¡Maldita gente tercermundista!

Sé que es un inicio de capítulo bastante violento y poco ético, pero no deben juzgarme, estoy pasando por la crisis existencial más brutal de mis 9 vidas, todo porque al parecer ellos creyeron que era macho, luego, ¡Surprise hijos de su madre! Tuve cuatro gatitos, la verdad nunca desarrollé el denominado "instinto maternal" así que prácticamente me obligaron a seguir cuidando de esos engendros del mal, no me dejan en paz, ¿Será muy tarde para abortarlos?

¡Maldita humana inculta! ¡Suéltame!

— ¿Por qué amarras a Fritel, mamá?

— Porque debe alimentar a sus bebés, pero ella no quiere, hablando de esto debemos darle un nuevo nombre, ese es muy masculino para ella.

— ¿Cómo cual? ¿Fritura?

— ¡No! Jajaja.

— ¿Cuál es su segundo nombre?

— Frigo.

— Pues la llamaremos Friga

Asumakina.

Jamás he oído semejante blasfemia de nombre, yo merezco el nombre de los mismísimos reyes de la tierra, pero no, estos solo piensan en procrear. ¡Liberadme! ¡Humanos mortales! ¡Liberadme o sufrirán las consecuencias!

— Mamá, creo que es suficiente, parece estar muy cansada.

¡Sí! ¡Sí! ¡Por fin alguien me entiende! ¡Le quiero, Samara, le quiero!

— Está bien, déjala ir.

¡Libre soy! ¡Libre soy! ¡A emigrar a Egipto voy!

Al menos allí me trataban como a una diosa.

¡Oh! Mil disculpas, no me había percatado de su preferencia, ¿Ya están todos aquí? Bien, proseguiremos a contar mí historia y pensamientos, ahora que por fin me libre de esos engendros de algún maleficio. Como decía, soy una gatita bastante observadora del mundo. Y es que no me quedan muchas opciones en la casa en donde vivo no hay demasiado entretenimiento. Mí ama es una muchacha llamada Samara y estudia en una escuela a menos de siete casas de aquí. Ella suele decir que es la típica adolescente, pero si todas son tan locas como ella no imagino cómo debe ser el mundo allí afuera. Pobres chicos.

Podrás creer que estoy exagerando, querido lector, pero te lo juro por mi esponjosa colita que lo que te voy a relatar es completamente verídico, ¡Lo juro por mis bigotes! Ella es muy creativa, ama escuchar música, casi siempre está imaginando y es por ello que suele hablar sola, a veces tiene conversaciones enteras consigo misma, incluso la he visto hablar con más de cinco personas imaginarias a la vez, respondiendo con distintos tonos de voz para cada una de las personas, creo que aparte de un talento también se podría considerar como una enfermedad mental, pero ¿Quiénes somos nosotros para juzgar? Claro, ella nunca hará eso con sus padres presentes y cuando han estado a punto de descubrirla evade el tema, también goza de un sentido artístico muy peculiar, además de un talento nato para la escritura, por algo la estoy usando para relatar mis aventuras. Siéntete afortunada, esclava humana, siéntete afortunada. 

Aún así es alguien que se puede llegar a querer mucho, aunque esta el 90% del día imaginando aventuras para sus libros, algunos muy escalofriantes si me lo permiten decir.

Ahora, retomando el tema de los chicos, creo que el vecino de enfrente, Tae-sung, es todo lo contrario a Samara. Desconozco su edad, pero es un chico pequeño y bajito, ¿Me creerían si les digo que la primera vez que le vi pensé que era mujer? ¡Es muy lindo! Samara y Tae-sung van a la misma escuela y sin embargo son polos opuestos. Sé todo eso porque me gusta recostarme en la alfombra de la habitación de Samy cuando tiene charlas consigo misma, he aprendido a diferenciar cuando habla con sus personajes o toma el rol de alguno de sus personajes y cuando habla de la vida real.

Les ruego que no piensen mal de mí, no soy solo una gata chismosa, también me gusta salir a experimentar algunas cosas por mí cuenta. Como mí ama sólo vive con sus padres (y un ejército de perros) y una parte de la casa da directamente a un bosque en el patio trasero, me es sumamente fácil escaparme, claro que en una de esas escapadas resulte embarazada, todos cometemos errores.

Entonces prosigo con mis planes de dominación mundial, tomo el sol tirada en el pasto, huelo las flores del cantero y hasta me animo a acercarme a los perros pequeños. Algunos son bastante nerviosos y no paran de ladrar hasta que me alejo, pero de vez en cuando son amistosos. Solamente una vez me llevé un buen susto con un pastor alemán, pero pude correr a tiempo y salvarme de una mordida segura. Desde entonces, a Samy y sus padres no les gusta que salga por mí cuenta. pero yo lo hago de todas maneras, total, me quedan más vidas.

En casa no tengo juguetes, de tenerlos los perros Toretto, Astor, Barbitas (Aunque su nombre varía dependiendo de la casa en la que este) y Osmin (que en paz descanse) arruinan mis cosas, la única con la que me llevo bien es con Kiuny, una perrita negra a la cual le importo un bledo, no se preocupen, el sentimiento es mutuo. Por otra parte los especímenes gatunos de mí zona son algo pedantes, está Cocoyou Cocaíno, por ejemplo, que se la pasa buscando gatas para embarazarlas y está mí hijo, Sicario (no pregunten el porqué del nombre, Samara se lo puso) que está igual o más enfermo que yo y los demás gatos se creen que porque soy una gata doméstica no sé divertirme. Al final, estoy mejor sola. Bueno, sola no. Como he dicho, mi mejor entretenimiento hoy en día es observar a mí vecino, Tae-sung o como a mí me gusta llamarlo "Futuro compañero de apareamiento de mi dueña".

Me agrada ir a visitarlo, a pesar de las cosas irreproducibles que Samy dice de él. Como el querer morderle la cara, por ejemplo. Tengo la ligera sospecha de que entre ellos existe alguna clase de tensión, después de todo a Samy siempre le gustaron los chicos con rasgos faciales muy finos, ¿Y qué mejor que un coreano? Ambos tienen un comportamiento extraño las pocas veces que se encuentran frente a mí. Es como si no pudieran mirarse sin emitir chispas, me hace acordar a mi susto con el pastor alemán, que por cierto a mordido a todos los perros que hay en el vecindario, cuando llegue la revolución, ¡Ese perro caerá primero! Pero no estoy segura de quién es el perro y quién el gato en este caso, no sé si Tae-sung es un gato o Samy una pe...Okay, por el bien de mi comodidad, ya que dejo a la inmunda esa dormir conmigo, no seguiré hablando, ¿Quién sabe que me hará la sabandija? Una vez tuvo la osadía de bañarme, intente explicarle, ¡Pero no! Según ella el negro no era mi color natural, ¿Acaso nunca entenderás que nosotros nos bañamos con la lengua, ignorante? Pobre de Tae-sung, dudo mucho que sepa en lo que se está metiendo.

Sí, Tae-sung me cae simpático, no me importa que Samy se comporte más loca de lo normal o que ahora tenga conversaciones consigo misma simulando que un tono de voz más grave es Tae-sung, aunque he de admitir que imita su voz muy bien, al igual que su asentó. No sé si será algún ritual de apareamiento que desconozco o algún ritual de cortejo, sea lo que sea la tensión sexual entre ellos es evidente, sería lindo tener a un bebé con los tres kilos de cachete de Samy y los ojitos rasgados de Tae-sung, aunque espero que no sea tan loco como su madre.

Hoy por fin me animé, y cuando escapé de casa me metí por la ventana del cuarto de Tae-sung. Se preguntarán cómo sé que ésa es su habitación. Pues simple: es el único coreano de la ciudad, se ve desde la ventana de Samy, y más de una vez ha aparecido en pijama, o bailando su música a todo volumen.

Es algo raro ese chico, baila en soledad su música estridente, aunque se lo ve tan tranquilo regresando del colegio, en compañía de sus amigos o discutiendo con su padre, un sujeto serio y muy enojado, que acaba con suma facilidad mí poca paciencia felina.

¿Tendrá dos caras? Eso es lo que quiero averiguar, por eso me he metido en su cuarto el día de hoy. Ahí viene, me ha visto. Fingiré inocencia y pediré mimos a los pies de su cama, a ver si me deja quedarme por un rato. Aunque han de tener que disculparme, pues he averiado por completo el relato, todo aquello que os he contado es del pasado, pues ahora Sama está en la universidad, vive con unos amigos de su abuela, lejos de su mamá y papá, desconozco si mis hijos siguen con vida, pues no los he visto, sigo sin entender el porqué me sacó de la comodidad del campo para traerme a un lindo pero diminuto apartamento en la ciudad, ¡Y fue aquí donde se reencontró con Tae-sung!

Averiguaré lo que pueda, y se los contaré, mí grupo de chismosos, desde hoy nos llamamos ¡Equipo alfa dinamita alabemos al gato! Les diré todo lo que sepa, lo prometo.