𝟐𝟑.

𝙈𝙄𝙏𝙎𝙐𝙆𝙄

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Últimamente los días habían tenido climas poco variados, las nubes cubrían el cielo la mayor parte del tiempo y la lluvia casi siempre amenazaba con caer. Sin embargo, justo aquel día el sol se interpuso entre las ventiscas y brilló con todo su esplendor, razón suficiente para que Mitsuki insistiera una vez más en su petición, con la diferencia de que en esta ocasión su idea sí fue escuchada.

La de hebras azules guiaba con emoción a su nueva amiga por entre los frondosos árboles del bosque, deteniéndose en medio de un descampado con el espacio suficiente para realizar la anhelada actividad.

-¡Aquí es perfecto! ¿No lo crees?

-Si tú lo dices...

La de menor estatura hizo una mueca con disgusto, cruzándose de brazos y dándole una mala mirada a la contraria por su poco entusiasmo. En frente suyo Kai solo se encogió de hombros, por lo que Mitsuki ya rendida simplemente volvió a sonreír y dió un saltito con emoción.

-¡Muy bien! -tomó una postura de pelea, observando fijamente a la Uchiha-. ¡Comencemos!

Kai se espantó cuando la contraria saltó directo hacia ella intentando asestarle un golpe, no entendía la necesidad que tenía Mitsuki de querer enfrentarla, ya tenía suficiente con los entrenamientos de Jiraiya, ¿Por qué pelear entre ellas?

-¡Vamos Kai-chan!

La nombrada soltó una risita al esquivar uno de sus puñetazos como si nada, comenzó a encontrarle lo divertido al notar las muecas frustradas de Mitsuki.

En unos minutos la Uchiha ya había comenzado a pelear de verdad con ella, respondiendo sus golpes con Taijutsu, y así se habían mantenido durante unos momentos. Estaba esperando a que la Nakamura hiciera algo más, puesto que la idea de pelear había sido de ella, más esta solo continuaba con el cuerpo a cuerpo, al menos hasta que en un instante una sonrisa divertida cruzó su rostro y un repentino mareo golpeó a Kai.

-¿Qué...?

Dando unos pasos hacia atrás la discoordinación pudo con ella, haciéndola tropezar con sus propios pies y enviándola de trasero al suelo.

Su vista borrosa se dirigió hacia el frente, notando la silueta de Mitsuki aproximarse a ella. Su sonrisa infantil de diversión se fue distorsionando, y en cambio un semblante de absoluta burla la reemplazó. Todo a su alrededor daba vueltas, el escenario cambió, pero la situación era la misma.

-Tal como esa vez, ¿No crees? -rió-. Solo que en esta ocasión yo ganaré, Kai-chan.

La Uchiha se puso de rodillas lentamente, bajando un momento la cabeza para sonreír. Había sido un buen truco, la primera ola siempre era la peor.

-Igual que esa vez, sí -murmuró en lo que se ponía de pie-. Pero lamento decirte que no habrán cambios -le sonrió con sorna-. La ganadora será la misma.

Volviendo completamente de sus recuerdos Kai logró oír los gritos de la gente en las gradas, claro, se encontraba en medio de los exámenes chunin.

La batalla número cinco (o cuatro, en realidad) había iniciado hace tan solo siete minutos, tiempo en el cual se habían limitado a utilizar solo Taijutsu. Al menos hasta ese momento, en donde la particular habilidad de la Nakamura había hecho caer a la Uchiha.

-Ya lo veremos.

En micro segundos Mitsuki había nuevamente arremetido en contra de Kai, atacando con puñetazos y patadas en combinación con su extraña técnica que afectaba el equilibrio de la contraria.

"Maldición, no recordaba marearme tanto".

Con una mueca de disgusto la de hebras negras evadía los golpes de su contrincante, no queriendo acercarse más de lo necesario, si no tenía cuidado la técnica de la extranjera la haría caer otra vez. El combate mano a mano se vio interrumpido debido al retroceso de Kai, la cual con un salto hacia atrás realizó sellos manuales con rapidez, lanzando una gigantesca bola de fuego a Mitsuki. La última no tuvo más opción que esquivarla con un salto a su costado, de donde contraatacó de inmediato sin ganas de perder el tiempo. La Uchiha se vio obligada a activar su sharingan al encontrarse a pocos segundos de ser acribillada por múltiples kunai, ciertamente debía admitir que la Nakamura siempre había tenido un excelente control de armas ninja.

Transcurridos otros siete minutos la pelea seguía siendo reñida, Kai luchaba contra las náuseas y el mareo, mientras Mitsuki se frustraba cada vez más por no poder vencer a la contraria de una vez por todas.

-Tú... maldita... -murmuró Mitsuki, su respiración era algo pesada, y en sus manos se hallaban dos kunai siendo fuertemente sujetados-. Siempre un maldito paso delante de mí... te... ¡Te mataré!

La Uchiha gruñó molesta.

-Cierra la maldita boca.

La extranjera rió con incredulidad, delante suyo se encontraba la persona que más odiaba en el mundo, luchaba con todas sus fuerzas y aun así parecía estar a punto de perder. ¿Por qué tenía todo lo que ella quería? Orochimaru la deseaba, deseaba su poder, ¿Acaso ella no era suficiente para ser su contenedor? Claro, Kai era una Uchiha, poseía el maldito sharingan.

-Tú... -rió levemente-. No lo entiendo... ¿Qué demonios ve Orochimaru-sama en ti? -sus manos ejercieron fuerza, apretando los kunai sostenidos en ellas-. Tu clan... eran todos unos inútiles -su expresión se tornó arrogante-. Si no... ¿Cómo fue que acabaron todos de esa forma? Incluso tu estúpido hermano...

Los ojos de la contraria se abrieron con desconcierto.

-El gran Shisui Uchiha... asesinado sin más como el resto del clan.

El semblante de Kai era de sorpresa, sin embargo por cada segundo que pasaba oyendo las palabras de Mitsuki su rostro fue borrando todo rastro de emoción, sus ojos no se apartaron ni un instante de su contrincante, y cuando la Nakamura terminó de pronunciar el nombre de su hermano su mente cedió ante sus sentimientos.

-No te atrevas...

-¿Eh? ¿Le di al clavo no es así? -se rió con diversión.

Kai tomó el tantō de su espalda, empuñando con fuerza interrumpió las palabras de la contraria al abalanzarse contra ella. Mitsuki evadía sus embestidas mientras soltaba carcajadas, su plan había funcionado, los movimientos de Kai eran completamente erráticos.

En las gradas tanto Kenji, Shiro y los demás novatos quedaron pasmados por la reacción de la Uchiha, puesto que la chica sabía muy bien como controlar sus movimientos, pero por primera vez veían como Kai perdía el control y cedía ante sus emociones.

A Kenji, más que sorprenderle le había preocupado. Él muy bien sabía que Kai no era de piedra, ya la había visto dejarse llevar así antes; en cambio le preocupaba el hecho de explotar por un comentario así de pequeño, ¿Qué tenía Mitsuki que la hacía tan sensible a sus comentarios? ¿O es que había algo que no estaba viendo?

Mitsuki no dejaba su sonrisa burlona, la torpeza en los movimientos de su contrincante le daba la ventaja suficiente como para derribar a Kai, separarla de su tantō y amenazarla con un kunai.

-Te lo dije, yo seré quien gane este encuentro.

Las rápidas respiraciones de Kai hicieron sonreír a la Nakamura.

"¿Qué... Qué demonios estoy haciendo?"

La Uchiha sintió como su corazón palpitaba con velocidad, y se preguntó cómo es que había acabado en tal situación. Observó como Mitsuki sonreía con sorna sobre ella, a la vez que su mente volvía en sí, devolviéndole el control sobre sus pensamientos.

Repasó los hechos hasta ese momento, pensando en cómo la regañaría su padre por no controlar sus emociones y caer ante aquella pobre provocación. Pensó también en Guy-sensei, recordando la conversación que tuvieron cuando el mayor le cuestionó sobre su relación con la chica que en aquel instante le rozaba el cuello con un kunai.

« -¿La odias?

-¿Odiarla? Odiar es una palabra fuerte.

-¿Entonces?

-No, no la odio. Pero ella me traicionó, y si tengo la oportunidad... lo pagará. »

-¿Cómo fue... que llegamos a esto?

El murmuro de Kai fue apenas audible para Mitsuki, sin embargo la misma no pudo si quiera responder ya que la Uchiha en unos cuantos segundos ya había cambiado de lugares. La Nakamura se hallaba ahora debajo de Kai, la cual le apuntaba el cuello con su tantō.

Las manos de Mitsuki comenzaron a temblar, una mezcla de frustración, temor y sobre todo ira le azotó de tal forma que solo atinó a reír con incredulidad. La tenía allí, a su merced, pero de un segundo a otro la situación se volteó completamente y ahora era ella quien arriesgaba su vida ante el filo de un arma. Sus ojos se conectaron con los de Kai, los cuales la observaban con fijeza, pero no le transmitían ningún sentimiento en particular, solo un absorbente vacío.

-Ni siquiera mereces morir, Mitsuki -siseó con voz neutra-. Pero te haré sufrir, sufrirás el mismo dolor que aquella marca de maldición me hizo sufrir a mí aquel día.

No alcanzó a decir nada, cuando los orbes que la miraban se transformaron, y su mente la transportó a un lugar lejano. Su cuerpo sintió un espasmo, y luego todo su ser se sumergió en un intenso dolor, convirtiendo sus risas incrédulas en gritos de puro dolor.

Kai se puso de pie con lentitud, observando como el cuerpo de Mitsuki se retorcía a sus pies gracias a su genjutsu. Su tantō fue devuelto a su funda y, girando sobre su eje, dirigió sus ojos hacia Genma, dando a entender que el encuentro había llegado a su fin.

-Ganadora, Kai Uchiha.

Con el término del quinto encuentro se dió nuevamente un pequeño tiempo para que el participante faltante de la segunda pelea se presentara en el campo, sin embargo ni Sasuke Uchiha ni Kakashi Hatake dieron señales de querer aparecer. Por lo tanto, a órdenes del mismo hokage la batalla se pospuso nuevamente, dando paso al siguiente encuentro previsto.

Con agilidad y ligera impaciencia la única chica del equipo proveniente de la aldea de la arena se lanzó al campo de batalla, realizando un rápido movimiento con su abanico en unos pocos segundos se hallaba se pie a un lado del censor, aguardando por su rival. Por su lado quien tenía la tarea de enfrentarla se hallaba quejándose por el adelanto de su pelea, no obstante después de un animado empujón de Naruto se encontró en el centro del campo, con los abucheos del público por su poco (o directamente nulo) entusiasmo.

Genma ni siquiera pudo pronunciar palabra cuando Temari velozmente fue en contra de Shikamaru, alegando que la batalla ya había comenzado. El encuentro no fue largo, pero se conformó de variadas e interesantes estrategias de parte de ambos contrincantes, lo que cautivó por completo la atención de los espectadores.

Posteriormente a ciertos minutos la batalla se hallaba en un momento crucial, Shikamaru tenía la oportunidad perfecta para acabar con su rival al tenerla presa de su técnica y estrategia. Sin embargo, el desenlace real de los acontecimientos decepcionaron, sorprendieron y enojaron en partes iguales al público presente: el Nara levantó las manos y decidió rendirse.

-Usé todo mi chakra en ese jutsu posesion de sombra -explicó con cansancio-. Me quedan unos diez segundos nada más, y ya. Se acabó, y ya tenía otros 200 movimientos en mi cabeza. Pero mi chakra está muy gastado. En fin, si hubiera ganado esto, hubiera trabajado más...

Por segunda vez los abucheos se oyeron por todo el lugar, dirigidos al pelinegro que solo los ignoraba, como ignoraba también la mirada consternada y furiosa de Temari.

En las gradas los compañeros de equipo del Nara simplemente negaban con resignación.

-¿Por qué no me sorprende? -suspiró Ino, a su lado Choji solo sonrió con las mejillas abultadas.

A su otro costado Sakura aún no creía lo que acababa de pasar, mientras Shiro solo soltó una risa por la situación.

Los cuatro vieron como Shikamaru se dirigía a las escaleras para volver a subir, mientras Ino soltaba un bufido dirigiendo sus ojos a otro lugar.

-Shiro -habló la Yamanaka, obteniendo la mirada de la nombrada de inmediato-. No deberías... Ya sabes, ¿Ir con Kai? -jugó ligeramente con su cabello, recordando que ahora no llegaba ni a sus hombros-. Te veías preocupada.

La de orbes morados desvío la mirada de su compañera para observar el lugar donde se encontraba Kenji, notando como este no contaba con la compañía de la Uchiha.

-Lo estoy -dijo, con voz tranquila-. Pero la conozco, y sé que necesita tiempo a solas.

Ino asintió ante su respuesta, correspondiendo la sonrisa que Shiro le dedicaba.

A los segundos continuaron charlando de otros temas, mientras que al mismo tiempo a una buena cantidad de metros se hallaba la anterior nombrada, apoyando la espalda en una pared e intentando relajar sus pensamientos.

"Lo siento padre, en ocasiones no puedo controlar mis emociones".

Kai aún sentía un poco el mareo de la pelea, y eso sumado al debate mental que tenía la hicieron encerrarse en una burbuja impidiendo que escuchara el alboroto que se formaba en el estadio. Cuando un grito de Naruto llegó a sus oídos fue cuando salió de su ensimismamiento, percatandose de que el público celebraba por alguna razón y que el rubio Uzumaki se encontraba en medio del campo de batalla.

Caminando un poco hasta la salida al campo notó como Sasuke y Kakashi estaban frente a Genma, y a un lado Naruto junto a Shikamaru.

¿Cuándo fue que el rubio llegó hasta allí?

Sus ojos entonces se encontraron con los del Uchiha, correspondiendo el asentimiento de cabeza que el varón le dedicó. A los pocos segundos el censor declaró que el último encuentro comenzaría, por lo que Naruto y Shikamaru se encaminaron a la salida, encontrándose con ella.

-¡Kai! -exclamó el rubio-. ¡Estuviste increíble!

Cuando la risa del chico llegó a sus oídos no pudo evitar esbozar una ligera sonrisa, y cuando ambos llegaron dónde ella los tres se encaminaron a las escaleras, buscando subir al área de descanso.

Shikamaru quería comentar algo sobre la pelea de la Uchiha, sin embargo cuando estaba a punto de hacerlo algo llamó la atención de los tres.

El pasillo justo en frente de ellos estaba oscuro, pero un sonido era perfectamente audible: gritos. El trío retrocedió por instinto, poniéndose intranquilos cuando por el lugar comenzó a verse arena, la cual se aproximaba lentamente por el suelo. No pasaron muchos segundos cuando una silueta se hizo presente, siendo reconocida inmediatamente.

Gaara se acercaba a ellos con paso sereno, observando a cada uno con detenimiento. Los cuatro simplemente se veían en silencio, analizando. Hasta que lentamente el de hebras rojas dió unos pasos hacia Kai, quedando a solo un metro de ella.

Ambos se observaron con frialdad, queriendo transmitir e infundir miedo en el otro; pero tal cual sus anteriores encuentros, no hizo efecto alguno, y solo se analizaban mutuamente.

Cuando Gaara dió un paso hacia adelante fue cuando Shikamaru reaccionó, tomando de la muñeca a ambos de sus acompañantes para seguidamente arrastrarlos y continuar con su camino por el pasillo. No fue hasta que arribaron en la zona de descanso que volvieron a respirar con normalidad, siendo Naruto el primero en pronunciar palabra al respecto.

-Eso fue intenso.

Holaaaaa gente lindaaaaaa!!<3
Ha pasado un tiempo, pero aquí estoy!
Cómo mencioné en el aviso hace unos días no había podido escribir debido a mis clases, pero hace poquito nos dieron un pequeño descanso que me permitió traerles este nuevo capítulo<3


Bueno, eso mi gente, espero le haya gustado el capítulo~

Que tengan lindo día!<3

😈

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