42: Epílogo.


Soyeon terminó de leer la última nota escrita por aquella caligrafía que reconocería en cualquier parte, la de su novia, sintiendo cómo en su estómago comenzaban a revolotear un montón de mariposas enamoradas haciendo del cosquilleo algo agradable.

La quería mucho.

No...

Definitivamente la amaba.

De pronto, un ligero matiz de tristeza hizo a su sonrisa temblar un poco. Shuhua había hecho tanto por ellas que le hacía sentir de una manera tal que el aleteo de las mariposas se debilitó, abriendo paso a un vacio profundo.

Se sentía como si no hubiese hecho lo suficiente por y para Shuhua. Que no se la merecía.

Sus dientes aprisionaron su labio inferior mientras su rostro se pintaba de aflicción.

Quería hacer algo para que Yeh Shuhua se sintiera la mujer más feliz y afortunada del mundo.

Su vista regresó de nuevo a aquel cuaderno viejo, se lo pensó por un momento, ¿sería lo correcto? Sonrió. Ahí se encontraba la manera de agradecer a su menor todo lo que decía.

Una manera pura y sincera de plasmar todos los sentimientos que llevaba guardados en su interior y que no contaría ni siquiera en voz alta.

Sostuvo su lapicero con decisión, apretujándolo levemente entre sus dedos:

"A mi querida novia.

Bien, es la primera vez que escribo algo de este tipo, así que...espero poder hacer esto lo mejor que pueda.

Porque es lo que mereces.

No...

Ni siquiera esto alcanzaría para devolverte todo lo que me has dado, que no han sido más que alegría y buenos recuerdos.

Mucho más de lo que yo podría darte.

No soy una poeta ni mucho menos, pero espero que esto llegue a tu corazón, que seas capaz de palpar a través de estos pensamientos entintados todo lo que siento en estos momentos, así como tu has hecho en las páginas anteriores de este viejo cuaderno.

Primeramente, te haré una pregunta, ya que eres tan experta en salir de la friendzone.

¿Cómo puedes estár en la friendzone si ni siquiera sabías mi respuesta ante tus sentimientos?

Yeh Shuhua, lamento informarte que nunca estuviste en la friendzone.

Y si de eso hablaremos, yo estuve en la friendzone antes que tú.

¿Y quieres saber por qué?

Fuiste mi amor platónico mucho antes de conocerte formalmente.

Esa tarde, tus cabellos ondeaban con el fresco aire de primavera mientras veías con emoción el florecer de la rosa de Sharon, como si fuera la primera vez que la veías. Tu inocencia y carisma fueron los que más le llamaron la atención sobre ti.

Me sentí toda una acosadora cuando no pude apartar mi vista de ti ni sólo un segundo (incluso ahora me apena mucho todo eso, a decir verdad), miraste hacia mi dirección y yo baje mi vista hacia mis zapatos, con mi corazón latiendo a un millón por segundo.

Afortunadamente, no me notaste.

O eso creí.

Yo seguí mi mirada y recogí a una de las tantas flores que caían descuidadas por la acera, sólo podía pensar en lo bien que quedaría en tu cabello y lo bien que resaltaría tu belleza.

Con una tímida sonrisa me acerqué a una de las tantas niñas que jugueteaban en el césped y le pedí que te llevara la florecilla. La niña asintió y dando pequeños saltitos se acercó a ti y te extendió el brote. Levantaste una ceja mirando interrogante a la pobre Miyeon, sin embargo, al ver que ella no borraba su sonrisa inocente la aceptaste para después pedirle que pusiera la flor en tus cabellos.

Dios.

Te veías tan linda.

Sólo esa vez deseé con todas mis fuerzas ser esa niña, que me rieras por el temblor en su manos. Alborotaste sus cabellos con ternura y alejarte de ahí con una sonrisa tatuada en tu rostro.

Miyeon me miró y levantó uno de sus pulgares mientras asentía efusivamente con la cabeza.

Nunca pude sacarte de mi mente desde ese día, ¿sabes?

¿Recuerdas cuando nos conocimos?

Cuando te acercaste a hablarme en la clase de matemáticas porque no entendías uno de los ejercicios hiciste que cayera por ti completamente.

El tiempo comenzó a pasar rápido y en un abrir y cerrar de ojos nos habíamos vuelto demasiado cercanas.

Mejores amigas.

La situación se me fue de las manos, lo confieso, pero tenía mucho miedo de que alguna de las dos fuese lastimada que no pude con ello. El dolor en el pecho cuando te vi llorar por primera vez me lo confirmaron. Yo misma sentí mil agujas clavarse en mi corazón con tan sólo verte, y entonces pensé en alejarme de ti, dejar todo atrás.

Pero no fui capaz.

Te amaba (y te amo) demasiado como para hacerlo.

Porque para ese entonces yo ya me había rendido completamente ante ti.

Tal vez te preguntes por qué he escrito todo esto, simple, porque cada una de tus lágrimas derramadas no fueron en vano. Y juro por mi vida que derramarás una más.

Solamente deberías reír toda la vida, y de ser capaz, yo sufriría por ti todo lo que fuera necesario para que tus ojos desbordaran alegría.

Una prueba es todo esto que escribo, Yeh Shuhua, es de las cosas más cursis que podría hacer en mi vida.

Y es sólo para ti.

Eres especial, de eso no hay duda . Cualquiera podría notarlo a kilómetros de distancia, tu belleza, tu positivismo, tu valentía. Lo que te hace única y causa que me enamore cada día más de ti.

Gracias por todo lo que hemos pasado juntas  (y seguramente por todo lo que está por venir), gracias por estar para mi siempre que necesito uno de tus cálidos abrazos y palabras reconfortantes.

Pero ahora es mi turno de devolver el favor.

Prometo que voy a protegerte como a una princesa, voy a ser el pañuelo que seque tus lágrimas en los momentos más triste y voy a amarte como alguna vez lo hicieron Romeo y Julieta.

Eso podrá suceder sólo si me concedes el honor de permanecer a tu lado hasta el final.

Es lo que quiero, mi deseo más profundo y secreto.

¿Puedes por favor ayudarme a cumplirlo?

-Te ama, Jeon Soyeon"

Y Yeh Shuhua quizá no fue la persona mas feliz del mundo, pero si la que se sintió más afortunada al saber todo lo que su pareja pensaba y era capaz de plasmar en papel sus sentimientos por ella.


END

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top