𝟐𝟒.
𝙀𝙇 𝙎𝙀𝘾𝙍𝙀𝙏𝙊 𝘿𝙀 𝙂𝘼𝘼𝙍𝘼
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El ambiente en el estadio se había animado otra vez, tanto el recién llegado Sasuke como el extranjero Gaara se hallaban en el centro cara a cara, esperando por la señal de inicio.
El de hebras rojas soltó una leve risa y fue cuando genma pronunció las palabras que daban comienzo al último encuentro.
Ambos se mantuvieron sin movimiento por unos momentos, solo observando al contrario, al menos hasta que el extranjero dejó salir un quejido a la vez que tomaba su cabeza entre sus manos. sasuke se extrañó al oír como el otro comenzaba a murmurar, hablando consigo mismo, sin embargo no esperó mucho más para iniciar su ofensiva. Con velocidad extrajo un par de shuriken, para luego arrojarlas a su oponente. Gaara detuvo el ataque con arena sin problemas, pero el Uchiha no se detuvo y volvió a arremeter con armas, seguido de acercarse con rapidez y embestir con taijutsu. El de cabello rojo se dedicó a detener sus golpes con arena, sin embargo Sasuke fue más ágil y en unos segundos ya lo había golpeado por la espalda, lanzándolo a unos cuantos metros.
En el área de descanso Kenji soltó una risita con entretención.
—Está pasando otra vez —murmuró en un suspiro divertido—. Gaara no es bueno en corta distancia, los ataques rápidos son su debilidad.
Kai a su costado estuvo de acuerdo, la batalla parecía llevar el mismo rumbo que la preliminar contra Rock Lee. Solo esperaba que Sasuke sí pudiera derrotarlo antes de que el extranjero sacara algún truco bajo la manga.
El combate se mantuvo en un tira y afloja por varios minutos más, Sasuke parecía estar a punto de ganar debido a sus certeros ataques, pero Gaara siempre hallaba una forma de zafarse y contraatacar.
La pelea había cesado por unos segundos, el ambiente era algo silencioso y se percibía un entorno tenso e intranquilo, cierta ansiedad al no haber movimiento alguno de los participantes. Gaara había creado una esfera con su arena, en la cual se hallaba encerrado mientras continuaba con su monólogo. Sasuke, en el exterior, no entendía muy bien lo que el contrario quería lograr con aquello, mas no le prestó mucha atención y en cambio decidió seguir con la ofensiva.
De forma ágil intentó destruir la gran esfera, pero con tal solo acercarse a unos metros esta misma creó múltiples pinchos en su exterior con el fin de frenar el avance del contrario, cosa que logró. El Uchiha retrocedió al instante, pensando rápidamente en cómo aproximarse evitando la filosa formación de arena.
Dedujo que debía ser un asalto raudo, aun más veloz que sus habilidades usadas hasta el momento, determinó que aquel momento era perfecto para llevar a cabo la técnica que había estado entrenando tan arduamente.
Sin pensarlo demasiado subió corriendo por una de las paredes de concreto del lugar, en donde al instante se dio la tarea de ejecutar lo que tenía pensado. Desde su mano extendida se comenzó a ver una brillante luz, entre blanca y azul, que era acompañada de un ruido estridente, chillante como el sonido de miles de aves en un mismo tiempo y lugar.
Las expresiones de sorpresa de los espectadores no se hicieron esperar al observar como el Uchiha, sin mayor dificultad, atravesó de lleno la esfera. su cuerpo también sangraba debido al impacto de los pinchos, pero su ánimo no se fue al notar como su ataque le había dado también a Gaara.
—Ya te tengo...
—Wow, ¿qué fue eso? —comentó Kenji con sorpresa—. Linda técnica, se ve interesante.
—Es la técnica de Kakashi, ¿no? —murmuró Kai.
—Supongo que sí tiene favorito —se rió el Fukui.
De imprevisto un fuerte grito de Gaara inundó el lugar, su esfera de protección se había deshecho y se hallaba sujetando su sangrante hombro. Sasuke mantuvo su distancia, puesto que el contrario había lanzado un ataque justo antes de que pudiera liberar su mano de la arena, y si no hubiera sido por su rápida reacción estaría en el suelo.
En lo alto de las gradas junto a sus compañeros Shiro se estremeció ligeramente por lo sucedido, no es que le temiera a Gaara, pero ciertamente su alarido había sido muy inesperado. Su expresión era indescifrable, tenía un aspecto inestable y aunque confiaba en las habilidades de Sasuke temía un poco por su seguridad.
Su mirada se desvió hacia Sakura, la cual se encontraba sentada a su lado. Notó la preocupación en su rostro, por lo que pensó en qué decirle para que se tranquilizara, sin embargo su ceño se frunció al ver como la de orbes claros daba largas pestañeadas y su cuerpo se balanceaba ligeramente.
—¿Sakura? —se acercó un poco para tomarla por el hombro—. ¿Estás... estás bien?
Un repentino sueño la invadió, su cuerpo comenzó a sentirse pesado a lo que se apoyó en Sakura, intentando vagamente que reaccionara.
Sentía desvanecerse, ¿Qué demonios ocurría?
✿
Un ligero espasmo hizo sobresaltar a Kai, su pulso se había acelerado y una inquietud la había azotado. Inmediatamente se giró hacia Kenji, el cual al mismo tiempo se había volteado hacia ella.
—¿Lo sentiste?
El varón asintió.
—Algo está pasando.
Ambos voltearon a ver a los demás a su alrededor, notaron como Naruto y Shikamaru se veían algo mareados, y no faltaron muchos segundos para que el mismo cansancio se presentara en sus propios cuerpos.
—¿Por qué... me siento así? —masculló entre dientes Kenji, sus manos habían ido a parar a la barandilla para mantenerse en pie.
—Creo que es... una técnica —respondió la chica.
Sus piernas estaban a punto de fallar cuando llegó la idea a su mente, pronunciando un 'dispersión' recuperó su fuerza de golpe, tal como si despertara de un sueño. Se dirigió inmediatamente hacia Kenji, inclinándose a su altura (ya que este ya había llegado al suelo), y repitiendo la palabra liberó con éxito al chico.
—¿Eh? ¿Qué pasó?
—Casi caímos en su técnica —dijo Kai, estaba ya de pie y ahora observaba atenta el entorno.
Casi toda la gente se encontraba dormida en sus asientos, excepto unos cuantos ninja que peleaban entre sí. Kenji se puso de pie, dirigiendo su mirada hacia al frente, justo donde una gran barrera de cuatro lados se formaba en torno al área destinada al hokage y el kazekage.
—Esto es grave —dijo con seriedad—. Gaara y Sasuke no están.
—Temari y Kankurō tampoco —comentó la chica—. Sasuke debió seguirlos.
—¿Seguirlos? ¿Para qué?
—Sasuke es un terco, no iba a dejar la batalla a la mitad —respondió con el ceño fruncido—. Iré tras ellos.
—Oye, oye —Kenji detuvo sus pasos poniéndose frente a ella—. No seas impulsiva.
—Son tres contra uno, Kenji —argumentó con irritación—. Gaara es impredecible.
El Fukui apretó los puños e hizo una mueca de disgusto, la situación no le gustaba para nada. Finalmente optó por soltar un suspiro y asintió.
—Bien, ve —se hizo a un lado—. Te alcanzaré en unos minutos.
Kai le asintió con la cabeza, sabiendo qué haría el contrario.
—Asegúrate de dejarla en un lugar seguro.
—Por supuesto.
✿
Un movimiento en sus hombros la hizo abrir los ojos de golpe.
—Shiro, ¿Estás bien?
Cuando sus ojos pudieron enfocar bien se percató de que era Sakura quien le hablaba. Con lentitud se sentó como debía y observó a su alrededor.
—¿Qué ocurre? —miró a su compañera—. Sakura, ¿Qué pasa?
—Están atacando la aldea —respondió luego de pasar saliva—. Debo ir con Kakashi-sensei, ven vamos.
Sin rechistar dejó que la contraria la tomara de la muñeca y ambas corrieron entre los cuerpos inconscientes, evitando cualquier tipo de enfrentamiento. Shiro se preguntó por qué Sakura no había despertado a Ino y a Choji, pero no le puso demasiada atención, decidió mejor concentrarse en su camino.
Habían avanzado unos metros cuando una presencia irrumpió en su camino, provocando que ambas sacaran rápidamente un kunai como protección.
—Soy yo, chicas.
Dejando salir un suspiro de alivio Shiro se aproximó a Kenji para darle un rápido abrazo.
—¿Dónde está Kai? —cuestionó la de hebras celestes.
—Fue tras sasuke —contestó el varón llamando la atención de Sakura—. Siguen al equipo de la arena.
—Debemos ir con Kakashi-sensei —habló la Haruno.
—Sí, vayan —Kenji se hizo a un lado—. Tengan cuidado.
—¿Irás con Kai? —preguntó Shiro, recibiendo una afirmación del contrario—. Bien, ten cuidado.
—Por supuesto —le sonrió.
Luego de ver como el chico salía por un agujero en la pared continuaron su camino original, tardando nada en dar con el mayor, el cual se encontraba junto a Kento, ambos luchando mano a mano en contra de los ninja extranjeros.
—¡Kento-sensei!
—Shiro, Sakura —habló el jonin luego de mirarlas de reojo—. Que bueno que estén bien.
—¿Qué sucede realmente, sensei? —habló Sakura con preocupación.
—Es una invasión en conjunto de la arena y el sonido —explicó Kakashi en lo que derrotaba a su oponente—. Sakura, tengo una misión para ti.
✿
Kai llevaba saltando por entre los árboles unos cuantos minutos, sin dar aún ni con Sasuke ni con los extranjeros. sin embargo sentía su chakra, solo debía avanzar con mayor velocidad y los alcanzaría.
En cada paso que daba maldecía a Sasuke. Entendía que quisiera terminar su encuentro, ella también tenía ganas de enfrentar a Gaara, pero aquel no era el momento adecuado. Estaba molesta, pero en el fondo también se preguntaba que clase de plan tenían en mente los hermanos de la arena.
¿Quién era el culpable de aquella situación?
El chakra de Sasuke se hizo más fuerte, causando que acelerara sus pasos. El chico se había detenido, por lo que supuso que estaban a punto de iniciar una pelea.
A una considerable distancia más atrás se encontraba Kenji, siguiendo con agilidad el rastro de su compañera. Por sobre su cabeza se hallaba volando una de sus invocaciones, quien tenía la tarea de vigilar los alrededores y alertar de cualquier posible amenaza.
Ante el chillido emitido por el águila el Fukui supo que algo pasaba.
"¿Qué ocurre?"
"Se ha encontrado con uno, pelearán"
"¿Y los demás?"
"Siguen avanzando"
Agradeció mentalmente su ayuda y aceleró sus pasos, deseando encontrarse ya con Kai para participar de la pelea.
Su deseo no tardó mucho en cumplirse, puesto que en solo unos minutos aparecieron en su campo de visión la Uchiha junto al titiritero, ambos mirándose de forma seria. Dando un último gran salto aterrizó de cuclillas a un lado de Kai, sonriendo con diversión mientras miraba al extranjero.
—Pero que buena serte la mía~ —canturreó en lo que se ponía de pie.
—¿Y tú qué? —gruñó Kankuro con irritación.
—Kai —sonrió sin dejar de ver al chico—. Tú vas tras Gaara, y yo tengo un asunto pendiente con nuestro amigo aquí presente, así que...
—Claro —murmuró en respuesta, sus ojos seguían sobre Kankuro, pero los desvió y comenzó a moverse.
Al mismo tiempo que Kai se dirigía hacia otro árbol Kenji fue en contra del extranjero, ya que este había hecho el amago de enviar su marioneta hacia la chica.
—Tu oponente soy yo, Kankuro.
Kai retornó a su misión inicial sin mirar atrás, mientras Kenji pensaba que la chica tuvo razón, de una forma u otra su batalla tendría lugar.
Transcurridos unos cuantos minutos la Uchiha ya visualizaba la pelea principal, aquella que era de Sasuke contra Gaara. al arribar en el sitio notó como Temari se hallaba algo alejada mientras respiraba de forma pesada, mientras que Gaara (suponiendo que sí era él) atacaba de forma reiterada al Uchiha.
El de hebras rojizas poseía una apariencia diferente a la normal, su cuerpo se había medio transformado en una criatura de aparente arena, con un brazo gigante y una larga cola. Su expresión se había vuelto maníaca y arremetía de forma violenta, intentando (probablemente) asesinar al contrario.
Se mantuvo observando el panorama por unos segundos, hasta que vio como Gaara destruía los árboles con ímpetu en su búsqueda de Sasuke. Determinó que ese era su momento para actuar, así que no esperó mucho para saltar de la rama en la que se encontraba para aparecer a un lado de su oponente y en seguida lanzar un jutsu de fuego.
Debido a lo imprevisto Gaara solo elevó el brazo de arena para protegerse, logrando salir ileso del ataque. Ante esto Kai dio un salto con el fin de lanzar shuriken, las cuales no fueron hacia él exactamente, sino que lo rodearon yendo en torno a un árbol, atrapando al varón con hilos contra el tronco.
—Tú... —masculló en un gruñido, pero al segundo sonrió nuevamente con locura—. ¡Tú! ¡Será un placer matarte!
Kai realizó otra vez un jutsu de fuego directo hacia el chico. Un ligero humo se formó, por lo que se quedó ahí un momento en lo que este se disipaba. A su costado apareció Sasuke, pero ninguno desvió la mirada de la situación.
Cuando la escena fue visible nuevamente oyeron a Gaara soltar una carcajada. Su cuerpo había cambiado otra vez, ahora la mayor parte de él era de la aparente arena, con los dos grandes brazos y en consecuencia mayor fuerza en estos.
—Somos tan parecidos... —habló Gaara, sus ojos ahora amarillos eran imperturbables, mientras su cuerpo se mecía levemente con ansiedad—. Pero yo no tengo amigos y ustedes sí... aunque no son ellos los que les dan fuerza... es su propósito el que se las da —su voz se tornó más grave—. Creo que somos iguales... ustedes y yo... pero el mío es un propósito más fuerte.
Dejando ya de contenerse el chico dejó salir una carcajada, manteniendo su sonrisa de diversión.
—Solo acabando con ustedes y todo lo que representan puedo probar que existo... solo matándolos puedo saber lo que es la vida... ¡ustedes son mi presa!
Ante la arremetida del contrario ambos Uchiha debieron saltar de la rama en la que estaban. De inmediato Sasuke arrojó múltiples kunai, pero Gaara los detuvo con su gran brazo, lanzándolos de vuelta en un santiamén. Por suerte ambos eran rápidos, puesto que los golpes de Gaara eran realmente fuertes, derribando fácilmente los grandes árboles.
En un momento dado Sasuke le hizo un asentimiento de cabeza a Kai, la cual correspondió. Al instante los dos comenzaron un ataque en conjunto, iniciando con el chico quien lanzó armas a gaara. Mientras tanto, Kai se dedicó de forma casi instantánea a esparcir uno que otro papel bomba por el lugar. Terminando, subió unos cuantos metros mientras sasuke aprisionaba con éxito al pelirrojo contra la rama en la cual estaba parado. Las explosiones no se hicieron esperar, a la vez que Kai aparecía por el cielo realizando el jutsu de fuego más fuerte que pudo hacer.
Atentos a cualquier cosa ambos se agacharon sobre diferentes ramas, con los ojos puestos en la situación frente a sus narices. Con lentitud el humo comenzó a dispersarse, dejando a la vista a Gaara aún de pie. Su transformación de arena se había reducido a la mitad del cuerpo, su brazo normal sangraba, pero no tardó en volver a su estado completo.
Kai soltó un bufido con molestia, pero se puso en la tarea de realizar velozmente el plan b. Notó como Sasuke pensaba utilizar su nueva técnica, así que se propuso ser la carnada.
—A mí señal —alzó la voz, obteniendo de inmediato la atención de su compañero.
No esperó respuesta, en cambio corrió ágilmente en dirección a Gaara, el cual la esperaba con la intención de darle un golpe. Extrajo su tantō de su espalda, al mismo tiempo que activaba su dojutsu. Detrás de ella oyó el chillido característico de la técnica de Sasuke, por lo que sin más retrasos lanzó con fuerza su arma justo a un lado del rostro de Gaara, mientras se cruzaba por frente suya mirando directamente a sus ojos.
—¡Ahora!
Rezó por que el genjutsu funcionara, y lo hizo, logró paralizar por unos segundos al extranjero. Fueron tan pocos que temió que el plan no funcionara, pero por suerte fueron los suficientes para que Sasuke le asestara.
Cuando detuvo sus pasos un mareo repentino la azotó, se sentía cansada y estaba segura que era por la habilidad de su sharingan. No era el primer genjutsu que hacía, claro que no, pero por alguna razón Gaara le había gastado una gran parte de su chakra. Sus ojos se nublaron levemente, y cuando menos lo esperó se halló cayendo del árbol.
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A pesar de que Kento le había dicho que se escondiera mientras ellos peleaban se encontraba de igual forma batallando en contra de un ninja. Shiro se negó rotundamente a su petición, puesto que a su parecer aquella situación era distinta, era una maldita invasión.
Así que en ese momento peleaba con entusiasmo. Eran varios ninja, pero hasta ahora todos habían sido relativamente fáciles de derrotar. Había empleado la misma técnica en los últimos cinco: inmovilizar sus piernas y noquearlos, o de plano quitarles la movilidad del cuerpo entero.
Iban bien, pero aun así un cansancio le hacía las piernas pesadas. No sabia qué esperaba, ciertamente, puesto que era obvio que en algún momento su enfermedad la limitaría. Pero aun así continuó peleando con determinación.
Hasta que un ninja en especial le hizo pensar que había cantado victoria muy pronto.
El maldito era rápido, fuerte y la tenía contra las cuerdas. En aquel instante deseó no haberse alejado tanto de su sensei, pero ya estaba hecho y solo le quedaba darle pelea.
Con una senbon en mano intentaba hacerle algún corte en la piel, aunque sea mínimo. Le mandó un puñetazo, mas el contrario lo esquivó y como contrataque le propinó un rodillazo en el estómago, quitándole el poco aire que tenía. Con esfuerzo se enderezó y siguió con sus golpes, logrando rozar su senbon con uno de sus brazos.
El contrario gruño molesto, pero no detuvo sus golpes, y no tardó mucho en volver a derribarla.
"Maldición, ¿en qué momento me hice tan débil?"
Se puso de rodillas con dificultad, levantando la mirada hacia su enemigo para mirarlo fijamente. No sabía qué le haría, pero no iba a darle el gusto de verla con miedo.
Sus ojos se desviaron por un segundo a una sombra que se acercaba a ellos, y cuando menos lo esperó el ninja en frente suyo había sido noqueado.
—Soy yo, Shiro.
Su piel se erizó al distinguir la voz de quien le hablaba.
—Katsuro.
Su nombre había salido en un frío murmuro. Cuando su mente al fin pudo procesar que aquella situación había sido provocada en gran parte por ninjas del sonido, no tardó mucho en caer que sus oscuros pensamientos terminaron siendo verdad. Katsuro sí resultó ser un traidor.
—Me alegra que estés bien —comentó el chico, su rostro estaba algo inexpresivo, pero mantenía una leve sonrisa.
—¿Qué haces aquí?
El chico se quedó en silencio. Su corazón dio un vuelco al escuchar el tono indiferente con el que le hablaba. Pero después de todo se lo merecía, lo sabía perfectamente.
—Vi que estabas en problemas —respondió, dándole una sonrisa con desgana.
—No necesito tu ayuda.
Por la mente de Shiro pasó una importante pregunta: ¿Qué debería hacer?
Era enemigo de Konoha, por lo que era también el suyo. ¿Debería pelear?
Con hastío soltó un gruñido, poniéndose de pie de sopetón para arrojarle un puñetazo al chico. Katsuro se mantuvo con la cara ladeada, su golpe lo había sorprendido pero solo pudo soltar un suspiro.
—Dime, ¿Por qué no solo te mantuviste alejado? —dijo Shiro, su rostro estaba arrugado por la furia y a cada paso que daba el chico retrocedía—. ¿Te divertiste, no?
—Shiro, no-
—¡Cierra la maldita boca!
El Koizumi abrió los ojos con impresión, nunca la había visto así.
—No quiero verte, ¿Oíste? —masculló con una frialdad impactante, incluso para ella misma—. Desaparece de mi vida.
—Shiro, por favor —habló Katsuro con suavidad—. No fue mi intención herirte así.
La chica soltó una risita con ironía.
—¿No fue tu intención? —sonrió con el ceño fruncido—. Me engañaste, ¿Y querías que no me enojara?
El chico aprovechó la cercanía para poner la mano en su mejilla, mirándola fijamente. Shiro se quedó quieta, paralizada, así que Katsuro tomó la oportunidad para juntar sus frentes.
—No hago esto por que quiera, Shiro —susurró sobre sus labios—. No tengo opción —cerró los ojos—. Lamento mucho mis acciones... pero no pelearé contigo, ni dejaré que alguien te haga algo.
A la Yamazaki le hubiera encantado que aquel acercamiento hubiera sido en un contexto distinto, corresponderle y continuar con su cercana relación. Pero la situación verdadera era completamente diferente, y su corazón no era el mismo.
—Solo aléjate de mí, Katsuro —murmuró sin fuerzas.
El nombrado soltó un ligero suspiro, para luego abrir los ojos y sonreírle.
—Bien, si eso es lo que quieres... —conectó sus miradas—. Entonces esto es una despedida.
A pesar de sus palabras y su dura expresión, el corazón de Shiro reaccionó con timidez ante el toque de los labios del contrario. Su estómago se retorció, y cuando el chico finalmente se separó su pecho se sintió vacío.
—Espero me perdones, Shiro. Hasta pronto.
✿
Ciertamente Kankuro había subestimado al de hebras verdes.
Su batalla se había alargado más tiempo de lo que le gustaría. Pero debía admitir que el Fukui era buen peleador y que sus habilidades habían estado a la par.
Su marioneta cuervo estaba a su lado, como defensa ante los ataques provenientes de las invocaciones de Kenji. Un lobo de gran tamaño acompañaba al chico, ambos habían ido en contra de Kankuro en conjunto, pero el mismo los había atacado con agujas enviadas por cuervo, por lo que tuvieron que retroceder, quedando frente a frente otra vez.
Kenji le hizo una seña a su compañero para que se quede allí, enseguida él fue a por Kankuro, saltando por sobre su cabeza a la vez que abría con velocidad dos pergaminos. Con una línea de sangre en cada uno múltiples armas ninja fueron directamente hacia la marioneta, logrando que esta quedara clavada al tronco de un árbol.
De inmediato aprovechó la oportunidad para atacar sin rodeos a Kankuro, enfrentándolo con taijutsu logrando así que retroceda por un puñetazo en el pómulo.
—Al fin se pone divertido —le sonrió Kenji.
—Maldito gusano —siseó el extranjero.
—Oye, oye, no hace falta insultarme.
El titiritero iba a gritarle al Fukui de vuelta, pero calló al ver su cara de desconcierto.
—¿Eh? ¿Qué demonios te pasa?
—No me jodas que Gaara es un maldito jinchuriki.
El entrecejo de Kankuro de frunció aun más si es que se podía. En un salto se acercó a Kenji y lo tomó del cuello de la ropa.
—¿Qué dijiste?
Sin embargo el de pelo verde ni siquiera lo miró, sino que mantuvo los ojos fijos en la gran figura que se mostraba kilómetros más allá por sobre la copa de los árboles.
—Mira atrás tuyo.
Sin más opción le hizo caso, notando en seguida de qué hablaba el contrario.
—Así que ese era su plan.
Kankuro lo ignoró completamente, en cambio atrajo a cuervo hacia él y comenzó a correr hacia el lugar de la pelea principal. Kenji no necesitó más, yendo tras él al segundo.
✿
Con impresión pura los de Konoha veían a la gran criatura en la que se había convertido Gaara.
El pequeño equipo que había formado Sakura (el cual se reducía a ella, Naruto y un perrito) había aparecido en el lugar hace algunos minutos. Sin embargo ninguno fue capaz de detener al pelirrojo, y ahora este se encontraba en la cabeza de aquella gigantesca bestia, con los ojos blancos luego de realizar un jutsu de muerte falsa.
Kai recordó inmediatamente lo dicho por el chico en su último encuentro, aquel en el cuarto de Lee. Recordó sus palabras acerca de un monstruo en su interior, y recién en ese momento aquella oración cobró sentido.
Era literal.
—¡Ya soy libre al fin! —exclamó la bestia, elevando sus brazos y con un tono alegre-. ¡aquí me tienen! ¡espero estén listos para morir!
Sin meditarlo el ser lazó un manotazo que creó una fuerte corriente de viento, obligando a los genin a ocultarse detrás de los árboles para así no recibir el impacto.
Naruto volvió a intentar su nuevo jutsu, hace poco había logrado invocar a un sapo, pero este era tan pequeño que aquella bestia ni siquiera podría verla. Un sentimiento de desesperación le recorrió de pies a cabeza, viendo como sus compañeros no tenían más opción que esconderse, mientras que Sakura solo se mantenía inconsciente por culpa de su enemigo.
Para su suerte, y sorpresa, su siguiente intento fue exitoso, y en una gran explosión un sapo igual de grande que la bestia de arena apareció en medio de la batalla. En un trastrabille se percató que él mismo se encontraba sobre la cabeza de su invocación, y una sonrisa de orgullo y emoción se formó en su rostro.
Ambos Uchiha compartieron una expresión de sorpresa, preguntándose cuándo fue que Naruto avanzó tanto. Sin embargo Sasuke fue más allá, sembrándose en su interior un sentimiento de ira y ligera envidia, ¿Por qué se sentía superado por el rubio?
No faltó mucho para que Naruto junto con su invocación iniciaran una pelea en contra de la bestia, la cual luego supieron que se llamaba Shukaku. Gamabunta, el sapo gigante, le dijo a Naruto que la única forma de derrotar al monstruo era despertando a Gaara. Así que en conjunto idearon un plan, teniendo el Uzumaki la tarea de ejecutar un jutsu de transformación para que así Gamabunta pueda afianzarse al Shukaku y Naruto hacer reaccionar a Gaara.
Dicho y hecho, en una gran nube de humo la transformación fue un éxito, dejando a la vista un ser bastante conocido: el zorro de las nueve colas.
Naruto logró llegar donde Gaara para propinarle un golpe directo, logrando despertarlo. El Shukaku perdió el control, sumiendo a ambos chicos en una pelea sobre la cabeza de la bestia. Gaara intentaba atraparlo de los pies con arena, mas Naruto fue persistente, y ante lo harto que lo tenía la situación soltó un grito hacia el contrario, seguido de un cabezazo que finalmente rompió el jutsu de Gaara, haciendo desaparecer al Shukaku.
Pero no quedó allí, puesto que ambos chicos cayeron sobre la copa de los árboles y se miraron fijamente por un rato. Luego, cuando la gran katana de Gamabunta desapareció, los dos se abalanzaron contra el otro con el fin de acabar la pelea. Pero solo hubo uno que acertó el golpe, provocando que a los pocos segundos se hallaran en el suelo, agotados.
Gaara estaba boca arriba, mientras que Naruto de pecho al suelo tenía sus ojos puestos en el extranjero. Como si fuera poco el rubio comenzó a arrastrarse con las pocas fuerzas que le quedaban, asustando a Gaara que le exigió que no se acercara.
—Es algo insoportable ¿Verdad? —murmuró Naruto con algo de nostalgia en sus ojos—. El sentimiento de estar solo... sé lo que se siente. Estuve ahí... en ese oscuro y solitario lugar. Pero ahora hay... otros, otras personas valiosas para mí —se acercó otro poco—. Me importan más ellos que yo mismo, y no voy a dejar que nadie los lastime, es por eso que jamás renuncio. Te detendré, aunque tenga que matarte.
—Pero por qué... por qué harías algo por todos menos por ti...
A unos metros de ellos, ocultos detrás de los grandes troncos de los árboles se encontraban ambos Uchiha junto al recién llegado Kenji, escuchando atentamente la conversación.
—Porque ellos me salvaron de mí mismo. Me rescataron de mi soledad... y fueron los primeros en aceptarme tal como soy.
De imprevisto tanto Kankuro como Temari se pusieron frente al cuerpo de Gaara, enfrentando a Naruto. Pero antes de siquiera dijeran algo Sasuke, Kenji y Kai aparecieron para ponerse frente a frente, dejando al rubio a sus espaldas. Los cinco se miraban seriamente, aguardando por que alguno hiciera un movimiento.
—Suficiente —habló Gaara, deteniendo cualquier posible acción de sus hermanos—. Se acabó.
—Pero Gaara —intentó rechistar Kankuro, mas al notar la cansada expresión del pelirrojo desistió—. Muy bien...
Ambos se pusieron en la tarea de poner de pie al menor, pasando sus brazos por sus propios hombros. Cuando estuvieron listos conectaron miradas con los de Konoha, los cuales solo se habían quedado observando sus movimientos. El silencio fue roto por la risa de Kenji.
—Quien lo diría —les sonrió con diversión—. Bueno, fue un gusto pelear con ustedes.
Kankuro le sonrió de vuelta con el ceño fruncido, entre la gracia y la irritación.
—Maldito lunático —bufó.
—¡No te enojes~!
En lo que Kenji molestaba a Kankuro a un lado de ellos Temari intentaba convencer a su hermano de que lo dejara y se fueron, Sasuke levantaba del suelo a Naruto y Kai observaba a Gaara.
Tal como variadas otra veces ambos solo se miraban en silencio, tal vez analizando al otro, tal vez con la mente en blanco. Esta vez, Kai recordaba uno de sus tantos enfrentamientos, aquel en donde le dijo que averiguaría cual era su secreto. Y ahora lo sabía, era un jinchuriki.
Sin darse cuenta esbozó una ligera sonrisa. Tenía esa rara costumbre de sonreír (la mayoría de veces de forma sarcástica) en situaciones así, cuando miraba a su oponente a los ojos. Pero en esta ocasión sentía que era diferente, no era una burla, sino más bien una forma de decir que todo estaba bien, fue divertido, o un estamos a mano.
—Así que un Jinchuriki —dijo de repente, llamando así la atención de los demás—. Eso explica muchas cosas.
Kenji soltó una risita.
—Que loco, ¿no?
Gaara desvió la mirada de Kai, esperando un poco antes de hablar.
—Lo descubriste.
La chica asintió.
—Sí, lo hice.
OLA GENTE
Ha pasado un tiempo, pero aquí estoy
⊂(◉‿◉)つ
Cómo les digo q tengo este capítulo escrito desde el sábado?
ÑANDAL perdón gente, es solo q me daba pereza editarlo, pero aquí está
ᕦ(ಠ_ಠ)ᕤ
Estuve teniendo una pequeña crisis por mi forma de escribir ಥ‿ಥ por lo q me tardé un poco en escribir esto, pero me salieron casi 5000 palabras así que espero que les guste ♡
Sepan disculpar si hay alguno que otro error (ʘᴗʘ✿)
Bueno, eso sería gente linda
Que tengan linda semana!♡
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