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La mañana había pasado bastante relajada a pesar de todo el trabajo que se puede llevar en la agencia.

Me encuentro en la oficina con Sae. Cuando llegó de sacar las copias me pregunto que le había hecho a Jungkook, que se veía molestó, pero confuso, o al menos así creyó ella al verlo. Y solo pude sonreírle siendo está mi respuesta y ella devolverme la sonrisa cual cómplice.

Mi celular suena y lo veo, es un mensaje de Jungkook, me sorprende, pero no tanto ya que puede que sea de trabajo, ya que nos quiere a Sae y a mí, le explicó a Saehyung que se adelante mientras yo guardo algunas carpetas en la vitrina cerca de la ventana cubierta por las persianas para que nuestro jefe no vea dentro, poco caso tiene, pero aún así, me gusta molestarlo hasta con cosas estúpidamente simples.

—Hye, el jefe dice que lleves tus contratos en físico. — Sae me informa en la puerta tras devolverse, asiento y esta se va.

¿Mis contratos? ¿Para qué?

Sus órdenes van en general, por lo que se que debo llevar todos mis contratos relacionados a él y aunque no estoy nerviosa, si estoy intrigada, uno de mis contratos es el de sumisa y sin duda no quiere sus manos sobre él.

Decido no demorarme al estar dando vueltas y sin más tomo mis documentos correspondientes y salgo para sentarme al lado de Sae, frente a Jungkook.

Sin tener al menos cinco segundos de haberme sentado frente a él, extiende su mano y suponiendo que pide lo que hay entre mis manos, le extiendo los sobres con mis contratos, tratando de que la intriga no deforme mi ceño.

Observó cómo este los saca de los sobres uno por uno y los revisa con un detenimiento frustrante y poco paciente para mí, me mira de desolayo y lo que hace con las primeras hojas me deja perpleja pegada al asiento y por el jadeó que escucho a mi lado, se que no ha sido solo a mi, también Sae.

Esos eran los originales y Jungkook los arrojo a la trituradora sin ninguna importancia, estoy sin palabras nunca pensé que haría eso. Y siento emociones mezclarse en mi cuerpo con rapidez, la desorientación por su arrebato como la ira por no saber la explicación a su estúpida acción ahora, así como el motivo que lo ha llevado hacerlo

—Los contratos también tienen que ser borrados de tu celular Hye, porfavor hazlo ahora.— ordena acomodándose mejor en su asiento, siento estás sus únicas palabras y tardó segundos en comprender la orden así como sus palabras.

Algo dudosa y aun en mi estado estúpido de perplejidad asiento y con mi celular en mano borró los documentos tal como lo pidió, siendo consiente y estando relajada de la copia que tengo en la nube, porque no me voy a fiar del capricho que le ha dado por hacer hoy.

—L-listo señor. — la perplejidad en mi tono me molesta cuando le informo una vez listo y el asiente complacido.

Bien, este no es el Jungkook de siempre, algo trama. Por lo que me despabilo y me mantengo al margen percatando todo lo que puede hacer y decir.

—Bien, Saehyung, acá está el contrato de la empresa. — su brazo se extiende por encima de su computador entregándole un sobre con lo que es su contrato a la chica a mi lado. —Cuando quieras puedes firmarlo, cuando lo hagas necesitaré una copia firmada, tu guardarás el documento original, eso queda a tu responsabilidad, yo solo guardare la copia, la que me debes de dar, tú contrato será válido por seis meses, puedes renovarlo si quieres seguir trabajando acá para aquel tiempo y sino bien, así como también puedes renunciar cuando te plazca, ahí en el sobre está tu primer pago en efectivo, los demás pagos serán cuando firmes y serán transferidos a tu cuenta personal.

Jungkook le informaba mientras yo solo escuchaba algo incrédula ¿Seis meses? ¿Renunciar cuando quiera? ¡Vaya! Sae como que se está sacando la lotería. Sin contar que su tono están amable que debo rebobinar de vez en cuando para ver si es verdad lo que escucho y como lo escucho.

—Aclaro que,  tu contrato es nuevo y diferente, no es como el que tenía Hye, no serás una sumisa que reemplace el puesto de Hye, solo serás mi secretaría personal que  reemplazará su puesto secundario, el cual es secretaria, como tal, tendrás tu oficina, la misma que Hye está compartiendo contigo en sus últimos días. — esto me tenía sin palabras, Saehyung empezó a revisar el contrato y al parecer lo encontró cómodo y accesible puesto que lo firmo y pidió permiso para ir a sacarle copia de una vez, permiso que Jungkook le dio sin reproche al decirle que se retire.

Más mi cabeza aún repite sus palabras, «Puesto secundario» se me olvidaba ese detalle, Jungkook tiene mis disposiciones en tres lugares;

1. Administradora de la empresa.
2. Secretaria personal. (Esto en la definición de él)
3. Sumisa.

En la cual esta última está sin cuidado y sin uso desde hace mucho tiempo.

—Gracias señor. — escucho a Sae despedirte mientras el rechinar de su silla me saca de mis pensamientos y le sonrío en felicitaciones, la veo marchar por completo tras una reverencia antes de salir de la oficina.

Y si mi perplejidad me había dejado sin habla y pocos pensamientos, la siguiente acción de mi Jefe, me deja sin respiración y comprensión de la realidad, veo como Jungkook solo asiente con una sonrisa de boca cerrada ¿¡Esta sonriendo!?

¡Y es que ese mínimo movimiento de sus labios y músculos de la cara pensé que no los conocía!

—Bien Hye, como has podido ver he roto tu contrato, ya no tienes nada que te ate a mí, a mis sumisas o a la agencia, tu últimos pagos ya fueron transferidos a tú cuenta personal, con Bonus por tu tiempo dedicado a la empresa y nunca faltar tanto al contrato como a la responsabilidad de la empresa y tus labores.

Las palabras de Jungkook me hacen mirarlo, cada movimiento pasa en cámara lenta frente a mí y no sé que es lo que me pasa, si estoy en otra dimensión, pero aún así soy capaz de captar su "Bonus" y siento que me suena a chantaje en su idioma.

»—Solo te voy a pedir que termines tus últimos días que te quedan en la agencia para que termines de ayudar a Saehyung y me ayudes con algunas últimas reuniones de las cuales Saehyung no está informada y tampoco está preparada aún para ellas.

Asiento cuando retoma la palabra, pero sigo en mi puesto sin decir alguna palabra, bien, sin duda me tomo desprevenida.

Y Se que mi estado de debe a eso, acostumbrada a esperar siempre lo mismo del hombre frente a mí que cuando da algo diferente tardas en comprender lo que pasa y en como asimilarlo, empezando, que el jefe frente a mí no es el prepotente orgulloso que no deja hablar porque él es un superior divino, si no uno calmado, dando chance no solo de explicarte lo que sucede y dándote razones de lo que pretende hacer, si no dándote el tiempo de objetar si así lo deseas de repente.

—Por cierto Hye, necesito que me ayudes en una ultima cosa de las sumisas, lo haría yo, pero no cuento con mucho tiempo ¿Podrás? — está preguntando.

¡WoW! ¡Está preguntando en vez de ordenando!

Me dejo de bobadas y sabiendo que aún es mi trabajo en los días que me quedan por cumplir aún, solo asiento y sigo prestando atención para saber qué es lo que quiere que haga exactamente.

—Eh despedido a todas mis sumisas y de igual manera he roto sus contratos, solo que, con el mínimo detalle de que no lo saben, así que necesito que las llame y les avises que tienen que salir hoy mismo de mi casa, ya yo les devolví sus departamentos y todo lo que le reemplacé, mis choferes las ayudarán con la mudanza, acá tienes todos los números telefónicos de las sumisas.

Me extiende una pequeña agenda telefónica color negro la cual tomo con cierta lentitud ante el echo de que él aún tenga este tipo de agendas, la cual me recuerda en tiempos pasados donde me hacía escribir un nuevo contacto, por lo que se antes de abrirla, que encontraré mi letra mezclada cona de Jungkook.

Prestó atención una vez más cuando esté sigue hablando.

—Ya arreglé bases legales con mi abogado, por lo que en cuanto tú termines con las llamadas, él se pondrá marcha en hacerles llegar un contrato con las clausulas de mi retiro y una ponderación de su tiempo hacia mí. — Y ahí está, tenía razón, es compra, chantaje su supuesta "Ponderación/Bonus"  —A la única que no le avisarás será a tu hermana, pues será con la única sumisa con la que me quedaré, solo la llamarás para avisarle que hubo un cambio en su contrato, a partir de hoy será valido solo por cuatro meses en vez del tiempo que habíamos acordado anteriormente. — Y sus últimas palabras son las que eliminan el nudo en mi lengua y no puedo evitar hablar lanzando la pregunta que me intriga.

—¿Cuatro meses?

Se detiene de arreglar algunas carpetas en su escritorio, haciéndome dar cuenta del desorden que tiene sobre este y me mira directamente a los ojos con un brillo extraño en sus ojos y cuando siento que me va a dar una respuesta prepotente, no es así y me hace agregar un punto más en mi lista »lista que he dado inicio desde hace solo minutos.« de "Sorpresas y perplejidad" que Jungkook me ha causado,

—Si, tu hermana es muy rebelde, no quiero tener que lidiar con escándalos. — no lo contradije, tiene razón. Más sus siguientes palabras me anotan un punto más. —Veamoslo como un capricho más de parte mía. — ¿Admitiendo eso?

Bien, bueno, mejor huyo y corro antes que lo veo volando, algo así o que sé yo.

—Ben ¿Me puedo retirar?

—Si Hye, te puedes retirar.

Una vez dada su orden me levante con una leve reverencia y me retire a mi oficina casi corriendo ante el rumbo que tomo el resto de la mañana cuando había sido tan buena antes.

Veo como Sae viene entrando detrás de mí y le entrega la copia de su contrato a Jungkook, quien lo guarda y con otra sonrisa de labios finos cerrados retira a Saehyung  quien entra a nuestra oficina detrás de mí  cerrando la puerta detrás de ella.

—¡Oye! Yuta me mandó a recordarte que nos vemos en el almuerzo en la cafetería. — Y así si más, solo con el recordatorio sonrío divertida olvidandome de lo anterior y sin demora ante sus palabras empiezo a llamar a cada sumisa diciendo e informándole cada orden que me dijo Jungkook para terminar a tiempo para poder reunirme con mis amigos.

(...)

Termine de llamar a las sumisas en menos tiempo de lo que creí que me llevaría, dejándome con un leve dolor de cabeza,  muchas claramente reprocharon, tuve que persuadirlas y vaya que fue mucho, pero con dos años muchas ya me conocen y conocen a Jungkook lo suficiente como para saber que este momento iba a llegar, hasta algunas me llegaron a decir que ya era hora, que se había tardado en soltar tantos caprichos, que les parecía extraño que no lo haya hecho antes.

Así como otras se clamaron y aceptaron de inmediato en cuanto les hable del soborno disfrazado de Bonus por su maravilloso tiempo.

La última fue mi hermana, ahora la única sumisa de Jungkook, porque prácticamente, aunque queden algunos días ya no le pertenezco del todo a Jungkook, es estúpido que con unos poco papeles ya seas propiedad de alguien, ni que una persona fuera objeto, pero siempre mantengo mi pensamiento de que los humanos a veces son seres, así como de inteligentes son también lo suficientemente idiotas para hacer este tipo de cosas, así como de permitirlas y claramente de aceptarlas.

Yo soy idiota también, no me excluyó, menos cuando fui una de las primeras en meterme en este tipo de mundo dominados por gente como Jungkook.

Hanni no reprochó ni se molestó, al contrario, lo tomo excelente, dijo que así era mejor, solo tendría que acostumbrarse a las reglas está semana y regirse  por ellas por solo cuatro meses, agradecía porque supuestamente ella, Jungkook se lo había facilitado, siendo sincera, no es del todo falso.

Tres golpes en la puerta de mi oficina nos distrae a Sae y a mí, ella se levanta por mí y abre,  Jungkook estaba en la puerta, nunca había venido por más cerca que estuviera, por alguna razón el siempre me mandaba mensajes diciendo que saliera como lo hizo hace una hora cuando pidió la presencia de Sae y la mía. Ni siquiera recuerdo algunas vez que haya gritado mi nombre cuando requería mi presencia frente a su escritorio.

—Señorita Hye, necesito que me acompañe a una reunión fuera de la agencia. —sus palabras aumentan mi dolor de cabeza a medida que las dice y las proceso. — ¿A terminando lo que le pedí? — su pregunta viene tan rápido sin darme chance a darle alguna respuesta de si quiero o puedo ir.

—Si señor, justo acabo de terminar. —me levanto y cerrando la agenda que me había dado doy vuelta a mi escritorio. —¿Se necesita algo para la reunión?—  pregunto antes que él me quitara la oportunidad de hablar, sabiendo que no puedo negar el ir a la reunión que tiene.

—No, solo necesito que me acompañe, solo puede traer su celular y un último favor… triture la agenda. — me pide cuando extiendo mi mano con su agenda, la cual debo retroceder ante sus palabras.

Pero el echo de que me pida que la destruya, no queriendo dejar, datos, recuerdos o cosas parecidas, es el echo de su tono y actitud ¿Qué tipo de cambió es éste? El hablaba con tanta tranquilidad y “amabilidad” que me deja pensando durante largos segundo, además ¿Diciendo porfavor? Una cosa que tenía segura es que Jungkook no conocía tampoco los modales.

Todo esto, lo siento a farsa.

Jungkook que durante dos años solo se limitó a lo contrario, ahora solo se deshace de sus sumisas y solo deja una, sus sumisas eran como sus premios, porque no voy a decir trofeos, para él eran todo menos eso, no las consideraba trofeos. Pero si objetos para sus caprichos, para llenar vacíos, para su placer, el que tengo en frente, trama algo, lo conozco lo suficiente, detrás de todo esto hay un propósito.

Que me vengan y me digan que es para hacer un cambio, para dejar este tipo de vida, para empezar de nuevo con nueva vida, actitud y personalidad, le clavo mi botín en la boca por mentiroso.

Pero aún así, no lo entiendo, no es que haya alguna coincidencia, pero, yo anuncio mi partida ¿Y el deja ir a las demás? Es estúpido, pero aún así creo que es mejor para él, por dos sencillas razones.

La primera; mi hermana es rebelde y hace lo que quiere, para que Jungkook pueda manejarla tiene que prestarle atención solo a ella.

Y la segunda; no es por presumir, pero yo manejaba mejor a toda esas chicas y Jungkook sé acostumbro que yo lo hiciera y él solo se encargaba de encontrarlas y darle sexo a cambio de placer y satisfacción para él, manteniéndolas con dinero cuando él no estaba, sin mencionar el empoderamiento que él mismo creaba, sintiéndose completamente superior.

Así que estoy cien por ciento segura de que él solo no iba a poder y como lo demostró hace rato, el no iba poner a cargo de eso a Saehyung.

—Sae ¿Podrás sola con lo que estabas haciendo? — me dirijo a ella sin darle más larga a mis pensamientos sin respuesta así como de la presencia de mi Jefe en mi único espacio privado y más confiable en toda la agencia.

—Si Hye, gracias. —con una sonrisa me responde mientras se hacía a un lado para poder pasar a la salida.

—Bien, cualquier cosa me llamas, espero estar a tiempo en la cafetería. — con un asentimiento de su parte guardo mi celular en uno de mis bolsillos del pantalón, con la agenda en mano salí cuando Jungkook se hizo a un lado con extrema lentitud, poniendo aprueba mi paciencia cuando de él se trata.

Caminé hasta su escritorio, quite la carcasa de cartón que cubría la agenda para empezar a triturar las hojas, al terminar solo arrojo la cubierta a la basura y caminé a la puerta donde me esperaba Jungkook para irnos.

Abriendo la puerta para que yo saliera primero, »Que servicial el señor« salí sin mirarlo o agradecer y me dirigí al ascensor donde él entró detrás de mí y una vez dentro los dos, marque el piso principal y así bajar cuando las puertas del ascensor se cerraron frente a nosotros.

—Hye he recargado la renta de tu celular. — sus palabras hacen que recordara dicha recarga, que me llegó miéntras hacia las llamadas, solo que no sabía quién la había hecho. Pero debí suponerlo en vez de creer que se había equivocado en algún número haciendo la transferencia.

—¿Y eso porque señor? — la sequedad baño mis palabras ante mi pregunta, haciéndola sin voltear a verlo, sabiendo este se encontraba recostado al fondo del ascensor sin necesidad de verlo.

—Por las llamadas que te pedí hacer. — explicó sin más, algo que pensé que no haría, pues nunca me dio explicaciones de sus acciones menos cuando se las pedía.

—Con todo respeto señor, eso me lo supuse, pero mi pregunta va más haya del motivo de solo pagarme el favor, no era necesario, era trabajo y por ello me ha pagado, yo podía recargar mi propia renta. —hablé con indiferencia sin agradecer y un toque de molestia en mi tono, la irritación de su acción, sin saber exactamente porque su echo me hacía sentir así.

¿Que me quería hacer ver? ¿Que no tenía para pagarme mi propia renta del celular? ¿Me quería ofender haciéndome ver una vez más que el es superior?

—Pues lo quise hacer y listo. ¿Porque no solo puedes agradecer?. — su tono me hizo saber de inmediato que mis palabras lo habían molestado.

Y verdaderamente, si el podía, pues yo también y muchas veces se lo demostré, por lo que cuando el pitido del ascensor nos avisaba que ya estaba por abrirse, me volteo y lo encargo.

—Del mismo modo que usted no agradece ni tiene modales.

Para cuando se abren las puertas del ascensor, sonrío con hipocresía y salgo llena de gusto cuando veo el ceño de Jungkook fruncirse y abrir y cerrar la boca como pez al no tener defensa y antes de que se le ocurriera alguna, camino hacia las puertas doble de vidrio transparente de la salida/entrada de la agencia.

Al llegar a su camioneta me subo en el asiento del copiloto cuando desde lejos la a desbloqueado con el mando y seguida sube  él en solo segundo, le veo arrancar sin demora para irnos, mientras por mi parte voy revisando la agenda en mi celular, la reunión a la que íbamos era de una empresa con la que ya se había firmado contratos de alianza antes.

—No me gusta que vengas a la oficina tan descubierta. —Jungkook rompe el silencio tan satisfactorio que había a nuestro alrededor, su reclamo me hizo mirarlo de reojo, al parecer estaba molestó con tan solo reclamarme el hecho de mostrar ¿Las piernas, los hombros?

—Me he vestido así por dos años ¿Por qué ahora se preocupa por pequeños detalles, Señor?— sonrió ante la amargura que baña su rostro porque se que he tocado un punto nervioso una vez más.

Así era como JungKook me tenía en sus tantas definiciones, pequeñeces, solo era un pequeño detalles sin importancia.

—¿Qué te dijo tú hermana? — sonrió con más amplitud ante su cambio de tema y desvío de mi pregunta con otra, pero por otro lado, esto se estaba volviendo molestó ¿Acaso trata de sacarme conversación? Eso no me gusta y menos ahora.

—Que le parece mejor, Señor, le ha dejado el camino con facilidad y comodidad. — mi respuesta sale de  mala gana mirando mi celular mientras hablaba con Yuta para el almuerzo.

—Baja tu tono de voz Hye, recuerda que aún me obedeces y no me importa que sean por unos put_s pocos días. — su regaño me molesta de nuevo la burra al trigo “Recuerda que me perteneces”

—Lo siento señor, pero con todo respeto, luego de dos años no necesito que ahora me hable, nuestras conversaciones no duran más de 10 segundos y ahora que estoy por irme menos lo necesito, no es necesario que eso cambie.

Irritada sigo sin dejar de ver mi celular, hasta ahora siempre ha sido una de las mejores maneras para ignorarlo y hacerlo molestar.

—Solo intentaba ser amable. — confesó, pero con algo de sarcasmo mezclado con... Con... ¡Mierda! ¿Con qué? Me frustra no poder encontrar eso que se pierde en su tono, ese sentimiento que no percato y se me escapa cuando siento que es una mezcla de indirecta.

—Por dos años no lo fue ¿Por qué rayos lo sería ahora?... Como ya dije no es necesario ni necesito que nada cambié, siga siendo el mismo, no es como si esperará más o me lo fuera a dar.

—Esta bien Hye, no hablaremos. — puedo ver cómo sus nudillos se vuelven blancos apretando el volante. —No hablaremos. — repite inflando su mejilla con su lengua, pero esta vez puedo percibir... ¿Perversión?... Si, sin duda el repetir las palabras ha sido para doble sentido.

Con el silencio nuevamente de costumbre siento un tacto en mi rodilla que empieza a subir por mi muslo, a subir y a bajar con un vaivén repetitivo, quizás en busca de alguna reacción, lento y suave, Jungkook acariciaba mi pierna con su mano libre mientras mantiene su vista en el camino como si no estuviera haciendo nada, no iba hacer otra cosa más que ignorarlo con el celular, eso parecía molestarlo más, pero ver que eso no haría que quitara la mano y detuviera sus “caricias” me empezaba a irritar más.

Subió su mano hasta estar lo suficientemente cerca de mi intimidad donde empezó a masajear y acariciar, sentí dos de sus dedos llegar hasta mi intimidad, empezando a moverlos sobre la tela, las ganas de reírme eran grandes, no se la razón, pero si tenía una ganas de querer reírme ante la situación, pero yo no quería quedarme sin jugar, guarde mi celular en uno de mis bolsillos mientras aún Jungkook masajeaba y estimulaba sobre la tela esperando alguna reacción.

—Señor…

—¿Señor?— pregunto con incredulidad interrumpiéndo el tono "Nervioso" que empezaba a fingir.

—Daddy. — corregí haciendo que mis palabras adquirieran inocencia. — ¿Puedo intentar lo que tú estás haciendo conmigo?— fingí nerviosismo a que me dijera que no, este aún seguía con su mano en mi intimidad.

Me miró y me ¿Sonrió? Vaya que estoy conociendo su personalidad y sin duda es un completo bipolar.

—Bien Hye, puedes intentar con tú Daddy lo que él hacia contigo. — sonreí a su permiso y me incliné hacia él.

Él aún no quitaba su mano, al contrario, trataba de llegar un poco más, intentaba introducir su mano, pero la posición en la que me encontraba ahora al inclinarme le era menos accesible.

Fingiendo ser una inesperta empecé con los mismos roces y caricias que él empezó en mi rodilla y muslo, sin demoras a diferencia de él, subí hasta su entrepierna, al hacerlo Jungkook ya estaba excitado, su miembro estaba duro, este mordía su labio inferior y sus movimientos en mi intimidad sobre la tela se empezaban hacer torpes, tanto que retiro su mano y la coloco en el volante junto a la otra.

Ejercí movimientos tortuosos en su miembro, la tela para él era peor, podía sentir como palpitaba, su rostro me hacia gracia, una gracia satisfactoria, él trataba de aguantar, sabía perfectamente que quería parar la camioneta y cogerme como quisiera.

—Daddy parece no haberse liberado cuando se excito en la mañana.

—Demonios Hey, no, no pude liberar la gran erección que tú me dejaste más temprano.

Su confesión envío una corriente a mi vientre, pero no de excitación.

—Que mal Daddy, porque creo que volverá a sufrir el dolor de otra erección causada supuestamente por mí. — detuve todo movimiento y me acomode mejor en  el asiento, Jungkook gruño y golpeo el volante molesto, sonreí con satisfacción, ya habíamos llegado al lugar y ese era mi cometido, volverlo a excitar.

—¡No me puedes dejar así Hye! —freno la camioneta de repente, me miró muy enojado —¡Y mucho menos por segunda vez!

—Lo siento  señor hemos llegado y no podemos llegar tarde. — baje de la camioneta, lo cual no pude del todo, solo pude abrir la puerta ya que Jungkook me tomo del brazo con demasiada fuerza haciéndome estremecer ante el dolor repentino de su agarre.

—¿Señor? —la ironía dio paso a la molestia, pero él que lo llamara señor no era lo único que lo molestaba, sabía que lo utilizaba para dar comienzo a la pelea que quería dar.

—Si, señor. — afirme con enojo por su agarre. —Con su permiso, anunciaré su llegada. — con un movimiento brusco me aleje de su agarre haciendo una mueca por el escosor de la tela y la fricción de su agarre al no querer soltarme, baje no sin antes tirar la puerta de su hermosa camioneta para hacerlo rabiar más.

Me molestó demasiado que me tratará de ese modo, si, lo hice enojar, pero no tiene el derecho de eso.

Entre a la recepción de la empresa y con la recepcionista, una compañera amigable, anunció la llegada de Jungkook, avisé que el estaba parcando la camioneta para subir mientras daba tiempo.

(...)

Han pasado como 10 o 15 minutos desde que anuncie la llegada de Jungkook ¿A dónde rayos habrá ido?

Solo espero que no se haya ido y lo digo en el sentido de la reunión, está reunión es importante para la agencia, porque ni siquiera me importa que me haya dejado acá sin tener nada de dinero con que irme.

Pedí permiso para buscar a Jungkook, baje con prisa y como si nada, el muy imbécil  viene entrando con tranquilidad, dejo de caminar dejando que este llega en frente de mí.

—Estoy listo ¿En qué piso es la reunión? — su pregunta me hace latir la vena que brota en mi frente, estoy segura.

Bufo molesta y respirando profundo para no decirle “cuatro cosas” de las que más adelante me arrepentiría, Aunque estoy más que segura que no me arrepentiría, decido tomarme unos segundos más antes de hablarle.

—Lo siento Señor, pero con ese aspecto no puede entrar y presentarse. — lo mire de arriba bajo tratando de hacerme una idea de lo que pudo estar haciendo.

—No hay tiempo para arreglarme. — intento excusarse haciendo el amago de dar un paso.

—Con todo respeto, pero si hubo tiempo para que Manuela hiciera su trabajo, hay tiempo para arreglarse, por favor sígame.

Sin dar tiempo a refutamiento di la vuelta, aún seguía siendo la administradora de la agencia y por más que parezca más de mi propiedad que de él, es precisamente por esa razón que no dejaré que él lo arruiné, no podía permitir que arruinará la alianza por su actitud infantil.

Jungkook dudo en seguirme, no soy nadie para darle órdenes y no es quien para seguirlas, pero como sé que se dio cuenta que esto es serio. Entrando al baño de hombres sin algún miedo o pudor,  este entró detrás de mí.

—No será bien visto que estés en el baño de hombres. — podía percibir el toque de picardía en su voz sin mucho esfuerzo.

—Tampoco seria bien visto si usted esté en el de mujeres o entre así a la reunión. — contraataque mientras me mojaba un poco las manos y me acercaba a él para arreglar un poco su cabello sin recibir un sí o un no para tocarlo o estar cerca de él.

Seque mis manos y seguí con el cuello de su camisa y su corbata para luego abotonar un botón de su saco y terminar.

—Listo, el cierre de su pantalón lo acomoda usted.

Le guiño un ojo haciéndole saber que ha quedado como un crío pajero inexperto y dejándolo sin hablo salí, viendo cómo Jungkook sale unos pocos segundos después de mí ya arreglado para subir al ascensor y subir a la reunión a lo cual íbamos muy tarde.

—Aquí está el señor Jeon Jungkook, le pedimos disculpa, tardo mucho porque no encontraba un lugar libre para estacionar y como no podía dejar el automóvil en cualquier lugar decidió esperar. — excusándome educadamente por él, Jungkook entro con una reverencia tras haberle dado paso.

—Tranquila, nosotros entendemos, estamos consientes de lo lleno que está el estacionamiento de la empresa, nos disculpamos por eso. —se disculpo el gerente principal para así dar inicio a la reunión sin más demora.

(...)

Termino la reunión y el viaje de regreso a la agencia fue muy molestó, había el silencio que siempre me reconfortaba y anhelaba cuando Jungkook estaba cerca,  pero era irritante y molestó, ya quería bajarme.

Llegamos a la agencia y con prisa me dirigí a la cafetería de la agencia, ni siquiera deje que Jungkook estacionaria, salí del auto y corrí, Yuta y Saehyung me esperaban para almorzar y eso no era de vida o muerte para que yo corriera de tal modo, pero no quería que Yuta se molestará conmigo, una semana entera él me pidió que porfavor volviera a almorzar con él, que no lo olvidará y no quería defraudarlo, me hacia sentir muy mal dejarlo plantado aunque fuera un simple almuerzo de trabajo.

Y lo tome con más fuerza al ser la oportunidad para correr lejos de Jungkook y todo el aire que lo rodeaba, si, infantil yo también por no querer respirar su mismo aire, pero al menos tenía una defensa y es que su aire era contaminado, poco probable, pero me iré por esa opción como excusa.

—Pensé que no vendrías. — Yuta me ve sin mucho expresión al verme llegar, ya se veía algo enojado y triste, tal vez hasta decepcionado.

—Te dije que vendría en camino. — conteste acercándome par darle un beso en la frente y verlo sonreír con cariño ante mis gesto y haciéndome olvidar lo anterior al ver sus ojitos iluminados con ese hermoso brillo. — Gracias por pedirme el almuerzo. — alegre y agradecida, esta vez mire a Saehyung.

—A la orden bella, gracias a ti por venir. — respondió Yuta y ambos me regalaron una bella sonrisa a la cual contesté con un beso volador para cada uno.

¿Cursi? Quizás, si, pero amigos como ellos, hasta el infinito y más haya.

—Buen provecho. — la diversión adorno mis palabras haciéndome sentir contenta y relajada.

—Igual y gracias. —contestaron ambos al unísono y las risas brotaron en nuestra pequeña mesa.

Y aunque mi celular vibro en mí bolsillo, lo ignoró, por algo lo guarde al llegar, no quería saber nada más, luego de almorzar solo quería ir a casa y dormir hasta el otro día, hoy la hora de salida era temprano, Saehyung ya me había hecho el favor de bajar mis cosas, eso me ahorraba el subir hasta la oficina y encontrarme con el grano en el cul_ que resultaba ser mi "Adorado" jefe Jungkook.

✓Dedicado a:

KimSaoki-Kun56

Y a las demás también, espero les guste, si hay algún error sea ortográfico o les parezca que lo hay en contexto, porfavor, no duden en comentármelo.

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