y si no lo hace, bien sabe que me importara bien poco... Usted nunca me invitó a almorzar ¿Porque lo haría hoy? ¿Porque lo ayude con su erección? Pues no, ya se lo he dicho anteriores veces, las cosas no son así, no cancelare y eso es todo lo que diré. — sentencie enojada.
—Bien, Hye, tienes razón ¿Porque hoy? — apretó el volante y aumento la velocidad del coche.
¿Que le molestaba?
¿Que lo rechazará?
Tendré que ser la única y la primera en negarle algo para que se moleste de tal manera, no cambiare algo solo por qué me vaya de la agencia o porque haya hecho lo que hice hoy, quería jugar en mis últimos días, si, lo admito, pero solo era a jugar a provocarlo, nada más, soy Frígida y no me importar repetirlo mil veces a estas alturas, para él lo soy y es están imbécil que se lo sigue creyendo.
¿Porque demostrar algo más?
Así me puso, así me creyó, "malditamente" así me quedaré antes los ojos de él.
(...)
—Vaya, la reunión si que fue muy larga. — en el tono de Sae está el asombro adornandolo.
—Eso no es nada Sae, han habido veces que hasta son más largas, de broma hay pausa para el almuerzo. — Yuta le informa, Saehyung deja de comer y mira a Yuta con un mohín de tristeza.
—¿Que?~ Así yo no podré. — Sae se queja en un tono infantil, algo que me hizo reír mucho a pesar de no estar participando en la conversación.
—Bien ya, si podrás, calmate. —le dijo, entrando en la conversación tratando de calmarla y darle ánimos cuando ha entrado en una rabieta de ya no querer trabajar aquí.
Saehyung, es... Es solo ella.
—¿Cómo te fue con el jefe? — Yuta me pregunta con curiosidad desbordada y él más que que nadie sabe mi relación tan tóxica con Jungkook.
—Supongo que bien, como siempre, el silencio, cierta incomodidad y respuesta monosílabas con tonos sarcásticos, sin ningún tipo de diálogos fuera del trabajo y claramente, molestia. — sincera, claro, omitiendo cierta parte.
—Pense que algo cambiaría en tus últimos días. — Yuta llevo un bocado a su boca y me le quede viendo algo pensativa y es que eso es lo que todos piensan, que algo debe cambiar en mis últimos días, que sea diferente y no, yo no quiero que sea así quiero que permanezca como siempre ha estado.
Y si, me mantengo reacia ante todo y no es que sea difícil de adaptarme a los cambios, no, no es eso, soy difícil a todo lo que involucre a Jeon Jungkook.
Terminando de comer mi celular vibra en mi bolsillo, con curiosidad y aún con tiempo de sobra del descanso para el almuerzo, me digno a verlo, esperando que no fuera quien creía, es un mensaje y no conozco el número, no lo tengo registrado, pero el contenido me llama mucho la atención apesar de ser desconocido, justo otro mensaje me llega y en mí se instala los sentimientos de curiosidad y emoción.
—Lo siento chicos, ya vuelvo. — me levanto con prisa sin dejarles responder y literalmente corro hacia el piso principal. —Hola Sook. — llegó a la recepción saludando a la chica encargada de la misma.
—Hola Hye. — me devuelve el saludo con alegría y una gran sonrisa que muestra unos lindos hoyuelos.
—Oye, de casualidad ¿No acaban de dejar algo para mi? — pregunté ansiosa.
—Oh, si, toma. — me extiende un sobre amarillo tamaño carta, lo conozco bien, en su contenido siempre llevan un contrató, la mayoría del tiempo, claro.
—Muchas gracias Sook, ten un buen dia. — lo tomo y me dirijo hacia el ascensor, al estar dentro solo me voy preguntando que será, pero lastimosamente debo esperar, no puedo abrirlo acá, tendré que esperarme.
(...)
—Hola hermanita~ — escucho la voz chillona de mi hermana al entrar en la oficina con el cometido de guardar el sobre.
—Hola Hanni. — le devuelvo el saludo sin verla dirigiéndome hacia mi oficina, pero ella me detiene
—Oye, oye, ven acá un momento. — suspire cansada ¿Nunca puedo ir a la oficina sin que me detengan el andar?
—Dime. — llego junto a ella.
— Vamos a cenar hoy. — me propuso, miré a Jungkook y luego a ella, algo traman estos dos y es extraño.
—¿Cenar? ¿Para que o que? — pregunté tratando de llegar al fin de esta propuesta.
—Si, mamá y papá irán. — esa fue mi señal de alerta.
—¿Mamá... Y... Papá? — pregunté incredula y con sarcasmo, definitivamente planeaban algo.
—Si, ¿Algún problema? — Jungkook entra a la conversación, haciéndome aquella pregunta con total arrogancia haciéndome reír ¿Aún no lo supera el niño?
Pero antes de poder contestarle, mi celular vibra entre mis manos y aprovechando para ignorar a Jungkook con el mismo, miró el mensaje y su contenido me hace soltar una risilla, ya tengo una propuesta de cena mucho mejor que está, aunque está, no la iba aceptar tampoco.
—La verdad no, no tengo ningún problema. — le respondo al guardar mi celular en mi bolsillo y apoyarme en el escritorio con ambas manos sin llegar a arrugar el sobre en mi mano derecha.
—¿Entonces? — me pregunta desafiante, alzó una ceja esperando mi respuesta.
—Ya tengo una cena planeada para hoy. — anuncik mirandolos está vez a ambos.
—Que sorpresa, igual como en el almuerzo. — está vez no puedo evitar sonreír ante las palabras de Jungkook, si, definitivamente el niño no ha superado mi rechazo.
—Eso hermanita~ — elogia Hanni de repente dándome una nalgada en el glúteo izquierdo, al cual, no pude evitar soltar un agudo quijido que fácil se puede confundir con un gemido.
El dolor me hizo apretar fuerte la orilla del escritorio, subí mi mirada mordiéndome el labio inferior, chocando miradas con Jungkook, quien se mordía el labio con aparente excitación.
—Dios, lo siento, Hye, de verdad lo siento, fue ahí donde te mordío Yuta. — Hanni rogaba mis disculpas, si las miradas matarán, ya estuviera muerta, literalmente.
—Pudrete Hanni. — dije molesta para empezar a caminar hacia mi oficina — Van dos Hanni, dos que me tocas el cul_ en la oficina, una tercera y ya tú sabrás. — amenacé entrando a mi oficina dando un portazo al cerrar la puerta detrás de mí.
Sabe que no tolero el que me toque en lugares que no le permito, pues es normal, hasta mi mamá se atreve a darnos palmaditas en el trasero con la excusa de que nos crío, nos vio desnudas y más, pero Hanni, Hanni es otro maldit_ caso, otro maldit_ nivel.
Doy gracias que solo es el trasero y no otra cosa porque ahí si que explotaría.
Me disponía a ponerme a trabajar en la agendas de la proxima semanas, ya que es lo único en lo que Saehyung no se ha podido acostumbrar, pero un mensaje llama mi atención, aunque no era el que yo esperaba.
ᴊᴇғᴇ ɪᴍᴘᴇʀᴛɪɴᴇɴᴛᴇ
—
📲 Jungkook:
—Ese gemido me ha excitado.
Ruedo los ojos, este hombre de verdad que es un jodido bipolar.
📱Hye:
—Eso es bueno, es mejor
que aproveche a Hanni,
tranquilo, de acá no saldré
y le avisaré a Saehyung.
—Y si es un buen Daddy, sabrá
Identificar un gemido a un quejido.
📲 Jungkook
—Vamos Hye... Hagamos un trío.
📱Hye:
—
Lo siento Daddy, sabe que no
me gustó hacer de mal tercio.
📲 Jungkook:
—Creo que no lo harás... Miéntras me follo a tu hermana puedo disfrutar el ver como te toca y yo puedo ayudarla hacerlo también.
📱Hye:
—Que graciosas ideas Daddy...
Pero no... A mi me gusta disfrutar
el paquete completo yo solita.
📲 Jungkook
—¿Porque no vienes y lo disfrutas como quieres?
📱Hye:
— Nuevamente, lo siento Daddy, me entretiene más el provocarlo y
excitarlo, no saborearlo
—Permitame corregirme, saborearlo, ya lo hice, quería decir, comérmelo.
— Y le aconsejo que no corra a mi hermana con las ganas... Se pone de muy malas.
Ese fue mi último mensaje, principalmente porque él no respondió, en vez de eso, los gemidos de mi hermana se empezaron a escuchar por toda la oficina, eso me hizo sonreír de lado, No era estúpido para negar la insinuaciones y servicios de mi hermana y mucho menos al estar con un calentón que sabía claramente que yo no bajaría.
ᴇɴᴀɴᴀ
Enana Sae:
—Enana, Código Rojo.
📱Hye:
—Genial, justo mi mano está en la manilla.
—Jijijiji, por suerte.
📲 Enana Sae:
—Gracias... Pero debes enseñarle a tu hermana de cómo controlar sus gemidos cuando tiene sexo en lugares públicos.
📱Hye:
—De nada... Si creo que le debo clases, no
eres la primera en decírmelo y no creo que
seas la última... ¿Sabes que es lo peor?
Que esos son sus gemidos más bajos.
📲 Enana Sae:
—¡¿QUE!? Ay no, me voy o me voy a traumar, me avisas cuando se vaya.
Fue lo último, Sae, Yuta y yo, tenemos códigos para cuando cosas que necesitamos informar con rapidez surgen de improvisto, justo como esto.
Quizás sea infantil, pero nos parece muy gracioso, hasta tenemos códigos con Mis padres y con Hanni, a veces hacemos señas hasta WonHo se sabe algunas.
No reímos a carcajada ver cómo las personas se nos quedan viendo con curiosidad y confusión. Creyéndonos locos.
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Espero les haya gustado, si hay algún error ortografíco o creen que hay algún error de contexto no duden en comentármelo
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